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El Salvador

El Salvador

El Salvador, oficialmente República de El Salvador, es un país soberano de América Central litoral del Oceano Pacífico con una extensión territorial de 20 742 km².

Contaba en el año 2014 con una población estimada en 6 279 783 habitantes, siendo el país más densamente poblado del continente americano.

Su clima es cálido tropical.

El Salvador limita con Guatemala al oeste y con Honduras al norte y al este, y al sureste el Golfo de Fonseca lo separa de Nicaragua.

Su territorio está organizado en 14 departamentos, 39 distritos y 262 municipios.

La ciudad de San Salvador es la capital del país; su área metropolitana incluye 14 municipalidades cercanas, y concentra la actividad económica de la república.

Las ciudades de Santa Ana y San Miguel son otros centros importantes del país.

El actual territorio de El Salvador comprende lo que antes fuera la Alcaldía Mayor de Sonsonate y lo que fue la Intendencia de San Salvador que conformó la mayor parte del territorio.

Ambas provincias adquirieron su independencia de España en 1821 junto a la Capitanía General de Guatemala y en 1824 se unieron para formar el «Estado del Salvador», como parte de la República Federal de Centro América.

En la época precolombina, existía un importante núcleo indígena conocido como el Señorío de Cuzcatlán, que significa «Lugar de joyas o de collares», en lengua náhuat.

Una guerra civil de 12 años, cuyo costo humano llegó aproximadamente a 75 000 vidas, finalizó el 16 de enero de 1992, cuando el gobierno y la guerrilla firmaron los acuerdos de paz que dieron lugar a reformas militares, sociales y políticas.

Toponimia

Es muy poco conocida la historia de por qué El Salvador lleva este nombre.

Quizá una de las razones sea porque se trata de un proceso lento y paulatino de larga data.

Durante la Conquista de América, y más específicamente, durante la conquista de las ahora tierras salvadoreñas, se llevaron a cabo una serie de luchas contra los nativos del lugar, para luego fundar poblaciones españolas que se encargaran de mantener dominada una determinada región.

Después de la conquista de Tenochtitlán, Hernán Cortés envió al clan Alvarado al mando del adelantado Pedro de Alvarado para que sometiera las regiones al Sur del Imperio Azteca.

La primera región en ser conquistada fueron los territorios que ahora componen la república guatemalteca.

Estando acá, Pedro de Alvarado decide incursionar en las tierras del Oriente, terruños que estaban sometidos a una especie de vasallaje del Señorío de Cuzcatlán.

Acá, los iberos y sus aliados, los llamdos "indios amigos", se encontraron con aguerridos pobladores que hicieron cruentos frentes en contra de los invasores, como ocurrió en la Batalla de Acajutla, así como en la Batalla de Tacuzcalco y la Batalla de Cuzcatlán.

Todo esto acaeció en 1524.

Infructuoso el cometido de Pedro de Alvarado de someter a los naturales de estas tierras, regresa este a la recién fundada Ciudad de Guatemala.

Al año siguiente, en 1525, Pedro de Alvarado envía a un grupo de españoles al mando de Gonzalo de Alvarado con órdenes expresas de que fundase en estas tierras una villa con el nombre de San Salvador, para que controlara a los nativos del lugar.

No obstante, al año venidero, debido a la resistencia de los lugareños, la efímera Villa de San Salvador es despoblada y sus vecinos regresan a Guatemala.

Será hasta 1528 que se refundará la Villa de San Salvador en el Valle de la Bermuda, a 8 Km al Sur del poblado indígena de Suchitoto.

Hacia 1540, se crea la Alcaldía Mayor de San Salvador.

Para entonces ya existiría otra población de origen español en la región, San Miguel de la Frontera.

La sede de las autoridades de la Alcaldía Mayor se establecerían en la Villa de San Salvador.

La mencionada Alcaldía abarcaría gran parte de lo que hoy es la nación salvadoreña, con excepción de los ahora departamentos de Ahuachapán y Sonsonate.

Con ello, al territorio se le comenzaría a identificar con el nombre de Provincia de San Salvador.

He aquí los inicios primigenios del nombre de esta república.

Siglos después, con la implementación de las Reformas borbónicas en América se crearían intendencias.

Estas eran entidades político-administrativas bien delimitadas con una autoridad muy fortalecida.

La antigua Alcaldía Mayor de San Salvador se convertiría en la Intendencia de San Salvador en 1785 con capital en la ya ciudad de San Salvador.

La creación de esta intendencia será muy importante para la consolidación futura de la idea de una nación salvadoreña, ya que le permitió a las élites sansalvadoreñas tener una conciencia o identidad particular, independiente de Guatemala, que era vista con recelo.

Hacia 1821, en el territorio de la Intendencia de San Salvador se crea la Provincia de San Salvador, oficialmente así llamada, ahora completamente independiente de Guatemala.

Esto fue producto de la restauración del régimen constitucional en España, el cual decretó que todas las intendencias se convertirían en provincias completamente independientes de cualquier otra autoridad para tener sus propias autoridades.

No obstante, esto sería bastante efímero, ya que el 15 de septiembre de 1821 la Capitanía General de Guatemala declararía su independencia de España.

Hecho que ratificaron el resto de provincias del Reino de Guatemala.

De tal suerte que durante toda la época de dominio español en América, a lo que hoy es El Salvador se le identificaría con el nombre de Provincia de San Salvador.

Pero hacia finales de 1823 y comienzos de 1824, en dos partes, la Alcaldía Mayor de Sonsonate decide integrarse a la Provincia de San Salvador para fundar juntos el Estado salvadoreño como parte de las Provincias Unidas del Centro de América, proclamadas el 1 de julio de 1823, y que más tarde, el 22 de noviembre de 1824, se convertirían en la República Federal de Centro América.

Debido a esta unión, para evitar que el nombre sonara a un Estado encabezado por la ciudad de San Salvador, la primera asamblea constituyente del naciente Estado decide cambiar su tradicional nombre.

Es así que, producto de la unión de las provincias de Sonsonate y San Salvador, el nombre oficial de «El Salvador» fue aceptado en la primera Constitución del Estado, promulgada el 12 de junio de 1824.

Sin embargo, la usanza de hacer contracción de la primera palabra provocó que fuera escrito como «Estado del Salvador».

Incluso, esa misma Carta Magna estipulaba que el Estado se denominaría «Estado del Salvador» (art.

7).

El Estado conservaría este nombre durante toda la existencia de la República Federal de Centro América e incluso después de la desintegración de esta.

El terruño cuscatleco abandona oficialmente la Unión el 2 de febrero de 1841, pero será hasta el 25 de enero de 1859 que oficialice su calidad de república libre, soberana e independiente.

Hacia comienzos del siglo XX, por medio del Decreto Legislativo del 7 de junio de 1915, publicado en el Diario Oficial No.

133, Tomo No.

78, del 9 de junio de 1915, fue establecido definitivamente como nombre oficial «El Salvador».

A pesar del precepto, en documentos oficiales internacionales continuaba la práctica de omitir la primera parte del nombre oficial de la república.

Por gestiones del Secretario de Cultura, Jorge Lardé y Larín, se emitió el Decreto Legislativo No.

2737, del 23 de octubre de 1958, publicado en el Diario Oficial No.

210, Tomo No.

181, del 11 de noviembre de 1958, en el que se añadió al texto del 7 de junio de 1915 la prohibición de suprimir la palabra «El» cuando fuera asociado a las palabras «República» o «Estado».

Asimismo, se determinó la reserva del derecho a contestar cualquier documento o suscribir cualquier convenio donde apareciese escrito incorrectamente el nombre oficial de la república.

Es así como, finalmente, el nombre oficial de este país centroamericano se consolida como República de El Salvador.

De acuerdo al historiador Pedro Escalante Arce, el cambio de «San Salvador» a «Estado del Salvador» se realizó para significar que, a partir de la formación como Estado, abarcaría tanto a la Provincia de San Salvador, como a la de Sonsonate, que desde 1823 era parte de ella.

Historia

Época precolombina

El territorio salvadoreño forma parte del área de Mesoamérica, y se encuentra ubicado en una región que sirvió de paso de objetos e ideas a través del tiempo.

Las primeras evidencias culturales en El Salvador se remontan a ocho mil años, justamente en el período arcaico (8000—1500 a.C.), época de grandes migraciones a diversas zonas mesoamericanas, una de ellas la costa del Pacífico del país.

Entre el período preclásico temprano (1500—900 a.C.) y medio (900—500~400 a.C.), se asentaron grupos proto mayas en la región occidental.

Para el caso, en el área de Chalchuapa se han encontrado restos de antiguos asentamientos, probablemente emigrados de Chiapas y Guatemala.

Desde esta zona partieron grupos hacia lugares como Jayaque o Antiguo Cuscatlán en el período preclásico medio.

En el preclásico tardío (500~400 a.C.—200~250 d.C.), existió desarrollo cultural y relaciones de tipo lingüística, escultórica y comercial con las tierras altas de Guatemala, especialmente con la cerámica Usulután y la obsidiana.

