Animales del mundo

Perro

Perro

El perro, cuyo nombre científico es Canis lupus familiaris, es un mamífero carnívoro doméstico de la familia de los cánidos, que constituye una subespecie del lobo ( Canis lupus ).

No obstante, su alimentación se ha modificado notablemente debido principalmente al estrecho lazo que existe con el hombre, hasta el punto en que hoy en día sea alimentado usualmente como si fuese un omnívoro.

Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso según la raza de perro.

Posee un oído y olfato muy desarrollados, siendo este último su principal órgano sensorial.

En las razas pequeñas puede alcanzar una longevidad de cerca de 20 años, con atención esmerada por parte del propietario, de otra forma su vida en promedio es alrededor de los 15 años.

Se cree que el lobo gris, del que es considerado una subespecie, es el antepasado más inmediato.

Las pruebas arqueológicas demuestran que el perro ha estado en convivencia cercana con los humanos desde hace al menos 9000 años, pero posiblemente desde hace 14 000 años.

Las pruebas fósiles demuestran que los antepasados ​​de los perros modernos ya estaban asociados con los humanos hace 100 000 años.

Las investigaciones más recientes indican que el perro fue domesticado por primera vez en el este de Asia, posiblemente en China ; sin embargo, es incierto si todos los perros domésticos provienen de un mismo grupo o si el proceso de domesticación se repitió varias veces.

Hay aproximadamente 800 razas (más que de cualquier otro animal) que varían significativamente en tamaño, fisonomía y temperamento, presentando una gran variedad de colores y de tipos de pelo según la raza de perro.

Tienen una gran relación con los humanos, para quien son animales de compañía, animales de guardia, perros de trabajo, perros de caza, perros de aguas, galgos de carrera, perros guía, perros pastores o perros boyeros por ejemplo.

Con un número estimado de 400 millones de perros en los hogares de todo el mundo, es uno de los animales de compañía más populares, probablemente sólo superado por los gatos.

Ancestros e historia de la domesticación

En el siglo XXI, los investigadores han alcanzado un consenso casi absoluto acerca de que es muy posible que la domesticación del perro empezara más por la adaptación espontánea de este al acercarse a vivir junto al hombre que por la voluntad humana.

Esto se debe a que vivir junto al hombre siempre fue ventajoso para el cánido.

Un perro viviendo en una comunidad humana, aún en la Antigüedad, podía alimentarse con menos esfuerzo que uno salvaje, podía vivir en mejores condiciones y disfrutar del afecto y cuidado humano.

El perro es una subespecie doméstica del lobo, según la comparación de los mapas genéticos de ambas especies.

La evidencia fósil más antigua de un perro domesticado fue encontrada en 2008 en la cueva Goyet de Bélgica, correspondiente a unos 31.700 años y al parecer asociado a la cultura auriñaciense.

Hasta entonces las pruebas más antiguas se habían encontrado en Rusia, pertenecientes a hace 14.000 años (Eliseevich).

El hombre consiguió domesticar a ejemplares de lobos, o, más probablemente, se demostró incapaz de impedir que los lobos se introdujeran en sus aldeas y tuvieran allí a sus cachorros.

El perro era útil como ayuda en la caza y para defender al grupo y su morada.

Poco a poco, el hombre los adaptó a sus necesidades, creando diferentes razas para las distintas labores y características ambientales y geográficas.

El hombre se dio cuenta rápidamente de los finos sentidos del olfato y el oído que tenía el perro; su olfato es más potente que del humano (su área olfatoria es 20 veces más gruesa, y en el caso del Pastor Alemán con una superficie 34 veces mayor y con 40 veces más células olfatorias) y su oído es capaz de percibir sonidos muy por debajo y por encima del rango que oyen los humanos.

Ventaja ésta que aumenta su utilidad para la caza y las labores de guarda.

Su uso como pastor y protector de los rebaños es bastante posterior, yendo pareja a la domesticación y explotación de otros animales.

Animal de costumbres sociales, que convive en grupos perfectamente jerarquizados, se adaptó a convivir con los humanos.

Los perros son muy valorados por su ayuda en la caza.

Los perros enterrados en el cementerio mesolítico de Svaerdborg en Dinamarca muestran que, en la antigua Europa, eran ya una valiosa compañía.

Los perros siempre han acompañado al hombre en su proceso a la civilización ; su presencia está probada en todas las culturas del mundo, así en Perú en la etapa preincaica, los mochicas los usaban como ayuda de caza y también como mascotas en casa.

En el entierro del Señor de Sipán, se encontraron dentro de las tumbas restos de un perro que seguramente se usó en la caza, ya que el cráneo tenía perfectamente desarrollados sus molares.

El cráneo y los dientes del perro doméstico han disminuido de tamaño con relación al lobo al no necesitar matar presas grandes.

Así mismo, al pasar de una dieta de carne a una constituida por los desechos provenientes de la alimentación de los humanos, desarrollaron cerebros más pequeños que requieren menos calorías y menos proteínas para su crecimiento y sustento.

