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Estonia

Estonia

Estonia, oficialmente República de Estonia (en estonio: Eesti Vabariik), es una república báltica situada en el norte de Europa.

Desde 2004 forma parte de la Unión Europea (UE) y de la OTAN.

Limita al sur con Letonia, al este con Rusia, al norte con el golfo de Finlandia y al oeste con el mar Báltico.

El pueblo estonio es étnica y lingüísticamente hermano del finés y tiene lazos históricos y culturales con los países nórdicos al igual que los otros dos países bálticos, esto a pesar de que los países nórdicos no les reconocen todavía su adscripción a este grupo, aunque están en negociaciones para adherirse al Consejo Nórdico, siendo los países miembros observadores del bloque nórdico.

Estonia adoptó el euro el 1 de enero de 2011.

Historia

Prehistoria y Edad Antigua

El poblamiento más antiguo de Estonia parece remontarse al deshielo de la última era glacial hace aproximadamente 13 000 años.

El asentamiento más antiguo del que se tiene constancia es el asentamiento de Pulli, en la ribera del río Pärnu, cerca de la actual ciudad de Sindi, en la Estonia meridional.

Según las pruebas de radiocarbono, este data de hace 11 000 años, al principio del milenio XI a. C.

Se han hallado restos de utensilios de piedra y hueso pertenecientes a comunidades dedicadas a la caza y la pesca, cerca de la ciudad de Kunda en el norte de Estonia, que datan del año 6500 a. C.

La cultura de Kunda pertenece al período mesolítico y se extiende además por el norte de Letonia y el sur de Finlandia.

Estonia fue poblada por pueblos del grupo finougrio desde la prehistoria; se desconoce la fecha aunque se presupone que esos grupos habrían estado presentes como mínimo en el I milenio a.

C..

El final de la Edad de Bronce y el comienzo de la Edad de Hierro supuso un período marcado por grandes cambios culturales.

El más significativo fue la aparición de la agricultura, que ha seguido constituyendo la base de la economía y de la cultura estonia.

La agricultura se fue expandiendo entre los siglos V y I a. C.

y la población creció.

Las influencias culturales del Imperio romano también llegaron hasta Estonia en este período, que es conocido como la edad de hierro romana.

Durante la Edad de Hierro se sucedieron ataques provenientes de tribus bálticas, que se adentraron en el país tanto por la frontera terrestre como por la marítima.

Existen varias sagas escandinavas referidas a estas campañas contra Estonia.

Los piratas estonios efectuaron a su vez incursiones similares, por ejemplo, tomando parte en el saqueo e incendio de la ciudad sueca de Sigtuna en 1187.

Edad Media

A principios del siglo XIII, Estonia estaba dividida en ocho grandes condados: Saaremaa, Läänemaa, Rävala, Harju, Viru, Järva, Sakala, Ugandi y otros condados más pequeños.

Mediante una reunión de representantes de varios condados se estableció un Estado en el que se profesaba una religión pagana centrada en la deidad Tharapita.

En el transcurso de ese siglo, alemanes y daneses colocaron el país bajo su influencia.

La orden militar de los Hermanos Livonios de la Espada conquistó el sur de Estonia introduciendo el cristianismo.

En 1227 Dinamarca tomó posesión del norte, que conservaría hasta 1346.

Los mercaderes de la Liga Hanseática monopolizaron el tráfico de los puertos estonios.

Después del tratado de Marienburg (1347), Estonia es comprada por 19 000 marcos de plata por los caballeros teutones.

En 1343, la población del norte y de la isla de Saaremaa se alzó contra los alemanes en el Levantamiento de la noche de San Jorge, que fue reprimida y el «rey» rebelde de Saaremaa, Vesse, fue ahorcado en 1344.

Después se sucederían intentos de invasión por parte rusa en 1481 y 1558.

La Orden Teutónica, al abrazar en 1524 la Reforma protestante, introduce en Estonia el luteranismo.

El país quedará en poder de los caballeros teutónicos, si bien formalmente pertenece al Gran Ducado de Lituania hasta 1561, año en que Suecia se adueña del país, aunque respetando la existencia de los terratenientes feudales germánicos.

Edad Moderna

En 1561, el distrito Reval (actual Tallin) se puso voluntariamente bajo la protección de Suecia y, como resultado de la Guerra Livona (1558-1582), el norte de Estonia es sometida al control sueco, mientras que el sur pasa a Polonia durante un breve período en la década de 1580.

En 1625, la totalidad del territorio quedó sometido al reino sueco.

Estonia fue dividida administrativamente entre las provincias de Estonia en el norte y Livonia, que comprendía además del sur de Estonia, el norte de Letonia, división que perdurará hasta principios del siglo XX.

En 1631, el rey sueco Gustavo II Adolfo forzó a la nobleza a conceder mayores derechos al campesinado, aunque la servidumbre siguió existiendo.

Al año siguiente se estableció una imprenta y una universidad en la ciudad de Dorpat (actual Tartu); este período es conocido en la historia estonia como «la antigua buena época sueca».

Tras la Gran Guerra del Norte (1700-1721), el imperio sueco perdió Estonia, que pasó a manos rusas (en 1710 de facto, y en 1721 mediante el tratado de Nystad).