Además, las tres zonas del país (occidental, central y oriental) se encontraban pobladas; y se incrementó la construcción de montículos como en Quelepa, Atiquizaya y El Trapiche.

Sin embargo, el florecimiento se vio interrumpido en varios sectores por la erupción del volcán de Ilopango en el 260 d.C.

En el período clásico temprano (200~250—400 d.C), en Quelepa —poblado por lencas y que no fue afectado por la erupción de Ilopango— hubo progreso notable y se establecieron relaciones con poblaciones de tierras altas y del sur del istmo.

Para el período clásico medio (400 d.C.-600~650 d.C.) existió repoblación del occidente y centro del territorio por grupos mayas-chortí.

Una de las localidades era Joya de Cerén, ocupada en el siglo VI y cuyos habitantes se vieron afectados por la erupción del volcán Caldera; también la zona del lago de Güija fue un lugar de intercambio importante con el occidente de Honduras, valle de Motagua y Petén.

Por otra parte, en esa época se establecieron los cacaoperas en la región oriental.

En el período clásico tardío (600~650—950 d.C.), se manifestó un desarrollo cultural evidenciado por la construcción de complejos arquitectónicos, siendo los más representativos: Tazumal, Cara Sucia, Cihuatán, Quelepa y San Andrés, que también tuvo sus años de esplendor entre los años 600~650 d.C y 900~1000 d.C.

El período postclásico (950—1524 d.C.) es caracterizado por los Estados seculares.

Sitios como Tazumal y Laguna Seca son abandonados después del 1200 d.C.; aunque posteriormente arribaron grupos multiétnicos de influencia nahua: los nonoalca- pipiles, que ocuparon un estimado de tres cuartas partes del territorio salvadoreño.

En esta fase existió la construcción de obras de ingeniería y el comercio a larga distancia; por otra parte, la sociedad se vio marcada por la estratificación, el dominio de un gobernante supremo y la presencia de órdenes militares.

Entre los núcleos indígenas más importantes se encontraban los izalcos y principalmente el Señorío de Cuscatlán, que se considera el modelo del desarrollo local en este período.

La conquista española

El año 1522, cinco navíos españoles partieron desde Panamá para explorar las costas del litoral pacífico.

El piloto mayor era Andrés Niño quien bautizó al golfo de Fonseca y el 31 de mayo desembarcó en una isla a la que llamó «Petronila» (Meanguera).

Para junio de 1524 el conquistador Pedro de Alvarado atravesó el río Paz con tropas españolas acompañadas de indios auxiliares, e inició el sometimiento de los nativos en el actual territorio salvadoreño.

Los colonizadores establecieron en los años posteriores diversas poblaciones: San Salvador, erigida en 1525 pero que tuvo su asiento definitivo en 1545; San Miguel, cuyo primer asentamiento surgió en 1530; y la villa de la Trinidad (Sonsonate), fundada en 1553.

Todo el territorio comprendería las Alcaldías Mayores de Sonsonate y San Salvador, ambas parte del Reino de Guatemala.

Junto a la conquista española también se desarrolló el mestizaje, el proceso de evangelización católica, la enseñanza del idioma castellano, y el arribo de esclavos africanos.

Por la escasez de oro y plata, el Reino no tenía la preponderancia de otras posesiones americanas, por lo que sustentó su economía en la agricultura.

Para la creación de riqueza era aprovechado el trabajo de los indios, así como la apropiación de tierra.

Además, los nativos, reducidos a pueblos de indios, eran sujetos a tributos, y no fueron raras las quejas por abusos de autoridad.

De hecho se registró un motín en Izalco el año 1725.

La conquista centroamericana tuvo una etapa inicial de extracción de materias primas, a la que siguió la dependencia de un producto de exportación: primero fue el cacao cuyo cultivo de grandes plantaciones empezó desde 1540 en la provincia salvadoreña, principalmente en la región sonsonateca; y después el tinte de añil que desde 1600 era de gran importancia para la economía del Reino y de San Salvador especialmente, ya que era su principal producto de exportación.

En contraste, su proceso de elaboración perjudicaba la salud de los obreros indígenas.

A estos artículos se añadían el hierro de Metapán y también el denominado bálsamo del Perú cuya exportación, como sucedió con el añil, perduró una vez terminado el dominio español.

Sin embargo, en este período existieron factores que menoscababan el dinamismo de la economía, tales como: la merma de la población indígena por enfermedades, recesiones provocadas por las guerras en las que se enfrascaba la corona española, pésimas vías de comunicación, plagas de chapulín, y el dominio del comercio en la región por los ricos comerciantes afincados en la ciudad de Guatemala, entre otros.

Para 1785, en virtud de las reformas borbónicas, se instituyó la Intendencia de San Salvador.

La Independencia y la República Federal

Desde la primera década del siglo XIX, en las posesiones americanas de la corona española, comenzaban a surgir movimientos con inquietudes independentistas.

San Salvador no era ajena a los sucesos, ya que la situación económica y política era desfavorable para los habitantes de la provincia.

La élite local conformada por criollos y religiosos deseaban lograr la autonomía y sacudirse el dominio de la aristocracia guatemalteca, por lo que el 5 de noviembre de 1811 estalló una sublevación en contra de las autoridades europeas.

La revuelta, que fue la primera en el Reino, no halló respaldo en las autoridades de las demás poblaciones, por lo que terminó en fracaso.

Sin embargo, otro alzamiento tendría lugar en 1814.

El gobierno de la Capitanía logró mantener el control sobre los amotinados hasta el año 1821, cuando en la región se conoció la firma del Plan de Iguala en el Virreinato de Nueva España, y la proclamación de independencia de Ciudad Real; que motivó a los independentistas a presionar al Jefe Político Gabino Gaínza para que convocase a la Diputación Provincial y firmar el Acta de Independencia que tuvo lugar el 15 de septiembre.

Sin embargo, y a pesar que en dicha acta se estipulaba la convocatoria a un congreso para decidir el gobierno de las provincias, las autoridades guatemaltecas y adeptos al Plan de Iguala dispusieron la anexión al Imperio Mexicano el 5 de enero de 1822.

La facción salvadoreña se opuso a la decisión por sus ideas republicanas, pero no pudo impedir que San Salvador acabara anexada al Imperio, aunque por breve tiempo, ya que Agustín de Iturbide abdicaría al trono.

El 1 de julio de 1823 se proclamó la independencia absoluta de las antiguas provincias del Reino de Guatemala que pasaron a llamarse Provincias Unidas del Centro de América y cuya Asamblea Constituyente era presidida por José Matías Delgado.

A finales de ese año y principios de 1824, la Alcaldía Mayor de Sonsonate y posteriormente la localidad de Ahuachapán, se anexaron a la provincia salvadoreña.

La República Federal de Centro América se constituyó el día 22 de noviembre de 1824, y El Salvador era uno de sus cinco Estados.

No obstante, el 12 de junio de ese mismo año los salvadoreños se habían apresurado a emitir su propia constitución, para contrarrestar cualquier asechanza del centralismo guatemalteco.

A pesar del régimen federal, en el territorio aún prevalecía la vieja rivalidad entre los provincianos, que deseaban mantener la autonomía ante el mismo poder federal, y los conservadores guatemaltecos, que pretendían conservar su hegemonía en la región.

Tal antagonismo, sumado a la economía precaria, deficientes sistemas de comunicación, y una fuerza armada frágil, dificultó la existencia de la República hasta provocar dos guerras civiles entre los años 1826-1829, y 1830-1842.

También en El Salvador ocurrió un levantamiento indígena acaudillado por Anastasio Aquino.

Con el éxodo de Francisco Morazán en 1840 —presidente centroamericano que tenía simpatizantes en El Salvador y quien se esforzó en implantar medidas liberales extremas en la nación—, acabó la República Federal.

Para 1841, El Salvador se proclamó como República soberana e independiente.

La República cafetalera

Luego de la disolución de la Unión se sucedió un período de pugnas entre liberales y conservadores que se prolongó hasta 1871.

En este período, decayó el cultivo del añil y se introdujo el del café, el cual fue fomentado durante la administración del Dr.

Eugenio Aguilar, e intensificado en la del capitán general Gerardo Barrios.

Entre 1871 y 1931 se sucedieron los gobiernos liberales que favorecieron los intereses de la naciente élite ligada al cultivo del café.

En 1881 y 1882, durante la presidencia de Rafael Zaldívar, la Asamblea Legislativa decretó sendas leyes de abolición de las tierras comunales y ejidales, que fueron vendidas a particulares, lo que provocó un cambio brusco en la tenencia de la tierra.

Época del autoritarismo militar

En 1929, la economía del país entró en crisis, como consecuencia de la caída de los precios del café en el mercado internacional.

En 1931, el General Maximiliano Hernández Martínez, llegó al poder tras un golpe de estado contra el presidente civil Arturo Araujo.

Martínez, estableció un gobierno ultraconservador y autoritario.

El dirigente indígena Feliciano Ama acaudilló el levantamiento campesino en Izalco de 1932.

