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Italia

Italia

Italia, oficialmente la República Italiana (en italiano: Repubblica Italiana), es un país soberano miembro de la Unión Europea.

Es un país bicontinental; su territorio está en Europa del Sur y en el norte de África; su territorio europeo (99,97%) lo conforma la península itálica, el valle del Po y dos grandes islas en el mar Mediterráneo: Sicilia y Cerdeña; el territorio africano (0.03%) lo conforman las islas de Lampedusa, Lampione y Pantelaria.

En el norte está bordeado por los Alpes, donde limita con Francia, Suiza, Austria y Eslovenia.

Los estados independientes de San Marino y Ciudad del Vaticano son enclaves dentro del territorio italiano.

A su vez Campione d'Italia es un municipio italiano que forma un pequeño enclave en territorio suizo.

Ha sido el hogar de muchas culturas europeas como la civilización de Nuraga, los etruscos, los griegos y los romanos y también fue la cuna del Humanismo y del Renacimiento, que comenzó en la región de Toscana y pronto se extendió por toda Europa.

La capital de Italia, Roma, ha sido durante siglos el centro político y cultural de la civilización occidental, y también es la ciudad santa para la Iglesia católica, pues dentro de la ciudad se encuentra el microestado del Vaticano.

El significado cultural del país se refleja en todos sus Patrimonios de la Humanidad, ya que tiene 50, el país con mayor número del mundo.

Es el tercer país de la Unión Europea que más turistas recibe por año, siendo Roma la tercera ciudad más visitada.

Otras ciudades importantes son Milán, centro de finanzas y de industria, y, según el Global Language Monitor, la capital de la Moda, Turín, centro de industria automovilística y de diseño industrial.

Italia es una república democrática, forma parte del G8 o grupo de las ocho naciones más industrializadas del mundo y es un país desarrollado con una calidad de vida alta, encontrándose en 2005 entre las ocho primeras del mundo.

Aunque ha tenido decrecimientos en sus posiciones con el pasar de los años, su calidad de vida sigue considerándose muy alta.

Es el país número 26.º (informe 2014) en materia de alto índice de desarrollo humano por delante de España y por detrás de Eslovenia.

Es miembro fundador de la Unión Europea, firmante del Tratado de Roma en 1957.

También es miembro fundador de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, de la Organización Mundial del Comercio, del Consejo de Europa y de la Unión Europea Occidental.

El país, y especialmente Roma, tiene una fuerte repercusión en temas de política y cultura, en organizaciones mundiales como la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD), el Glocal Forum, o el Programa Mundial de Alimentos (WFP).

Etimología

La palabra Italia designaba en el siglo V a. C., según el historiador griego Antíoco de Siracusa, a la parte meridional de la actual región italiana de Calabria ―el antiguo Brucios ―, habitada por los Italos (actualmente esta zona comprende la provincia de Reggio y parte de las provincias de Vibo Valentia y de Catanzaro).

Dos escritores griegos algo más recientes, Helánico y Timeo, relacionan el mismo nombre con la palabra indígena vitulus ('el toro'), cuyo significado explicaron por el hecho de ser un país rico en ganado bovino.

En el siglo I a. C., el toro, símbolo del pueblo samnita sublevado contra Roma, es representado en las monedas emitidas por los insurrectos abatiendo a una loba, símbolo de Roma: la leyenda viteliú (de los ítalos) confirma que vinculaban el nombre de Italia con el toro.

Por otra parte, también es posible que los ítalos tomaran su nombre de un animal-tótem, el toro, que, en una primavera sagrada, los había guiado hasta los lugares en los que se asentaron definitivamente.

Con el tiempo, el nombre se extendió por toda la Italia meridional para abarcar después toda la península.

En el siglo II a. C., el historiógrafo griego Polibio llama Italia al territorio comprendido entre el estrecho de Mesina y los Apeninos septentrionales, aunque su contemporáneo Catón el Viejo extiende el concepto territorial de Italia hasta el arco alpino.

Sicilia, Cerdeña y Córcega no pasarán a formar parte de Italia hasta el siglo III d. C., como consecuencia de las reformas administrativas de Diocleciano, aunque sus estrechos lazos culturales con la península permiten considerarlas como parte integrante.

Historia

Primeras Culturas y Edad del Hierro

Entre el siglo XVIII y el siglo II existió en Cerdeña la cultura nurágica.

Durante la Edad del Hierro se sucedieron varias culturas que pueden ser diferenciadas en tres grandes núcleos geográficos, la del Lacio Antiguo, la de Magna Grecia y la de Etruria.

Una de estas culturas, los ligures, fueron un enigmático pueblo que habitaba en el norte de Italia, Suiza y el sur de Francia (Niza).

Otro pueblo, los etruscos, poseían su núcleo histórico en la Toscana, y tuvieron un origen incierto.

Desde la Toscana se extendieron por el sur hacia el Lacio y parte septentrional de la Campania, en donde chocaron con las colonias griegas; hacia el norte de la península itálica ocuparon la zona alrededor del valle del río Po, en la actual región de Lombardía.

Hacia el siglo V a. C.

comenzó a deteriorarse fuertemente su poderío, en gran medida, al tener que afrontar casi al mismo tiempo las invasiones de los celtas y los ataques de griegos y cartagineses.

Hacia el 40 a. C., Etruria (nombre del país de los etruscos) fue conquistada por los romanos y, antes o después, lo fueron el resto de pueblos periféricos.

Antigua Roma

Como Antigua Roma se designa a una sociedad agrícola surgida a mediados del siglo VIII a. C.

que se expandió desde la ciudad de Roma y creció durante siglos hasta convertirse en un imperio, que en su época de apogeo, llegó a abarcar desde Gran Bretaña al desierto del Sahara y desde la Península Ibérica al Éufrates, provocando un importante florecimiento cultural en cada lugar en el que gobernó.

En un principio, tras su fundación (según la tradición en 753 a. C.) Roma fue una monarquía etrusca.

Más tarde (509 a. C.) fue una república romana latina, y en 27 a. C.

se convirtió en un imperio.

Al período de mayor esplendor se le conoce como Paz romana, debido al relativo estado de armonía que prevaleció en las regiones que estaban bajo el dominio romano.