Sin embargo, la clase alta y la clase media-alta seguirán siendo sobre todo de origen báltico-germano.

La guerra diezmó a la población de Estonia, que se recuperaría rápidamente.

Y aunque inicialmente los derechos de los campesinos se vieron debilitados, la servidumbre fue abolida en el año 1816 en la provincia de Estonia y en 1818 en la de Livonia.

Siglo XIX

Como resultado de la abolición de la servidumbre y del progresivo acceso a la educación de la población nativa de habla estonia, surge en el siglo XIX un fuerte movimiento nacionalista estonio, que se manifiesta en un principio a nivel cultural, en el cual se desarrolla la literatura, el teatro y la música estonios, contribuyendo a la formación de la identidad nacional estonia.

Entre los líderes del movimiento se destacó Johann Voldemar Jannsen.

Algunos logros importantes de este movimiento serán la publicación de la epopeya nacional, Kalevipoeg, en 1862, y la organización del primer festival nacional de la canción en 1869.

La Universidad de Tartu fue el principal foco de estos movimientos.

En respuesta al período de rusificación, iniciado por el Imperio ruso en 1890, el nacionalismo estonio adquirió tintes más políticos, con intelectuales que pedirán primero una mayor autonomía y, más tarde, la independencia del Imperio ruso.

Independencia y Segunda Guerra Mundial

En 1904 los nacionalistas estonios tomaron el control de Tallin, desplazando a los gobernantes de origen alemán.

Tras la caída del zar Nicolás II de Rusia, en febrero de 1917, una manifestación de 40 000 estonios en Petrogrado forzó al Gobierno Provisional a otorgarles la autonomía.

En noviembre de 1917, en la elección de una Asamblea Constituyente, los bolcheviques estonios solo obtuvieron el 35.5 % de los votos, por lo que procedieron a tomar el poder por la fuerza.

El 24 de febrero de 1918 Estonia declaró su independencia de Rusia e instaló un gobierno provisional, pero los alemanes ocuparon Tallin y el gobierno estonio fue obligado a exiliarse.

Tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial comenzó la Guerra de Independencia de Estonia.

En febrero de 1919 los estonios derrotaron al Ejército Rojo y en noviembre del mismo año a las tropas de mercenarios alemanes.

El 2 de febrero de 1920 la joven Unión Soviética reconoció por el Tratado de Tartu la derrota militar y la independencia del país.

Un año después, Estonia entró en la Sociedad de Naciones.

La crisis económica de la década de 1930 llevó a Estonia a pasar de una democracia parlamentaria a un régimen casi dictatorial en 1933.

El Riigikogu (parlamento estonio) fue disuelto en 1934, y en 1937 se transformó en un sistema presidencialista-parlamentario, por lo que el país fue gobernado mediante decretos por Konstantin Päts, presidente desde 1938.

Los protocolos secretos del Pacto Soviético-Alemán, firmados en 1939 por los cancilleres Molotov y Ribbentrop, establecieron que Estonia y sus dos vecinos bálticos, Letonia y Lituania, quedarían en la zona de influencia soviética.

Al mismo tiempo, Tallin firmó un tratado de asistencia mutua con Moscú que incluía la instalación de bases navales soviéticas y la presencia de 25 000 soldados del Ejército Rojo en territorio estonio.

En junio de 1940, luego de dar un ultimátum y exigir el ingreso de tropas en territorio estonio, con motivo de una supuesta desaparición de soldados, Stalin depuso al gobierno de Tallin y lo sustituyó por miembros del Partido Comunista de Estonia, que asumió el poder tras unas elecciones celebradas en medio de la ocupación, sin garantías democráticas, ya que solo se permitieron candidaturas afines a los comunistas.

El nuevo gobierno adoptó el nombre de República Socialista Soviética de Estonia y se incorporó voluntariamente a la URSS.

Estados Unidos, Reino Unido y otros países occidentales consideraron esta anexión como un acto ilegal (siguiendo la doctrina Stimson), por lo que continuaron manteniendo relaciones diplomáticas con los representantes del gobierno de Estonia en el exilio, y no reconocieron a la RSS de Estonia como parte de la Unión Soviética.

Este hecho fue utilizado como base para las posteriores reclamaciones de independencia en los últimos años de la URSS.

Cuando comenzó la Operación Barbarroja contra la URSS se alistaron cerca de 34 000 jóvenes estonios en el Ejército Rojo.

Menos del 30 % de ellos sobrevivieron a la guerra.

Centenares de presos políticos, que las autoridades soviéticas no pudieron evacuar debido al colapso del sistema ferroviario, fueron ejecutados.

Entre 1941 y 1944 se sucedió la ocupación de Estonia por la Alemania Nazi.

Aunque la mayoría de los estonios percibieron inicialmente a los alemanes como libertadores y esperaban que estos restauraran su independencia o les otorgaran un cierto grado de autonomía, pronto fueron observando que eran solo otra fuerza de ocupación.

Los Estados bálticos fueron incorporados a la provincia alemana de Ostland y gobernados directamente por Berlín, devaluando la moneda local e introduciedo el marco alemán.

Muchos estonios se alistaron como voluntarios en Finlandia, formando el Regimiento 200 AKA de infantería del Ejército finlandés (en estonio: soomepoisid, ‘los chicos de Finlandia’) en la lucha que los finlandeses mantenían contra los soviéticos.

