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China

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Miembro de: BRICS, ONU, APEC, OMC,

La República Popular China (chino simplificado: 中华人民共和国, pinyin: Zhōnghuá Rénmín Gònghéguó), o simplemente China (中国, Zhōngguó), es un Estado soberano situado en Asia Oriental.

Es el país más poblado del mundo, con más de mil trescientos millones de habitantes y la primera potencia económica mundial por PIB en términos de paridad de poder adquisitivo.

La República Popular China es un Estado unipartidista gobernado por el Partido Comunista y tiene la sede de su gobierno en la capital, Pekín.

Está dividida en veintidós provincias, cinco regiones autónomas, cuatro municipios bajo jurisdicción central —Pekín, Tianjín, Shanghái y Chongqing — y dos regiones administrativas especiales — Hong Kong y Macao —.

Asimismo, China reclama la que considera provincia de Taiwán, que es controlada por la República de China con un estatus político de la isla controvertido.

Con una superficie aproximada de 9,6 millones de km², China ―que tiene fronteras con catorce Estados soberanos― es el tercer país más extenso del planeta por superficie terrestre detrás de la Rusia y Canadá y el cuarto si se cuentan las masas de agua detrás de Rusia, Canadá y Estados Unidos.

El paisaje chino es vasto y diverso, desde las estepas y los desiertos del Gobi y Taklamakán en el árido norte hasta los bosques subtropicales en el húmedo sur.

Las cordilleras montañosas del Himalaya, el Karakórum, Pamir y Tian Shan la separan del sur y el centro de Asia.

Los ríos Yangtsé y Amarillo, tercero y sexto más largos del mundo, discurren desde la meseta tibetana hasta desembocar en las densamente pobladas costas orientales.

China tiene 14 500 km de costa a lo largo del océano Pacífico y está bañada por los mares Amarillo, de Bohai, de China Oriental y de la China Meridional.

La civilización china, una de las más antiguas del mundo, floreció en la fértil cuenca del río Amarillo.

Durante milenios, su sistema político se basó en monarquías hereditarias, conocidas como dinastías.

La primera de las cuales fue la semimitológica dinastía Xia en torno al 2000 a. C.

Desde el 221 a. C., cuando la dinastía Qin conquistó diversos Estados y formó el primer Imperio chino, el país se ha expandido, fracturado y ha sido reformado en numerosas ocasiones.

La República de China derrocó a la última dinastía en 1911 y gobernó la China continental hasta 1949.

Después de la derrota del Imperio del Japón en la Segunda Guerra Mundial y la retirada de sus tropas de China, el partido comunista se impuso en la Guerra Civil y proclamó la República Popular China en Pekín el 1 de octubre de 1949.

El derrotado régimen de la República de China, dominado por el partido Kuomintang trasladó su gobierno a Taipéi y desde entonces, la jurisdicción de la República de China se limita a Taiwán y algunas islas periféricas.

Desde la introducción de las reformas económicas de 1978, China ha sido la economía de más rápido crecimiento del mundo, alcanzando en 2014 la primacía mundial en términos de PIB medido en paridad de poder adquisitivo y manteniéndose como la segunda potencia por PIB nominal.

China es, además, el mayor exportador e importador de bienes y la primera potencia industrial.

China dispone del ejército más numeroso del mundo, posee armas nucleares y cuenta con el segundo presupuesto militar después de Estados Unidos.

La República Popular China es miembro de la ONU desde 1971, año en que reemplazó a la República de China como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y es reconocida diplomáticamente por casi todos los países del mundo.

También es miembro formal o informal de numerosas organizaciones multilaterales, como la OMC, la APEC, los BRICS, la OCS y el G20.

China es considerada por numerosos analistas como una superpotencia emergente.

Etimología

La palabra «China» deriva del persa Cin (چین), la cual es una adaptación del sánscrito Cīna (चीन).

El primer registro de este término data de 1516, en el diario del explorador portugués Duarte Barbosa.

Se cree que la palabra proviene del nombre de la dinastía Qin (秦, Chin).

El nombre oficial del país es República Popular China (chino simplificado: 中华人民共和国, pinyin: Zhōnghuá Rénmín Gònghéguó), aunque las dinastías y gobiernos anteriores cambiaron el nombre oficial del país en numerosas ocasiones.

Los nombres comunes para el país en chino son Zhongguó (chino simplificado: 中国, de zhong —‘central’ o ‘medio’—, y guó —‘estado’ o ‘estados’, y en tiempos modernos, ‘nación’—) y Zhonghuá (chino simplificado: 中华).

El término zhongguó apareció en varios textos antiguos, como el Clásico de historia del siglo VI a. C., y en tiempos pre-imperiales se utilizaba como un concepto cultural para distinguir las tribus Huaxia de los «bárbaros».

Este vocablo, que puede ser singular o plural, se refería a un grupo de estados o provincias de la Llanura Central, pero se utilizó para denominar a todo el país hasta el siglo XIX.

Los chinos no fueron los únicos en percibir a su país como el «centro» del mundo, ya que otras civilizaciones aplicaron el mismo pensamiento a sus territorios.

Historia

Prehistoria

La evidencia arqueológica sugiere que los primeros homínidos que habitaron China llegaron a ese país entre 0,25 y 2,24 millones de años atrás.

Una cueva en Zhoukoudian —cerca de la actual Pekín— contiene fósiles que datan de entre los años 680 000 y 780 000 a. C.

y pertenecen al llamado Hombre de Pekín, una subespecie de Homo erectus que vivía de la caza y la recolección, utilizaba el fuego y herramientas de piedra.

En el mismo sitio del Hombre de Pekín se hallaron restos de un Homo sapiens que datan de 18 000-11 000 a. C.

La evidencia más temprana de un ser humano completamente moderno en China se encuentra en Liujiang (Guangxi), donde se encontró un cráneo que ha sido fechado en aproximadamente 67 000 años.

Aunque persiste la controversia sobre la datación de los restos de Liujiang, especialmente cuando se compara con otros esqueletos similares, como el hallado en Minatogawa, en la isla de Okinawa.

Algunos expertos afirman que desde hace 5000 años existió una forma de protoescritura en China.

Primeras dinastías

La dinastía Xia fue la primera dinastía del país, aunque todavía no han hallado pruebas concretas de su existencia, solo se tienen registros literarios.

Según estas menciones en textos antiguos, se calcula que esta dinastía pudo haber reinado hacia el año 2205 a. C., y conocemos los nombres de tres de sus emperadores: Fu Xi, Huang Di y Shen Nong.

En tiempos previos a la fundación de esta dinastía, el poder supremo se basaba en la alternancia en el gobierno entre los Xia y los Yi.

La primera dinastía china que dejó verdaderos registros históricos fueron los Shang, quienes mantuvieron un sistema vagamente feudal a orillas del río Amarillo entre los siglos XVII y XI a. C.

Aunque los primeros Shang gobernaron en el sur de la provincia de Shandong, zona pantanosa en aquella época, alcanzaron mayor poder que las tribus situadas en el este del país, llamadas genéricamente yi, con los que mantuvieron estrechas alianzas.

El rey Tang, considerado como un rey capaz y virtuoso, expulsó a los Shang de la región y estableció la capital de su reino en Erligang.

La escritura china más antigua encontrada hasta el momento es un oráculo tallado en hueso de la dinastía Shang, y contiene antecedentes directos de los caracteres chinos modernos.

Los Shang fueron derrotados por el pueblo Zhou, quienes establecieron la dinastía Zhou que gobernó entre los siglos XII y V a. C., cuando su autoridad centralizada se dispersó lentamente entre diversos señoríos feudales hasta que, finalmente, del debilitado reino de los Zhou emergieron varios estados independientes que lucharon entre sí durante el periodo denominado Primaveras y Otoños.

Entre los siglos V y III a. C.

se estableció el periodo de los Reinos Combatientes, durante el cual el actual territorio chino estuvo dividido en siete estados soberanos, cada uno con su propio rey, ministro y ejército.

China imperial

Qin Shi Huang, gobernador del Estado Qin, creó el primer estado chino unificado en el 221 a. C., con lo que puso fin al periodo de los Reinos Combatientes.

Qin Shi Huang se proclamó «primer emperador» y puso en marcha muchas reformas, en particular la estandarización forzada del idioma chino, de las unidades de medición, de la longitud de los ejes de carro y de la moneda.

La dinastía Qin solo duró quince años, ya que poco después de la muerte del emperador Qin Shi Huang sus políticas autoritarias y legalistas llevaron a una rebelión generalizada.

Posteriormente llegó la dinastía Han, que gobernó China entre el 206 a. C.

y el 220 d. C.

y creó una identidad cultural entre su población que se extiende hasta la actualidad.

Esta dinastía amplió considerablemente el territorio del Imperio chino gracias a las campañas militares que llegaron a Corea, Vietnam, Mongolia y Asia Central, lo que también ayudó a establecer la Ruta de la Seda.

La China de los Han gradualmente se convirtió en la economía más grande del mundo antiguo.

La dinastía Han adoptó el confucionismo como la ideología de estado, una filosofía desarrollada en el periodo de Primaveras y Otoños.

A pesar de que los Han abandonaron oficialmente el legalismo —la ideología de Estado de los Qin—, las instituciones y políticas legalistas permanecieron como la base del gobierno Han.

Después de la caída de los Han, siguió otro período de desunión conocido como el período de los Tres Reinos.

Los estados de este período, como el reino Wu, establecieron relaciones diplomáticas con Japón e introdujeron su sistema de escritura allí.

En el año 558 China fue reunificada bajo la dinastía Sui, que resultó muy efímera por su derrota en la Guerra Goguryeo-Sui (598—614).

Bajo las dinastías Tang y Song, la tecnología y la cultura chinas alcanzaron su época dorada.

La dinastía Tang permaneció en el poder hasta mediados del siglo VIII, cuando la rebelión de An Shi acabó con la prosperidad del imperio.

La dinastía Song fue el primer gobierno del mundo que imprimió billetes y promulgó una política para establecer una armada permanente.

Entre los siglos X y XI, la población de China se duplicó hasta los 100 millones de personas, en gran parte debido a la expansión del cultivo de arroz en las regiones del centro y del sur, y la consiguiente abundancia de alimentos.

Durante el reinado de los Song hubo un florecimiento de la filosofía y las artes, los retratos y paisajes alcanzaron nuevos niveles de madurez y complejidad y la clase alta pudo exhibir, compartir y comerciar con obras de arte.

También tuvo lugar un resurgimiento del confucionismo, en respuesta al crecimiento del budismo durante el gobierno de los Tang.

En el siglo XIII, China fue gradualmente conquistada por el Imperio mongol.

En 1271, el líder mongol Kublai Khan creó la dinastía Yuan y conquistó los últimos reductos de los Song en 1279.