César Augusto cerró las puertas del templo de Jano, que permanecían abiertas en periodos de guerra, cuando creyó haber vencido a cántabros y astures en el año 24 a. C.

Se suele aceptar como fecha de inicio de la paz romana el 29 a. C., cuando Augusto declara el fin de las guerras civiles, y su duración hasta la muerte de Marco Aurelio (año 180).

Con el emperador Diocleciano se reorganizó el Imperio, pero tras Constantino I el Grande no volvió a estar unificado puesto que Teodosio I el Grande lo dividió entre sus dos hijos, Arcadio y Flavio Honorio, adjudicándoles a uno el Imperio bizantino ―con sede en Constantinopla ― y al otro el Imperio romano de Occidente.

Las invasiones bárbaras pondrán fin al Imperio Occidental en 476, dando paso a la Edad Media.

Edad Media (ss.

V al XIII)

Los ostrogodos eran un grupo de godos que habían sido sojuzgados por los hunos, pero tras su liberación de éstos, Teodorico el Grande, con la bendición del emperador de Oriente, condujo a su pueblo a Italia en 488.

En la península gobernaba el hérulo Odoacro tras deponer al último emperador romano en 476, pero tras una campaña en el norte de la península, Teodorico tomó la capital, Rávena, matando a Odoacro en 493.

En 526 la muerte de Teodorico acabó con la paz, heredando Italia su nieto, Atalarico, que murió sin hijos lo que produjo una crisis que llevó al reino a la desaparición.

Bajo Justiniano I, el Imperio bizantino inició una serie de campañas con el objetivo de reconstruir la unidad mediterránea.

La debilidad del reino ostrogodo, y los deseos bizantinos de recobrar la ciudad de Roma convirtieron a Italia en un objetivo.

En 535 el general Belisario invadió Sicilia y marchó a través de la península, tomando Nápoles y llegando a Roma en 536.

Prosiguió hacia el norte y tomó Mediolanum (Milán) y Rávena en 540, y para el 561 había pacificado la zona.

Entre los diferentes pueblos germánicos que habían abandonado su antigua morada para vivir en mejores tierras, se contaban los lombardos, a los que Justiniano I había dejado asentarse en Panonia, a condición de que defendieran la frontera.

La presión de los lombardos sobre el Papa hizo que el rey del pueblo franco, Pipino el Breve, realizara entre 756 y 758 repetidas campañas en el norte de Italia.

La situación se recrudeció a la muerte de Pipino, pero la reunificación de los francos bajo Carlomagno llevó a una nueva intervención en Italia en el 774.

Tras una breve batalla, Carlomagno se hizo con el reino de Lombardía, que, manteniendo su autonomía, se integró en el Imperio carolingio.

Entre los siglos X y XIII, ciertas repúblicas marítimas gozaron de una prosperidad económica, gracias a su actividad comercial, en un marco de amplia autonomía política.

Generalmente, la definición se refiere en especial a cuatro ciudades: Amalfi, Pisa, Génova y Venecia.

También otras ciudades del área gozaban de independencia (gobierno autónomo con forma de república oligárquica, moneda, ejército, etc.), habían participado en las Cruzadas, contaban con una flota naval, tenían fundagos, "cónsules de las nationes ", que vigilaban los intereses comerciales de sus respectivas ciudades en los puertos mediterráneos, y pueden ser incluidas de pleno derecho entre las repúblicas marítimas.

Entre éstas, cabría destacar Gaeta, Ancona, Trani y Noli.

Renacimiento, dominio extranjero y unificación (ss.

XIV al XIX)

La pandemia de la peste negra mató en el país a una tercera parte de la población en 1348.

Entre los siglos XIV y XVI, Italia no era una unidad política ya que estaba fragmentada en múltiples estados.

En el norte existían ciudades estado como la República de Venecia, la República de Florencia, el Ducado de Milán o la República de Génova.

En torno a la ciudad de Roma estaban los Estados Pontificios, y al sur estaba el Reino de Nápoles, posteriormente integrante de la Corona de Aragón, y por tanto de la Monarquía Española.

Durante esta época surgió el Renacimiento italiano, período de grandes logros y cambios culturales en Italia que se extendió desde finales del siglo XIV hasta alrededor de 1600, constituyendo la transición entre la Edad Media y la Europa moderna.

Entre sus logros culturales destacan obras literarias de escritores como Petrarca, Baltasar de Castiglione y Nicolás Maquiavelo, obras de arte de Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, y obras arquitectónicas, como la iglesia de Santa María del Fiore en Florencia y la Basílica de San Pedro en Roma.

Dada su fragmentación, fue escenario de los intereses de las potencias europeas durante los siglos XVI, XVII y XVIII, que llevaron a conflictos tales como las Guerras italianas, la Guerra de Sucesión Española, el conflicto hispano-austriaco por las posesiones napolitanas, así como de las guerras revolucionarias francesas y napoleónicas, siendo el emperador Napoleón I coronado primer rey de Italia el 23 de mayo de 1805, en la catedral de Milán.

Aún hubo conflictos durante la primera mitad del siglo XIX, cuando apareció el sentimiento nacionalista italiano que desembocará en la Unificación de Italia, materializada el 17 de marzo de 1861, cuando los estados de la península itálica y las dos Sicilias se unieron formando el Reino de Italia, el cual sería organizado por el monarca Víctor Manuel II, de la casa de Saboya, hasta entonces gobernante en Piamonte y rey de Cerdeña.

El artífice de la unificación italiana, sin embargo, fue Camillo Benso, conde de Cavour, el ministro en jefe del rey.

De la unificación a la actualidad

Roma, por su parte, se mantuvo separada del resto de Italia bajo el mando del Papa y no fue parte del reino hasta el 20 de septiembre de 1870, fecha final de la unificación.

Luego se realizó un plebiscito en el cual se eligió a Roma como la capital de dicho Reino.

Fuera de sus límites solo quedaba el pequeño Estado de la República de San Marino.

Se originó un conflicto con la Santa Sede, llamado la cuestión romana, por la independencia del Papa de la política italiana, que solo se resolvió en 1929 con los Pactos de Letrán.