Tras la derrota de la rebelión fue capturado y ejecutado.

El General Martínez reprimió con el ejército dicho levantamiento campesino en el occidente del país, lo que resultó en muerte de miles de personas.

El número de víctimas mortales de estos hechos, aún se debate.

Las cifras de muertos, difieren según los autores, y van desde 7000 hasta 30 000 personas.

Los historiadores todavía debaten la influencia de los miembros del Partido Comunista Salvadoreño en la insurrección y del dirigente comunista Agustín Farabundo Martí.

El general Martínez fue depuesto por una huelga general en 1944, llamada «huelga de los Brazos Caídos».

Pero su gobierno marcó el inicio de una serie de gobiernos militares autoritarios sucesivos, que finalizarían en 1979 con un golpe de Estado al General Carlos Humberto Romero, del PCN y la instauración de la Junta Revolucionaria de Gobierno.

En 1982, se eligió una Asamblea Constituyente, a la que la Junta entregó el poder; posteriormente se celebraron en 1984 las primeras elecciones presidenciales de la era democrática.

En 1969 se produjo una breve guerra con Honduras, cuyo nombre formal, según el gobierno del presidente Fidel Sánchez Hernández, fue «la guerra de la legítima defensa»; pero llegó a ser conocida también como la «Guerra de las 100 horas», o equivocadamente como la « Guerra del Fútbol ».

La razón del conflicto armado radicó en una iniciativa de las autoridades de Honduras de llevar a cabo una reforma agraria dentro de sus fronteras; dicha distribución de tierras favorecía solamente a hondureños, lo cual obligó a miles de salvadoreños radicados en Honduras a volver a su país, luego de haber sido expropiados de sus tierras.

En respuesta a esta situación, El Salvador declaró la guerra a Honduras.

Guerra Civil

El ambiente de violencia política que se había vivido la década anterior contribuyó enormemente a la guerra civil que duraría 12 años (1980 - 1992).

Fue un conflicto que militarmente se definió como una guerra de baja intensidad, o guerra popular prolongada, como la denominaban las fuerzas guerrilleras del FMLN y que costó la vida a más de 75 000 personas entre muertos y desaparecidos.

Algunos factores que contribuyeron a la guerra fueron: la caída internacional del precio del café, los constantes fraudes electorales y el descontento de la población por la forma de gobernar de los militares.

Entre algunos sucesos que encendieron los ánimos durante el conflicto armado destaca el asesinato del arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero en 1980.

El ambiente turbulento finalizó en 1992 cuando los combatientes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) formado por cinco agrupaciones de izquierda, y el gobierno de derecha del entonces presidente Alfredo Cristiani, de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), firmaron los acuerdos de paz el 16 de enero de 1992 en Chapultepec, México, que aseguraron reformas políticas y militares, pero no profundizaron en el aspecto social.

Época de posguerra

En 1992, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) mandó la delimitación de «Los Bolsones» (un área fronteriza disputada entre El Salvador y Honduras), pero, gracias a la intervención de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la CIJ en 2003, la total demarcación de la frontera terrestre ha sido finalizada en el 2006.

También en 1992, la CIJ aconsejó una resolución tripartita para la creación de las fronteras marítimas en el golfo de Fonseca.

El Salvador continúa reclamando la Isla Conejo, la cual no se incluye en la decisión de la CIJ en este mismo caso.

San Salvador, la capital, es conocida por los muchos sismos que ocurren; por lo cual se le ha llamado popularmente «Valle de las Hamacas» desde tiempos de la colonia.

El 10 de octubre de 1986, un terremoto de 5.7 grados de intensidad en la escala Richter, de 10 segundos de duración y muy superficial, destruyó gran parte de la ciudad de San Salvador con un total de 1500 fallecidos y 200 000 damnificados.

El 13 de enero de 2001, otro terremoto, éste de 7.7 grados en la escala Richter, causó gran destrucción a lo largo y ancho del país.

Una de las tragedias humanas que sucedió como consecuencia del sismo fue un desprendimiento de tierra en la llamada cordillera del Bálsamo, en la ciudad de Santa Tecla (La Libertad), que provocó el fallecimiento de 800 personas y dejó a varios miles sin hogar.

El 13 de febrero de 2001, exactamente un mes después, otro terremoto, de 6.6 grados en la escala Richter, mató a 255 personas, dejando sin sus casas a cientos de familias, especialmente en el interior de la república, donde viven los estratos más pobres de la sociedad.

El 13 de octubre de 2014, un terremoto, de 7.3 grados en la escala Richter, ocurrió tres días después de la conmemoración del terremoto de 1986.

A pesar de su magnitud, y que se prolongó por casi un minuto, los daños fueron leves y mató a una persona.

Las elecciones presidenciales, celebradas el 15 de marzo de 2009, dieron como ganador al periodista Mauricio Funes del partido de izquierda FMLN, siendo el primer gobierno de izquierda en la historia del país.

Posteriormente, en los comicios del 9 de marzo de 2014 el FMLN vence nuevamente a ARENA y es electo como Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén, un excomandante de las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí (FPL), organización integrante de ahora partido político FMLN, junto con Óscar Ortiz como Vicepresidente de la República.

Gobierno y política

La Constitución Política del año 1983, dispone que El Salvador es un país con un sistema político pluralista que se expresa por medio de sus partidos políticos, los cuales son los únicos instrumentos para la representación del pueblo.

Para su administración política, el territorio se divide en departamentos, y en cada uno de ellos existe un gobernador elegido por el poder ejecutivo; dichos funcionarios ejercen labores administrativas cuya función principal es la de servir de enlace entre la Presidencia y los gobiernos locales de cada departamento, así como atender las necesidades de las comunidades en coordinación con la dirección de Protección Civil del Ministerio de Gobernación.

Los partidos políticos legalmente inscritos en el Tribunal Supremo Electoral son los siguientes (en orden alfabético):

En El Salvador, para el gobierno local los departamentos se dividen en municipios, que son autónomos en lo económico, técnico y administrativo, aunque están obligados a colaborar con otras instituciones públicas en los planes de desarrollo nacional y regional.

Órganos fundamentales

De acuerdo a la Constitución, en El Salvador existen tres órganos fundamentales, los cuales son el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.

Órgano Legislativo

Es un cuerpo colegiado conformado por ochenta y cuatro diputados, al que le corresponde, fundamentalmente, la función de legislar.

Sus miembros se renuevan cada tres años, y pueden ser reelegidos.

Las resoluciones del Órgano Legislativo, o Asamblea Legislativa, requieren del voto favorable de la mitad más uno de los diputados, salvo los casos específicos dictados en la Constitución.

También puede formar comisiones especiales para investigar asuntos de interés nacional.

Órgano Ejecutivo

El Órgano Ejecutivo se encuentra conformado por el presidente y vicepresidente de la República, los ministros y viceministros junto a sus funcionarios dependientes.

El período presidencial es de cinco años.

El presidente es también el comandante general de la Fuerza Armada, institución encargada de la defensa nacional.

La seguridad pública se encuentra a cargo de la Policía Nacional Civil.

También existe un Consejo de Ministros.

Órgano Judicial

La potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado corresponde al Órgano Judicial, el cual está compuesto por la Corte Suprema de Justicia, las Cámaras de Segunda Instancia, y los demás tribunales que disponen las leyes del país en las materias que les corresponden.

También existe un Consejo Nacional de la Judicatura, una entidad independiente en sus funciones que contribuye a la eficiencia de la carrera judicial.

Ministerio Público

El Ministerio Público de El Salvador lo conforman la Fiscalía General de la República, encargada de defender y representar los intereses del Estado, así como la competencia de investigar y promover la acciòn penal ante el cometimiento de un hecho delictivo; la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, surgida en virtud de las reformas constitucionales como consecuencia de los acuerdos de paz de Chapultepec; y la Procuraduría General de la República, que vela por la defensa de la familia, de las personas e intereses de los menores de edad, entre otras facultades.

Tribunal Supremo Electoral

El Tribunal Supremo Electoral es la máxima autoridad en materia de elecciones.

Está compuesto por cinco magistrados elegidos por la Asamblea Legislativa y duran cinco años en sus funciones.

Al organismo le corresponde convocar, organizar, dirigir y vigilar los procesos electorales relacionados con la elección del presidente y vice presidente de la República, diputados al Parlamento Centroamericano, diputados a la Asamblea Legislativa, y miembros de los concejos municipales.

Corte de Cuentas

La Corte de Cuentas de El Salvador es el ente que le corresponde la fiscalización de la hacienda pública en general y de la ejecución del presupuesto en particular, por lo que se considera el organismo rector del sistema nacional de control y auditoría de la gestión pública.

Las acciones de control consisten en auditorías financieras, auditorías operacionales y exámenes especiales.

Derechos humanos

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia en los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), El Salvador ha firmado o ratificado:

Organización territorial

El Salvador se divide en 14 departamentos.

Geográficamente están agrupados en tres zonas, las cuales son: Occidental, Central y Oriental.