La percepción del perro por parte del ser humano ha variado y varía según las culturas, en varias etnias americanas anteriores a 1492, tal y como aún ocurre en zonas del Extremo Oriente Asiático, los perros eran usados directamente como alimento; en zonas del Oriente Medio el perro ha sido asociado por su aspecto con los chacales (de hecho científicamente se creyó hasta el desarrollo de la genética a fines del siglo XX que los perros comunes de todo el mundo eran descendientes de chacales) y al ser los chacales animales principalmente carroñeros, los perros también han sido considerados impuros en esa zona.

Quizás la única especie de perro que no desciende del lobo es el perro fueguino que descendería del culpeo.

Morfología

La enorme variedad de morfologías en las diferentes razas de perro hace difícil determinar el tamaño y el peso medios de los perros.

Con una altura de entre 71 y 90 cm, el galgo irlandés es la raza más alta de perro (aunque algunos ejemplares de gran danés superan este tamaño, llegando hasta 107 cm).

La raza más pequeña de perro es el chihuahua, con un tamaño de 15-25 cm en la cruz.

Con un peso medio de entre 1,5 y 3 kilogramos (y que en algunos casos, puede no superar los 500 g, los chihuahuas también son los perros más ligeros, los mastines ingleses y los san bernardos son los perros más pesados, con un peso que puede llegar a más de 75 o 80 kg.

La longevidad de los perros varía de una raza a otra, pero en general las razas más pequeñas viven más tiempo que las más grandes.

Los perros más pequeños a menudo viven hasta la edad de quince o dieciséis años, mientras que los perros más grandes pueden tener una esperanza de vida de sólo la mitad.

En medio se encuentran todas las razas intermedias.

El perro más viejo del que se tiene constancia, un Boyero australiano llamado Bluey, murió en el año 1939 a la edad de veintinueve años.

La esterilización del animal puede prolongar o acortar su vida, reduciendo el riesgo de contraer enfermedades como piometría en las hembras o cáncer testicular en los machos.

También reduce el riesgo de accidentes y heridas, pues los perros no esterilizados se pelean y se escapan más.

Por otro lado, la castración de los machos favorece la aparición de cáncer de próstata, una enfermedad que puede acortar drásticamente la vida del animal.

Diferencias respecto a otros cánidos

En comparación con lobos de tamaño equivalente, los perros tienden a tener el cráneo un 20% más pequeño y el cerebro un 10% más pequeño, además de tener los dientes relativamente más pequeños que otras especies de cánidos.

Los perros requieren menos calorías para vivir que los lobos.

Su dieta de sobres de los humanos hizo que sus cerebros grandes y los músculos mandibulares utilizados en la caza dejaran de ser necesarios.

Algunos expertos piensan que las orejas flácidas de los perros son el resultado de la atrofia de los músculos mandibulares.

La piel de los perros domésticos tiende a ser más gruesa que la de los lobos y algunas tribus esquimales prefieren su piel para vestirse, debido a su resistencia al desgaste en un clima inhóspito.

A diferencia de los lobos, pero al igual que los coyotes, los perros domésticos tienen glándulas sudoríparas en las almohadillas de las patas.

Las patas de un perro son aproximadamente la mitad de las de un lobo y su cola tiende a curvarse hacia arriba, otro rasgo que no se observa en los lobos.

Aparato locomotor

Como la mayoría de mamíferos predadores, el perro tiene músculos potentes, un sistema cardiovascular que permite una alta velocidad y una gran resistencia y dientes para cazar, aguantar y desgarrar las presas.

El esqueleto ancestral de los perros les permite correr y saltar.

Sus patas se han desarrollado para impulsarlos rápidamente hacia delante, saltando cuando es necesario, con el fin de cazar y atrapar las presas.

Por tanto, tienen pies pequeños y apretados y caminan sobre los dedos (digitígrados).

Sus patas traseras son bastante rígidas y sólidas, mientras que las anteriores son laxas y flexibles, estando unidas al tronco únicamente por músculos.

Aunque la cría selectiva ha cambiado la apariencia de muchas razas, todos los perros conservan los elementos básicos de sus antepasados.

Los perros tienen omóplatos desconectados (carecen de clavícula ) que permiten hacer zancadas más largas.

La mayoría de razas conservan las garras vestigiales (espuelas) en las patas anteriores y a veces a las posteriores.

Algunas de estas razas, como el perro pastor catalán, pueden presentar un espolón doble en una o más patas.

En algunos casos, se les quitan esas garras para evitar que el perro se las arranque sin querer durante la persecución de una presa, pero esta práctica es ilegal en algunos países.

Pelaje

Al igual que los lobos, los perros tienen un pelaje, una capa de pelos que los cubre el cuerpo.

El pelaje de un perro puede ser un "pelaje doble», compuesto de una capa inferior suave y una capa superior basta.