En 1944 Finlandia salió de la guerra y los soldados del regimiento 200 volvieron a Estonia para continuar su lucha, de los cuales muchos fueron reclutados para las fuerzas armadas alemanas (incluyendo las Waffen-SS).

Tras la Batalla de Narva las fuerzas soviéticas reconquistaron Estonia en el otoño de 1944.

Ante la inminente ocupación, 10 000 estonios deciden huir junto con los alemanes hacia Finlandia y Suecia.

Dada la colaboración de Estonia con el régimen nazi en su lucha contra los soviéticos, existen dilemas históricos no resueltos que han sido denunciados por el Centro Simon Wiesenthal, que ha acusado a Estonia de no condenar abiertamente el régimen nazi, de no colaborar en la persecución de nazis, de glorificación del nazismo como libertador y de pretender reescribir la Historia, intentando minimizar las atrocidades nazis.

Etapa soviética

El régimen soviético implantó la industrialización y la colectivización forzada del campo.

La minoría alemana fue expulsada al igual que la sueca.

Unos 80 000 estonios emigraron a Occidente y alrededor de 20 000 fueron deportados entre los años 1945 y 1946.

La colonización rusa, sumada a los estragos demográficos de la guerra, alteró la composición étnica tradicional de la población.

La tercera ola de deportaciones en masa tuvo lugar en 1949, cuando se calcula que fueron enviados a Siberia otros 40 000 estonios, en su mayoría productores que se resistían a la colectivización forzada impuesta por las autoridades.

La mitad de los deportados murieron, mientras que la otra mitad no pudo volver hasta los años 60.

Esta situación dio origen a la formación de una guerrilla en la década de 1950 contra las autoridades soviéticas en Estonia, los «hermanos del bosque», compuesta principalmente por veteranos estonios y finlandeses, así como por algunos civiles.

Otro aspecto del régimen soviético fue la militarización.

La mayor parte de la costa y todas las islas fueron declaradas «zonas fronterizas», y el acceso a los no residentes quedó supeditado a la obtención de un salvoconducto.

Una importante instalación militar era la ciudad de Paldiski, que en 1962 pasó a ser un centro de entrenamiento de submarinos nucleares de la Marina Soviética.

Con sus dos reactores nucleares basados en tierra, y sus 16 000 personas empleadas, era la mayor instalación de su clase de toda la Unión Soviética.

También se desarrolló la rusificación de Estonia: durante los 45 años de ocupación, aproximadamente medio millón de rusoparlantes fueron trasladados a Estonia por la administración para implantar la industrialización y la militarización.

En este marco, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 hubo en la ciudad de Tallin (donde tenían lugar las regatas) protestas en contra de las políticas migratorias de la Unión Soviética.

En lo económico, la dominación soviética repercutió negativamente en el crecimiento económico de Estonia, siendo casi nulo en comparación con otras economías de su entorno, como la finlandesa o la sueca, con las que Estonia estaba a la par antes del comienzo de la II Guerra Mundial.

Al amparo de la Perestroika, las manifestaciones nacionalistas se multiplicaron a partir de 1986, impulsadas por el grupo de defensa de los derechos humanos Carta 1987.

El Frente Popular de Estonia, creado el 1 de octubre de 1988, canalizó las aspiraciones nacionalistas y triunfó en las elecciones para el Congreso de los Diputados del Pueblo de la Unión Soviética (26 de marzo de 1989), y el estonio remplazó al ruso como idioma oficial.

En agosto de 1989, unos dos millones de estonios, letones y lituanos formaron, en la mayor manifestación de la Revolución Cantada, una cadena humana de más de 560 km, desde Tallin hasta Vilna, para exigir la independencia de los Estados bálticos.

Moscú aceptó la autonomía económica de la república el 27 de noviembre.

Independencia

Una convención de representantes estonios aprobó en febrero de 1990 la Declaración de Independencia en base al Tratado de Tartu.

El FPE y otros grupos nacionalistas conquistaron una amplia mayoría del parlamento en las elecciones de mayo de 1990.

El líder nacionalista moderado Edgar Savisaar presidió el primer gobierno surgido de elecciones desde 1940.

El 8 de mayo se readopta el nombre de «República de Estonia» y se proclama la restauración de la independencia, aplazada y declarada ilegal por Moscú, pero ratificada en referéndum en marzo de 1991.

Después de los sucesos de agosto de 1991 en la Unión Soviética, el parlamento volvió a proclamar la independencia el 20 de agosto bajo la amenaza de los tanques soviéticos.

La independencia fue reconocida en primer lugar por Islandia y pronto siguieron los países de la Comunidad Europea y los Estados Unidos.

Fue aceptada por la Unión Soviética el 6 de septiembre de 1991.

Estonia ingresó en la ONU y la CSCE y estableció la corona como unidad monetaria.

En enero de 1992, Savisaar y su gobierno renunciaron ante el aumento de las críticas a su política económica.

El parlamento designó entonces al ex ministro de Transportes, Tiit Vahi, como nuevo presidente.

Estonia tuvo que racionar el consumo de alimentos y combustibles, dado que Rusia aplicó restricciones y elevó el precio de sus productos.

