Siete y tres es la denominación de un cóctel resultante de la mezcla de siete partes de vino y tres partes de un refresco gaseoso.
Este término se originó en Uruguay y su utilización fue muy popular en ese país, en la segunda mitad del siglo XX.
Haciendo referencia a esta bebida, el músico Jaime Roos bautizó con ese nombre, su disco editado en 1986 en cuya carátula podía apreciarse una damajuana con la popular mezcla.