Antes de la invasión de los mongoles, el Imperio chino tenía aproximadamente 120 millones de habitantes, pero después de la conquista perdió casi la mitad de la población, y el censo del año 1300 informó unos 60 millones de personas.

Durante esta dinastía, se les brindó mayor importancia a las artes y las ciencias, en especial a la literatura y la dramaturgia.

Debilitados por los desastres naturales de la zona y las enfermedades transportadas desde otras tierras, los Yuan fueron destronados en 1368 por Zhu Yuanzhang, fundador de la dinastía Ming.

Bajo los Ming, China disfrutó de otra época dorada, desarrolló una de las armadas más poderosas del mundo, así como una economía rica y próspera que apoyó el florecimiento de las artes y la cultura.

Fue durante este periodo que Zheng He dirigió expediciones navales que llegaron hasta el continente africano.

En los primeros años de la dinastía Ming, la capital de China se trasladó de Nanjing a Pekín.

Además, filósofos como Wang Yangming analizaron y expandieron el neoconfucionismo con conceptos como el individualismo y la moralidad innata.

Fin del gobierno imperial

En 1644 una coalición de rebeldes liderada por el oficial Li Zicheng tomó la ciudad de Pekín como parte de una revuelta campesina.

El último emperador Ming se suicidó luego de la caída de la capital.

La dinastía Qing de Manchuria se alió con el entonces general Ming Wu Sangui para destronar a la efímera dinastía Shun y después tomaron el control de Pekín, ahora la nueva capital de los Qing.

La dinastía Qing, que gobernó de 1644 a 1912, fue la última dinastía imperial de China.

En el siglo XIX, los Qing tuvieron que hacer frente al imperialismo occidental en las dos Guerras del Opio (1839-1842 y 1856-1860) contra del Reino Unido.

Derrotada por la nación europea, China fue forzada a firmar tratados no equitativos, pagar compensaciones, permitir la extraterritorialidad y ceder el puerto de Hong Kong a los británicos.

La Primera guerra sino-japonesa (1894-95) eliminó la influencia de los Qing en la península de Corea, además de ceder el control de la isla de Taiwán a Japón.

El debilitamiento del régimen Qing incrementó los problemas internos.

Entre los años 1850 y 1860 la guerra conocida como la rebelión Taiping arrasó el sur de China, mientras que otros levantamientos como las Guerras de los Clanes Punti–Hakka (1855-1867), la rebelión Nien (1851-1868), la rebelión Miao (1854-1873), la rebelión Panthay (1856-1873) y la rebelión de los dunganes (1862-1877) causaron estragos en todo el país.

En el siglo XIX comenzó la gran diáspora china.

Las tasas de emigración se elevaron por los conflictos internos y las catástrofes como la hambruna del norte de China de 1876-1879, que cobró la vida de entre nueve y trece millones de personas.

En 1898, el Emperador Guangxu planeó una serie de reformas para establecer una monarquía constitucional moderna, pero fue destronado por la emperatriz Cixi, en un golpe de Estado, aunque también desarrolló una importante labor reformista introduciendo el telégrafo y el ferrocarril y aboliendo prácticas tradicionales como el vendaje de los pies en las mujeres.

La rebelión de los bóxers de 1899-1901, un movimiento en contra de la influencia extranjera en el país, debilitó aún más al gobierno Qing.

Finalmente, la revolución de Xinhai de 1911 terminó con la dinastía Qing y estableció la República de China.

República de China (1912-1949)

El 1 de enero de 1912 se estableció la República de China, siendo nombrado Sun Yat-sen, líder del Kuomintang (KMT o Partido Nacionalista) su presidente interino.

Sin embargo debió ceder la presidencia a Yuan Shikai, un antiguo general de los Qing, quien en 1915 se proclamó Emperador de China.

Ante la condena del pueblo y la oposición de su propio ejército, se vio forzado a abdicar y restablecer la república.

Luego de la muerte de Yuan Shikai en 1916, China se encontraba políticamente fragmentada.

Su gobierno con sede en Pekín fue reconocido internacionalmente pero virtualmente carecía de poder; los señoríos regionales controlaban la mayor parte del territorio.

A finales de los años 1920 el Kuomintang liderado por Chiang Kai-shek, pudo reunificar el país bajo su control con una serie de hábiles maniobras militares y políticas, conocidas en conjunto como la « Expedición del Norte ».

Su gobierno trasladó la capital nacional a Nankín e implementó la «Tutela Política», una etapa de desarrollo político descrita en la doctrina San-min de Sun Yat-sen, la cual pretendía encaminar a China hacia una democracia moderna.

Desde el estallido de la Guerra Civil China en 1927, el Kuomintang combatió a los comunistas, aunque la división política hizo más difícil este conflicto, en el que los nacionalistas parecían llevar inicialmente ventaja especialmente después de que los comunistas huyeran en la Larga Marcha, pero se había producido la invasión japonesa de Manchuria y el incidente de Xi'an en 1936 forzó a Chiang a centrar sus esfuerzos en enfrentarse al Imperio del Japón.

La Segunda guerra sino-japonesa (1937-1945), un escenario de la Segunda Guerra Mundial, obligó a los comunistas y al Kuomintang a pactar una tregua y crear una alianza.

Las fuerzas japonesas cometieron numerosos crímenes de guerra en contra de la población civil; en total, cerca de veinte millones de civiles chinos murieron.

Tan sólo en la ciudad de Nankín, aproximadamente 200 000 chinos fueron asesinados durante la ocupación japonesa.

Japón se rindió ante China en 1945.

Taiwán, junto con las Islas Pescadores, fueron puestos bajo el control administrativo de la República de China, quien inmediatamente reclamó su soberanía en ellos.

Aunque la nación resultó victoriosa, quedó devastada por la guerra y financieramente agotada.

Los conflictos continuos entre el Kuomintang y los comunistas provocaron la reanudación de la guerra civil.

En 1947 se estableció el mandato constitucional, pero debido a los constantes disturbios en muchas provincias, la constitución nunca fue implementada en la China continental.

República Popular China (1949-presente)

Los enfrentamientos más importantes de la Guerra Civil China terminaron en 1949, cuando el Partido Comunista de China tomó el control de la parte continental del país y el Kuomintang se retiró a la isla de Taiwán, lo que redujo el territorio de la República de China a solo Taiwán, Hainan y las islas circundantes.

Mao Zedong, presidente del Partido Comunista, proclamó la República Popular China el 1 de octubre de 1949.

Había dos nombres para la República Popular: China comunista y la China Roja.

En 1950, el Ejército Popular de Liberación arrebató Hainan a la República de China.

También en 1950 invadió el Tíbet, derrotando al débil ejército tibetano, que en 1913 el Dalái Lama había declarado independiente.

Durante los años 1950 fuerzas nacionalistas continuaron con la insurgencia en el oeste del territorio chino.

Mao Zedong fomentó el crecimiento demográfico y la población casi se duplicó, pasando de 550 a más de 900 millones durante el período de su liderazgo, que se extendió hasta 1976.

Sin embargo, el plan económico y social a gran escala, conocido como el Gran Salto Adelante, produjo una hambruna que se cobró la vida de 45 millones de personas.

En la misma época, entre uno y dos millones de líderes campesinos fueron ejecutados, acusados de estar «en contra de la revolución».

En 1966, Mao y sus aliados lanzaron la Revolución Cultural, que trajo consigo un periodo de recriminación política que perduró hasta su muerte.

La Revolución Cultural, motivada por las luchas de poder dentro del Partido Comunista y el temor a la Unión Soviética, condujo a una gran agitación en la sociedad china.

En octubre de 1971 la República Popular China reemplazó a la República de China en las Naciones Unidas, y ocupó su lugar como miembro permanente del Consejo de Seguridad.

Al año siguiente, en la cima de la división entre chinos y soviéticos, Mao y Zhou Enlai se reunieron con Richard Nixon para establecer por primera vez relaciones diplomáticas con los Estados Unidos.

Después de la muerte de Mao en 1976 y la detención de la Banda de los Cuatro —a quienes se les inculpó por los excesos de la Revolución Cultural—, Deng Xiaoping tomó el poder e implementó una serie de reformas económicas.

Posteriormente, el Partido Comunista dejó de ejercer el control gubernamental sobre las vidas personales de los ciudadanos y las comunas se disolvieron en favor del arrendamiento privado, lo que se tradujo en un aumento de incentivos y de la producción agrícola.

Este giro en los acontecimientos marcó la transición de una economía planificada a una economía mixta con un entorno de mercantil cada vez más abierto, un sistema llamado « socialismo con características chinas ».

La República Popular China adoptó su actual constitución el 4 de diciembre de 1982.

En 1989, la violenta represión de las protestas estudiantiles en la Plaza Tian'anmen produjeron la condena y sanciones hacia el gobierno chino por parte de varios países.

El presidente Jiang Zemin y el premier Zhu Rongji lideraron la nación en los años 1990.

Bajo su administración, el buen funcionamiento económico chino sacó a cerca de 150 millones de campesinos de la pobreza y mantuvo una tasa promedio de crecimiento del PIB anual de 11,2%.

El país se unió formalmente a la Organización Mundial de Comercio en 2001 y mantuvo su alto índice de crecimiento económico bajo la presidencia de Hu Jintao en la primera década del siglo XXI.

Sin embargo, el rápido desarrollo del país también ha impactado negativamente a los recursos naturales y al medio ambiente de su territorio, y causó importantes movimientos sociales.

Los estándares de vida han continuado su rápido progreso pese a la recesión de finales de los años 2000, pero el control político centralizado permanece sin cambios.

En 2013, Xi Jinping y Li Keqiang asumieron el cargo de presidente y premier, respectivamente.

Con ellos, se han iniciado una serie de reformas de su economía, que en años recientes ha sufrido inestabilidades estructurales y una desaceleración en el crecimiento.

La administración de Xi también ha anunciado reformas en el sistema penitenciario y en la política de hijo unico.

El 14 de diciembre de 2013 China se convirtió en el tercer país, tras los Estados Unidos y la Unión Soviética, en realizar un alunizaje con la misión Chang'e 3 y el robot Yutu.

Gobierno y política

La República Popular China es uno de los pocos estados socialistas que quedan en el mundo.

Su forma de gobierno ha sido descrita como comunista y socialista, pero también como autoritaria y corporativista, con fuertes restricciones en muchas áreas, más notablemente respecto al libre acceso al Internet, la libertad de prensa, la libertad de reunión, el derecho a tener hijos, la libre formación de organizaciones sociales y la libertad de culto.

Sus líderes catalogan el sistema político y económico como « socialismo con características chinas » — marxismo-leninismo adaptado a las circunstancias chinas— y « economía de mercado socialista », respectivamente.