El 20 de junio de 1992, un referéndum ratificó la Ley Fundamental (basada en la de 1938).

En septiembre fue elegido el Riigikogu (Parlamento estonio).

El 5 de octubre, Lennart Meri fue electo presidente de Estonia al frente de una coalición.

Dos días más tarde entró en vigencia la nueva Constitución.

En junio de 1993 se produjo un serio conflicto al aprobarse un riguroso estatuto nacionalista, que restringía los derechos civiles de la minoría rusa (30 % del total).

Rusia reaccionó cortando el suministro de petróleo, y el Parlamento enmendó los artículos más polémicos (8 de julio).

Las tropas rusas terminaron de evacuar el país el 31 de agosto de 1994.

La coalición que había dirigido Estonia desde la salida de la ex Unión Soviética fue derrotada en las elecciones de marzo de 1995.

El nuevo primer ministro, Tiit Vahi, provocó una polémica por el número de excomunistas en su gobierno.

En octubre su gabinete debió renunciar por acusaciones de corrupción contra el ministro del Interior.

Se formó un nuevo gobierno con miembros del Partido de la Reforma (PR).

Mart Laar fue designado primer ministro en marzo de 1999.

Una vez superados los problemas con la minoría rusa, Estonia y Rusia firmaron en abril de 2001 un acuerdo bilateral de comercio y cooperación económica.

Alegando traición del PR al otorgarle este partido la alcaldía de Tallin a la oposición, Laar renunció a su cargo en enero de 2002.

Durante su gestión, Estonia, además de ser la exrepública soviética con economía más sólida, comenzó gestiones para ingresar en la Unión Europea.

En 2003 se celebró un plebiscito en el que 66,9% de los votantes se pronunció a favor del ingreso a la Unión Europea.

Los presidentes de Estonia y Chipre firmaron en enero de 2004 dos acuerdos de cooperación, uno sobre educación y cultura, y otro con el fin de combatir el crimen organizado.

Esto fue interpretado por analistas internacionales como una nueva era en las relaciones de Estonia con los países del Mediterráneo.

Estonia entró en la OTAN el 29 de marzo de 2004, y el 1 de mayo de 2004 ingresó, junto con otros nueve países, como miembro pleno en la Unión Europea, extendiéndose a 25 la cantidad total de miembros de la Unión.

Tras un voto de no confianza recibido por el ministro de Justicia, debido a cuestionamientos en el manejo del programa anticorrupción, el primer ministro Parts dimitió en marzo de 2005.

En abril, fue nombrado premier Andrus Ansip, del centro derechista Partido Reformista Estonio.

El 9 de mayo de 2006, día de Europa, el Parlamento estonio ratificó el Tratado Constitucional Europeo por 73 votos contra 1.

De esta forma, el país se convirtió en el decimoquinto Estado miembro en ratificar la Constitución Europea.

Una semana después, Estonia se retiró voluntariamente de su carrera por ingresar en 2007 a la zona euro, debido a los altos niveles de inflación.

Estonia adoptó el euro el 1 de enero de 2011.

La capital de Estonia es Tallín.

Gobierno y política

Estonia se rige por el sistema republicano de gobierno, con un presidente elegido por cinco años por el parlamento unicameral.

El gobierno o poder ejecutivo es ejercido por el primer ministro, designado por el presidente, junto con otros 14 secretarios de Estado.

El Poder Legislativo se encuentra radicado en el Riigikogu o Asamblea de Estado, compuesto por 101 miembros elegidos en base al sistema proporcional.

Sus integrantes son elegidos por un período de cuatro años.

Por su parte, el Poder Judicial está compuesto por tribunales de primera y segunda instancia, encima de los cuales se encuentra la Riigikohus o Corte Nacional, con 19 miembros vitalicios elegidos por el Parlamento de una propuesta del Presidente.

Estonia se ha convertido en uno de los primeros países con voto electrónico, tanto para las elecciones presidenciales como para las parlamentarias.

Derechos humanos

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia en los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Estonia ha firmado o ratificado:

Organización político-administrativa

El país se encuentra dividido en 15 condados (en estonio: maakond, pl.

maakonnad).

Geografía

El área de Estonia incluye una pequeña porción de tierra en la ribera meridional del golfo de Finlandia y más de 1500 islas del mar Báltico, entre las que destacan Saaremaa y Hiiumaa, situadas frente al golfo de Riga.

Limita al norte con el golfo de Finlandia y al oeste con el mar Báltico.

Al este, el lago Peipus y el río Narva constituyen la mayor parte de la frontera con Rusia; al sur limita con Letonia, cuya frontera no se basa en ningún accidente geográfico destacable.

Es mayor que muchos países europeos, como Dinamarca o Suiza.

Su superficie es de 45 226 km², similar, por ejemplo, a la de los Países Bajos.

Los depósitos de Pizarra bituminosa y de piedra caliza, así como los bosques que cubren el 47 % del territorio, desempeñan un papel clave en la economía del país, que es pobre en recursos.

Dentro de la Estonia continental existen también dos unidades diferenciadas: una zona compuesta por bajas llanuras, situadas en la mitad occidental de la Estonia continental y en la franja costera del golfo de Finlandia, y otra algo más elevada situada en la mitad oriental.