A diferencia de los lobos, los perros pueden tener un «pelaje único», carente de capa inferior.

Los perros con un pelaje doble, como los lobos, están adaptados para sobrevivir en temperaturas frías y tienden a provenir de climas más fríos.

Los perros suelen presentar vestigios de contrasombreado, un patrón de camuflaje natural común.

La base general del contrasombreado es que un animal iluminado desde arriba aparece más claro en la mitad superior y más oscuro en la mitad inferior, donde normalmente tiene su propio color.

Este es un patrón que los predadores pueden aprender a reconocer.

Un animal contrasombreado tiene una coloración oscura en la superficie superior y una coloración oscura en la inferior.

Esto reduce la visibilidad general del animal.

Un vestigio de este patrón es que muchas razas tienen un lado, una raya o una estrella de pelaje blanco en el pecho o en la parte inferior.

Cola

Hay muchas formas diferentes de cola de perro: recta, recta hacia arriba, forma de hoz, rizada o en tirabuzón.

En algunas razas, la cola es cortada tradicionalmente para evitar heridas, especialmente en los perros de caza.

En algunas razas, algunos cachorros nacen con una cola corta o sin cola.

Esto sucede más a menudo en ciertas razas, especialmente en aquellas en las que a menudo se corta la cola y que por tanto no tienen estándar de raza en cuanto a la cola.

Nutrición

En la actualidad se suele tratar al perro como si fuese un omnívoro, deduciéndose por ello que la mejor alimentación es la que produce la industria al procesar los desechos del proceso productivo de otras industrias, en otras palabras, el alimento balanceado para perro.

Dicho alimento se encuentra en una diversidad muy amplia de marcas y etapas que afirman favorece el correcto desarrollo.

Cuando se decide cambiar de marca es oportuno el cambio progresivo, evitando hacerlo de forma abrupta; los alimentos nuevos deben introducirse gradualmente en un plazo de por lo menos 7 a 10 días, al cambiar la dieta, es conveniente ofrecer una cantidad menor del nuevo alimento ya que al sobrepasarse se pueden iniciar una serie de trastornos gastrointestinales o también el rechazo de la nueva dieta.

A pesar de lo anterior y ante la evidencia biológica de que es un animal carnívoro, existe una tendencia creciente a volver a alimentar a los perros con alimentación cruda, imitando a la alimentación natural.

Los que siguen esta tendencia afirman que es lo que evolutivamente están diseñados los perros para consumir, y que de esta manera se logra beneficios como: mejor salud, menos olor, dentadura, piel y pelaje más saludable, etc.

Las heces pequeñas, firmes y oscuras sugieren buena digestión y una excelente absorción de nutrientes, en cambio los volúmenes grandes de heces pálidas indican una absorción medianamente óptima.

Un perro sano y bien alimentado mantiene un peso regular, su pelaje brillante y manejable, una actitud y actividad general muy dinámica.

Reproducción

En los perros domésticos, la madurez sexual ( pubertad ) comienza a producirse a la edad de entre seis y doce meses tanto en los machos como en las hembras, aunque en algunas razas de gran tamaño puede retrasarse hasta la edad de dos años.

La adolescencia de la mayoría de los perros dura entre los doce y los quince meses de edad, a partir de los cuales ya son más adultos que cachorros.

Como en el caso de otras especies domesticadas, la domesticación ha favorecido una mayor libido y un ciclo de reproducción más temprano y frecuente en los perros que en sus antepasados ​​salvajes.

Los perros permanecen reproductivamente activos hasta edades avanzadas.

La mayoría de perras tienen su primer celo a la edad de entre seis y doce meses, aunque algunas razas grandes no lo tienen hasta la edad de dos años.

Las hembras entran en celo dos veces por año, durante el cual su cuerpo se prepara para la gestación y al pico del cual entran en celo, el período durante el cual están mentalmente y físicamente receptivas a la copulación.

Como los óvulos sobreviven y pueden ser fertilizados durante una semana después de la ovulación, es posible que una hembra se aparee con más de un macho.

Las perras dan a luz 56-72 días después de ser fertilizadas, con una media de 63 días, aunque la duración de la gestación puede variar.

Una camada media consiste en unos seis cachorros, aunque este número puede variar mucho según la raza de perro.

Los perros toy dan a luz entre uno y cuatro cachorros por camada, mientras que las razas más grandes pueden dar un promedio de doce cachorros por camada.

Algunas razas han adquirido rasgos para la cría selectiva que interfieren con la reproducción.

Los machos de bulldog francés, por ejemplo, son incapaces de montar la hembra.

En la gran mayoría de casos, las hembras de esta raza deben ser inseminadas artificialmente para que se reproduzcan.

Castración y esterilización

La esterilización es un proceso quirúrgico, que consiste normalmente en la extirpación de los testículos en los machos y los ovarios y úteros en las hembras y que se hace para eliminar la capacidad de reproducirse y reducir el deseo sexual de los perros.