Cada departamento está fraccionado en municipios, que hacen un total de 262, los cuales tienen autonomía en lo económico, técnico y en lo administrativo.

Son regidos por un concejo municipal elegido cada tres años por votación pública.

En el territorio de cada municipio existe una cabecera que es nominada como pueblo, villa o ciudad.

Asimismo, dentro de la circunscripción hay cantones, los cuales están conformados por caseríos.

Geografía

Superficie y ubicación

De acuerdo a datos del gobierno salvadoreño la extensión territorial de El Salvador es de 20 742 km², la menor de América Central.

Cabe agregar que el 11 de septiembre de 1992, la Corte Internacional de Justicia resolvió un diferendo limítrofe entre El Salvador y Honduras sobre un total de 440 km², de los que se adjudicaron 150 km² a El Salvador y 290 km² a Honduras.

Ambos países dieron por finalizada la demarcación de la frontera en el año 2006 en cumplimiento de la sentencia.

El Salvador ejerce también soberanía y jurisdicción sobre el mar, el subsuelo y el lecho marinos hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde la línea de más baja marea.

La demarcación de la CIJ tuvo como resultado una gran cantidad de personas con doble nacionalidad y muchos ciudadanos que siguen considerándose salvadoreños, siendo contados dentro de la población de Honduras, generando debido a la doble nacionalidad problemas a la hora de votar y complicaciones a la hora de buscar asistencia pública, dado que las instituciones hondureñas se encuentran alejadas de estas zonas y las personas siguen acercándose a las instituciones salvadoreñas.

El país se encuentra limitado en el Norte y Noreste por la República de Honduras; en el Este y Sureste por el golfo de Fonseca, que lo separa de la República de Nicaragua; en el Sur por el océano Pacífico; y en el Oeste y Noroeste por la República de Guatemala.

Áreas protegidas

En El Salvador existe una ley de áreas naturales protegidas, que le otorga al Ministerio de Medio Ambiente la potestad de declararlas por medio de un decreto ejecutivo.

De acuerdo a la legislación, dichas áreas pueden estar localizadas en territorio nacional de propiedad del Estado, de un municipio, de entes autónomos o privados y de personas naturales.

Hasta el mes de abril del año 2010 el número de áreas naturales protegidas era de setenta.

Entre ellas destacan el Parque Nacional de los Volcanes, que comprende a tres importantes volcanes de la cordillera Apaneca-Ilamatepec: el Izalco, Santa Ana y Cerro Verde; el Parque Nacional Montecristo, parte de la reserva de la biosfera Trifinio; Parque Nacional El Imposible; volcán Tecapa, en el que se ubica también la laguna de Alegría; Parque Nacional El Boquerón en el volcán de San Salvador; el arrecife Los Cóbanos; complejo Conchagua; el Parque del Bicentenario, etc.

También existen sitios RAMSAR como el complejo Jaltepeque, laguna El Jocotal, bahía de Jiquilisco, embalse del Cerrón Grande, laguna de Olomega y complejo Güija.

Sin embargo, El Salvador es considerado el país más deforestado de Centroamérica.

Para el año 2006, la extensión de bosque, incluyendo manglares, era 2.665 km² que equivalía a 12.6% del territorio, el cual correspondía a 1.1% del bosque regional.

Los factores de la reducción del área boscosa han sido ocasionadas por los ciclos históricos de producción agrícola que empezó con la explotación del añil, y continuó con el café y el algodón; además, la alta presión poblacional que sobrepasa los 300 habitantes por kilómetro cuadrado, ocasiona la demanda de leña para cocinar y tierra para fines agrícolas.

Toda esta degradación magnifica la incidencia de los fenómenos naturales que provocan deslizamientos de tierras, inundaciones o pérdida de suelo fértil.

Relieve

La topografía de El Salvador es escabrosa debido a las actividades volcánicas y tectónicas.

Desde el punto de vista morfológico, se divide en seis regiones fisiográficas: planicie costera, cadena costera, fosa central, fosa interior, cadena interior y cordillera fronteriza.

También se distinguen una serie de valles.

Se ubica entre la costa bañada del océano Pacífico y las estribaciones merindionales de la cadena costera, y se encuentra comprendida en la denominada zona-costera que abarca 21.000 km², de los cuales 7.000 km² pertenecen a la franja costera y 14.000 km² a la franja marina.

La línea de costa tiene una longitud de 321 km que abarca desde el río Paz hasta el golfo de Fonseca.

La cordillera del Bálsamo, la sierra de Jucuarán y el volcán de Conchagua, dividen el paisaje costero en seis secciones: planicie costera de Occidente, entre el estuario del río Paz y Punta Remedios; costa acantilada, asociada a la cordillera del Bálsamo; planicie costera central, entre La Libertad y playa El Espino; costa acantilada, asociada a la sierra de Jucuarán; planicie costera oriental, entre playa El Cuco y Punta Amapala; y la costa del golfo de Fonseca, entre Punta Amapala y el río Goascorán.

Ubicada entre la planicie costera y la fosa central, abarca desde el río Paz hasta el valle medio del río Grande de San Miguel, y se divide en las sierras Apaneca-Ilamatepec, que es la zona de la mayor producción de café en el país; la sierra Libertad-San Vicente, en cuya parte Norte localizada en el departamento de La Libertad se ubican la cuenca del río Lempa y la sub cuenca del río Suquiapa; y la sierra Tecapa-Chinameca, zona asociada con la bahía de Jiquilisco.

También sobresale la cordillera costera-meridional Jucuarán-Intipucá que se eleva entre la bahía de Jiquilisco y el golfo de Fonseca, y sus elevaciones más notables son los cerros El Mono, Baúl, Panela, Montoso, Buenavista y volcán Conchagua.

Se encuentra situada entre la cadena costera y las montañas fronterizas.

Tiene una anchura que varía entre los 10 km y 30 km.

Además se localizan lagos como el Coatepeque e Ilopango; así como lagunas, valles y numerosos ríos.

En este lugar han ocurrido desplazamientos tectónicos a lo largo de la historia, y una intensa actividad eruptiva que ha provocado edificios volcánicos, entre los que cabe mencionar a los volcanes Chingo, Santa Ana, Izalco, San Salvador, San Vicente, Tecapa, Usulután y cerro Guazapa.

Por otro lado, es la zona más densamente poblada del país, ya que allí se asientan importantes ciudades como lo son San Salvador, Santa Ana, y San Miguel.

Es la unidad geomorfológica más pequeña del país, ya que abarca un 5% del territorio.

Se encuentra situada al Noroeste del mismo, en las regiones de los departamentos de Santa Ana y Chalatenango.

Tiene una longitud aproximada de 70 km y contiene mucho cascajo.

El río Lempa y algunos de sus afluentes depositan en la fosa sedimentos fluviales.

En el Oeste del territorio, separa como una franja estrecha e irregular la fosa interior de la meseta central y se extiende desde las faldas del volcán Chingo hacia el centro y Norte del departamento de Santa Ana.

Puede considerarse una estribación de la Sierra Madre de Guatemala.

Son cordilleras fronterizas las de Alotepeque-Metapán que penetra al Norte del departamento de Santa Ana, se ramifica en el municipio de Metapán y se extiende en el centro y Norte del departamento de Chalatenango; al Oeste de Honduras se une con la cordillera de Celaque.

Las cimas más elevadas son los cerros Miramundo, Montecristo, El Brujo, El Pital (la cima más elevada del país con 2.730 msnm) y el cerro Negro.

La otra cordillera fronteriza es la de Nahuaterique en el Norte del departamento de Morazán.

Los valles en El Salvador se clasifican en superiores y bajos.

El más notable por su extensión es el valle superior del río Lempa.

Otros valles de importancia son: Zapotitán, Río Grande de San Miguel, Jiboa, Zalcuatitán (llamado también de Las Hamacas adonde está asentada la ciudad de San Salvador), Colima, Arcatao, Chalcuapa, Victoria, Tecoluca, Apastepeque y los fluviales de los ríos Sensunapán, Torola, Sirama y Goascorán.

Hidrografía

Para el año 2006, los recursos hídricos de El Salvador se estimaban en 17.8 km³, de los cuales 11.6 provienen de las aguas superficiales.

Asimismo es el único país de Centroamérica cuyo territorio drena totalmente a la vertiente del océano Pacífico.

Un total de 360 ríos se consideran de importancia, los cuales están agrupados en diez regiones hidrográficas.

Las más importante es la cuenca del río Lempa (10 167 km²), de la que un 56 % pertenece a El Salvador, y el resto a Guatemala y Honduras.

Las otras cuencas son: Paz (919.9 km²), Cara Sucia-San Pedro (768.8 km²), Grande de Sonsonate-Banderas (778.4 km²), Mandinga-Comalapa (1294.5 km²), Jiboa-Estero Jaltepeque (1638.6 km²), bahía de Jiquilisco (779.01 km²), Grande de San Miguel (2389.2 km²), Sirama (1294.5 km²), y Goascorán (1044.4 km²).