El litoral estonio es muy recortado y su longitud es de 3780 km, de los cuales 1242 km se encuentran en el continente y 2540 km se reparten entre las islas.

La costa posee numerosas bahías, estrechos y ensenadas y es principalmente baja, exceptuando los acantilados del norte de Estonia y los acantilados de Estonia occidental en la costa norte de las islas Saaremaa y Muhu.

Estonia es un país muy llano en el que abundan los humedales.

Su máxima altura es el Suur Munamagi, de apenas 318 m.

De su geografía destacan dos grandes lagos: el Vorts y el Peipus —el cuarto mayor de Europa—.

El clima es continental -húmedo, con veranos templados e inviernos fríos.

El influjo del Báltico modera la temperatura y aporta mucha humedad.

La isla de Ruhnu en el centro del golfo de Riga es la única isla que no se encuentra dentro de la zona costera próxima a Estonia.

Está situada a 70 km al sureste de Kuressaare.

Posee una extensión de 11.9 km².

Su altitud máxima la alcanza con la colina de Haubjerre 29 msnm.

Y su costa carece de la articulación característica del resto de las islas estonias.

Las islas ocupan el 9.2 % de la superficie de Estonia y se caracterizan por ser predominantemente llanas y boscosas.

Las mayores islas se ubican en las aguas occidentales, dentro del conocido como archipiélago estonio.

Acantilado de caliza de la costa norte.

La isla de Osmussaar.

El 5.6 % del territorio de Estonia está cubierto de pantanos.

La mitad del país está ocupado por bosques.

Hidrografía

La hidrografía estonia viene determinada por el clima y el tipo de suelo.

El clima de tipo atlántico continental favorece que los ríos mantengan un régimen de alimentación pluvionival con un máximo de volumen en primavera y otro algo menor en otoño.

Debido a que las elevaciones estonias están situadas en la mitad oriental del país y lo recorren de norte a sur, los ríos se dividen entre los que toman dirección este oeste, cuenca hidrográfica de Estonia occidental, y los que toman dirección oeste este, cuenca hidrográfica de Estonia oriental.

En el extremo sureste la cuenca de Koiva, que cubre una pequeña superficie, no sigue ninguna de las dos anteriores sino que sus ríos fluyen hacía el sur.

Las alturas de Pandivere constituyen un auténtico surtidor fluvial desde donde fluyen los principales ríos estonios.

Situadas de sur a norte las principales cuencas hidrográficas de Estonia son en el oeste, las de Parnu, Matsalu y Harju.

Y en el este, la del lago Võrtsjärv, la del lago Peipus y la de Viru.

Una característica definitoria de la hidrografía estonia es la abundancia de lagos, la mayoría situados al sureste del país.

El número de lagos es superior a 1400 si se contabilizan los naturales y los pantanos, y suponen un 4.6 % del territorio de Estonia.

La mayoría son pequeños y poseen una superficie inferior a los 100 km², que solo dos lagos superan, el lago Peipus, al este, con 3555 km², compartido con Rusia, y el lago Võrtsjärv o Võrtsjärv en el centro que con una superficie de 270 km² es el segundo mayor lago del país, y el mayor que se encuentra dentro de las fronteras estonias.

Clima

Estonia se encuentra en la parte norte de la zona templada y en la zona de transición entre el clima atlántico y el continental.

Por lo que tanto la influencia del océano Atlántico como la del continente euroasiático interactúan modificando el clima.

La corriente cálida del Atlántico Norte que afecta a los países nórdicos también influye en Estonia.

Además, a nivel más local, la influencia del mar Báltico provoca diferencias significativas entre el clima costero y el clima interior.

Estonia tiene un clima templado, con las cuatro estaciones del año bien diferenciadas y con la misma duración.

La temperatura media anual de Estonia se encuentra entre los 4.3 °C y los 6,5 °C.

Los factores que más influyen en la temperatura local, aparte de la latitud, son la distancia al mar y el relieve, la temperatura entre la costa y el interior difiere ligeramente en verano y de una forma más acentuada en invierno, así tenemos que en julio, el mes más cálido del año, la temperatura media varia de los 16.3 °C en las islas bálticas, a los 17.1 °C en el continente, y en febrero, el mes más frío en las islas bálticas se alcanzan de media -3.5 °C, y en el continente -7.6 °C.

Las precipitaciones medias son de 568 milímetros por año, las mayores precipitaciones son las caídas al final de verano, bajando en otoño e invierno.

Las zonas que registran mayor cantidad de precipitaciones son las tierras altas del este que están más alejadas de la costa.

La precipitación máxima registrada en 24 horas fue de 148 mm.

La máxima mensual de 351 mm.

Y la máxima anual de 1157 mm.

Economía

Dado el crecimiento económico negativo de los primeros años de independencia, causado en parte por las dificultades de la transición a un sistema de economía de mercado, Estonia ha apostado a la liberalización de la economía: estimuló a la inversión extranjera, privatizaciones y mayor cooperación con Finlandia.

Más de la mitad de su comercio exterior lo realiza con la Unión Europea, en la que ingresó en mayo de 2004.

Las principales exportaciones de Estonia son maquinaria, gama electrónica, madera y textiles, Estonia es uno de los mayores exportadores de casas de madera.