Debido a la sobrepoblación de perros en algunos países, las asociaciones de control de los animales aconsejan esterilizar los perros que no se piense utilizar para criar, de manera que no tengan cachorros no deseados que deban matar.

La esterilización tiene otros beneficios aparte de eliminar la capacidad de procrear.

Reduce los problemas causados por la hipersexualidad, especialmente en los machos.

Las hembras esterilizadas tienen menos probabilidades de desarrollar ciertos tipos de cáncer, que afectan a las glándulas mamarias, los ovarios y otros órganos reproductores.

También puede tener efectos médicos no deseados.

Aumenta el riesgo de incontinencia urinaria en las hembras y cáncer de próstata en los machos, así como de osteosarcoma, hemangiosarcoma, rotura del ligamento cruzado, obesidad y diabetes mellitus en ambos géneros.

Los cambios hormonales que implica la esterilización tienen una alta probabilidad de cambiar en cierta medida la personalidad y el metabolismo del animal.

Estudios recientes demuestran que los perros esterilizados en general son más agresivos hacia los humanos y otros perros y más miedosos y sensibles al tacto que los perros que no han sido esterilizados, aunque los efectos varían de un perro a otro.

La esterilización de animales muy jóvenes puede causar más problemas de salud más adelante en la vida para ambos géneros.

Inteligencia

Los perros son apreciados por su inteligencia.

La inteligencia canina es la habilidad de un perro para aprender, para pensar y para resolver problemas.

Los entrenadores de perros, los amos y los investigadores no se ponen de acuerdo en un método para probar la inteligencia canina tal y como existe para los humanos, a pesar de que la misma se evalúa tradicionalmente a través de la resolución de laberintos.

Ciertas razas, como "Border Collies" y "Golden Retrievers", son por lo común más fáciles de entrenar respecto a otras como los perros de caza y de trineo, aunque hay excepciones.

Aún el perro más introvertido, distraído y flojo puede obedecer más fácilmente el entrenamiento que, por ejemplo, un gato.

La habilidad de obedecer y aprender sin embargo no es la única medida de la inteligencia.

Por su naturaleza sociable entienden la estructura social y las obligaciones, y a menudo aprenden rápidamente cómo comportarse con otros miembros del grupo, ya sean perros o humanos.

Los perros adultos modelan a sus cachorros mediante correcciones (auditivas o físicas) cuando no se comportan de la forma esperada y con premios si tiene comportamientos aceptables (jugando con ellos, alimentándolos, limpiándolos, etc.)

Son animales que tienden a usar guaridas en el momento del parto y al criar los cachorros, así que pueden aprender fácilmente comportamientos como mantener su lugar limpio y aceptar estar en un área cerrada como es el caso de una jaula temporal para transporte u otro lugar cerrado.

Algunas razas han sido continuamente seleccionadas a lo largo de cientos o miles de años por su capacidad de rápido aprendizaje, mientras que en otras razas, esta cualidad ha sido relegada en favor de otras características como son la habilidad de correr, perseguir, cazar o de pelear con otros animales.

Sin embargo, la capacidad de aprender obediencia básica -y eventualmente comportamientos complejos- es inherente en todos los perros.

Los amos deben ser simplemente más pacientes con algunas razas que con otras.

Se podría ver la habilidad de aprender rápido como un signo de inteligencia, aunque también se podría afirmar que es un signo de servidumbre ciega y que la verdadera inteligencia de los perros está en razas tales como el huskie siberiano, que no está particularmente interesado en complacer a sus amos, pero si está fascinado con las innumerables posibilidades de escapar a los campos o de atrapar y matar pequeños animales.

Los perros guías deben aprender un número enorme de órdenes, entender cómo comportarse en una gran variedad de situaciones y reconocer riesgos o peligros a su compañero humano, frente a alguno de los cuales nunca se han enfrentado con anterioridad.

Algunas pruebas de inteligencia son la habilidad de reconocer un vocabulario extenso, otras pruebas tienen que ver con el deseo y la habilidad de responder a diversas situaciones.

Debe señalarse también en cuanto al comportamiento canino, que muchas de las conductas indeseadas, como actos violentos o malas costumbres, son la muestra de comportamientos desarrollados por razones tales como: falta de actividad (como puede ser caminatas o deportes caninos), ausencia de disciplina, entrenamiento o educación irresponsable por parte de los propios amos.

Sentidos

Los sentidos del olfato y del oído del perro son superiores a los del ser humano en muchos aspectos.

Algunas de sus habilidades sensoriales han sido utilizadas por los humanos, como por ejemplo el olfato en los perros de caza, perros buscadores de explosivos o perros buscadores de drogas.

Vista

La visión del perro parece diseñada para la caza: No tiene gran agudeza visual de detalles, pero tienen excelente percepción de movimientos.

Tiene excelente visión nocturna o crepuscular, debido al el uso del tapetum lucidum (una pantalla reflectiva dentro del ojo).