Por estos acuerdos, Italia cedía una exigua parte de su territorio (la Ciudad Leonina en Roma y poco más) que dejaba a la soberanía del Papa.

La dictadura fascista de Benito Mussolini acaecida en 1922 llevó al país a una alianza con la Alemania nazi y el Imperio del Japón, lo que la condujo a la derrota tras la Segunda Guerra Mundial.

Durante el transcurso de esta guerra y en los años posteriores, miles de italianos emigraron fuera del país teniendo como destino principalmente Argentina, Chile, Bélgica, Estados Unidos, Francia y Alemania.

El 2 de junio de 1946, un referéndum sobre la monarquía estableció la república como sistema de gobierno italiano, adoptando el país una nueva constitución el 1 de enero de 1948.

Los miembros de la familia real fueron llevados al exilio, por su relación con el régimen fascista, hasta el 10 de noviembre de 2003, cuando pudieron regresar, gracias a la modificación de la constitución por el parlamento italiano.

Los Tratados de Roma de 1957 firmados por seis países europeos han hecho de Italia uno de los miembros fundadores de la Unión Europea.

Desde finales de los años sesenta hasta principios de los ochenta se produjo un período de insatisfacción por una situación político-institucional caótica que se tradujo en violencia callejera y lucha armada, actualmente llamado Anni di piombo.

La hegemonía de la Democracia Cristiana finalizó en 1983 con los nombramientos del republicano Giovanni Spadolini (1981) y del socialista Bettino Craxi (1983).

Con la elección de Massimo D’Alema en 1998 se formó una coalición de centro-izquierda que incluía a los comunistas por primera vez en cincuenta años.

Sin embargo, en abril de 2000 D’Alema dimitió tras unos resultados decepcionantes en las elecciones regionales.

En las elecciones generales celebradas en 2001 Silvio Berlusconi, líder del partido de centroderecha Forza Italia y magnate de los medios de comunicación, venció, convirtiéndose en el nuevo primer ministro del país.

A comienzos del 2012 naufragó el crucero Costa Concordia en el mar Tirreno, pues una arriesgada maniobra del capitán Francesco Schettino provocó que la nave chocara contra unas rocas y se abriera una gran vía de agua de en el casco, lo que la llevó a quedar dramáticamente escorada, cobrándose la vida de 32 personas.

La pobreza en Italia se disparó debido a la crisis económica del país (la peor desde la II Guerra Mundial); debido a la recesión económica el desempleo, sobre todo el juvenil, trepó al 40%.

En 2014 Enrico Letta dimitió como primer ministro.

Gobierno y política

La política se basa en un sistema republicano parlamentarista con democracia representativa desde el 2 de junio de 1946, cuando la monarquía fue abolida por referéndum popular.

El poder ejecutivo está a cargo del Consejo de ministros que están liderados por el jefe de gobierno (Presidente del Consiglio dei Ministri), informalmente llamado primer ministro, uno de los cinco cargos más importantes del país junto a los de presidente de la República, presidente del Senado de la República, presidente de la Cámara de diputados y presidente de la Corte constitucional.

El poder legislativo está a cargo del Parlamento y del Consejo de ministros.

El poder judicial es independiente del ejecutivo y el legislativo.

Además, es un sistema multipartidista.

En el sur de la península y en la isla de Sicilia, la mafia tiene tanto o más poder que el Estado, llegando a controlar periódicos, jueces y policías.

En 1992, el asesinato de Giovanni Falcone, un magistrado que investigaba el crimen organizado, y la subsecuente campaña de manos limpias que se desató conmocionaron a las instituciones italianas, pero tras años de intensas investigaciones, ha habido pocos resultados.

Silvio Berlusconi, ex primer ministro, siempre ha sido sospechoso de corrupción, y, sin embargo fue elegido en tres ocasiones para su cargo.

Dimitió el 12 de noviembre de 2011 debido a la grave situación económica.

Relaciones exteriores

Fue miembro fundador de la Comunidad Europea, ahora Unión Europea.

Fue admitida en la Organización de las Naciones Unidas en 1955, y es asimismo miembro de la OTAN, del GATT, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y del Consejo de Europa.

Desplegó tropas de apoyo en misiones de pacificación de las Naciones Unidas en Somalia, Mozambique y Timor Oriental, y apoyó a la OTAN y a las Naciones Unidas en Bosnia, Kosovo y Albania.

Retiró su contingente militar de aproximadamente 3.200 soldados de Irak, en noviembre de 2006, manteniendo a trabajadores humanitarios.

En agosto de 2006 envió aproximadamente a 2.450 soldados como Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano, en misión pacificadora.

Fuerzas armadas

Las Fuerzas Armadas de Italia están formadas por el Ejército, la Marina, la Aeronautica y el Arma de Carabineros, todos bajo el Consejo Supremo de Defensa presidido por el Presidente de la República Italiana.

Desde el año 2005, en el país el servicio militar es enteramente voluntario.

En el año 2010, las fuerzas armadas italianas tenían un personal de 293 202 efectivos, de los cuales 114 778 eran carabineros.

Ese mismo año, el presupuesto militar de Italia fue el décimo más alto del mundo, equivalente al 1,7% del PIB de la nación.

Como miembro de la estrategia de reparto nuclear de la OTAN, el país transalpino custodia noventa armas nucleares estadounidenses, que están almacenadas en las bases aéreas de Ghedi y Aviano.

El Ejército italiano es la fuerza militar terrestre, compuesta en el año 2012 por 105 062 efectivos.

Sus materiales de combate principales son el vehículo de combate de infantería Dardo, el cazacarros Centauro, el tanque Ariete o el helicóptero de ataque Mangusta, desplegado en misiones de la ONU.

Además, el ejército italiano dispone de otros vehículos acorazados como el Leopard 1 y el M113.

La Marina Militare tenía 32 000 efectivos en el año 2013 y cuenta como naves destacadas con dos portaaviones, el Giuseppe Garibaldi y el nuevo Cavour, once fragatas, entre ellas tres nuevas de la clase FREMM, y seis submarinos.