El país es gobernado por el Partido Comunista de China (PCC), cuyo poder está consagrado en la constitución.

La Constitución de 1982 es la ley fundamental del Estado, y fue aprobada y puesta en vigor el 4 de diciembre de dicho año.

También establece dos sistemas de administración: uno central y otro local.

El Sistema de Administración Central —o Consejo de Estado— comprende los órganos administrativos centrales que están bajo la Asamblea Popular Nacional, es decir, los departamentos o ministerios.

Por su parte, el Sistema de Administración Local rige a nivel provincial y distrital, e incluye los organismos correspondientes a un gobierno local.

En comparación a los estándares políticos vigentes hasta mediados de los años 1970, la liberalización de China trajo consigo un sistema administrativo menos restrictivo.

China apoya el principio leninista de « centralismo democrático », pero la Asamblea Nacional Popular ha sido descrita como un órgano con un poder considerable de iure, pero poco de facto.

El actual presidente es Xi Jinping, quien también es el secretario general del Partido Comunista de China, y el jefe de la Comisión Militar Central.

El actual premier es Li Keqiang, quien también es el segundo miembro más importante del Comité Permanente del Buró Político del Partido Comunista.

El sistema electoral es jerárquico, los miembros de las Asambleas Populares locales son elegidos por sufragio directo, mientras que en los niveles más altos de los congresos locales y en la Asamblea Popular Nacional se celebran elecciones indirectas en las que participan los miembros de la Asamblea Popular del nivel inferior inmediato.

El sistema político está descentralizado, y los líderes provinciales y sub-provinciales gozan de un grado importante de autonomía.

Existen otros partidos políticos, conocidos como «partidos democráticos», los cuales participan en la Asamblea Popular Nacional y en la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC).

Ha habido pasos hacia la liberalización política, en donde se realicen elecciones abiertas en todas las villas y ciudades.

Sin embargo, el partido mantiene el control efectivo sobre los asuntos del gobierno: en ausencia de una oposición significativa, el PCC gana por defecto la mayor parte de las votaciones.

Entre los principales problemas se incluyen la creciente brecha entre los ricos y pobres y la corrupción.

Según una serie de encuestas de 2011 entre el 80 y 95% de los ciudadanos chinos expresaron estar relativa o muy satisfechos con el gobierno central.

Relaciones exteriores

China mantiene relaciones diplomáticas con 171 países y cuenta con embajadas en 162.

Suecia fue la primera nación con quien estableció relaciones el 9 de mayo de 1950.

La República de China y otros países disputan su legitimidad, que lo convierte en el Estado con reconocimiento limitado más grande y poblado del mundo.

En 1971, reemplazó la representación internacional de la República de China como el único representante de China frente a las Naciones Unidas y como uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

Además, fue un antiguo miembro y líder del Movimiento de Países no Alineados y aún sigue defendiendo a los países en vías de desarrollo.

Según la interpretación de la política de « Una sola China », Pekín ha hecho que sea una condición previa para el establecimiento de relaciones diplomáticas con un país, que este reconozca su pretensión a Taiwán y rompa los vínculos oficiales con el gobierno de la República de China.

Los representantes de la República Popular China han protestado en numerosas ocasiones cuando otros gobiernos celebran acuerdos diplomáticos con Taiwán, especialmente en el tema de las ventas de armamento.

Las reuniones políticas entre funcionarios extranjeros y el 14.º Dalái Lama también encuentran la oposición de la República Popular China, que considera que el Tíbet es parte integral de ella.

Gran parte de su política exterior se fundamenta en los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica de Zhou Enlai: no injerencia en los asuntos de otros Estados, no agresión, convivencia pacífica, igualdad y beneficios mutuos.

También se rige por el concepto de «armonía sin uniformidad», que anima a las relaciones diplomáticas entre las naciones a pesar de las diferencias ideológicas.

Esta política le ha llevado a apoyar a los estados que se consideren peligrosos o de represión por Occidente, tales como Zimbabue, Corea del Norte e Irán.

Las relaciones exteriores con muchos países occidentales sufrieron durante un tiempo tras la represión militar en las protestas de Tian'anmen de 1989, aunque en los últimos años China ha mejorado sus vínculos diplomáticos con Occidente.

China mantiene una relación económica y militar estrecha con Rusia, y a menudo ambos votan de la misma forma en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Además de su reclamación sobre la isla de Taiwán, China se encuentra envuelta en varias disputas territoriales internacionales.

Desde los años 1990, el gobierno comenzó las negociaciones para resolver los conflictos sobre sus fronteras terrestres, como la disputa de Cachemira con India y su frontera sin definir con Bután.

Además existen otras reclamaciones territoriales multilaterales acerca de su soberanía sobre varias islas pequeñas en el mar de China Meridional y del Este, como las Islas Senkaku y el arrecife Scarborough.

La prospección de recursos en zonas reclamadas por otros países ha llevado a crisis como la ocurrida con Vietnam en 2014.

China es normalmente señalado como una nueva superpotencia emergente, al destacar que su rápido progreso económico, su poderío militar en crecimiento, su enorme población y el incremento de su influencia internacional, son signos de que jugará un papel global prominente en el siglo XXI.

Otros, sin embargo, previenen que las burbujas financieras y el desajuste demográfico pueden enlentecer o incluso detener el crecimiento de China a medida que el siglo progrese.

Algunos autores también cuestionan la definición de «superpotencia», y argumentan que su gran economía por sí sola no sería suficiente para calificarla como superpotencia, y hacen notar que carece de la influencia militar y cultural de Estados Unidos.

Fuerzas armadas

Las Fuerzas Armadas de la República Popular China están compuestas por el Ejército Popular de Liberación (chino simplificado: 中国人民解放军, pinyin: Zhōngguó Rénmín Jiěfàngjūn), que incluye las Fuerzas Terrestres, la Armada, la Fuerza Aérea y una fuerza nuclear estratégica, el Segundo Cuerpo de Artillería.

Con 2,3 millones de elementos activos, el Ejército Popular de Liberación (EPL) es la fuerza militar más grande del mundo, comandada por la Comisión Militar Central (CMC).

De acuerdo al gobierno chino, el gasto en la milicia en 2012 sumó US$ 100 mil millones, el segundo presupuesto militar más grande del mundo.

Sin embargo, otras naciones como Estados Unidos alegan que China no informa su verdadero presupuesto militar, que supuestamente es más alto que el presupuesto oficial.

El Ejército Popular de Liberación fue fundado el 1 de agosto de 1927 —lo que se puede ver reflejado en los caracteres chinos 八一 en su insignia, que significan ‘ocho uno’, es decir, 1 de agosto— como la fuerza de combate del Partido Comunista en la Guerra Civil China, bajo el nombre de Ejército Rojo (chino simplificado: 紅軍, pinyin: hóngjūn).

Durante la Segunda Guerra Mundial se integró en el Ejército Nacional Revolucionario para combatir la ocupación japonesa y, una vez ganada la guerra, tomó su denominación actual y prosiguió de nuevo de forma independiente el enfrentamiento con los nacionalistas que fueron finalmente derrotados en 1949.

Desde entonces ha intervenido en varios conflictos tanto en territorio chino como fuera de este, como es el caso del Conflicto Sino-Vietnamita o las Protestas de la Plaza de Tian'anmen de 1989.

Hu Jintao estableció que los objetivos del Ejército Popular de Liberación eran la consolidación del estatus de mando del Partido Comunista; ayudar a asegurar la soberanía, integridad territorial y seguridad doméstica en orden a continuar el desarrollo, salvaguardar los intereses expansionistas de China y ayudar a mantener la paz mundial.

Como un país que tiene armas nucleares reconocidas, China es considerada un potencia militar regional y una superpotencia militar emergente.

De acuerdo al informe de 2013 del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el ejército posee entre cincuenta y setenta y cinco misiles de largo alcance nucleares, junto a otros de corto alcance.

Sin embargo, comparado a los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, China tiene una capacidad para realizar una guerra expedicionaria relativamente limitada.

Para remediar esto, ha desarrollado numerosos proyectos —su primer portaaviones entró en servicio en 2012—, y mantiene una flota sustancial de submarinos, incluidos varios con poder nuclear y misiles balísticos.

Además, China estableció una red de relaciones militares con el extranjero a lo largo de las principales rutas marítimas.

Desde principios del siglo XXI, ha hecho importantes progresos para modernizar su fuerza aérea, como la compra del jet ruso Sukhoi Su-30 y la fabricación de sus propias aeronaves, como el Chengdu J-10, y el Shenyang J-11, J-15 y J-16.

Además se encuentra desarrollando sus propios aviones furtivos y numerosos vehículos no tripulados.

El ejército también desarrolló y adquirió múltiples sistemas avanzados de misiles, incluidos un misil antisatélites, misiles de crucero y submarinos nucleares con ICBM.

Problemas sociopolíticos y derechos humanos

El Movimiento Democrático de China, los activistas sociales y algunos miembros del PCC han reconocido la necesidad de reformas políticas y sociales.

Mientras que el control económico se ha relejado significativamente desde los años 1970, las libertades políticas continúan muy restringidas.

La constitución establece que los derechos fundamentales de los ciudadanos incluyen libertad de expresión, libertad de imprenta, el derecho a un juicio justo, libertad de culto, sufragio universal y derecho de propiedad.

Sin embargo, en la práctica estos decretos no brindan protección significativa contra la persecución criminal por parte del Estado.

La censura de los discursos políticos y de la información, más notablemente en Internet, es utilizada de manera abierta y rutinaria para callar las críticas al gobierno y el mandato del Partido Comunista.

En 2013, Reporteros Sin Fronteras colocó a China en el puesto 173 de 179 países en su Índice Anual de Libertad de Prensa Mundial.

Los habitantes del campo que migran a las ciudades frecuentemente son tratados como ciudadanos de segunda por el sistema de registro hukou, el cual controla el acceso a los beneficios del estado.

A menudo los derechos de propiedad son escasamente protegidos, y los impuestos desproporcionados afectan a los ciudadanos más pobres.

Sin embargo, desde principios de los años 2000 se abolieron o redujeron varios impuestos agropecuarios, y se han incrementado el número de servicios sociales para los residentes de zonas rurales.

Algunos gobiernos extranjeros, ONG y agencias de noticias critican constantemente la desprotección de los derechos humanos en China, al alegar múltiples violaciones a los derechos civiles como el encarcelamiento sin un juicio, confesiones forzadas, tortura, restricciones a los derechos fundamentales, y el uso excesivo de la pena capital.

El gobierno suprime las manifestaciones de organizaciones que considera una «amenaza potencial para la estabilidad social», como fue el caso de las protestas de la Plaza de Tian'anmen de 1989.