El campo visual del perro se encuentra entre los 240 - 250 grados, mucho mayor que el humano que es de aproximadamente 180 grados.

Los perros tienen una forma de visión dicromática llamada deuteranopia que en los humanos se considera una forma de daltonismo que afecta el rojo y el verde.

Los perros perciben tonalidades de amarillo y de azul, pero al rojo lo perciben amarillo y al verde lo ven gris.

El sistema visual de los perros se ha desarrollado para ayudarles en la caza.

Aunque es difícil de medir, la agudeza visual de los caniches ha sido estimada como equivalente a una puntuación en el test de Snellen de 20/75.

Sin embargo, la discriminación visual es muy superior cuando se trata de objetos en movimiento.

Se ha demostrado que los perros son capaces de distinguir su dueño de otras personas a distancias de más de un kilómetro y medio.

Como cazadores crepusculares, los perros dependen de su visión en condiciones de poca iluminación.

Para ayudarles a ver en la oscuridad, los perros tienen pupilas muy grandes, una mayor densidad de bastoncillos en la fóvea óptica, una mayor velocidad de parpadeo y un tapetum lucidum refractivo.

El tapetum es una superficie refractiva situada detrás de la retina que refleja la luz para dar a los fotorreceptores una segunda oportunidad de captar los fotones.

Aunque estas adaptaciones sirven para mejorar la visión en la oscuridad, también reducen la agudeza visual de los perros.

Como la mayoría de mamíferos, los perros son dicromatos y tienen una visión en color equivalente al daltonismo rojo-verde en los humanos.

Las diferentes razas de perro tienen diferentes formas y tamaños de los ojos y también tienen una configuración diferente de la retina.

Los perros con el hocico largo tienen una «raya visual» que se extiende por el ancho de la retina y que les da un campo muy amplio de visión excelente, mientras que los perros con el hocico corto tienen una área centralis, una región central con hasta tres veces la densidad de terminaciones nerviosas de la "raya visual", que los provee una vista detallada, mucho más similar a la de los humanos.

Algunas razas, particularmente los galgos, tienen un campo de visión de hasta 270°, aunque las razas de cabeza ancha con el hocico corto tienen un campo de visión mucho más estrecho, tan bajo como 180°, similar al de los seres humanos.

Algunas razas también presentan una tendencia genética a la miopía.

Aunque la mayoría de razas son memmetrópicas, se ha descubierto que uno de cada dos rottweilers son miopes.

Oído

El campo de audibilidad de los perros es aproximadamente de 40 Hz a 60.000 Hz.

Los perros detectan sonidos tan graves como 16-20 Hz (en comparación con 20-70 Hz en los humanos) y también por encima de 45 kHz (en comparación con 13-20 kHz en los humanos), y además tienen un grado de movilidad de las orejas que los permite determinar rápidamente el origen exacto de un sonido.

Dieciocho o más músculos pueden inclinar, rotar, levantar o bajar las orejas de un perro.

Además, un perro puede detectar el origen de un sonido mucho más rápido que un humano y oír sonidos a una distancia hasta cuatro veces mayor que los humanos.

Los perros con una forma de la oreja más natural, como las orejas de cánidos salvajes como el zorro, suelen oír mejor que los perros con las orejas más flexibles típicas de muchas razas domésticas.

Olfato

Mientras que el cerebro humano es dominado por una gran corteza visual, el cerebro canino es dominado principalmente por una corteza olfativa.

El bulbo olfativo de los perros, en proporción al tamaño total del cerebro, es unas cuarenta veces mayor que el de los humanos.

Según la raza, los perros tienen entre 125 y 220 millones de células olfativas extendidas sobre un área del tamaño de un pañuelo de bolsillo (en comparación con 5 millones de células extendidas sobre el área de un sello en los humanos).

Los Bloodhounds son la excepción, con aproximadamente 300 millones de receptores olfativos.

Los perros pueden distinguir olores a concentraciones casi 100 millones de veces inferiores a las que pueden distinguir los humanos.

Gusto

Entre los sentidos del perro, el del sabor es el que menos se ha investigado y a menudo se le ha relacionado con el olfato.

Los perros pueden distinguir los sabores básicos de manera similar a los humanos, aunque casi no distinguen el salado.

Sin embargo, los gustos preferidos pueden diferir mucho de un perro a otro, pues parece que los perros no eligen la comida según el tipo de gusto, sino según su intensidad (fuerte sabor / gusto suave).

Los primeros meses de la vida de un perro son bastante importantes en este sentido, los cachorros que suelen probar muchos sabores diferentes cuando son jóvenes también desarrollarán un gusto por la variedad cuando sean adultos.

Al igual que los humanos y que muchos otros animales, los perros tienen la capacidad de asociar determinados gustos con los problemas de salud.

Si un alimento le hace enfermar o hace que se encuentre mal, el perro tenderá a evitar el sabor de este alimento en el futuro.

Esto forma parte de un mecanismo de defensa instintivo, que protege a los animales de envenenarse por la ingestión frecuente de sustancias tóxicas.