La privatización de empresas está casi completa, solo el puerto y las centrales eléctricas principales que permanecen en las manos del gobierno.

Estonia está principalmente influenciada por los desarrollos en Alemania, Finlandia y Suecia, sus principales socios comerciales.

Desde 1996 el gobierno apostó decididamente por las tecnologías de la información, lanzando el proyecto Tiigrihüpe para informatizar las escuelas y mejorar el acceso de la población a la tecnología.

Estonia está a la cabeza de Europa en penetración de Internet y telefonía móvil, y el sector de las TIC tiene hoy en día gran relevancia en el PIB del país.

Sin embargo, su cercanía a Rusia y sus constantes roces por los problemas con la población de origen ruso (25 % del total) hacen inestable y riesgosa su situación geopolítica y desalientan muchas inversiones.

El pequeño tamaño del país y su población traban emprendimientos que necesitan mayores recursos humanos calificados y muchas empresas tecnológicas deben migrar a otros países en busca de ellos.

El comercio del turismo y del tránsito también hace contribuciones importantes a la economía, que crece a un ritmo del 11 % anual y ya representa un 7 % del PIB.

Finlandia y Suecia están entre los socios más importantes de Estonia en comercio, inversión y turismo.

Estonia continúa siendo lo que describe el FMI como «ejecutante excepcional entre las economías de la transición», vigilada por una comisión bilateral que vela por el crecimiento estable y fuerte, los pagos internacionales, la estabilidad monetaria y la transparencia económica.

El sistema bursátil de Estonia se gestiona a través de OMHEX, el gigante báltico que controla las bolsas de Tallin y Helsinki, y Nokia, que además llevan conjunta la seguridad informática desde mayo de 2001.

En los últimos años la economía de Estonia disfruta de uno de los mayores crecimientos de la Unión Europea.

Demografía

Al año 2007, Estonia tenía una población de 1 315 000 habitantes.

El idioma oficial es el estonio.

La esperanza de vida es de 72 años.

El 99.8 % de la población está alfabetizada.

El promedio de hijos por mujer es de tan solo 1.66, lo cual está provocando que su población se reduzca un 0.04 % cada año.

Entre 1945 y 1989 la proporción de la población étnicamente estonia dentro de los límites geográficos actuales cayó desde el 96 % hasta el 61 %, sobre todo debido al programa soviético que promovía la inmigración masiva de trabajadores industriales urbanos de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, así como por las ejecuciones, la emigración en tiempo de guerra y las deportaciones en la era de Stalin.

En la década siguiente a la restauración de la independencia, la emigración a gran escala de los rusos étnicos y la retirada de las bases militares rusas en 1994 reequilibraron la situación, y los estonios pasaron del 61 % al 69 % en 2006.

Los estonios constituyen el grupo más importante de la población (69 %), formada también por una amplia minoría rusa (25 %) y colectivos de otras repúblicas de la antigua Unión Soviética, como ucranianos, bielorrusos, etc.

Las tirantes relaciones entre habitantes de origen estonio y ruso han empeorado por la política antirrusa.

Así, el 27 de abril de 2007 el Gobierno de Estonia decidió trasladar el monumento al Soldado Libertador en la capital de la república.

Los disturbios provocados por este hecho dejaron un saldo de un muerto, 44 heridos y cientos de detenidos la madrugada del mismo día.

Es muy controvertida la situación de los llamados «no ciudadanos» (o «pasaportes grises»), que tienen reconocida la residencia legal en Estonia pero no la ciudadanía estonia (o rusa).

De hecho sumando a los «no ciudadanos» (mayoritariamente de origen ruso) y los residentes en Estonia con la ciudadanía rusa resulta que entre un quinto y un cuarto de los residentes no tienen derecho a voto en las elecciones generales (aunque sí en las municipales).

Amnistía Internacional y varias ONG locales reiteradamente han denunciado el acoso con test de idioma estonio a trabajadores de origen ruso (desde conductores de taxi a profesores universitarios).

El número de residentes de origen no estonio o «ciudadanos de segunda clase» (con pasaportes de apátridas emitidos por Estonia) que adquieren la ciudadanía estonia tras seguir procesos de naturalización está en constante aumento, reduciendo este problema aun cuando se acusa al estado de no financiar adecuadamente a los pobres que son mayoritariamente rusohablantes (una clase de estonio llega a costar como veinte jornales).

Los estonios tienen lazos fuertes con los países nórdicos y Alemania que provienen de las fuertes influencias culturales y religiosas ganadas durante los siglos de dominio danés, alemán y sueco.

Es una sociedad altamente letrada que pone un fuerte énfasis en la educación, que es obligatoria hasta la edad de dieciséis años.

Existen problemas de desempleo y subempleo de recién egresados.

El primer libro estonio conocido fue impreso en 1525.

La densidad de población (28 hab./km²) es la más baja de las tres repúblicas bálticas, y el crecimiento vegetativo es negativo (-1.5 %).

Solo el 16 % de los estonios declara creer en algún dios, mientras que el 54 % declara creer en algún tipo de fuerza o espíritu y el 26 % no creer en nada.

Según otras fuentes el 6.1 % es no creyente, las estadísticas del gobierno arrojan una proporción muy similar (6.11 % al referirse a los ateos).