En los últimos tiempos la marina italiana, como miembro de la OTAN, ha participado en varias operaciones de la coalición para el mantenimiento de la paz en diversas partes del mundo.

La Aeronautica Militare cuenta con más de 40 000 efectivos y en el año 2013 operaba 470 aeronaves y seis aviones no tripulados.

Entre estos aparatos había 218 cazas de combate y 108 helicópteros.

El equipamiento más destacado de la fuerza aérea transalpina son sus 76 cazas Eurofighter Typhoon, a los que sumarán en próximos años otros veinte que están encargados y que reemplazan a los más antiguos F-16.

Las capacidades de transporte aéreo están cubiertas por doce aviones de carga Alenia C-27J Spartan, cuatro Boeing KC-767 y veintiuna aeronaves de transporte militar C-130J Super Hercules.

Además, Italia cuenta con un cuerpo autónomo de las fuerzas armadas, el Arma de Carabineros, que cumple funciones tanto civiles como militares, pues son la gendarmería y la policía militar italianas.

Derechos humanos

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia en los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Italia ha firmado o ratificado:

Organización territorial

La Constitución de la República Italiana organiza el territorio desde 1948 en tres niveles de gobierno local, y declara a Roma como la capital de la República.

Tradicionalmente se divide en cinco grandes áreas geopolíticas y en veinte regiones administrativas:

De las veinte regiones, cinco (Valle de Aosta, Friuli-Venecia Julia, Sicilia, Cerdeña y Trentino-Alto Adigio) gozan, por motivos históricos y geográficos, de autonomía y de un estatuto especial.

De ellas, Sicilia adquirió su derecho a un estatuto especial autonómico en 1946 debido a su condición geográfica y política (cíclico sentido independentista); las otras adquirieron estatuto propio en los siguientes años: Cerdeña, Valle de Aosta y Trentino-Alto Adigio en 1948, por motivos lingüísticos, y en 1963 Friuli-Venecia Julia.

La provincia (en italiano: provincia) ? es una división administrativa de nivel intermedio entre el municipio o comuna (en italiano: comune) ? y la región (en italiano: regione) ?.

Geografía

Topografía

El relieve presenta cuatro grandes unidades regionales: al norte, un sector continental dominado por los Alpes; al sur un sector peninsular articulado por los Apeninos; entre ambas está la llanura del Po o Padana; y finalmente las islas volcánicas.

El sistema alpino extiende por territorio italiano la casi totalidad de su vertiente meridional.

En este gran conjunto montañoso destacan las formaciones calcáreas de los Dolomitas (Marmolada, 3.342 m de altura) y en el sector cristalino, algunas de las principales cumbres de todo el sistema alpino como Monte Rosa (4.634 m) o Cervino (4.478 m).

Algunos pasos de montaña (Mont Cenis, Simplon, Brennero) facilitan la comunicación con las regiones vecinas.

La región prealpina presenta largos y profundos valles, con numerosos lagos: Garda (370 km²), Mayor, Como, Iseo.

Al sur de los Alpes, entre éstos y los Apeninos, se extiende la llanura del Po (el río más largo del país, con 652 km de longitud), fosa tectónica rellenada por los depósitos sedimentarios aportados por los ríos que descienden de los Apeninos y, sobre todo, de los Alpes (Adigio, 410 km; Piave), y que avenan la llanura que se abre al mar Adriático por el litoral noreste de Italia.

El resto de llanuras italianas, aunque numerosas, son de escasa extensión, y se localizan preferentemente en el litoral tirrénico, y algunas formadas por importantes ríos como el Arno o el Tíber.

La cadena de los Apeninos constituye la espina dorsal de la península italiana, y en ella se distinguen tres sectores: los Apeninos septentrionales, los de menor altura y de formas más suaves (monte Cimone, 2.163 m); los Apeninos centrales, también denominados Abruzos, que constituyen el techo de la cadena (Gran Sasso d'Italia, 2.914 m), y presentan modelados de tipo cárstico; y por último, los Apeninos meridionales, que tienen su punto culminante en el monte Pollino (2.271 m).

En ambas vertientes de la cadena se extienden formaciones de colinas, denominadas Subapeninos o Antiapeninos, destacando las del reborde Oeste, donde se elevan algunos volcanes (Vesubio, monte Amiata, Campos Flégreos).

En el extremo sur de la península itálica, la isla de Sicilia es considerada una prolongación de los Apeninos (montes Nebrodi, Peloritani, Madonia), destacando el monte Etna, que con sus 3.345 m es el volcán activo más alto de Europa.

La isla de Cerdeña es asimismo montañosa (Gennargentu), aunque cabe destacar la llanura de origen fluvial de Campidano, entre Oristán y Cagliari.

Clima

La climatología italiana, si bien tiene carácter mediterráneo, presenta notables variaciones regionales.

En primer lugar, por efecto de su considerable extensión en latitud: medias anuales en Milán de 25,0 °C en julio y 1,4 °C en enero, mientras que en Palermo, dichas medias son de 29.3 y 13 °C, respectivamente.

El lugar con más precipitaciones del país es la provincia de Udine, en el nordeste, con 1530 mm, y por el contrario, el lugar con menores precipitaciones está en el sur de la región de Apulia, en la provincia de Foggia y en la parte sur de Sicilia, las regiones áridas con aproximadamente 460 mm.

Se puede diferenciar el país en tres regiones climáticas: el clima mediterráneo en el sur de Italia (bajo Roma), con veranos calurosos superando los 30 °C, los llanos del río Po, donde el invierno es muy frío como en los países del norte y los Alpes, y los Apeninos (Liguria), con clima dulce en inviernos y calor en verano y precipitaciones fuertes.

Medio ambiente

La mayor parte de Italia corresponde al bioma de bosque mediterráneo, aunque también están presentes el bosque templado de frondosas, en el valle del Po y en los Apeninos, y el bosque templado de coníferas en los Alpes.

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, el territorio de Italia se divide en ocho ecorregiones diferentes:

Economía

La actividad industrial ha sido el motor del desarrollo italiano, y el actual eje de su economía.