Por otra parte, para el año 2005 fueron identificados un total de 59 cuerpos de agua como lagos (entre los que destacan Ilopango, Güija y Coatepeque), así como lagunas, embalses, manglares y esteros.

Los embalses hidroeléctricos comprenden: Cerrón Grande, 5 de noviembre, 15 de septiembre y Guajoyo.

El Salvador también dispone de aguas subterráneas.

Aunque su delimitación geográfica no ha sido detallada, existe un estimado de 2000 millones de m³ de recarga de precipitación al año.

Los acuíferos de mayor rendimiento corresponden a Sonsonate-Acajutla, Jiboa-Lempa, Lempa-Jiquilisco, Usulután-Vado Marín, Valle de Zapotitán, Quezaltepeque-Opico, y San Salvador, entre otros.

Todos ellos se encuentran ubicados en la Fosa Central y Planicie costera del territorio.

Vulcanología y sismología

Anexo:Terremotos en El Salvador

El Salvador se encuentra en el cinturón de Fuego del Pacífico, y su territorio volcánico es muy activo.

De hecho, el 90 % de su suelo es conformado por materiales volcánicos.

El número de volcanes individuales es de veintitrés, aunque solo cuatro de ellos (Santa Ana, San Salvador, San Miguel e Izalco) han tenido actividad continuada.

Por otra parte, la erupción del volcán de Ilopango en el año 260 d.C., ha sido una de las más grandes de la región centroamericana.

Por las características geotectónicas y morfológicas, los volcanes se dividen en dos grupos: los volcanes antiguos del Terciario (de más de dos millones de años), y los volcanes jóvenes del Cuaternario (menos de dos millones de años).

Al primer grupo pertenecen volcanes como el de Siguatepeque y Cacahuatique, y se considera que tienen remotas posibilidades de entrar en erupción; por su parte, los volcanes del Cuaternario presentan los tipos de estrato volcanes altos, depresiones volcano-tectónicas, cráteres de explosión, cráteres por hundimiento o conos de escorias.

Ejemplos de ellos son: Santa Ana, Izalco, San Salvador, San Vicente, San Miguel, Tecapa y Conchagua, entre otros.

El Salvador, por su cadena volcánica y su ubicación en un sistema de fallas geológicas y el proceso de subducción entre las placas tectónicas de Cocos y el Caribe, se encuentra en una región de alto índice de actividad sísmica.

Un total de 55 terremotos han ocurrido entre 1573 y 2001, y se estima que un 70 % del territorio puede verse afectado por la ocurrencia de un evento de esta naturaleza.

El número de víctimas desde los años 1980 se ha incrementado, situación que se adjudica a la presión demográfica, los tipos de construcción de las viviendas y edificios, y la profundidad y distancia del epicentro a las zonas pobladas.

Clima

El Salvador se encuentra en la zona climática tropical y ofrece condiciones térmicas similares durante todo el año.

Sin embargo, debido a su franja costera a lo largo del Océano Pacífico, ocurren oscilaciones anuales importantes relacionadas con la brisa marina que transporta humedad y calor.

La temperatura media anual (período considerado: 1950-1990 ) es de 24.8 °C, presentándose la temperatura media más baja en los meses de diciembre (23.8 °C) y enero (23.9 °C), mientras que el mes más cálido es abril (32.0 °C).

La precipitación media anual es de 1823 mm.

De acuerdo a que los termómetros de las Estaciones Meteorológicas van siendo influenciados por la isla de calor de las urbes, en los últimos treinta años la temperatura ha aumentado 1.2 °C, siendo la década de los años 80 una de las más calientes (aunque la estadística ni siquiera cubre una centuria), con precipitaciones influenciadas por el evento ENOS.

El Salvador tiene dos estaciones: la seca (noviembre-abril) y la lluviosa (mayo-octubre).

Además, el país se ve afectado por la estación de huracanes del Caribe (junio-noviembre).

Las frecuentes tormentas tropicales y huracanes aumentan el caudal de los ríos locales, afectando algunas de las áreas con inundaciones.

Los huracanes más destructivos que han afectado a El Salvador son: Fifi (1974), Gilbert (1988), Andrew (1992), Mitch (1998), Stan (2005), y Félix (2007).

El Huracán Ida y una baja presión en noviembre de 2009 registró una lluvia de 522 mm en solo cuatro horas, en el año 2010 Agatha afectó en el mes de mayo y acumuló 574 mm y en el año 2011 la Depresión tropical Doce-E dejó acumulados de más de 1200 mm en 5 días.

Economía

La economía salvadoreña ha experimentado una mezcla de resultados durante los sucesivos gobiernos del partido ARENA en las iniciativas del mercado libre y el modelo de gerencia fiscal que incluyen la privatización del sistema de actividades bancarias, las telecomunicaciones, las pensiones públicas, la distribución eléctrica, y una parte de la generación eléctrica, reducción de los aranceles, eliminación de los controles de precios y una aplicación mejorada de los derechos de propiedad intelectual.

El PIB ha estado creciendo en un paso constante pero modesto después de la firma de los acuerdos de paz en 1992, en un ambiente de la estabilidad macroeconómica.

Un problema que El Salvador enfrenta es la desigualdad económica de la distribución de ganancias personales.

En 1999, la quinta parte más rica de la población recibió el 45 % de la ganancia del país, mientras que la quinta parte más pobre recibió solamente 5.6 %.

Desde el mes de diciembre de 1999, las reservas internacionales netas llegaron a US$ 1800 millones de dólares.

Teniendo este almacenador intermediario de la moneda fuerte para trabajar, el Gobierno de El Salvador emprendió un plan monetario de la integración que comenzaba del 1 de enero de 2001, por el cual el dólar estadounidense se convirtió en moneda de curso legal junto al colón salvadoreño, y toda la contabilidad formal fue emprendida en los dólares.

De esta manera, el gobierno ha limitado formalmente su posibilidad de poner políticas monetarias sobre el mercado para influir variables a corto plazo en la economía.

Desde 2001, a pesar de que existen dos monedas legales en el país, el colón dejó de circular y ahora ya no se utiliza para hacer transacciones; sin embargo algunos almacenes todavía informan al público de precios en colones y a la vez en dólares.

En general, debido al fuerte efecto de las remesas, la población apoyó con el cambio del colón al dólar.

El cambio al dólar también precipitó una pauta de intereses más bajos en El Salvador, ayudando a muchos para asegurar crédito para comprar una casa o un automóvil.

Algunos economistas estiman que esta subida de precios igualmente habría sucedido a causa de la inflación sin que el cambio monetario se hubiese producido.

Los sectores políticos de izquierda, han sido muy críticos del proceso de dolarización que consideran favorece al interés de las empresas del sector financiero.

Debido a la guerra civil y al estancamiento nacional de los años 80, el PIB no ha superado aún los niveles de finales de los años 70 en términos de la paridad del poder adquisitivo.

Actualmente, la economía está más orientada hacia la manufactura y los servicios, en lugar de la agricultura (cultivo del café).

Sus principales industrias son la de alimentos y bebidas, productos del petróleo, tabaco, productos químicos, textiles y muebles.

Hay actualmente quince zonas de libre comercio en El Salvador.

El beneficiario más grande ha sido la industria de la maquila textil, que proporciona 88.700 trabajos directos, y consiste sobre todo en el corte de las ropas que montan para la exportación a los Estados Unidos.

El Salvador fue el primer país en firmar e implementar el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA), así como acuerdos de libre comercio con México, Chile, la República Dominicana, y Panamá, y ha aumentado sus exportaciones a dichos países.

El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua también están negociando un acuerdo de libre comercio con Canadá.

Así mismo, se ha terminado la negociación de un Tratado de Libre Comercio con Colombia y otro con Taiwán.

En el 2007 se iniciara un proceso de negociación con la Unión Europea, que busca lograr un acuerdo de asociación.

La política fiscal ha sido el desafío más grande para el gobierno de El Salvador.

Los acuerdos de paz del 1992 comprometieron al gobierno a los gastos para los programas de la transición y los servicios sociales.

Aunque la ayuda internacional era abundante y caritativa, el gobierno se ha centrado en mejorar la colección de sus ingresos corrientes.

Un impuesto de valor añadido del 10% (IVA), implementado el septiembre de 1992, fue aumentado hasta el 13 % en julio de 1995.

El IVA es la fuente más grande del rédito, contabilidad para cerca de 52.3 % de ingresos fiscales totales en 2004.

El modelo liberal implantado, de acuerdo a muchos académicos, ha generado resultados mixtos a nivel macroeconómico, existe una pequeña porción de población, principalmente los grupos con poder político, que se han visto beneficiados y que han tenido un fuerte crecimiento mientras que en muchos otros sectores no se reflejan una mejora del nivel de vida.

Desde el 2001 el país adoptó, por decreto legislativo, al dólar como moneda oficial y se sustituyó al antiguo colón.

Desde que se realizó el cambio, las tasas de interés han caído y los salvadoreños con acceso a crédito lo han obtenido a las tasas más bajas en tres décadas.