Regularmente, el Estado chino es acusado de represión a gran escala y abusos a los derechos humanos en Tíbet y Sinkiang, incluyendo campañas de políticas violentas, traslados forzosos y restricciones a la libertad religiosa.

El gobierno ha respondido a las críticas internacionales argumentando que la noción de los derechos humanos debe tomar en cuenta el actual nivel de desarrollo económico del país y el «derecho del pueblo a la subsistencia y desarrollo».

También enfatiza el aumento en la calidad de vida de la población, la tasa de alfabetización y la esperanza de vida desde los años 1970, así como las mejoras en la seguridad laboral y los esfuerzos por combatir los desastres naturales como las inundaciones anuales del Yangtsé.

Además, algunos políticos chinos hablaron en apoyo a la democratización, aunque otros permanecen más conservadores al respecto.

Se han hecho múltiples intentos por lograr reformas importantes; por ejemplo, en noviembre de 2013 el gobierno anunció sus planes de abolir el muy criticado programa de reeducación por el trabajo.

Aunque durante el siglo XXI el gobierno chino se volvió más tolerante con las ONG que ofrecen soluciones prácticas y eficientes a varios problemas sociales, las actividades de estas instituciones continúan siendo fuertemente reguladas por el Estado.

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia en los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), República Popular China ha firmado o ratificado:

Organización territorial

La República Popular China se articula oficialmente en tres niveles:

  1. Provincias: el país se divide en provincias, regiones autónomas, municipios bajo jurisdicción central y regiones administrativas especiales.
  2. Distritos: las provincias y regiones autónomas se dividen en prefecturas autónomas, distritos, distritos autónomos y ciudades.
  3. Cantones: los distritos y distritos autónomos se reparten en cantones, cantones de minorías étnicas y poblados.

La República Popular China mantiene el control administrativo sobre veintidós provincias y considera a Taiwán como su 23.ª provincia, pese a que la isla de Taiwán está gobernada independientemente por la República de China.

China también cuenta con cinco subdivisiones llamadas oficialmente regiones autónomas (Sinkiang, Mongolia Interior, Tíbet, Ningxia y Guangxi) en las que existe una minoría étnica y que tienen una autonomía mayor; cuatro municipios bajo jurisdicción central (Pekín, Tianjin, Shanghái y Chongqing) y dos regiones administrativas especiales (Hong Kong y Macao), que gozan de cierto grado de autonomía política.

Estas veintidós provincias, cinco regiones autónomas y cuatro municipios se conocen en conjunto como « China continental », un término que usualmente excluye a Hong Kong y Macao.

Por su parte, el gobierno de la República de China no reconoce ninguna de estas divisiones administrativas, pues reclama toda la extensión de la República Popular China como parte de su territorio.

Geografía

El territorio de la República Popular China se extiende en gran parte de Asia Oriental.

Es el segundo país más grande del mundo por área territorial, después de Rusia, y es el tercer o cuarto por área total, luego de Rusia, Canadá y, dependiendo de la definición de área total, Estados Unidos.

Usualmente se estima el área total de China en alrededor de 9 600 000 km².

Las cifras específicas varían de 9 572 900 km² de acuerdo a la Encyclopædia Britannica, 9 596 961 km² según el Anuario Demográfico de la ONU, a 9 596 961 km² de The World Factbook.

China tiene la frontera terrestre más larga del mundo que mide 22 117 km desde la desembocadura del río Yalu en la frontera con Corea del Norte, hasta el golfo de Tonkín en el límite con Vietnam.

China comparte fronteras con catorce naciones, más que ningún otro país, e iguala el número de vecinos de Rusia.

Limita con Vietnam, Laos y Birmania en el Sudeste Asiático; con India, Bután, Nepal y Pakistán en Asia del Sur; con Afganistán, Tayikistán, Kirguistán y Kazajistán en Asia Central; y con Rusia, Mongolia y Corea del Norte en Asia Oriental.

Además, comparte fronteras marítimas con Corea del Sur, Japón, Vietnam, Filipinas y Taiwán.

El territorio de China se extiende entre las latitudes 18° y 54° N y las longitudes 73° y 135° E.

El relieve varía significativamente a lo largo de su extensión.

En el este, a lo largo de las costas del mar Amarillo y el mar de China Oriental, se encuentran las extensas llanuras aluviales densamente pobladas, mientras que más al norte, en los bordes de la meseta de Mongolia Interior, predominan los amplios pastizales.

Las colinas y las cordilleras bajas cubren el sur de China, mientras que los deltas de los dos principales ríos chinos —el río Amarillo y el Yangtsé — se ubican en la región centro-este.

Otros ríos importantes incluyen el Xi, Mekong, Brahmaputra y Amur.

Al oeste se asientan las cordilleras grandes, más notablemente los Himalayas.

Las mesetas altas abarcan los lugares más áridos del norte, como los desiertos de Taklamakan y de Gobi.

El punto más alto del mundo, el monte Everest (8848 msnm), se encuentra en la frontera chino-nepalesa.

El punto más bajo del país, y el tercero más bajo del mundo, es el lecho lacustre seco del lago Ayding (-154 m) en la depresión de Turfán.

Clima

El clima de China está dominado en gran parte por la estación seca y los monzones, que provocan una pronunciada diferencia de temperaturas entre el invierno y el verano.

En invierno, los vientos del norte que provienen de latitudes más altas son secos y fríos; en verano, los vientos del sur que provienen de las zonas costeras son cálidos y húmedos.

El clima varía de región a región debido a la compleja orografía del país, aunque se pueden diferenciar en tres grandes zonas.

La zona monzónica del este, en el que hay un clima húmedo; la zona seca del noroeste, donde el clima es seco; y al sur, en la meseta del Tíbet, el clima es frío.

El clima de las montañas se caracteriza por una gran cantidad de lluvias, particularmente entre los 600 y los 2000 msnm, donde las precipitaciones suelen estar por encima de los 1000 mm, aunque a partir de los 1000 msnm son en forma de nieve.

El oriente, la costa y el sur tiene un clima subtropical húmedo.

Es un clima cálido dominado por los monzones y ocasionalmente llegan vientos polares de la zona de Siberia.

Las temperaturas oscilan entre los 15 y 30 °C y las precipitaciones varían mucho: más de 1000 mm en el sur y menos de 500 mm en el norte.

El clima continental húmedo aparece en el noreste del país y en las zonas de transición entre el clima seco y el subtropical húmedo; las precipitaciones son menos abundantes —entre 500 mm y 800 mm anuales—, y las temperaturas son calurosas en verano y muy frías en invierno, por la influencia del anticiclón siberiano.

En ocasiones llegan masas de aire del clima subtropical húmedo que traen lluvias y temperaturas cálidas consigo.

Uno de los principales problemas ambientales en China es la continua expansión de sus desiertos, particularmente el desierto de Gobi.

Aunque las barreras de árboles sembradas desde los años 1970 redujeron la frecuencia de las tormentas de arena, las sequías prolongadas, el agotamiento de los acuíferos con el descenso del nivel freático continúan y provocan tormentas de polvo que invaden el norte de China cada primavera, y que en ocasiones se esparcen a otras partes del Lejano Oriente, incluyendo Corea y Japón.

De acuerdo al supervisor de medio ambiente Sepa, China pierde un millón de acres (4000 km²) por año ante la desertificación.

La calidad del agua, la erosión y el descontrol de la contaminación se han convertido en problemas importantes que afectan las relaciones de China con otros países.

El derretimiento de los glaciares en los Himalayas podría llevar a una sequía que afectaría a cientos de millones de personas.

Flora y fauna

China es uno de los diecisiete países megadiversos, y yace en dos de las ecorregiones más grandes del mundo: el paleártico y la Indomalaya.

Cuenta con más de 34 687 especies de anfibios, aves, mamíferos, reptiles y plantas vasculares, el tercer país más biodiverso de la Tierra, sólo después de Brasil y Colombia.

De hecho, es hogar de al menos 551 especies de mamíferos (el 3º el mundo), 1221 especies de pájaros (8°), 424 especies de reptiles (7°) y 333 especies de anfibios (7°).

De las especies endémicas de mamíferos del país, se destacan: el oso panda, el mono de pelo dorado, el tigre del sur de China, el faisán morón, la grulla de cresta roja, el ibis nipón, el delfín blanco de río y el caimán chino.

Dentro de su territorio hay más de 32 000 especies de plantas vasculares y alberga una gran variedad de bosques.

Los bosques fríos de coníferas predominan en el norte y son el hábitat de animales como el alce, el oso negro asiático y más de 120 especies de aves.

En el sotobosque de coníferas húmedas se pueden encontrar los troncos de bambú.

El tejo y el enebro residen a mayores altitudes, donde el rododrendón sustituye al bambú.

Los bosques subtropicales, que predominan en el centro y sur, son el hogar de más de 146 000 especies de flora.

Las selvas tropicales y estacionales, aunque restringidas a Yunnan y Hainan, contienen a un cuarto de todas las especies animales y vegetales halladas en el país.

En China crecen más de 10 000 especies de hongos, de los cuales, casi 6000 son hongos superiores.

Otras especies de plantas importantes incluyen: metasecouya, el ciprés chino, la cataya, el abeto chino, el alerce dorado, el pino taiwanés, el ciprés fujiano, la davidia, la guatapercha y la campotecia.

La vida silvestre china comparte su hábitat y es presionada por la población de Homo sapiens más grande del mundo.

Al menos 840 especies animales se encuentran amenazadas, vulnerables o en peligro de extinción, principalmente a causa de las actividades humanas como la destrucción de su hábitat, contaminación y obtención de alimentos, pieles e ingredientes para la medicina tradicional.

Las especies amenazadas están protegidas por la ley, y en 2005 existían más de 2 349 áreas protegidas que abarcaban un área total de 149,95 millones ha, el 15% del territorio chino.

El 11 de junio de 1992 el gobierno firmó el Convenio sobre la Diversidad Biológica de Río de Janeiro, y se convirtió en miembro de la convención el 5 de enero de 1993.

Posteriormente produjo el Plan Nacional de Acción y Estrategia de Biodiversidad, que tras una revisión fue aceptado por la convención el 21 de septiembre de 2010.

Medio ambiente

En décadas recientes, China ha sufrido de una severa contaminación y deterioro ambiental.

Aunque las regulaciones como la Ley de Protección Ambiental de 1979 son muy estrictas, no son bien aplicadas, ya que a menudo son ignoradas por las comunidades locales y los oficiales de gobierno en favor de un rápido crecimiento económico.

La contaminación urbana del aire es un problema de salud severo en el país; el Banco Mundial estimó que dieciséis de las veinte ciudades más contaminadas del planeta están en China.

También es el mayor emisor de dióxido de carbono.