Frente a ello, las actividades agrícolas han experimentado un considerable retroceso, tanto en ocupación de la población activa (7,3 %), como en su participación en el PIB (3,7 %).

La producción agrícola no abastece la demanda alimenticia de la población, y es especialmente escasa en la rama ganadera: bovino (Cerdeña) y porcino (Emilia-Romaña).

La agricultura está más extendida con cultivos de cereales (trigo, arroz ―primera productora europea―, maíz), leguminosas, plantas industriales (remolacha azucarera), hortalizas (pimientos, berenjenas, cebollas) y flores.

Mención especial merece la fruticultura (peras, melocotones y manzanas en Emilia, Véneto y Campania; agrios en Sicilia), el olivo (en Liguria y el Mezzogiorno), que genera la segunda producción mundial de aceite (435.300 t), y finalmente, la vid, cuyo cultivo sitúa a Italia a la cabeza de la producción mundial de vinos (68,6 millones de hl), reconocidos internacionalmente por su calidad.

Turismo

El turismo es uno de los sectores con más crecimiento de la economía nacional con 43,7 millones de turistas por año y un total de 42.700 millones de dólares generados, siendo así el cuarto país con más turismo del mundo.

Roma, la capital, es uno de los destinos más visitados del mundo, con una media de 7 a 10 millones de turistas al año.

El coliseo de Roma con cuatro millones de turistas, es el 37.º lugar más visitado del mundo.

También se beneficia del turismo religioso y cultural que genera la vecindad a la Ciudad del Vaticano con lugares tan visitados como los Museos Vaticanos o la Basílica de San Pedro.

Otros lugares de gran interés incluyen el panteón de Agripa, la fontana de Trevi, la plaza Navona, el foro Romano, el castillo Sant'Angelo o la archibasílica de San Juan de Letrán, éste último soberanía de la Ciudad del Vaticano.

El interés cultural del país también se refleja en todos los Patrimonios de la Humanidad de la Unesco que posee, ya que es el país que contiene mayor número de lugares en el mundo con 50.

Italia en el contexto internacional

Según el Fondo Monetario Internacional en 2008 fue la séptima economía mundial y la cuarta de Europa.

Pertenece al G8, a la Unión Europea y a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

El comercio exterior, en su mayor parte desarrollado dentro de la órbita de la UE, presenta habitualmente una balanza comercial en positivo, siendo el sexto país del mundo en volumen de exportación en 2008 con 546,900 millones de dólares.

Su PIB per cápita (PPP) es de 30,200 dólares (estimaciones de 2009), 101 % de la UE-27 en 2007.

Milán y Roma son la 11ª y la 18ª ciudades más caras del mundo, además de ser Milán la 26ª con mayor producto interno bruto, con 115 mil millones de dólares.

Las mayores exportaciones del país son los vehículos automotores (Ferrari, Maserati, Fiat, Alfa Romeo, Lancia, Aprilia, Piaggio, Gilera), todas las empresas anteriores pertenencen al Grupo Fiat, que es desde el 2009 el accionista mayoritario de la Chrysler Motor Corporation, y es considerada ahora como la 3ª empresa automotriz más grande del mundo.

También las motocicletas (Ducati, Moto Guzzi, Cagiva y Bimota).

En la alimentación (Ferrero, Agnesi, Barilla, Campari, Lavazza, Parmalat, Bertolli).

Los astilleros para la fabricación de barcos de crucero y militares (Fincantieri) y los yates (Gruppo Ferretti, Cigarrette), la petroquímica (ENI, ERG), la energía (Enel), los electrodomésticos (Indesit, Candy, Berezza, Rancilio, Ariston, De Longhi), la ingeniería aeroespacial (Alenia, Piaggio Aero, Finmeccanica, Agusta), las armas de fuego (Beretta).

También otro rubro muy usado fuera de sus fronteras por incontables empresas de manufactura: la consultoría de diseño industrial o gráfico Ital Design, Pininfarina, Bertone, Ghia, Domus, Cassina o Alessi) por nombrar las más destacadas.

Una parte importante del PIB del país es producido por la moda, con marcas como Gucci, Armani, Versace, Dolce & Gabbana, Benetton, Prada, Miu Miu, Gianfranco Ferre, Fendi, Lotto, Salvatore Ferragamo, Bvlgari, Bruno Magli, Fratelli Rossetti, Sergio Rossi, Vic Matie, Etro, Luxottica, Moschino, Diesel, Cavalli, Valentino, Bottega Veneta, Diadora o Ellesse.

En el contexto socieconómico, según datos del Banco Mundial, Italia destaca por tener una tasa de natalidad muy reducida: apenas 1 niño por mujer, con un descenso continuado en las últimas dos décadas, que la sitúan en el puesto 162 de los países con mayor índice de nacimientos.

También es relevante la escasa penetración de Internet (41 %), entre la población global italiana, un ratio relativamente bajo para un país europeo, especialmente en ciertas áreas del país.

Eurostat indica que Italia es el quinto país de Europa en número de muertes por VIH, algo que sin embargo no afecta (al menos de manera significativa) a la esperanza de vida, en la que Italia se mantiene en los primeros puestos.

La siguiente tabla muestra el contexto socio-económico de Italia partiendo de datos del Banco Mundial, Eurostat y el Foro Económico Mundial:

Infraestructura

Transportes

Ferrovie dello Stato nació en 1905, y es la más importante compañía ferroviaria pública de Italia.

A partir del año 2000, siguiendo la normativa europea que obliga a la separación del sector transporte de pasajeros, del sector infraestructura, la sociedad fue reorganizada.

Por ejemplo, Ferrovie dello Stato Spa es la sociedad principal, Trenitalia es la sociedad que se encarga del transporte de cargas y de pasajeros, la Rete Ferroviaria Italiana es la sociedad encargada de la infraestructura ferroviaria y la Treno Alta Velocità es la sociedad que tiene a su cargo la construcción de la red de alta velocidad, aunque existen otras.

Actualmente, los trenes de alta velocidad italianos son los ETR 500 y las líneas que existen en este momento son: Roma - Florencia, Roma - Nápoles, Turín - Novara, Padua - Venecia, Milán - Treviglio y Milán - Bolonia.