El progreso económico ha permitido que reconocidas instituciones financieras internacionales, como es el caso de Moody's, le haya otorgado a El Salvador una calificación de «grado de inversión», la cual solo la gozan además en Hispanoamérica, Chile, México, Perú, Panamá y Colombia.

En la actualidad, la banca salvadoreña se ha expandido a toda Centroamérica, convirtiéndose en los bancos más grandes de la región.

Así mismo, la línea aérea regional más grande, TACA, pertenece en un 70 % a empresarios salvadoreños.

La inversión privada salvadoreña se encuentra en toda la región, especialmente en el área de servicios.

Las remesas de salvadoreños que trabajan en los Estados Unidos y envían a los miembros de sus familias son una fuente importante de ingresos del extranjero y compensan el déficit comercial substancial de alrededor $4 mil millones.

Las remesas han aumentado constantemente de la década pasada y han alcanzado un colmo absoluto de $3 787 mil millones en 2008 —aproximadamente el 17.1 % del producto interno bruto (PIB)—.

En abril de 2004, las reservas internacionales estaban calculadas en $1.9 mil millones.

En años recientes la inflación ha caído a niveles de un dígito y las exportaciones totales han crecido substancialmente.

Al ser un país rico en folclore y tradiciones, la producción artesanal se encuentra muy difundida en todo el estado y contribuye en gran medida al desarrollo de la economía nacional.

Se trabajan materiales como: el mimbre, la jarcia, el barro, la palma, la madera, el tule, las jícaras, el cuero y los metales, entre ellos el oro y la plata.

Está muy difundida la artesanía del tejido, la alfarería, la orfebrería (filigranas) y la hojalatería (aperos para la labranza, machetes) y resulta una forma de generar progreso económico para muchas personas, que se dedican a vender artesanías a turistas nacionales y extranjeros y a exportar, principalmente a Estados Unidos, Alemania y el resto de la Unión Europea.

En la actualidad, El Salvador, junto a México, todos los países centroamericanos y Colombia, llevan a cabo el Plan Puebla Panamá, que es un esfuerzo de integración regional, algunos piensan que traerá inmensos beneficios a cada uno de las naciones involucradas, debido a la magnitud de inversión en infraestructura y desarrollo social.

Balance energético

En El Salvador más de la mitad de la energía se produce a partir de recursos renovables como lo son la hidroeléctrica y la geotérmica, con altas expectativas de crecimiento por los proyectos de ampliación de las plantas geotérmicas y la construcción de nuevas presas hidroeléctricas, además se está dando paso a una planta de gas natural con inversión de 900 millones de dólares.

El Salvador es el segundo país del mundo con mayor porcentaje de producción de energía geotérmica con respeto a su total con un 25% al 2013.

El cuadro siguiente muestra la producción total de energía de El Salvador al 2013 y sus porcentajes.

Silvicultura

Debido a la alta densidad de población y a la temprana explotación del café, los recursos forestales de El Salvador se han reducido a un pequeño porcentaje de la superficie del país (5.8 % el equivalente a unas 121 mil hectáreas) y la mayoría están protegidos.

Como resultado, la mayor parte de la madera que necesita el país debe ser importada.

No obstante se mantienen especies de árboles muy particulares del país junto con otras existentes en casi toda Iberoamérica.

Los árboles de bálsamo son muy abundantes en sus bosques.

De hecho, El Salvador es uno de los principales proveedores de goma de bálsamo.

Infraestructura

Energía

Hidroelectricidad

En la actualidad, las plantas de energía hidroeléctrica aportan el 36 % de la electricidad producida en El Salvador.

La compañía pública estatal CEL (Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa) posee y opera el 97 % de esta capacidad.

Las cuatro plantas de energía hidroeléctrica en El Salvador son: 5 de noviembre (81.4 MW), Guajoyo (15 MW), Cerrón Grande (135 MW) y 15 de septiembre (156.3 MW), todas ellas sobre el río Lempa.

En este sector, los proyectos actualmente en marcha son los siguientes:

Esta expansión de la capacidad hidroeléctrica añadiría 351 MW al sistema en los próximos 5 años, lo que representa un aumento del 76 % en la capacidad actual.

Además, si se ejecutaran los proyectos binacionales El Tigre (en el río Lempa) y El Jobo y Piedra de Toro (en el río Paz) con Honduras y Guatemala, se añadirían 488 MW de capacidad adicional al sistema de generación.

Energía geotérmica

En la actualidad hay dos instalaciones geotérmicas en funcionamiento en El Salvador, la planta de Ahuachapán, de 95 MW, y la de Berlín, de 104 MW.

La compañía eléctrica con mayoría de capital estatal LaGeo, antiguamente denominada Gesal, opera las dos plantas.

LaGeo está ampliando actualmente las dos plantas geotérmicas existentes y llevando a cabo un estudio de factibilidad para una tercera planta, Cuyanausul.

Se espera que los tres proyectos agreguen 64 MW de capacidad de generación eléctrica instalada para 2007.

La Estrategia Nacional de Energía de 2007 determina que la capacidad geotérmica en El Salvador es de alrededor de 450 MW.

Los planes de expansión podrían dar como resultado una capacidad adicional de 183 MW en el período 2006-2014 (un aumento del 121 % en los próximos 7 años), con proyectos que se desarrollarán en Ahuachapán (25 MW), Berlín (50 MW), San Vicente (54 MW) y Chinameca (54 MW).

Demografía

La población estimada de El Salvador para el año 2014 es de 6 328 196, dentro de su territorio.

Para el año 2007, había un 75 % de población mestiza; 23 % blanca; 0.23 % de indígenas, entre ellos kakawiras (0.07 %), nahua-pipiles (0.06 %), y lencas (0.04 %); también un 0.13 % de población negra; y 0.56 % de otros grupos étnicos.

Es el país más densamente poblado de Iberoamérica.

Con respecto a la población negra, su presencia en el territorio se remonta al inicio de la presencia española, pero se trató de ocultar su existencia en el proceso de configuración de la nación de los siglos XIX y XX, en los que se exaltaba el mestizaje y sus dos orígenes: la raza blanca e india.

Para el caso, el general Maximiliano Hernández Martínez llegó a instituir leyes de razas en la década de 1930 que prohibían la entrada de poblaciones negras al país.

El capítulo III de la ley «Restricciones y limitaciones a la inmigración» de 1933, decía en su capítulo 25: «Se prohíbe la entrada al país, a los extranjeros comprendidos en uno o más de los casos siguientes: a los de raza negra; a los malayos y a los gitanos, conocidos también en el país con el nombre de “húngaros”».

Y el artículo 26 continuaba: «No se permitirá asimismo el ingreso al país de nuevos inmigrantes originarios de Arabia, Líbano, Siria, Palestina o Turquía, generalmente conocidos con el nombre de “turcos”».

Al inicio de año 2004, vivían fuera de El Salvador un aproximado de 3 1 millones de salvadoreños, como inmigrantes en Estados Unidos - la mayoría de forma indocumentada/ilegal-, que es el destino a donde tradicionalmente se dirigen para dejar la precaria situación económica en la que viven o para mejorar sus condiciones de vida.

La segunda comunidad más grande de salvadoreños residiendo en el exterior, es la comunidad de Guatemala que suman unos 111 000, también hay nutridas comunidades salvadoreñas en Canadá, México, Italia, Suecia, España, Australia y Costa Rica.

Tal situación se agrava durante la guerra civil de la década del 80 y posteriormente por condiciones económicas y sociales adversas.

A partir de los acuerdos de paz en enero de 1992, los gobiernos emanados del partido ARENA, realizan una serie de reformas económicas que reclamaba el modelo neoliberal impulsado y apoyado por el Gobierno Federal de los Estados Unidos.

Educación

Alfabetización

En El Salvador, de acuerdo a la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), los hombres tienen una tasa de alfabetización de un 89.8 % y las mujeres de 85.0 %, en promedio, un 11.7 % de la población de todo el país no sabe leer ni escribir.

De acuerdo a datos del gobierno, existen 15 municipios en los que el analfabetismo ha sido erradicado.

Esto implica que al menos el 96% de los habitantes sabe leer y escribir.

Niveles del sistema educativo formal

De acuerdo con la legislación salvadoreña, la educación formal corresponde a los niveles inicial, parvulario, básico, medio y superior.

Pero la ley establece también que la educación inicial, parvularia, básica, media y especial será gratuita y obligatoria.

La educación inicial comienza desde la concepción del niño hasta antes de cummplir los cuatro años de edad.

La educación parvularia tiene una duración de tres años y atiende a niños de cuatro a seis años de edad.

La educación básica se ofrece normalmente a estudiantes de siete a quince años de edad y es obligatoria y también gratuita cuando la imparta el Estado.

Se puede admitir alumnos de seis años, siempre que bajo criterio pedagógico demuestren madurez y aptitud apropiadas de acuerdo a los criterios y mecanismos de evaluación establecidos por el Ministerio de Educación.