Tiene asimismo problemas de abastecimiento y contaminación de agua: casi 298 millones de chinos en las zonas rurales no tienen acceso a agua potable, y en 2011 40% de los ríos del país estaban contaminados por desechos industriales y agrícolas.

Y está empeorando porque las sequías son más severas, particularmente en el noreste.

No obstante, China es el país líder en inversiones en energía renovable, al invertir más de US$ 52 000 millones en 2011; y es un importante fabricante en tecnologías para la energía renovable.

Para 2009, más del 17% de la energía china provenía de fuentes renovables, especialmente centrales hidroeléctricas, con las que China tiene una capacidad total instalada de 197 GW.

En 2011, el gobierno anunció sus planes para invertir cuatro billones de yuanes (US$ 618 550 millones) en infraestructura hidráulica y proyectos de desalinización en un plazo de diez años, y para completar la construcción de un sistema de prevención de inundaciones y anti-sequías para 2020.

En 2013, China inició un proyecto de cinco años valorado en US$277 mil millones para reducir la contaminación del aire, particularmente en el norte del país.

Economía

Aunque en 2014, y medido en términos de PIB nominal, China era la segunda economía mundial (US$ 10,36 billones) de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), en términos de paridad de poder adquisitivo (US$ 17,63 billones en 2014), la economía china era ya la primera del mundo, por delante de Estados Unidos.

En el año 2012, su PIB PPA per cápita fue de US$ 9055, mientras que el PIB nominal per cápita fue de US$ 6071.

En ambos casos, está situado del orden de la posición noventa entre países con mayor PIB per cápita.

China es miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y es la potencia mercantil más grande del mundo, cuyas transacciones en 2012 tuvieron un valor estimado de US$ 3,87 billones.

Sus reservas internacionales alcanzaron US$ 2,85 billones a finales del año 2010, un incremento de 18,7% sobre el valor del año anterior, por mucho, las reservas más grandes del mundo.

Para 2009, China contaba con un estimado de US$ 1,6 billones en valores de Estados Unidos En 2012, fue el mayor receptor de la inversión extranjera directa (IED) al atraer más de US$ 253 mil millones.

También invierte en el extranjero, su IED en otros países ascendió a $62 400 millones en 2012, y varias compañías chinas compraron un gran número de empresas del extranjero.

Su tasa de cambio sobrevaluada ha provocado fricciones con otras de las grandes economías, y también ha sido criticada por la fabricación de grandes cantidades de productos falsificados.

La nación se colocó en el puesto veintinueve del Índice de Competitividad Global de 2013, aunque el mismo año se posicionó en el número 136 de 179 países en el Índice de Libertad Económica.

En 2011, sesenta y un compañías chinas aparecieron dentro del Fortune Global 500.

Según sus ingresos totales de 2011, tres de las diez compañías más valiosas del mundo eran chinas: Sinopec Group (5°), China National Petroleum Corporation (6°) y State Grid (7°).

En 2012 más de 300 millones de chinos pertenecían a la clase media, definida como aquellos con un ingreso anual entre US$ 10 000 y US$ 60 000.

De acuerdo al Informe Hurun, el número de multimillonarios chinos pasó de 130 en 2009 a 251 en 2012, el segundo país con más multimillonarios en el mundo.

En 2012, el mercado minorista chino tuvo un valor de US$ 3,2 billones y está creciendo a un ritmo mayor al 12% anual, mientras que el mercado de bienes lujosos se expandió inmensamente y representó el 27,5% del total global.

Sin embargo, en años recientes el rápido crecimiento económico contribuyó a crear una severa inflación, que produjo un aumento en la regulación y restricciones del gobierno.

China tiene un nivel muy alto de desigualdad económica, que se ha incrementado en las últimas décadas; en 2012, su coeficiente de Gini fue de 0,474.

Historia económica y crecimiento

Desde su fundación en 1949 y hasta finales de 1978, China era una economía planificada, similar a la Unión Soviética.

Luego de la muerte de Mao en 1976 y el final subsecuente de la Revolución Cultural, Deng Xiaoping y los nuevos líderes chinos comenzaron a reformar el sistema económico hacia una economía mixta, orientada a una de mercado bajo el dominio de un solo partido.

Desmantelaron las granjas colectivas y privatizaron las tierras, hicieron que el comercio con el exterior fuera su principal objetivo y establecieron las zonas económicas especiales.

Reestructuraron las empresas paraestatales y cerraron aquellas que ya no eran viables, lo que provocó despidos masivos.

En el siglo XXI, China se caracteriza por tener una economía de mercado basada en la adquisición de propiedad privada, y es uno de los ejemplos líderes del capitalismo de Estado.

El gobierno domina los sectores estratégicos como la producción de energía y las industrias pesadas, pero los empresas privadas se han expandido enormemente.

En 2008 había cerca de 30 millones de empresas registradas en el país.

Desde que comenzó la liberalización económica en 1978, China ha estado entre las economías mundiales de más rápido crecimiento, que depende en gran parte de las inversiones y las exportaciones.

De acuerdo al FMI, entre 2001 y 2010 el crecimiento económico anual promedio fue de 10,5%.

Entre 2007 y 2011, su tasa de crecimiento fue equivalente a la suma de todos los países del G7.

Según el Índice de Generadores de Crecimiento Global hecho por Citigroup en febrero de 2011, China tiene una tasa de crecimiento muy alta entre el grupo.

Su alta productividad, bajo costo de la mano de obra y la relativamente buena infraestructura lo han hecho un líder global de la industria.

Sin embargo, la economía china gasta mucha energía y es ineficiente; fue el mayor consumidor de energía en 2010, depende del carbón para la producción de más del 70% de la energía que utiliza, y en 2013 rebasó a Estados Unidos como el mayor importador de petróleo.

El crecimiento económico y la industrialización han dañado el medio ambiente.

A principios de los años 2010, la tasa de crecimiento comenzó a desacelerarse debido a sus problemas en los créditos bancarios nacionales, la menor demanda de las exportaciones chinas y dificultades en la economía global.

Relaciones económicas internacionales

En años recientes, China ha jugado un papel importante para la creación de áreas de libre comercio y pactos de seguridad entre sus vecinos de Asia y el Pacífico.

Desde el 1 de enero del 2010 está en vigor el Área de Libre Comercio ANSA-China entre los diez estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y la República Popular de China.

El Área de Libre Comercio ANSA-China es la mayor zona de libre comercio en términos de población y la tercera más grande en términos de volumen.

En 2004 propuso la creación de la Cumbre de Asia Oriental (CAO) como un foro para combatir los problemas de seguridad regional.

La CAO, que incluye a la ASEAN + Tres, India, Australia y Nueva Zelanda, celebró su primera reunión en 2005.

También es miembro fundador de la Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS), junto con Rusia y las repúblicas de Asia Central.

China se convirtió en miembro de la Organización Mundial del Comercio el 11 de diciembre de 2001.

En 2000, el Congreso de Estados Unidos aprobó las «relaciones normales permanentes de comercio» (PNTR) para permitir que las exportaciones chinas entraran con las mismas tarifas bajas que los bienes provenientes de otros países.

China tiene un superávit económico muy significativo con Estados Unidos, su principal mercado de exportaciones.

A principios de los años 2010, los políticos estadounidenses argumentaron que el yuan chino estaba significativamente devaluado, con lo que China obtenía una ventaja injusta en los negocios.

En décadas recientes, la nación ha seguido la política de acercarse a los gobiernos africanos para el comercio y cooperación bilateral; en 2012, el comercio chino-africano tuvo un valor de US$ 160 mil millones.

También creó lazos más estrechos con las principales economías sudamericanas: es el principal socio financiero de Brasil y está fomentando acuerdos estratégicos con Argentina.

Turismo

El turismo se ha convertido en un factor importante en la mejora de la competitividad internacional del país.

El sector turístico ha crecido notablemente en los últimos años; en 2007 suponía un 6,1% de su PIB y se estima que en 2020 contribuirá con el 11%.

En 2010, China era el tercer país más visitado del mundo, con 55,7 millones de visitantes internacionales.

Además, esta rama se ve muy beneficiada por el turismo nacional; en octubre de 2012, cerca de 740 millones de chinos viajaron dentro de las fronteras del país.

China el segundo país del mundo con más lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con 45, sólo detrás de Italia.

Entre los principales destinos turísticos del país destacan: la Gran Muralla China, la Ciudad Prohibida en Pekín, el Mausoleo de Qin Shi Huang, las Montañas de Guilin, el río Yangtsé, el Palacio de Potala y el valle de Jiuzhaigou.

Infraestructura

Energía

China es el país que más produce y consume energía en todo el mundo.

En 2012 generó unos 4,94 billones de kWh de energía eléctrica, con una capacidad eléctrica instalada de 1 146 millones de kW.

En 2013, más del 70% de la energía producida en el país se generó con combustibles fósiles; su dependencia del carbón provoca que sea el mayor productor y consumidor de este mineral en el mundo, además de ser el principal emisor de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero del planeta.

Para remediar esto, el gobierno comenzó a invertir en nuevos proyectos para el aprovechamiento de la energía de fuentes renovables, como la energía hidroeléctrica, la energía eólica, la energía solar, la energía geotérmica, la biomasa y los biocombustibles.

Sin embargo, en 2012 el premier Wen Jiabao anunció que detendrán la expansión descontrolada de los campos de energía eólica y solar, en favor de enfocarse a la construcción de plantas hidroeléctricas y centrales nucleares.

Existen veintiún reactores nucleares en operación en todo el territorio chino, mientras que otros veintiocho se encuentran en construcción; en 2012, la energía nuclear representaba solamente el 1,1% de la capacidad total instalada.

De igual manera, en 2012 su producción de petróleo ascendió a más de 4,41 millones de barriles por día, el cuarto lugar en el mundo.

Pese a esto, el crecimiento económico constante provoca que esta producción sea insuficiente para satisfacer las demandas del país, por lo que tiene que importar petróleo de Rusia, Medio Oriente, Asia Central y África.

En 2013, China superó a Estados Unidos como el mayor importador de petróleo crudo en el mundo, pues casi la mitad del petróleo utilizado en China proviene del extranjero.

Telecomunicaciones

En septiembre de 2013, China tenía el mayor número de teléfonos móviles en el mundo, con más de mil millones de usuarios activos.

También tiene el mayor número de usuarios de internet y de banda ancha, con más de 591 millones de internautas en 2013, el equivalente a casi el 44% de la población.

Un informe de 2013 encontró que la velocidad de conexión a Internet promedio era de 3,14 MB/s.

En ese mismo año, China contaba con el 24% de los aparatos conectados a Internet en todo el mundo.

China Telecom y China Unicom, los dos proveedores de banda ancha más grandes del mundo, acaparan al 20% de los usuarios de Internet del planeta.