En total, en 2003, había 16.287 kilómetros de vías de tren, 668.721 kilómetros de carreteras, de los cuales 6.487 kilómetros eran de autopista, y 4.379 kilómetros de transporte por tubería.

Los aeropuertos con más tráfico aéreo en 2003 fueron Roma-Fiumicino, Milán-Malpensa, Milán-Linate, Venecia y Catania-Fontanarossa.

Por su parte, los puertos con más carga fueron Génova, Trieste, Tarento, Augusta y Gioia Tauro.

En 2005, 590 de cada 1.000 italianos poseían un coche y en la mayoría de las ciudades el 60 % de los ciudadanos no estaban satisfechos con el transporte público, razones por las cuales el número de pasajeros en dichos transportes ha disminuido.

Demografía

A finales de 2008 la población del país superó los 60 millones, siendo el cuarto país más poblado de Europa y con la quinta mayor densidad poblacional, con un promedio de 198 personas por kilómetro cuadrado.

A partir de los años sesenta del siglo XX, la población italiana experimentó un cambio en su ritmo de crecimiento, que decreció hasta el 0,0 % de media anual entre 1985 y 1990.

El descenso de la tasa de mortalidad fue acompañado por un descenso considerable de la tasa de natalidad, siendo en 2008 uno de cada cinco italianos mayor de 65 años.

El cambio en las tendencias demográficas afectó asimismo los tradicionales movimientos migratorios que hasta entonces habían hecho de Italia una de las mayores reservas de mano de obra de Europa y América.

Italia pasó a convertirse en punto de llegada de inmigrantes del tercer mundo, pero, sobre todo, se establecieron importantes corrientes migratorias internas.

Con un movimiento masivo de población del Sur hacia Roma y el Norte industrializado (Turín, Milán, Génova, Venecia y Bolonia), pero no hacia el noreste, aún muy pobre, lo cual no ha hecho sino radicalizar las diferencias entre el norte y el sur, pero que a su vez ayudó a que la natalidad creciera.

La tasa de fertilidad creció en pocos años desde 1,32 niños por mujer en 2005 hasta 1,41 en el año 2008.

La concentración de la población italiana en los núcleos urbanos (69 % de población urbana) ha generado una red homogénea de grandes ciudades, que desempeñan el papel de centros regionales (Nápoles, 973.132 habitantes; Turín, 963.128; Palermo, 663.173; Génova, 610.887; Bolonia, 372.256, y Florencia, 364.710), con dos destacados núcleos a nivel nacional; Roma (2.718.768 hab.), la capital política, y Milán (1.299.633), la capital económica.

Áreas metropolitanas

De acuerdo a la Fundación Censis, las áreas metropolitanas más grandes de Italia son:

Minorías étnicas

Los grupos minoritarios son pequeños, siendo el mayor de éstos el de habla alemana en la provincia autónoma de Bolzano (según el censo de 1991, la población se encuentra compuesta por 287.503 personas de habla alemana y solo 116.914 de habla italiana), seguido por los francoprovenzales en la región del Valle de Aosta y los eslovenos alrededor de Trieste.

El idioma ladino es el más hablado de la región de los Dolomitas.

Otros grupos minoritarios con lenguajes parcialmente tutelados incluyen los friulanos, los sardos y los hablantes de catalán en Alguer.

Italia tiene 59.762.887 habitantes (Istat 04.2008), y está compuesta étnicamente (datos 2006) por 97,6 % de europeos (Italianos 95,5 % + otros europeos 2,1 %), 1,1 % de africanos (mayoría de marroquíes), 0,7 % de asiáticos (mayoría de chinos), 0,4 % de americanos (mayoría de peruanos y ecuatorianos) y 0,2 % de otros.

Idiomas

La lengua oficial de Italia es el italiano, descendiente del latín.

Antes de la reunificación italiana en 1861 esta lengua existía solo como lengua literaria.

Numerosas lenguas se hablaban en la península, la mayoría lenguas romances que se habían desarrollado en cada una de las regiones y reinos, debido a la fragmentación política de la península.

Muchas de estas lenguas han sobrevivido, a menudo impropiamente llamadas dialetti (dialectos).

Tras la unificación italiana, dado el gran número de lenguas que se hablaban en la península, se estableció que el italiano "correcto" o "estándar" sería basado en el dialecto florentino de la Toscana (dado que sería la primera región a producir autores importantes como Dante Alighieri).

Se estableció un sistema educativo, lo que redujo la variación de las lenguas con el tiempo.

Sería en la década de 1960 cuando el crecimiento económico y la televisión permitieron la universalización del italiano.

Los grupos minoritarios son pequeños, siendo el mayor de éstos el de habla alemana en la zona del Alto Adigio (según el censo de 1991, la población se encuentra compuesta por 287.503 personas de habla alemana y solo 116.914 de habla italiana) y los eslovenos alrededor de Trieste.

Otros grupos minoritarios de idiomas parcialmente oficiales incluyen la minoría de habla francoprovenzal en la región del Valle de Aosta, el sardo y el catalán en Cerdeña, el friulano y el ladino en los picos dolomitas, siendo todos ellos idiomas romances.

El véneto es un caso especial: a pesar de que no está reconocida por el Estado, a diferencia de las otras mencionadas, la lengua véneta (con sus variedades) es reconocida oficialmente desde 2007 tras la aprobación de la ley 8/2007 para su «protección» y «fomento» por la Asamblea legislativa regional.

Educación

La educación en Italia es gratuita y obligatoria entre los 6 y los 16 años.

Consta de cinco niveles: scuola dell'infanzia, scuola primaria, scuola secondaria di primo grado, scuola secondaria di secondo grado y università.

Las Scuola superiore universitaria son instituciones independientes similares a las Grandes Escuelas francesas que ofrecen formación e investigación avanzadas a través de cursos de tipo universitario o se dedican a la enseñanza a nivel de graduado o doctorado.

En Italia existen una amplia variedad de universidades y academias.

La universidad más antigua del país y de todo Occidente es la Universidad de Bolonia, fundada en 1088, una institución que además está considerada por el periódico The Times como la mejor de Italia y una de las 200 mejores del mundo.