La educación básica comprende nueve grados de estudio divididos en tres ciclos de tres años cada uno.

La educación media ofrece la formación en dos modalidades, una general y otra vocacional.

Los estudios de educación media culminan con el grado de bachiller.

El bachillerato general tiene una duración de dos años, mientras que el bachillerato técnico-vocacional es de tres años.

El tiempo de duración del bachillerato nocturno es de tres y cuatro años para las modalidades general y vocacional, respectivamente.

Para obtener el grado de Bachiller es indispensable haber cursado y aprobado el plan de estudios correspondiente, incluyendo el servicio social estudiantil; además de someterse a una prueba obligatoria establecida por el Ministerio de Educación para medir el aprendizaje y las aptitudes de los estudiantes.

Dicho examen, aplicado desde 1997, es conocido con el nombre oficial de Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media (PAES).

Los centros educativos oficiales que imparten la educación media se definen como Institutos Nacionales, mientras que las instituciones privadas son llamadas colegios o liceos.

La educación especial es un proceso de enseñanza-aprendizaje que se ofrece, a través de metodologías dosificadas y específicas, a personas con necesidades educativas especiales.

Educación superior

La Universidad de El Salvador fue fundada el 16 de febrero de 1841, por Decreto Legislativo de la Asamblea Constituyente, emitido a iniciativa del Presidente de la República, Juan Lindo, a quien la comunidad universitaria considera como el fundador de este centro de educación superior, y del general Francisco Malespín, con el objetivo de proporcionar un centro de estudios superiores para la juventud salvadoreña.

En sus primeros años, la Universidad de El Salvador tuvo una existencia precaria, por el escaso apoyo gubernamental que recibía.

Desde la década de 1950, la Universidad de El Salvador se convirtió en el principal referente de pensamiento de la izquierda salvadoreña y fue uno de los núcleos más importantes de oposición a los gobiernos autoritarios y militaristas del país, y fue por esta actitud que muchos de sus estudiantes y catedráticos fueron víctimas de la represión militar.

La primera universidad privada que surge es la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, cuyo antecedente más significativo se remonta a los inicios de la década de los sesenta, cuando Monseñor Luis Chávez y González, Arzobispo de San Salvador, expresó la idea de fundar una universidad católica dirigida por jesuitas, como hay muchas en diferentes países.

Cultura

Cultura popular

La cultura popular de El Salvador comprende tradiciones y costumbres ancestrales, provenientes de las culturas prehispánicas, que se fusionaron con las costumbres españolas.

Los núcleos de población más representativos y tradicionales se localizan en las zonas de los izalcos, nonualcos, alrededores de San Salvador y Cacaopera.

Entre las expresiones materiales del folclore salvadoreño, se incluyen elementos como la artesanía, en la que existen importantes centros de producción en Nahuizalco, La Palma o Ilobasco; y los objetos incluyen diversos tipos de alfarería, cerámica, jarcia, cestería, barro cocido, juguetes, pirotecnia, etc.

En cuanto a la vivienda, según datos del año 2003, en las comunidades indígenas la utilización del techo de paja se consideraba desaparecido, mientras que las paredes de adobe aún perduraban.

En lo que respecta a vestimenta, las prendas tradicionales son utilizadas en su mayor parte en eventos culturales, aunque ocasionalmente puede observarse como parte de la vestimenta diaria en ciertas poblaciones como Izalco, Nahuizalco o Panchimalco.

En el campo de las expresiones sociales, resaltan las cofradías y hermandades, que en El Salvador alcanzan un número de cincuenta y tres.

Las localidades adonde se encuentran las de mayor tradición, incluyen a Izalco, Panchimalco, Jayaque, San Pedro Nonualco, o Santo Domingo de Guzmán; por otra parte, en el comercio popular, existe el tiangue, y sobreviven juegos tradicionales para niños y adultos como el yo-yo, trompo, capirucho, chibolas, palo ensebado, carrera de cintas a caballo, etc.

En la cultura popular concerniente al aspecto espiritual y mental, cabe destacar a las fiestas patronales que tienen lugar en todos los municipios, entre ellas resaltan las de San Miguel, en la que tiene lugar un reconocido carnaval, así como en San Salvador, con las fiestas agostinas, o Santa Ana con las fiestas julias.

Otras expresiones son las danzas, y una breve lista comprende al torito pinto, los historiantes, los chapetones, el tigre y el venado, los emplumados, etc.

También existe un acervo de leyendas y cuentos, siendo representativas la siguanaba, el cipitío, y el cadejo, entre otras.

Gastronomía

El maíz, que es igualmente utilizado por muchos pueblos de América, es el ingrediente principal de la cocina típica salvadoreña.

El platillo por excelencia es la pupusa, que tiene un día nacional que se celebra cada segundo domingo de noviembre.

Otros alimentos populares elaborados de maíz son: las tortillas, muy importantes en la alimentación diaria de los salvadoreños; así como los tamales; variedades de atoles como el de atol de elote, piñuela, shuco o chilate; y bocadillos como las riguas; tustacas y totopostes; y la chicha de maíz como bebida.

Además existen festivales del maíz, también conocidos como atoladas, que son celebrados en el segundo semestre de cada año en diversas poblaciones del país, usualmente en agosto.

Estos festines pueden tener un carácter familiar.

Aparte del maíz, el frijol es otro ingrediente muy utilizado en la cocina salvadoreña.

Otros platillos tradicionales son: gallo en chicha, sopa de gallina, sopa de patas, consomé de garrobo, sopa de frijoles con cerdo y masitas, nuegados de yuca, buñuelos de huevo, yuca con chicharrón, ayote en miel, torrejas en miel, y pan con pavo, entre otros.

También existe una variedad de dulces artesanales, y poblaciones como Santa Ana y San Vicente son importantes en su elaboración.

Se comercializan principalmente en las fiestas patronales del país, y una breve lista comprende: conservas de coco, coco rallado, melcochas, chilacayote, dulce de leche, dulce de nance, dulce de tamarindo, dulce de panela, entre muchos otros.

Otra importante oferta gastronómica tradicional, dentro del pan dulce, incluye la cemita, viejitas, salpores, pichardines, quesadillas de queso, torta de yema, marquesote, etc.

Bebidas tradicionales calientes son el chocolate, el café, leche poleada, y las ya mencionadas que son elaboradas a partir del maíz.

Bebidas frías populares, llamados frescos, son: horchata, tamarindo, cebada, ensalada, arrayán, chan, y el tiste, por mencionar algunos.

Literatura

Durante la época independentista en la provincia de San Salvador predominaba la oratoria, y en los primeros años de la república se desarrolló una etapa Neoclásica cuyos iniciadores fueron Miguel Álvarez Castro, Enrique Hoyos e Ignacio Gómez.

Ya a mediados del siglo XIX existió una primera generación romántica con autores como Juan José Cañas, Francisco Esteban Galindo, y Antonia Galindo.

La segunda corriente romántica tuvo entre sus exponentes a Francisco Gavidia, quien fue también uno de los inciadores del Modernismo en Centroamérica; así como Román Mayorga Rivas, y Vicente Acosta, entre otros.

El final del siglo vio nacer a Alberto Masferrer quien destacó con un pensamiento social, el cual dejó plasmado en su obra periodística, oratoria, y ensayística.

En esa época también figuraban Arturo Ambrogi, notable autor del impresionismo literario; y José María Peralta Lagos, conocido costumbrista.

Poetas de la época fueron: Ramón de Nunfio, Alfonso Espino, Alberto Rivas Bonilla, o Sarbelio Navarrete; y entre los prosistas: Francisco Herrera Velado, Carlos Serpas, Miguel Ángel Espino y Alberto Guerra Trigueros, entre otros.

Literatos de la generación de los años 1910 y 1915 fueron: Alfredo Espino, Vicente Rosales y Rosales, Raúl Contreras, o Julio Enrique Ávila.

A partir de los años 1920 apareció otra generación de autores salvadoreños, entre los que destacan Salvador Salazar Arrué (Salarrué), que es considerado el mejor cuentista salvadoreño; Claudia Lars, una de las mejores voces femeninas de la lírica hispanoamericana del siglo XX; así como Serafín Quiteño, o Lilian Serpas.

Otros autores del siglo XX son: Quino Caso, Pedro Geoffroy Rivas, Hugo Lindo, Alice Lardé de Venturino, Ricardo Trigueros de León, Matilde Elena López, y el fabulista León Sigüenza.

Asimismo, existió el grupo denominado de la « Generación comprometida », que incorporaba a Ítalo López Vallecillos, Waldo Chávez Velasco, Irma Lanzas, Álvaro Menen Desleal, José Roberto Cea, Eugenio Martínez Orantes y Tirso Canales, entre otros; y el Círculo Literario Universitario Salvadoreño de Roque Dalton, Jorge Arias Gómez, Manlio Argueta y Roberto Armijo; tras estas generaciones surgieron poetas como David Escobar Galindo, y provenientes de grupos literarios como Luis Melgar Brizuela, Julio Iraheta Santos o Jaime Suárez Quemain.