China Telecom tiene más de 50 millones de clientes, mientras que China Unicom proporciona servicio a más de 40 millones.

Varias compañías de telecomunicaciones, especialmente Huawei y ZTE, han sido acusadas de espionaje por parte del ejército chino.

Transporte

Desde finales de los años 1990, la red nacional de carreteras se expandió significativamente mediante la creación de la red de autopistas conocida como Sistema Nacional de Autopistas Principales (SNAP).

En 2011, sus autopistas tenían una longitud de más de 85 000 km, una de las más grandes del mundo.

El número de vehículos particulares se incrementó rápidamente, de modo que en 2009 superó a Estados Unidos como el mayor mercado automovilístico, con ventas que sobrepasaron los 13,6 millones de unidades.

Los analistas predicen que las ventas anuales de automóviles pueden elevarse hasta 40 millones para 2020.

Un efecto colateral de este rápido crecimiento en la red de carreteras es el aumento en los accidentes automovilísticos, aunque se cita la escasa legislación vial como una posible causa —en 2011 cerca de 62 000 chinos murieron en un accidente—.

En las zonas urbanas, las bicicletas todavía son un medio de transporte bastante común, pese a la prevalencia de los automóviles; en 2012, había aproximadamente 470 millones de bicicletas en China.

Los ferrocarriles chinos, propiedad del Estado, son los más utilizados a nivel internacional, pues transportan la cuarta parte de los pasajeros y mercancías por ferrocarril en el mundo.

Debido a la gran demanda, el sistema tiende a sobresaturarse, particularmente durante las festividades, como el Chunyun durante el Año Nuevo Chino.

Tan sólo en 2010, la red de ferrocarriles se estima que transportó a 1 800 millones de pasajeros.

China posee más de 9 676 km de vías de alta velocidad.

En diciembre de 2012, se inauguró el primer tramo del ferrocarril de alta velocidad más largo del mundo, que unirá Pekín con Guangzhou.

Se espera que más de 16 000 km de estas vías estén operativas para 2020.

El sistema del metro también se está desarrollando de manera rápida en las principales ciudades, ya sea como subterráneo o como tren ligero.

También esta produciendo su propio sistema de posicionamiento y localización por satélite, llamado Beidou, que comenzó a ofrecer servicios de navegación comercial en Asia en 2012, y se planea que su cobertura de todo el continente sea para 2020.

En 2013, más de dos tercios de los aeropuertos en construcción de todo el mundo se encontraban en China, y Boeing espera que la flota comercial activa en el país crecerá de 1 910 aviones en 2011 a 5 980 en 2031.

Sin embargo, 80% del espacio aéreo chino permanece restringido sólo para uso militar, y las aerolíneas chinas fueron ocho de las diez peores empresas aéreas de Asia en términos de retrasos.

En 2011 el Aeropuerto Internacional de Pekín era el segundo más transitado del mundo, con un tráfico de pasajeros de 78 675 058 personas.

El segundo más importante es el Aeropuerto Internacional de Hong Kong, el décimo aeropuerto más transitado a nivel internacional con un tráfico de 53 328 613 de pasajeros.

El tercer y cuarto en importancia son el Aeropuerto Internacional Baiyun en Cantón y el Aeropuerto Internacional Pudong en Shanghái —el 19.º y 20.º más transitados en el mundo—, con 45,04 y 41,44 millones de pasajeros, respectivamente.

Demografía

El censo nacional de 2010 registró que la población de la República Popular China era de 1 370 536 875 habitantes.

Cerca del 16,6% era menor de catorce años, 70,14% tenía entre 15 y 59 años y 13,26% tenía más de sesenta años.

La tasa de crecimiento demográfico en 2013 era de 0,44%.

Aunque es un país de ingresos medios según el estándar occidental, el rápido crecimiento de China sacó a cientos de millones de personas de la pobreza desde 1978.

Sin embargo, se estima que cerca de 10% de la población aún vive bajo la línea de pobreza de 1 US$ por día; esta cifra descendió del 64% en 1978.

Desde finales de 2007 el desempleo urbano se mantiene en alrededor de 4%, aunque la tasa de desempleo en todo el país fue de 6,4% en 2013.

El gobierno de China está pendiente del problema demográfico y desde 1979 ha intentado aplicar una estricta política de planificación familiar, conocida como « política de hijo único », con resultados variados.

Hasta 2013, esta ley restringía a las familias a tener sólo un hijo, con excepción de las minorías étnicas y con cierto grado de flexibilidad en las zonas rurales.

Aunque se planeaba que esta política se mantuviera al menos hasta 2020, en diciembre de 2013 se modificó la norma para permitir a las familias tener dos hijos si alguno de los padres es hijo único.

Hay cierta resistencia a la política de hijo único, particularmente en las zonas rurales, debido a la necesidad de trabajadores agrícolas y a la preferencia tradicional por los varones.

Las familias que rompen el decreto a menudo mienten en los censos.

Los datos del censo de 2010 implican que la tasa de fertilidad es de 1,4 hijos por mujer.

La preferencia tradicional por los varones contribuye al desequilibrio en el índice de masculinidad al nacer.

De acuerdo al censo de 2010, el índice de masculinidad al nacer fue de 118,06 hombres por cada 100 mujeres, el cual está por encima del rango medio de 105 hombres por cada 100 mujeres.

El censo también reveló que los hombres representan el 51,27% de la población, disminuyendo desde el 51,82% de 1953.

Etnicidad

China reconoce oficialmente cincuenta y seis grupos étnicos, el más numeroso de estos es el han, que constituye el 91,51% de la población total.

Los han —el grupo étnico más grande del mundo— superan en número a las demás etnias en todas las provincias, a excepción de Tíbet y Sinkiang.

Según el censo de 2010, las minorías étnicas representan el 8,49% de la población.

Las etnias minoritarias están repartidas principalmente por la zona oeste del país, cada una tiene su propia historia y subtipos dentro de las mismas.

Comparado con el censo de 2000, los han crecieron un 5,74%, es decir 66 537 177 habitantes, mientras que la población de las cincuenta y cinco minorías combinadas creció un 6,92%, es decir 7 362 627 habitantes.

El censo de 2010 registró un total de 593 832 ciudadanos extranjeros viviendo en China.

Los grupos más grandes provenían de Corea del Sur (120 750), Estados Unidos (71 493) y Japón (66 159).

Idiomas

Los idiomas más hablados en el país pertenecen a la familia de lenguas sino-tibetanas, a menudo englobadas bajo la denominación de « idioma chino ».

Este macroidioma está conformado por varios dialectos; los más hablados de estos son: el mandarín —hablado por 70% de la población—, el wu —incluido el shanghainés —, el yue —incluido el cantonés y el toisanés —, el min —incluido el hokkien y el teochew —, el xiang, el gan y el hakka.

Las minorías étnicas utilizan ampliamente algunas lenguas no siníticas como el zhuang, el mongol, el tibetano, el uyghur, el hmong y el coreano.

El mandarín estándar, una variedad del mandarín basada en el dialecto de Pekín, es el idioma oficial de China y es utilizado como lingua franca entre las personas con distinto contexto lingüístico.

El chino clásico fue la forma de escritura estándar durante miles de años y permitió la comunicación escrita entre hablantes de los distintos idiomas y dialectos existentes en aquella época.

El alfabeto vernacular chino, o baihua, es la escritura estándar, basado en el dialecto mandarín y popularizado por las novelas de la época de la dinastía Ming.

A principios del siglo XX fue adoptado como el estándar nacional, con algunas modificaciones.

El chino clásico aún forma parte del plan de estudios de la escuela secundaria, por lo que los chinos aún saben utilizarlo hasta cierto nivel.

Desde su promulgación en 1956, los caracteres chinos simplificados se convirtieron en el alfabeto estándar oficial usado para escribir el idioma chino en el territorio de China continental, sustituyendo el uso de los caracteres chinos tradicionales

Religión

La constitución garantiza la libertad de culto, aunque las organizaciones religiosas que carecen de aprobación oficial pueden ser sujetas a persecución del Estado.

Las estadísticas sobre religión en China varían.

Una encuesta de 2007 encontró que 31,4% de los chinos mayores de 16 años tenían una religión, mientras que un estudio de 2006 hizo el mismo hallazgo en un 46%.

A través de milenios, la civilización china ha sido influenciada por varios movimientos religiosos.

Las San Jiao —‘tres doctrinas’ o ‘tres religiones’— de China son el confucionismo, el budismo y el taoísmo, que históricamente han tenido un impacto importante en el desarrollo de la cultura china.

El sincretismo de estos tres sistemas de creencias, a menudo en forma de tradiciones religiosas populares, aún es un fenómeno común en China.

Un estudio de 2008 realizado a aldeanos de seis provincias encontró que:

El 46,59% afirmaron tener algún tipo de fe religiosa...

pero más de dos tercios de los que se auto-proclamaron creyentes religiosos (o 31,09% de todos los aldeanos de muestra) no pudieron identificar claramente su fe...

Esta gente cree que hay poderes sobrenaturales que dominan o influyen fuertemente en el destino de los seres humanos, y creen que sus destinos pueden cambiarse al ofrecer sacrificios a los dioses o ancestros.

Estas creencias y prácticas a menudo tienen sus raíces en las culturas tradicionales chinas y las costumbres de las comunidades locales.

Una encuesta de 2007 hecha por Horizon Research Consultancy Group halló que los individuos que se identificaban como budistas correspondían al 11-16 % de los adultos chinos, mientras que los cristianos comprendían cerca del 3-4 % y los musulmanes aproximadamente el 1%.

Algunas de las minorías étnicas practican religiones étnicas propias —el dongbaismo es la religión tradicional de los naxi, el moísmo de los zhuang y el ruísmo de los qiang —.

La religión tradicional nativa del Tíbet es el bön, aunque la mayoría de los tibetanos siguen el budismo tibetano, una forma del Vajrayana.

Educación

Desde 1986, la educación obligatoria comprende la educación primaria y media, que juntas totalizan nueve años.

En 2010, cerca del 82,5% de los estudiantes continuaron su educación en escuelas secundarias.

El gaokao, el examen nacional de admisión a la universidad, es un pre-requisito para entrar a la mayoría de las instituciones de educación superior.

En 2010, 27% de los graduados de la escuela secundaria continuaron con la educación superior.

La orientación vocacional está disponible para los estudiantes en los niveles secundarios y terciarios.

En febrero de 2006, el gobierno se comprometió a proveer de forma totalmente gratuita los primeros nueve años de educación, incluyendo libros de texto y colegiaturas.

La inversión anual en educación pasó de menos de US$ 50 mil millones en 2003 a más de US$ 250 mil millones en 2011.

Sin embargo, existen una gran desigualdad en el presupuesto educativo.