La Universidad Bocconi de Milán es una de las mejores escuelas de negocio del mundo gracias a su m áster en Administración y Dirección de Empresas, cuyos estudiantes acaban trabajando en grandes compañías multinacionales.

Entre las instituciones politécnicas italianas sobresalen el Politécnico de Turín y el de Milán, la Universidad de Roma "La Sapienza" y la Universidad de Milán, todas ellas con presencia habitual en los listados de los mejores centros de estudio en el campo científico.

Según los Indicadores Científicos Nacionales (1981–2002), una base de datos creada por el Grupo de Servicios de Investigación que contiene listados de estadísticas de citación de publicaciones de más de noventa países, Italia está por encima de la media mundial en la citación en revistas científicas sobre ciencia espacial, matemáticas, informática, neurociencia y física.

También están por encima de la media, aunque menos destacadas, la citación de publicaciones italianas sobre ciencias sociales, psicología, psiquiatría, económicas y negocios.

Religión

Según un estudio publicado en el Corriere della Sera en el año 2006, el 87,8% de los italianos se declaran católicos, uno de los porcentajes más altos de Europa.

Los practicantes alcanzan el 36,8%, mientras que se reúne en misa todos los domingos el 30,8% de los entrevistados entre 18 y 24 años, frente al 22,4% y el 28,5% de los sujetos entrevistados pertenecientes, respectivamente, a la franja de edad entre 24 y 34 años y entre 34 y 44 años.

La discrepancia que hay tras el que se declara católico y el de estricta observancia, aunque es menor respecto a los otros países de Europa occidental, es importante, como indican las opiniones relativas al aborto, fecundación asistida y uniones civiles.

Los cristianos (católicos, protestantes, ortodoxos, etc.) junto con Testigos de Jehová y mormones representan la religión mayoritaria.

Como en muchos países occidentales, el proceso de secularización es creciente, sobre todo entre los jóvenes, aunque no falta la presencia de movimientos católicos como Acción Católica, la Juventud Franciscana, la AGESCI, Comunión y Liberación y Camino Neocatecumenal que intentan revertir o paliar este proceso.

La religión más antigua presente en el país es el judaísmo, el cual tiene una presencia ininterrumpida en Roma desde antes de la llegada del cristianismo.

Actualmente, la comunidad judía se compone de unos 45.000 individuos.

Cultura

Gastronomía

Importante para la gastronomía italiana fue el descubrimiento de América, debido a la adquisición de nuevos vegetales como la patata, el tomate, el morrón o el maíz, aunque no fueron utilizados a gran escala hasta el siglo XVIII.

La gastronomía de Italia es muy variada: el país fue unificado en el año 1861, y sus cocinas reflejan la variedad cultural de sus regiones así como la diversidad de su historia.

La cocina italiana está incluida dentro de la denominada gastronomía mediterránea y es imitada y practicada en todo el mundo.

Es muy común que se conozca a la gastronomía de Italia por sus platos más famosos, como son la pizza, la pasta y el risotto, pero lo cierto es que es una cocina donde existen los abundantes aromas y los sabores del mar Mediterráneo.

Se trata de una cocina con la que se han sabido perpetuar las antiguas recetas como la polenta (alimento de la legión romana) que hoy en día puede degustarse en cualquier trattoria italiana.

Italia posee numerosas variedad de vino y de queso de alta calidad.

Arte

Pintura

Los orígenes de la pintura romana se hallan en el arte helenista y sobre todo los mejores ejemplos, se atribuyen hoy a mano griega.

Los procedimientos usados en esta pintura debieron ser el encausto, el temple y el fresco.

Sus géneros son el decorativo de vajillas y muros, y el histórico y mitológico en los cuadros murales.

Se cultivaron con dicho carácter decorativo mural, el paisaje, la caricatura, el retrato, los cuadros de costumbres, las imitaciones arquitectónicas y las combinaciones fantásticas de objetos naturales, constituyendo el género que los artistas del Renacimiento llamaron grutesco, hallado en las antiguas Termas de Tito y que sirvió al célebre Rafael Sanzio como fuente de inspiración para decorar las Logias del Vaticano.

Destacó también el arte pictórico de la civilización romana en el procedimiento del mosaico o la miniatura sobre pergamino.

La pintura renacentista llegó a su fase perfecta poco después que su precursora la escultura, es decir, durante el siglo XV en Italia y ya entrado el siglo siguiente en los otros países.

En general, el siglo XV es de iniciación y los siglos XVI y XVII lo son de apogeo para la pintura del renacimiento clásico.

Algunos de sus pintores más conocidos son: Sandro Botticelli, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Marco Palmezzano, Andrea Mantegna, Cariani o Rafael Sanzio.

Pero en Italia, se inicia ya la decadencia poco después de mediado el siglo XVI por querer los artistas imitar las obras de los grandes maestros anteriores.

La decadencia total en los diferentes países corresponde al siglo XVIII siguiéndole cierta restauración a finales de dicho siglo.

Escultura

La escultura de Roma, lo mismo que la arquitectura, es original, pero en ella pesan mucho las aportaciones formales etruscas y griegas (helenísticas), siendo de hecho buena parte de la producción escultórica romana copia de originales griegos.

Se conservan muchas esculturas romanas, hechas preferentemente en mármol y en menor medida en bronce u otros materiales como el marfil, si bien parte de ella está dañada.

Son frecuentes el retrato y el relieve histórico narrativo, en los que los romanos fueron grandes creadores.

Hay también muchas esculturas de emperadores romanos.

La escultura del Renacimiento clásico se reconoce por dos principios fundamentales: el estudio e imitación de la Naturaleza y la adopción de las formas y maneras clásicas de Grecia y Roma para la interpretación de la misma Naturaleza en el terreno plástico.

Así logró interpretar la Naturaleza y traducirla con libertad y soltura por medio del pincel y el escoplo en gran multitud de obras maestras.

Lorenzo Ghiberti, Donatello y Luca della Robbia, con los discípulos del segundo Verrocchio y Antonio Pollaiuolo, constituyeron la llamada escuela florentina, al mismo tiempo que Jacopo della Quercia formaba en Siena la escuela sienense.