Tacto

Los perros utilizan el sentido del tacto para comunicarse entre ellos y con otras especies.

Si se hace apropiadamente, tocar un perro puede servir para estimularlo o relajarlo.

Se trata del primer sentido que se desarrolla en los cachorros recién nacidos y las perras comienzan a lamer y acariciar sus crías poco después del nacimiento.

Algunos estudios han sugerido incluso que los perros pueden detectar movimientos en el abdomen de la madre incluso antes de nacer y que las perras que son mimadas durante la gestación dan a luz crías más dóciles.

Los perros tienen sensores táctiles en todo el cuerpo, pero los cojinetes, la columna vertebral y la región de la cola son algunas de las zonas más sensibles.

Las vibrisas de los perros presentan mecanoreceptores que les sirven para adquirir información táctil de su ambiente, pero esta función no es tan importante como lo es en los gatos.

Entre otras cosas, sirven para sentir el flujo del aire.

Además del hocico, donde reciben el nombre de "bigotes", los perros tienen vibrisas encima de los ojos y debajo la mandíbula.

Salud

Los perros son susceptibles a diversas enfermedades, trastornos y venenos, algunos de los cuales afectan a los humanos de la misma manera y otros que son únicos a los perros.

Como todos los mamíferos, los perros son susceptibles a la hipertermia cuando hay niveles elevados de humedad y/o de temperatura.

La longevidad media de un perro varía mucho en función de la raza, y oscila entre 8 y 15 años, si goza de buena salud puede vivir hasta 20 años, o incluso más; el perro más longevo que se conoce llegó a los 29 años.

Las razas pequeñas suelen vivir más que las grandes y las gigantes.

La salud del perro, al igual que en los humanos, está relacionada con su tipo de vida (alimentación equilibrada, ejercicio físico, educación), sobre todo durante los períodos de mayor vulnerabilidad: crecimiento, gestación, amamantamiento, trabajo y vejez.

Un perro grande gana peso en un año en el mismo porcentaje que un hombre en 18.

Las causas de las enfermedades son múltiples y muy variadas y se deben consultar con un veterinario.

Aunque en ocasiones es el médico veterinario quien recomienda qué tipo de vacuna se debe aplicar, es importante que el propietario tenga en conocimiento que en cuanto a aplicaciones víricas, funciona mejor en el organismo del animal una vacuna de virus atenuado o modificado, ya que este tipo de biológicos dan un incremento paulatino de anticuerpos logrando una protección muy eficaz y sin los adversos efectos postinoculación que pueden existir con la aplicación de una vacuna a virus activo; los efectos con este tipo de vacunas pueden ir desde simple fiebre y vómito hasta un choque anafiláctico o la muerte.

Aunque hay variaciones, en función de la raza, el ejercicio que haga o la condición física, podemos dar unos valores orientativos:

Enfermedades

Algunas razas de perro también son propensas a determinados trastornos genéticos, tales como la displasia de cadera, luxaciones rotulares, paladar leporino, ceguera o sordera.

Los perros también son susceptibles a los mismos trastornos que los humanos, incluyendo la diabetes, la epilepsia, el cáncer y la artritis.

La torsión gástrica y la meteorización son ​​un problema serio en algunas razas de pecho ancho.

Las enfermedades infecciosas habitualmente asociadas con los perros incluyen la rabia (hidrofobia), el parvovirus canino y el bromo.

Las enfermedades heredables de los perros pueden incluir una gran variedad, desde la displasia de cadera y las luxaciones rotulares mediales hasta epilepsias y el estenosis pulmonar.

Los perros pueden contraer casi todas las enfermedades que afectan a los humanos (excepto aquellas que son específicas a la especie), como el hipotiroidismo, cáncer, enfermedades dentales, enfermedades cardíacas, etc.

Para protegerlos de muchas enfermedades comunes, a menudo los perros son vacunados.

Dos trastornos médicos graves que afectan a los perros son la piometría, que afecta hembras no esterilizadas de todas clases y edades y la meteorización, que afecta a las razas más grandes y los perros de pecho ancho.

Ambos son trastornos agudos, que pueden matar rápidamente.

Los dueños de perros susceptibles deberían conocer estos trastornos como parte de su cuidado de los animales.

Los parásitos externos más comunes de los perros son las pulgas, garrapatas y ácaros, mientras que los internos son los gusanos anquilostomas, cestodos, nematodos y dirofilaris.

Ante la sospecha de que el animal se encuentre enfermo hay que acudir al veterinario, especialmente si parece revestir gravedad; en determinadas enfermedades, al igual que sucede con algunas enfermedades humanas, la rapidez con que se acude al veterinario puede ser crucial para la vida del perro.

El perro, al igual que el resto de seres vivos, es susceptible de enfermar; algunas de estas dolencias serán más propias de su especie, incluso con diversa incidencia en razas diferentes, mientras que otras son comunes con las nuestras (cáncer, diabetes, etc.).