Por ejemplo, en 2010 el gasto anual en educación secundaria en Pekín fue de cerca de US$ 3300 por alumno; en Guizhou, una de las provincias más pobres, no superó los US$ 530 por alumno.

En 2012, se inscribieron cerca del 89,0% de los chinos en edad para cursar la escuela secundaria.

Para 2007 había 396 567 primarias, 94 116 secundarias y 2236 instituciones de educación superior.

En 2010, 94% de la población mayor a los 15 años sabía leer y escribir, comparado con el 20% de 1950.

Cabe resaltar que los estudiantes de Shanghái alcanzaron los mejores resultados en matemáticas, ciencias y literatura en el examen del Informe PISA de 2012, una evaluación mundial del desempeño académico de los estudiantes de 15 años.

Salud

El Ministro de Salud, junto con sus contrapartes a nivel provincial, se encargan de supervisar las necesidades sanitarias de la población.

Desde inicios de los años 1950, la política sanitaria china se caracteriza por un énfasis en la salud pública y la medicina preventiva.

En esa época, el Partido Comunista comenzó la Campaña Patriótica de Salud, cuyo objetivo era mejorar la sanidad y la higiene, así como el tratamiento y prevención de varias enfermedades.

Algunos padecimientos como el cólera, la fiebre tifoidea y la escarlatina, que anteriormente eran comunes en China, fueron casi erradicados por la campaña.

Luego de que Deng Xiaoping comenzara a implementar las reformas económicas en 1978, la salud de la población mejoro rápidamente gracias a una mejor nutrición, aunque muchos de los servicios de salud gratuitos que se brindaban en el campo desaparecieron junto a las comunas populares.

La atención a la salud en China casi se privatizó y experimentó un aumento importante en cuanto a su calidad.

En 2009, el gobierno comenzó una iniciativa de tres años para proveer atención a la salud con un costo de US$ 124 mil millones; como resultado, dos años más tarde el 95% de sus habitantes contaban con seguridad social.

China es el tercer proveedor más importante de fármacos, pero su población sufre del desarrollo y distribución de medicamentos piratas.

La esperanza de vida al nacer es de 75 años, y la tasa de mortalidad infantil es de 12 por cada 1000 habitantes.

Ambos índices han mejorado significativamente desde mediados del siglo XX.

La incidencia de niños con bajo peso debido a la desnutrición declinó de 33,1% en 1990 a 9,9% en 2010.

Pese a las mejoras importantes en la salud y la construcción de instalaciones médicas avanzadas, China tiene varios problemas de salud pública emergentes, como las enfermedades respiratorias causadas por la contaminación del aire, cientos de millones de fumadores y un incremento en la obesidad entre los jóvenes de zonas urbanas.

En 2010, la contaminación aérea causó la muerte de 1,2 millones de personas.

La numerosa población y las ciudades densamente pobladas provocan serios brotes de enfermedades, como el brote de SARS de 2003.

Localidades principales

La población china se ha urbanizado significativamente en las últimas décadas.

El porcentaje de sus habitantes que viven en zonas urbanas pasó de 20% en 1990 a 46% en 2007.

Se estima que su población urbana superará los mil millones de personas en 2030.

En 2012 había más de 262 millones de inmigrantes trabajando en las ciudades, la mayoría emigró de las áreas rurales en busca de empleo.

China tiene más de 160 ciudades cuya población supera el millón de habitantes, incluidas siete megaciudades —aglomeraciones con más de diez millones de residentes—: Chongqing, Shanghái, Pekín, Guangzhou, Tianjin, Shenzhen y Wuhan.

Para 2025, se cree que el país albergará 221 ciudades con más de un millón de habitantes.

Sin embargo, estas estimaciones pueden verse afectadas por la extensa población flotante de trabajadores migrantes, los cuales hacen difícil la realización de censos en las zonas urbanas.

Shanghái Pekín Cantón

Shenzhen Tianjin Dongguan

Cultura

Desde tiempos antiguos, la cultura china ha sido influenciada fuertemente por el confucionismo y las filosofías conservadoras.

Durante gran parte de la era dinástica, la oportunidad de subir en la pirámide social se presentaba al obtener un buen desempeño en el prestigioso examen imperial, cuyos orígenes se remontan a la dinastía Han.

El énfasis literario de la prueba afectó la percepción general del refinamiento cultural en China, de modo que se pensaba que la caligrafía, poesía y la pintura eran formas de arte superiores a la danza o el teatro.

La cultura china ha enfatizado constantemente un sentido profundo de historia y una perspectiva de introspección nacional.

Los exámenes y la cultura de méritos aún son muy valorados en la China actual.

Los primeros líderes de la República Popular China nacieron durante el orden imperial tradicional, pero fueron influenciados por el Movimiento del Cuatro de Mayo y los ideales reformistas.

Buscaban cambiar algunos aspectos tradicionales de la cultura, como la tenencia de las tierras, el sexismo y el sistema de educación confucionista; al mismo tiempo que preservaban otros, como la estructura familiar y la cultura de obediencia al Estado.

Algunos observadores vieron el periodo que siguió al establecimiento de la República Popular en 1949 como una continuación de la China tradicional de las dinastías, mientras que otros afirmaron que el mandato del Partido Comunista había dañado los cimientos de la cultura china, especialmente por medio de movimientos políticos como la Revolución Cultural de los años 1960, donde destruyeron muchos aspectos tradicionales de su cultura, y los denunciaron como «retrógradas y dañinos» o «vestigios del feudalismo ».

Muchos aspectos importantes de la moral y la cultura china, como el confucionismo, el arte, la literatura y las artes escénicas como la ópera de Pekín, fueron alterados para cumplir las políticas del gobierno y la propaganda de aquel entonces.

El acceso a los medios de comunicación extranjeros aún permanece restringido; sólo se permiten proyectar 34 películas extranjeras al año en los cines chinos.

El gobierno acepta numerosos elementos de la cultura china tradicional como parte integral de la sociedad china.

Con el surgimiento del nacionalismo y el final de la Revolución Cultural, se está presentando un fuerte renacimiento en varias formas del arte, literatura, música, cine, moda y arquitectura, y las artesanías han despertado un gran interés nacional e incluso hasta nivel mundial.

Arte

La arquitectura tradicional china está influida por el arte grecobudista del siglo I d. C.

Son construcciones generalmente de madera y ladrillo.

Las columnas suelen tener una altura baja y carecen de capitel.

Las cubiertas cuentan con aleros gruesos y encorvados ligeramente hacia arriba.

Además, se usan variadas decoraciones policromadas, como azulejos, baldosines de porcelana, incrustaciones, campanillas y juguetes; con gran variedad de detalles.

Después de la creación de la República Popular, la arquitectura se modernizó y en 1980 empezó a diversificarse.

La pintura china data de unos 5000 años, época en que los chinos dibujaban imágenes de personas humanas y animales en las rocas con tintes hechos con mineral, y hacían dibujos de diversos objetos de cerámica.

Después, grabaron dibujos y motivos místicos en piezas de bronce.

Los pocos que se han encontrado nos verifican como era esa pintura; son pintados en seda y se calculan que se pintaron alrededor de unos 2000 años atrás.

La pintura china temprana se basa en varios tipos de figuras, teniendo desde figuras humanas hasta representaciones de paisajes con pájaros y plantas.

Ya hacia el siglo XVII, se introdujeron pinturas procedentes de Europa en China; a este tipo de arte se lo llamó «pintura de Occidente», y al arte nacional, «pintura tradicional de China».

En el Extremo Oriente, la pintura del país es la principal corriente del arte pictórico.

El cine llegó al país en 1896.

La primera producción china se realizó en 1905, La Batalla de Dingjunshan, una grabación de una presentación de la ópera de Pekín.

A medida que el siglo XX avanzó, el cine chino pasó por décadas de auge y de decadencia, un reflejo de la situación política del país.

Con la liberalización de los años 1970, las películas chinas comenzaron a presentarse en el exterior.

En 1997 The Dream Factory de Feng Xiaogang se convirtió en el primer film chino en obtener éxito comercial y de crítica en Occidente.

Todas las películas, sean o no extranjeras, deben ser aprobadas por el Consejo de Estado, donde se censuran ciertas escenas.

Siete de las diez películas más exitosas son producciones nacionales.

La industria del cine continúa creciendo, Lost in Thailand (2012) fue la primera película en recaudar más de mil millones de yuanes chinos.

Gastronomía

La gastronomía china es muy diversa, y se desarrolló a lo largo de milenios de historia culinaria.

Los emperadores de la antigua China tenían muchas salas para comer en sus palacios, cada cuarto dividido en varios departamentos, y cada departamento responsable de un tipo específico de platillo.

El alimento básico de China es el arroz.

El cerdo es la carne más consumida en el país, que supone las tres cuartas partes del total de carne.

Las especias juegan un papel central en la cocina china.

La gastronomía china dio lugar a numerosos estilos gastronómicos, como la gastronomía de Hong Kong y la comida chino-estadounidense.

Los principales ingredientes utilizados en la dieta culinaria china son las aves de corral, la carne —cerdo, ternera o cordero—, verduras, frutas y la soja.

Entre los condimentos más utilizados están los puerros, el jengibre, el ajo, los aceites de maní y sésamo, la manteca de cerdo, vinagres, vino amarillo, caldo de gallina y cerdo, y la pasta de sésamo.

China es considerado el país de origen del té, pues allí se han desarrollado desde la antigüedad los métodos de cultivo y elaboración de este producto.

En contraste con Occidente, los principales utensilios de cocina son los palillos; los asiáticos aprendieron a utilizarlos debido a que los trozos de comida eran muy pequeños y no se podían pinchar con un tenedor.

Entre los platos más conocidos de la gastronomía del país se encuentran: la carne de cerdo con piña, el salteado de brotes de soja, pollo con chile picante, huevos fritos con hongo negro o la carne de cerdo con brotes de ajo.

Literatura

La literatura china comenzó siendo una forma de mantener los registros y la adivinación en el hueso oracular.

La extensa colección de libros que se han conservado desde la dinastía Zhou demuestran lo avanzados e intelectuales que eran.

De hecho, la era de la dinastía Zhou es a menudo vista como un punto importante en el desarrollo cultural chino.

Los Cinco Puntos Cardinales son la base de casi todos los estudios principales.

Los conceptos cubiertos por los textos clásicos chinos presentan una amplia gama de temas, incluyendo poesía, astrología, astronomía, el calendario, las constelaciones, entre otros.

Muchos de estos conceptos chinos, como el yin y yang, el qì, y los cuatro pilares del destino en relación con el cielo y la tierra, fueron teorizados en esos períodos dinásticos.

Algunos de los escritos antiguos más importantes son I Ching y Shujing dentro de los Cuatro Libros y los Cinco Clásicos.