La religión tradicional de los estonios es la cristiana luterana, mientras que la minoría rusa es mayoritariamente cristiana ortodoxa.

Localidades más pobladas

Tallin Tartu

Narva Pärnu

Residencia virtual

Estonia se convirtió el 1 de diciembre del 2014 en el primer país del mundo en ofrecer la residencia virtual.

Por 50 euros, el Estado asegura así a los ciudadanos la posibilidad de realizar cualquier trámite vía online, sea bancario, gubernamental, para pedir autorización para un evento público o permisos sanitarios.

Incluso la firma digital tiene el mismo valor que la manuscrita.

Cultura

La única lengua oficial en Estonia es el estonio.

No obstante, en torno a un cuarto o un tercio de la población estonia es rusoparlante.

El no reconocimiento de su tradición rusa genera constantes roces culturales con la población de esa etnia que a su vez se traslada a las relaciones con Rusia.

Literatura

El folclore de Estonia ha sobrevivido, mediante la transmisión oral, siglos de dominación extranjera, abarcando canciones, poesías sobre el transcurrir de las estaciones del año, el trabajo de los campesinos, la vida familiar, el amor y los mitos.

Las canciones rúnicas son las que se transmitieron más antiguamente, remontándose su origen al siglo I a. C.

Los primeros escritos en lengua estonia son catecismos; para el católico de Johannes Kievel se ha supuesto la fecha de 1517; de 1535 data uno luterano.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la literatura estonia se dividió en dos durante casi medio siglo.

Una serie de escritores importantes pasaron los años de la guerra en Estonia y huyeron en 1944 a Alemania (Visnapuu) o Suecia, tanto directamente como a través de Finlandia (Suits, Under, Gailit, Kangro, Mälk, Ristikivi).

Muchos de los que se quedaron y no se doblegaron a la ideología soviética bien murieron en Siberia (Talvik y Hugo Raudsepp), bien sufrieron una combinación de represión, prohibición de publicar y exilio interior (Tuglas, Alver, Masing).

El primer autor del siglo XIX, Kristjan Jaak Peterson (1801-1822), fue estudiante de la universidad de Tartu /Dorpat.

A pesar de ser considerado el padre de la poesía moderna estonia, nunca vio impresos sus poemas en vida, aunque tres poemas suyos se imprimieron en alemán en 1823.

Los poemas fueron editados 100 años después de su muerte.

Uno de los proyectos que Peterson acabó en vida fue la traducción al alemán del Mythologia Fennica (‘Mitología de Finlandia’) de Kristfrid Ganander, un diccionario de mitología, cuyo original en sueco había sido editado en 1789.

La traducción del diccionario de Ganander tuvo muchos lectores en Estonia y en el extranjero, convirtiéndose en una fuente importante de inspiración e ideología nacional de la literatura temprana estonia.

Su influencia se extendió incluso hasta principios del siglo XX.

El impacto de Franz Kafka en la literatura estonia influiría en las obras de Arvo Valton (1935), con la novela Rataste vahel (En rodaje, 1966); Enn Vetemaa (1936) y Mati Unt (1943), autor de Võlg (La culpa, 1964), publicada en Canadá en 1966, Hüvasti, kollane kass (Adiós, gato amarillo, 1963) y el drama Phaeton, päikese poeg (Faetón, hijo del sol, 1968).

Menos importantes fueron Uno Laht (1924) y Ellen Niit (1928).

La literatura moderna de Estonia comenzó a desarrollarse a principios del siglo XIX con la poesía de Kristjan Jaak Peterson.

El poema épico nacional Kalevipoeg (‘Hijo de Kalev’), que fue escrito por Friedrich Reinhold Kreutzwald a mediados de ese siglo inspirado en el poema épico finlandés Kalevala, recoge cuentos, leyendas y versos cantados.

La lírica experimenta en esta época un auge con poetas como: Lydia Koidula que publica en 1867 El ruiseñor de Emajõgi; Johannes Barbarus, autor de El hombre y la esfinge.

A principios del siglo XX, los escritores estonios adoptan modelos franceses y escandinavos.

Entre los autores polifacéticos figuran: Juhan Liiv, que publica Obras reunidas en 1904; August Kitzberg, que escribe el drama El Dios de la bolsa (1915); August Jakobson, el drama Lucha sin línea de frente (1947); Friedebert Tuglas, los cuentos Reparto de tierras (1906).

En el primer período de la independencia, el escritor Anton Hansen Tammsaare escribió en 1926 la obra Verdad y justicia y Nuevo Vanapagan de Põrgupõhja en 1939.

Otros novelistas destacados fueron Oskar Luts, con su novela En la sombra de las hojas de oro (1933) y Mait Metsanurk, la novela Viento rojo (1928).

En poesía destacan Juhan Sütiste que escribe Mar y bosque (1937); Karl E.

Sööt, de La hoz de la luna (1937); Anna Haava, y su Canto un canto estoniano (1935); Jaan Kärner, con el libro de poesías Un hombre en la encrucijada (1932).

Durante la etapa soviética, encontramos a los poetas Mart Raud, de Puentes nuevos (1945); Vaarandi, de El soñador en su ventana (1959), y Uno Laht, de ¡Contigo, Patria! (1953).