El perro puede ser una fuente de contagio de determinadas enfermedades para el hombre, aunque la mayoría de ellas no se transmiten entre ambos; por ello, y por la propia salud de nuestra mascota, es muy importante su correcta vacunación y una desparasitación interna y externa regular; con ello, y unos hábitos higiénicos adecuados, tendremos un perro más sano y más fuerte y fuente de numerosas alegrías.

Las enfermedades pueden tener un motivo vírico, bacteriológico, parasitario, genético o varios de ellos a la vez.

Entre ellas pueden citarse:

Predadores

Aunque los perros salvajes, como los lobos, son predadores alfa, pueden morir en combates territoriales con animales salvajes.

Además en las zonas en las que los perros son simpátricas con otros predadores grandes, los perros pueden ser una fuente de alimento importante para cánidos o félidos grandes.

En Croacia son ​​muertos más perros que ovejas, mientras que parece que en Rusia los lobos limitan las poblaciones de perros ferales.

En Wisconsin se paga una mayor compensación por la pérdida de perros que de ganado.

Ha habido casos en los que un par de lobos matan perros, siguiendo un método en el que uno de ellos atrae al perro hacia vegetación densa, donde el otro lobo prepara una emboscada.

En algunos casos, los lobos han mostrado una falta anormal de miedo de los humanos y de los edificios a la hora de atacar perros, hasta el punto que se les debe expulsar o matar.

Los coyotes también atacan perros.

Se conocen casos de fieras que matan perros.

Se sabe que los leopardos tienen una predilección por los perros y han matado y se han comido incluso perros grandes y feroces.

A diferencia de los leopardos que viven en la misma región, los tigres de la India raramente atacan perros, aunque en Manchuria, la Indochina, Indonesia y Malasia, se dice que los tigres matan perros con el mismo vigor que los leopardos.

Finalmente, las hienas rayadas son ​​grandes predadores de perros en los pueblos de Turkmenistán, India y Cáucaso.

Razas

Hay numerosas razas de perro, las organizaciones cinológicas reconocen más de 800.

Muchos perros, especialmente fuera de Estados Unidos y de Europa occidental, no pertenecen a ninguna raza reconocida.

Unos cuantos tipos de perro básicos han evolucionado gradualmente durante la relación del perro doméstico con los humanos a lo largo de los últimos 10.000 años o más pero todas las razas modernas tienen un origen relativamente moderno.

Muchas de ellas son el resultado de un proceso deliberado de selección artificial como en el caso de los Terriers o ​​de los schnauzers.

Debido a esto, algunas razas están altamente especializadas y hay una diversidad morfológica extraordinaria entre razas diferentes.

Pese a estas diferencias, los perros son capaces de distinguir los otros perros de otros tipos de animal.

La definición de lo que es una raza de perro es tema de una cierta polémica.

Dependiendo del tamaño de la población fundadora original, las razas con un acervo génico reducido pueden tener problemas de consanguinidad, concretamente debido al efecto fundador.

Los criadores de perros toman cada vez más conciencia de la importancia de la genética de poblaciones y de mantener patrimonios génicos diversos.

Las pruebas de salud y nuevas pruebas de ADN pueden contribuir a evitar problemas, ofreciendo un sustituto de la selección natural.

Sin selección, los patrimonios génicos consanguíneos o cerrados pueden aumentar el riesgo de graves problemas de salud o de comportamiento.

Algunas organizaciones definen una raza menos estrictamente, de modo que un ejemplar puede ser considerado de una raza siempre que el 75% de su ascendencia sea de esta raza.

Estas consideraciones afectan tanto a los animales de compañía como los perros que participan en exposiciones caninas.

Incluso perros con pedigrí que han sido premiados sufren de defectos genéticos debido al efecto fundador o consanguinidad.

Estos problemas no se limitan a los perros de pedigrí y pueden afectar ejemplares cruzados.

Se puede predecir en cierta medida el comportamiento y la apariencia de un perro de una raza determinada, mientras que los cruces presentan un abanico más amplio de apariencia y comportamiento innovadores.

Los perros mezclados son ​​aquellos que no pertenecen a ninguna raza determinada, sino que tienen ascendencia de diferentes razas.

Tanto los perros de pedigrí como los mezclados son aptos como compañeros, animales de compañía, perros de carga o competidores en deportes cinófilos.

A veces se cruzan perros de diferentes razas deliberadamente, para crear razas mezcladas como el Cockapoo, una mezcla de cocker spaniel y caniche en miniatura.

Estos cruces deliberados pueden presentar un cierto grado de vigor híbrido y otras características deseables, pero pueden o no pueden heredar características deseables de sus padres, como el temperamento o un determinado color o pelaje.

Si no se hacen pruebas genéticas a los padres, los cruces pueden acabar heredando defectos genéticos presentes en las dos razas parientes.