Otros literatos contemporáneos son: Horacio Castellanos Moya, Francisco Andrés Escobar, Miguel Huezo Mixco,Berne Ayalá, Jacinta Escudos, Carmen González Huguet, Ricardo Lindo, Rafael Menjívar Ochoa, Otoniel Guevara, Yanira Soundy, Rafael Mendoza y Silvia Elena Regalado, por mencionar algunos.

Artes plásticas

En la rama de la pintura, el primer artista conocido en El Salvador fue Wenceslao Cisneros.

Posteriormente surgieron nombres como Marcelino Carballo, oriundo de Zacatecoluca; y Pascasio González, que también figuró en la arquitectura.

Ya en el siglo XX, artistas con influencia europea fueron: Carlos Alberto Imery, formador de generaciones de pintores; Miguel Ortiz Villacorta, que también tuvo a su cargo una academia; así como Pedro Ángel Espinoza, de origen humilde.

De características costumbristas, surgidos del primer tercio del siglo XX, son el mismo Salarrué, Zelie Lardé y José Mejía Vides.

Notable personaje que dejó escuela en el país fue el español Valero Lecha, formador de reconocidos pintores como: Julia Díaz, Raúl Elas Reyes y Noé Canjura.

Opuestos a la corriente academicista, llamados Los independientes, son: Camilo Minero, Luis Ángel Salinas y Carlos Cañas.

Durante los años 1970, época de agitación social, surgieron varias figuras entre las que se puede mencionar a Roberto Huezo, Armando Solís, Antonio García Ponce, Fernando Llort y César Menéndez, entre otros.

Parte de una fecunda lista de artistas contemporáneos son: Antonio Bonilla, Roberto Galicia, Sonia Melara, Mayra Barraza, y Walterio Iraheta.

En la rama de la caricatura, resalta Toño Salazar, y otros artistas del género son Rigo, Bollani y Ruz.

En el campo de la escultura, resalta el nombre de Valentín Estrada, que es considerado el primer «escultor nacional».

Para los años 1970 ejerció influencia en el país el español Benjamín Saúl; otros escultores son: Enrique Salaverría, Rubén Martínez, Leonidas Ostorga, Negra Álvarez, Tití Escalante, Mauricio Álvarez, Verónica Vides y Guillermo Perdomo.

Música

La música tradicional salvadoreña —que para el caso es interpretada en sus danzas— es producto del mestizaje precolombino, europeo y africano.

En los primeros años de la época republicana eran interpretados en el país coplas, valses, romances y canciones patrióticas, y también surgieron las primeras bandas militares.

En la primera mitad del siglo XX se popularizaron las marimbas, y algunos grupos lograron notoriedad internacional.

Asimismo, fue la época en la que destacaron notables compositores de temas que variaban de lo académico a lo costumbrista, tales como Felipe Soto, Ciriaco de Jesús Alas, David Granadino, Pancho Lara, Lito Barrientos, Luis Alonso Polío, Francisco Palaviccini, y Benjamín Solís; cabe también mencionar a la musicóloga María de Baratta.

Otros intérpretes de música académica son Germán Cáceres, Alejandro Muñoz Ciudad Real, Esteban Servellón, y el maestro de origen rumano Ion Cubicec.

Con el arribo de nuevos géneros musicales, aparecieron las orquestas de baile, y para los año 1960 y 1970 empezaron a proliferar los grupos juveniles, entre los que cabe destacar a los intérpretes del género rock y otros estilos modernos como el heavy metal, existiendo en 2011 ochenta y seis bandas de este estilo con discos grabados.

Por otra parte, en el país se ha consolidado la cumbia salvadoreña.

También en El Salvador existen la Orquesta Sinfónica, así como la Orquesta Sinfónica Juvenil, además de un Coro Nacional.

Prensa

El año 1824 apareció en El Salvador el primer periódico escrito: El Semanario Político Mercantil del presbítero Miguel José Castro y Lara, el cual dejó de publicarse en 1826.

En lo que restaría del siglo los temas políticos y comerciales dominarían las páginas de los periódicos.

A finales de la centuria, y principios del siglo XX, surgieron diversos medios de prensa literaria como el Repertorio Salvadoreño (1891) de la Academia de Ciencias y Bellas Artes de San San Salvador; El Fígaro (1893), adonde colaboraba Arturo Ambrogi, y La Quincena (1903) de Vicente Acosta, entre otros.

Pero es el nicaragüense Román Mayorga Rivas quien aportaría un periodismo ágil y novedoso en Diario del Salvador (1895), por lo que es considerado el fundador del periodismo moderno en el país.

Otro nicaragüense que dejaría huella en varios escritores salvadoreños fue Juan Felipe Toruño, promotor de talentos en páginas literarias.

En los años posteriores aparecieron importantes rotativos como Diario Latino, fundado en 1890 por Miguel Pinto padre.

La Prensa de José Dutriz en 1915, y El Diario de Hoy de Napoleón Viera Altamirano en 1936.

Merecen también nombrarse los periódicos Patria de Alberto Masferrer, así como La Tribuna, en el que colaboraron varios intelectuales.

El año 1966 comenzó a circular El Mundo.

En la época de la guerra y la posguerra, el semanario Primera Plana sentó las bases de un periodismo de investigación.

La Crónica del Dr.

José Napoleón González, y el más reciente Co·Latino, propiedad de una cooperativa de trabajadores, que dirige Francisco Valencia.

En los momentos más actuales, del año 2000 en adelante, han aparecido con bastante dinamismo los medios en línea, es decir, en Internet, como «El Faro», «Diariolatino.net», «Diario1.com», «La Página» y «ContraPunto».

Deporte

A través de una ley general de los deportes, que entró en vigencia en diciembre de 2007, se ha establecido la regulación de la política deportiva en el país y los organismos responsables para tal efecto.

En tal legislación se «declara de interés social y de utilidad pública la organización, promoción y desarrollo del deporte en todo el territorio nacional» (Art.

3).

El principal ente encargado de esta tarea es el Instituto Nacional de los Deportes (INDES), que ya había sido creado en 1980.

Asimismo, esta ley regula las distintas federaciones que son la máxima autoridad para la disciplina pertinente.

Todas deben ser reconocidas por el INDES.

En la actualidad se enumeran 43 instituciones de este tipo.

La normativa reconoce también las funciones del Comité Olímpico de El Salvador.

El deporte más popular del país es el fútbol.

La Selección Nacional local ha clasificado dos veces al campeonato mundial.

A través de su historia, Jorge «Mágico» González ha sido considerado el mejor jugador de esta disciplina.

Sin embargo, es la modalidad de fútbol playa la que ha logrado el mayor éxito en torneos internacionales, ya que ocupó el cuarto lugar en la Copa Mundial de Fútbol Playa FIFA 2011.

Por otro lado, en Juegos Olímpicos el país ha estado presente desde 1968.

En Juegos Panamericanos el mejor desempeño ha sido en la justa de Río de Janeiro 2007, destacando la medalla de oro de la marchista Cristina Esmeralda López.

Entre otros logros relevantes, el arquero Jorge Jiménez alcanzó la cima del ranking mundial de la FITA en 2007.

En lo relativo a competencias internacionales organizadas por El Salvador, destacan los Juegos deportivos centroamericanos y Juegos Centroamericanos y del Caribe, ambos realizados en dos ocasiones.

Asimismo, las respectivas federaciones han desarrollado eventos relativos a su competencia.

Religión

La Constitución de El Salvador garantiza el libre ejercicio de todas las religiones.

La misma carta fundamental reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia católica, mientras que las demás iglesias pueden obtener, conforme a las leyes, el reconocimiento de su personalidad (art.

26).

Históricamente el país ha tenido una marcada mayoría católica, de acuerdo a diferentes encuestas, esta realidad ha ido cambiando, en 1995, un 16.8 % de la población se consideraba cristianos evangélicos, mientras que para el año 2008 el porcentaje había aumentado hasta 34.4 %, en contraste la población católica se encuentra en disminución, pasando de un 67.9 % en 1995, hasta un 50.4 % de acuerdo a un sondeo de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas del año 2009 (esta encuesta difiere en el número de cristianos evangélicos, estimándolos en un 38.2 % de la población del país; 2.5 % a pertenecía a otra religión; mientras que el 8.9 % aseveraba no tener religión).

Los grupos cristianos no protestantes en El Salvador son la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los testigos de Jehová, y la Comunidad de Cristo; y doctrinas no cristianas, como el bahaísmo, islamismo, budismo, judaísmo, grupos relacionados con el hinduismo, rosacrucismo, movimientos psíquico-espiritualistas de la Nueva Era, y religión popular o sincrética de tradiciones nativas y catolicismo.

Días festivos

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Comentarios:

2015-08-10 No deis nunca, nunca, nunca, por muerto al Madrid. Es un eqpuio que triplica al Bare7a en Copas de Europa y lo dobla en Ligas. Esto es una realidad. Sf3lo con eso nuestro orgullo es infinito. Estamos hablando del mejor quipo del mundo...

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