La dinastía Song fue también el período de la gran literatura científica, y vio la creación de obras tales como Xin Yixiang Fayao de Su Song y Mengxi Bitan de Shen Kuo.

También hubo muchas obras de historiografía y de grandes enciclopedias, como Zizhi Tongjian de Sima Guang (1084) y los Cuatro Grandes Libros de los Song, totalmente compilado y editado en el siglo XI.

Varios confucionistas y taoístas notables y estudiosos de todas las clases han hecho contribuciones significativas hacia y desde la documentación de la historia de la autoría de los conceptos santos que parecen adelantados cientos de años a su época.

Muchos de los personajes de la literatura china formaron parte del gobierno del país o con cargos importantes, que hablaban con conocimiento de causa, y algunas veces proponían y ejecutaban nuevas formas del gobierno.

En el siglo XVII los autores chinos habían producido más textos escritos que el resto del mundo.

Muchas novelas como las Cuatro Grandes Novelas Clásicas generaron un sinnúmero de historias de ficción.

A finales de la dinastía Qing, la cultura china se embarcó en una nueva era cuando la caligrafía estuvo al alcance de los ciudadanos comunes.

Hu Shih y Lu Xun fueron pioneros en la literatura moderna.

En 2000, Gao Xingjian obtuvo el Premio Nobel de Literatura gracias a sus novelas como La Montaña del Alma, que ha sido traducida a distintos idiomas.

Ciencia y tecnología

Desde la antigüedad y hasta la época de la dinastía Ming, China fue líder mundial en el campo de la ciencia y la tecnología.

Los antiguos descubrimientos e inventos chinos, como el papel, el compás, la pólvora y la imprenta —también conocidas como «Los Cuatro Grandes Inventos»—, se difundieron por Asia y Europa.

Incluso, los matemáticos chinos fueron los primeros en utilizar números negativos.

Sin embargo, en el siglo XVII el mundo occidental sobrepasó el desarrollo tecnológico y científico de China.

Las causas de este fenómeno, conocido como « la gran divergencia », aún están siendo debatidas.

Luego de varias derrotas militares ante las naciones occidentales durante el siglo XIX, las reformas en el país comenzaron a promover la ciencia y tecnologías modernas en el llamado movimiento de autofortalecimiento.

Luego de que los comunistas llegaron al poder en 1949, hicieron varios esfuerzos por organizar este campo basados en el modelo de la Unión Soviética, donde la investigación científica era una parte central de sus planes.

Tras la muerte de Mao en 1976, la ciencia y tecnología se establecieron como una de las Cuatro Modernizaciones.

El sistema académico inspirado en los soviéticos fue gradualmente reformado.

Desde el fin de la Revolución Cultural, China ha realizado inversiones importantes en la investigación científica.

En 2011 gastó más de US$ 100 000 millones en esta área.

El gobierno considera la ciencia y la tecnología vitales para alcanzar sus metas económicas y políticas e incluso son fuente de orgullo nacional a menudo descrito como «tecno-nacionalismo».

Cuatro científicos chinos obtuvieron el Premio Nobel de Física, y uno el Premio Nobel de Química.

China está desarrollando rápidamente su sistema educativo con énfasis en la ciencia, matemáticas e ingeniería.

En 2009 más de 10 000 ingenieros obtuvieron su doctorado y otros 500 000 el equivalente al Bachelor of Science, más alumnos que en cualquier otro país.

China también es el segundo país con más publicaciones de artículos académicos, pues en 2010 produjo 121 500, incluyendo unos 5 200 que aparecieron en publicaciones líderes en investigación científica.

Las compañías tecnológicas como Huawei y Lenovo se han convertido en líderes mundiales de telecomunicaciones y computadoras personales, y las supercomputadoras chinas con frecuencia se incluyen entre las más poderosas del mundo.

Actualmente la nación está experimentando un aumento importante en el uso de robots industriales.

De 2008 a 2011, la instalación de robots multi-funcionales aumentó un 136%.

El programa espacial chino es de los más activos del mundo y una fuente de orgullo nacional.

En 1970 China lanzó su primer satélite Dong Fang Hong I.

En 2003 se convirtió en el tercer país en enviar a un ser humano al espacio cuando Yang Liwei viajó en la nave Shenzhou 5.

En junio de 2013, otros nueve astronautas chinos habían repetido esta hazaña.

En 2011 lanzaron el primer módulo de la estación espacial china, Tiangong-1, el primer paso para completar su propia estación para principios de los años 2020.

Música y danza

La música tradicional china se puede dividir en dos grandes ramas: la música clásica y la folclórica.

Hasta finales de la dinastía Qing, la música clásica era un lujo de la clase alta, y la gente ordinaria no estaba muy relacionada con este estilo.

Generalmente es sólo instrumental, se toca con un solo instrumento o en pequeñas agrupaciones que incluyen instrumentos de cuerda, flautas y varios timbales, gongs y tambores.

La flauta de bambú y el guqin se encuentran entre los instrumentos más antiguos utilizados en el país.

Los instrumentos chinos tradicionalmente se dividen en ocho grupos o bayin (八音), según el material del que están hechos.

Las categorías son: seda, bambú, madera, piedra, metal, arcilla, calabaza y cuero.

El término guoyue, o música nacional, se volvió popular a principios del siglo XX y se utilizó para englobar todas la música escrita para los instrumentos chinos, en respuesta a los movimientos nacionalistas.

Cada etnia que habita el territorio chino cuenta con sus propias tradiciones respecto a la música folclórica.

A comparación del estilo clásico, las tradiciones folclóricas tienen un acompañamiento vocal y pueden incluir agrupaciones más grandes.

De hecho, las tradiciones folclóricas fueron las que se mezclaron con los estilos occidentales del siglo XX y XXI para dar paso a nuevos géneros y una nueva etapa en la música china.

El c-pop, el mandopop, el cantopop, el rock chino y el rap chino son algunos de los géneros que resultaron de esta fusión.

Sin embargo, a diferencia de los países vecinos, China no es considerado un mercado importante para la producción y consumo de la música popular.

La danza china es un arte que cuenta con muchos estilos y géneros tradicionales y modernos.

Puede abarcar desde bailes folclóricos a presentaciones de ópera y ballet y puede ser utilizada en celebraciones públicas, rituales y ceremonias.

La danza fue una de las primeras formas de arte desarrolladas en la Antigua China, y algunos estilos tienen sus orígenes en la dinastía Zhou.

Al igual que la música, cada grupo étnico tiene sus propias tradiciones de danza folclórica.

Algunas de las danzas chinas más conocidas a nivel internacional incluyen la danza del dragón y la danza del león.

Medios de comunicación

Desde la formación de la República Popular China y hasta finales de los años 1980, casi todos los medios de comunicación eran administrados por el Estado.

Las cadenas de iniciativa privada comenzaron a aparecer con las reformas económicas, pero aún siguen siendo sólo una pequeña parte del mercado.

Las empresas controladas por el gobierno — Xinhua, CCTV y People's Daily — acaparan gran parte de los espectadores en radio, periódico y televisión.

De hecho, los dos primeros mantienen el monopolio de las noticias internacionales.

CCTV es una de las cadenas de televisión más grandes del mundo, opera 45 canales y tiene una audiencia que supera los mil millones de televidentes.

El contenido que ofrece la radio y televisión son noticias, documentales, telenovelas y dibujos animados; la mayor parte son producciones nacionales.

Los programas extranjeros se transmiten en horarios y canales específicos.

Todos los medios de comunicación deben transmitir entre su espacio comercial la propaganda del gobierno chino.

La Administración Estatal de Prensa, Publicaciones, Radio, Cine y Televisión de la República Popular China y la Administración General de Prensa y Publicaciones son las agencias regulatorias del Estado, encargadas de vigilar las transmisiones de los medios de comunicación, censurar los contenidos que consideren inapropiados y aprobar o reprobar las producciones extranjeras para su difusión en el país.

Algunos de los temas prohibidos en los medios de comunicación chinos incluyen: los conflictos en el Tíbet y Sinkiang, las protestas y demostraciones públicas en contra del sistema, los disidentes, y cualquier contenido que contenga violencia explícita, pornografía y críticas hacia la administración china.

Desde su llegada al país, el contenido en Internet también es examinado por las agencias del gobierno.

Algunas de las páginas de Internet más populares en Occidente, como Facebook, Twitter y YouTube, no están disponibles.

Otras que si lo están, como Flipboard o Bing, son obligados a asociarse con empresas similares chinas como Renren o Baidu.

El gobierno justifica las censuras al afirmar que sólo prohíbe el material que «ponen en peligro la unidad nacional, la soberanía, la integridad territorial, la seguridad y el honor».

Festividades

El gobierno chino reconoce siete festividades de observancia obligatoria para toda la población, y otras cuatro aplicables sólo para un sector.

Para esto, utilizan el calendario gregoriano y el chino.

Cada año el Consejo de Estado publica el calendario de festividades un par de días antes del 1 de enero.

Desde 2011, los días festivos se acomodan de modo que se combinen con el fin de semana, de modo que hay festividades que duran tres días —sábado, domingo y lunes o viernes—.

Deportes

China cuenta con una de las culturas deportivas más antiguas en el mundo.

Existe evidencia de que durante la dinastía Han se jugaba una forma de fútbol llamada cuju.

Algunos de los deportes más populares en el país incluyen la artes marciales (como el combate de Sanda Sanda, el baloncesto, el fútbol, el tenis de mesa, el bádminton, la natación y el snooker.

Los juegos de mesa como el go (conocido como weiqi en China), el xiangqi y más recientemente el ajedrez, se juegan a un nivel profesional.

El cuidado físico es ampliamente enfatizado en la cultura china, muchos realizan ejercicios matutinos como el qigong y el taichí, y los gimnasios y clubes deportivos comienzan a cobrar popularidad en el país.

Los jóvenes también practican fútbol y baloncesto, especialmente en las zonas urbanas con áreas verdes y espacios abiertos limitados.

La NBA tiene un gran número de seguidores entre la juventud china, incluso algunos jugadores nacionales como Yao Ming y Jeremy Lin han jugado en la liga.

Además, China es hogar de un gran número de ciclistas, de hecho en 2012 había más de 470 millones de bicicletas en el país.

También son muy populares varios deportes tradicionales como las carreras en barco-dragón, la lucha mongólica y las carreras de caballos.

China ha participado en los Juegos Olímpicos desde 1932, pero no comenzó a participar bajo el nombre de la República Popular China hasta 1952.

Albergó los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín, donde sus atletas ganaron 51 medallas de oro, el número de medallas de oro más alto jamás obtenido.

China también ganó el mayor número de medallas en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, 231 en total, 95 de ellas de oro.

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Comentarios:

2015-11-29 Aptpernaly this is what the esteemed Willis was talkin' 'bout.

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