También destacan durante este periodo autores como Johannes Semper, con los poemas El sol en la alcantarilla (1930); Erni Krusten, con su novela Diario de un joven jardinero (1941); Aadu Hint, con la novela Orilla ventosa (1951); Egon Rannet, el drama El diablo en el rebaño (1949); Ralf Parve (1919), las poesías En el puesto de combate (1950) e Juhan Smuul, las imágenes poéticas Para que florezcan los manzanos (1951); Hans Leberecht, de Luces de Koordi (1948), premio nacional de novela; Rudolf Sirge, con un relato de guerra En la vigilia del nuevo día (1947); Eduard Männik, con la novela La lucha se alarga (1950).

En años recientes se destaca el poeta Jaan Kross, quien fue mencionado regularmente como candidato al Nobel de literatura.

A su vuelta de los campos de trabajo y del exilio interior en Rusia entre 1946 y 1954 como prisionero político, Kross renovó la poesía estonia.

Kross comenzó a escribir prosa a mediados de la década de 1960.

Jaan Kaplinski se ha convertido en el autor más central y más productivo modernista de la poesía estonia.

Ha escrito ensayo, teatro y ha traducido.

Ha enseñado en Vancouver, Calgary, Liubliana, Trieste, Taipéi, Estocolmo, Bolonia, Colonia, Londres y Edimburgo.

Ha sido escritor residente en la Universidad de Aberystwyth en Gales.

Comunicación

Música

Estonia se convirtió en el centro de la música europea en el año 2001, gracias a su victoria en el Festival de Eurovisión (en Copenhague) con la canción «Everybody», interpretada por Tanel Padar y Dave Benton.

Al año siguiente su capital, Tallin, se convirtió en la ciudad más renombrada en el panorama musical europeo, como sede del festival.

En 2009 este concurso superó una audiencia en el país báltico de 400 000 espectadores.

Recientemente, Estonia participó con Vanilla Ninja en el XLIX Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar llegando a la final como una de las tres mejores canciones del certamen y siendo premiadas como mejor intérprete.

Según una investigación llevada a cabo por el Foro Económico Mundial acerca del uso de la tecnología de la información en 104 países (Informe Global sobre Tecnologías de la Información 2004-2005: Uso de Tecnología de la Información y Comunicación en el Mundo, ), Estonia ocupa el puesto 25 en cuanto al índice de uso de la infotecnología, siendo el país mejor situado de Europa Central y del Este.

Telefonía móvil

El territorio de Estonia está totalmente cubierto por las redes digitales de telefonía móvil.

El teléfono móvil se ha convertido en un nuevo modo de efectuar pagos.

Varios bancos estonios ofrecen la posibilidad de realizar pagos a través del teléfono móvil.

Es posible pagar así en más de 1000 establecimientos: hoteles, salones de belleza, tiendas, taxis o empresas de alimentación, que se distinguen por una pegatina azul y amarilla con la leyenda Maksa mobiiliga (‘Paga con el móvil’), indicando que en ellos es posible hacer compras de esta manera.

Por medio del teléfono celular se puede pagar también el aparcamiento de vehículos, bien haciendo una llamada o enviando un mensaje de texto.

Para que el vigilante del aparcamiento sepa que se ha pagado por el móvil, ha de colocarse en el parabrisas del coche o en la ventanilla de la derecha una pegatina indicativa.

Internet

En agosto de 2000, el gobierno de Estonia fue pionero a nivel mundial al transformar las reuniones de su gabinete ejecutivo en sesiones sin documentos en papel, pasando a utilizar un sistema de bases de datos conectadas por la red.

También es posible acceder vía internet y en tiempo real a la descripción de los gastos efectuados por el Estado y los ciudadanos pueden hacer su declaración de la renta a través de internet.

Durante el periodo 2002-2004 se organizaron cursos de informática y acceso a internet para adultos por toda Estonia.

Vaata maailma (‘Una mirada al mundo’) ha sido un proyecto de formación sin antecedentes y completamente financiado por el sector privado, que ha servido para formar a 102 697 personas, un 10 % de la población adulta de Estonia.

Los estudios realizados tras la finalización del proyecto han mostrado que más de un 70 % de los participantes ha seguido utilizando internet al terminar el curso.

Todos los centros de enseñanza de Estonia están conectados a internet.

Desde el año 2003, todos los centros escolares del país pueden utilizar el espacio virtual de comunicación entre el hogar y el centro escolar «E-escuela» (E-kool), creado por la fundación Una mirada al mundo.

El objetivo de la E-escuela es la participación activa de los padres en el proceso de estudios de sus hijos, hacer más accesible tanto a padres como a escolares la información relacionada con los estudios y facilitar el trabajo de los docentes y la administración del centro escolar.

Por ejemplo, E-escuela permite hacer un seguimiento de las notas de los estudiantes, así como de sus ausencias del centro de estudios, acceder el contenido de las clases y a las tareas para casa, así como las evaluaciones finales de los profesores acerca del trabajo de los estudiantes.

En junio de 2005 había en Estonia 78 centros escolares conectados a la E-escuela (un 13 % de los centros escolares del país) y cada mes son más las escuelas que se unen a esta idea.

Deportes

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