Una raza es un grupo de animales que tiene un conjunto de características heredadas que los distinguen de otros animales de la misma especie.

El cruce deliberado de dos o más razas también es una manera de crear nuevas razas, pero sólo es una raza cuando los descendientes presentan de forma fiable este conjunto de características y cualidades.

Interacción con los humanos

Los perros domésticos han heredado una jerarquía social y unos comportamientos sociales complejos de su antepasado, el lobo.

Son animales que viven en grupo, con un conjunto complejo de comportamientos que determinan la posición de cada perro en la jerarquía social.

Los perros presentan diversas posturas y otros medios de comunicación no verbal que revelan su estado mental.

Estas formas sofisticadas de cognición social y comunicación pueden explicar su ensinistrabilidad, su gusto por el juego y su capacidad de integrarse en hogares y situaciones sociales humanas.

Estos atributos han contribuido a que los perros creen una relación única con los humanos a pesar de ser predadores alfa potencialmente peligrosos.

Aunque los expertos no están muy de acuerdo sobre los detalles de la domesticación del perro, hay consenso que la interacción con los humanos jugó un rol significativo en la formación de la subespecie.

Poco después de la domesticación, los perros se convirtieron omnipresentes en las poblaciones humanas y se extendieron por el mundo.

Los emigrantes de Siberia probablemente atravesaron el estrecho de Bering en compañía de perros y algunos expertos sugieren que el uso de perros de trineo podría haber sido vital para el éxito de las oleadas migratorias que llegaron a Norteamérica hace unos 12.000 años.

Los perros fueron una parte esencial de la vida de la población atabascana de Norteamérica.

En muchos grupos, el perro era el único animal domesticado.

Los perros fueron utilizados de nuevo por emigrantes atabascanos hace 1.400 años, cuando los perros cargaron gran parte de las provisiones en las migraciones de las tribus apaches y navajos.

El uso de los perros como animales de carga en estas culturas a menudo continuó después de la introducción del caballo en Norteamérica.

Perros de trabajo

Aunque la mayoría de perros son mantenidos como animales de compañía, existe un gran número de maneras en que los perros pueden ayudar a los humanos.

En algunos casos se pueden aprovechar sus habilidades innatas, mientras que en otros hay que adiestrarlos.

Los perros de asistencia ayudan a las personas con discapacidades en tareas del día a día.

Son ejemplos los perros de movilidad por minusválidos, los perros guía por deficientes visuales y los perros de escucha por deficientes auditivos.

Los perros de terapia representan otra manera de ayudar a los enfermos; visitan personas que no pueden moverse con libertad, como por ejemplo la gente mayor que vive en residencias geriátricas o los enfermos ingresados ​​en hospitales y les ofrecen diversión y entretenimiento.

También se realizan cursos de adiestramiento de perros para prisioneros, como terapia de rehabilitación.

Los perros de rescate ayudan a gente que se encuentra en situaciones difíciles, como las personas que están en el agua después de un naufragio.

Los perros de búsqueda, en cambio, buscan personas desaparecidas, perdidas en tierras salvajes, cubiertas por avalanchas de nieve, enterradas debajo de edificios que se han derrumbado, etc.

Los perros pastores todavía son muy útiles para los pastores y ganaderos de todo el mundo para dirigir los rebaños; se utilizan diferentes razas para cada tarea y para vigilar los rebaños.

Algunos perros pastores también protegen gansos salvajes en parques o cabras utilizadas para el control de malezas.

Los perros pastores buenos se pueden adaptar para controlar cualquier tipo de animal doméstico, o muchos tipos de animales salvajes.

En cambio, los perros de caza ayudan a los cazadores a encontrar, rastrear y recuperar la caza, o eliminar alimañas.

Es menos frecuente que un perro, o un grupo de perros, luchen contra una presa, como un oso o un jabalí.

Los perros de trineo, que hoy en día se utilizan principalmente en eventos deportivos, aunque pueden ayudar a transportar personas y víveres para terreno nevado y difícil.

Los perros artísticos, como los perros de circo o los actores caninos, están adiestrados para realizar actos que no son útiles intrínsecamente, pero que entretienen al público o contribuyen a las actuaciones artísticas de los humanos.

Los perros de guardia ayudan a proteger la propiedad pública o privada, o bien residiendo o bien durante patrullas, con cuerpos militares o con empresas de seguridad.

Los perros policía son ​​habitualmente adiestrados para rastrear o inmovilizar posibles criminales cuando ayudan a los policías a hacer detenciones o investigar la escena de un crimen.

Algunos incluso están entrenados para cuerpos antiterroristas.

Los perros de detección, en cambio, pueden ayudar a detectar sustancias ilegales, bombas, productos químicos y muchas otras sustancias.

Finalmente, los perros de guerra son ​​utilizados por las fuerzas armadas en muchas de las situaciones en que se usan perros civiles, pero en un contexto militar.

Además, tareas militares especializadas tales como la detección de minas o el tendido de cables han sido asignadas a perros.

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