También destaca Miguel Ángel, que resume en su persona casi todo el arte escultórico de su época en Italia (1475-1564).

A esta misma época de apogeo en el estilo renacentista pertenecen: Benvenuto Cellini, Jacobo Tatti, Pedro Torrigiani, Leone Leoni y Pompeo Leoni.

Gian Lorenzo Bernini es el más importante escultor del barroco.

El periodo neoclásico o de restauración greco-romana comienza con el último cuarto del siglo XVIII, iniciándose por el escultor Antonio Canova (1757-1822).

Música

La primera obra considerada una ópera, data aproximadamente del año 1597.

Esta fue Dafne (obra actualmente desaparecida) escrita por Jacopo Peri para un círculo de humanistas letrados florentinos conocidos como la Camerata Florentina y que fue un intento por revivir la tragedia griega propia del Renacimiento.

Un siguiente trabajo de Peri, Eurídice, que data del año 1600, es la primera ópera que haya sobrevivido hasta la actualidad.

No obstante, el uso del término ópera se inicia cincuenta años después, a mediados del siglo XVII para definir las piezas de teatro musical, a las cuales se les refería como dramma per musica ('drama musical') o f a vola in musica ('fábula musical').

En el año 1637 en Venecia emergió la idea de una "temporada" de óperas de asistencia abierta a todo público, financiada por la venta de entradas.

Influyentes compositores del Renacimiento incluyen a Giovanni Pierluigi da Palestrina, Francesco Cavalli y Claudio Monteverdi, cuyo Orfeo (1607) es la ópera más antigua que todavía se representa hoy en día.

Los libretti italianos fueron la norma, incluso para compositores alemanes como Georg Friedrich Händel que escribía para audiencias londinenses, o Wolfgang Amadeus Mozart en Viena, cerca de finales del siglo XVIII.

Los compositores más importantes del Barroco incluyen a Alessandro Scarlatti, Arcangelo Corelli y Antonio Vivaldi, los clásicos a Niccolò Paganini y Gioachino Rossini, y los románticos Vincenzo Bellini, Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini.

Además en el país son habituales los centros musicales, como los importantes Teatro de La Scala o Teatro de San Carlos.

En los años 70 el movimiento del rock progresivo creó bandas como Premiata Forneria Marconi, Goblin, Area.

Otros cantantes famosos son Luciano Pavarotti, Mina, Fabrizio De André, Francesco Guccini, Paolo Conte, Lucio Dalla, Lucio Battisti, Umberto Tozzi, Laura Pausini, Eros Ramazzotti, ], ], Andrea Bocelli, Tiziano Ferro y Il Volo, estos últimos, pertenecen a la nueva generación de artistas italianos de gran renombre.

Además la música popular napolitana del siglo XIX y comienzos del XX ha hecho canciones como ' 'O sole mio, Funiculì, funiculà y 'O surdato 'nnammurato.

Arquitectura

La arquitectura de la Antigua Roma se caracteriza por lo grandioso de las edificaciones, y su solidez que ha permitido que muchas de ellas perduren hasta nuestros días.

La organización del Imperio romano normalizó las técnicas constructivas de forma que se pueden ver construcciones muy semejantes a miles de kilómetros unas de otras.

Tiene su origen en la arquitectura etrusca, sumada a influjos de la arquitectura griega, sobre todo después de las guerras Púnicas (146 a. C.).

Hoy se hace datar la arquitectura romana en la fecha en que se construyeron la primera vía (Vía Apia) y el primer acueducto (Aqua Appia), año 312 a. C.

Los elementos más significativos de la arquitectura romana son la bóveda, el arco y por tanto la cúpula.

Un ejemplo soberbio es la cúpula del panteón de Agripa.

Los romanos, no sólo construyeron bóvedas de cañón y cúpulas, sino rudimentarias bóvedas de arista y de crucería, como las termas de Caracalla y las de la basílica de Majencio.

La arquitectura gótica llegó de forma tardía y arraigó poco, fueron los cistercienses los introductores y fundaron en la región del Lazio la abadía de Fossanuova, primer monumento gótico italiano.

En el siglo XIII las órdenes mendicantes de dominicos y franciscanos se adhieren al estilo cisterciense, y en este siglo se crean la catedral de Siena, los palacios comunales de Siena y el palazzo Vecchio de Florencia.

Durante el siglo XIV, destacan la catedral de Orvieto, la iglesia de la Santa Cruz y el interior de la iglesia de Santa María Novella.

En el siglo XV, el final del gótico empieza a confundirse con los inicios del Renacimiento.

En Venecia se termina el palacio Ducal, destacando también el palacio Contarini del Bovolo y Ca' d'Oro.

La obra magna del gótico italiano es la catedral de Milán, que destaca por el recargamiento de su decoración y su magnitud.

La arquitectura del Renacimiento es aquella producida durante el período artístico del Renacimiento europeo, que abarcó los siglos XIV, XV y XVI.

Se caracteriza por ser un momento de ruptura en la historia de la arquitectura, en especial con respecto al estilo arquitectónico previo, el gótico.

Produce innovaciones en los medios de producción, como en el lenguaje arquitectónico, que se plasmó en una adecuada y completa teorización, en la nueva actitud de los arquitectos, pasando de ser artesanos a verdaderos profesionales, marcando en cada obra su estilo personal.

Las grandes catedrales góticas son en su mayoría anónimas, sin embargo las grandes obras renacentistas están todas firmadas.

Inspiraron su labor en su interpretación propia de la Antigüedad clásica, en particular en su vertiente arquitectónica, que consideraban modelo perfecto de las Bellas Artes.

La arquitectura del Renacimiento estuvo bastante relacionada con una visión del mundo durante ese período sostenida en dos pilares esenciales, el clasicismo y el humanismo.

La palabra "Barroco" significa "irregular", y es un arte muy cercano al catolicismo en una época de división entre católicos y protestantes.

La arquitectura del Barroco se inicia con figuras tan determinantes como Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini.

En este período se crean monumentos como la plaza de San Pedro, la iglesia de Sant'Andrea al Quirinale, la fontana de Trevi y la iglesia iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane.

Destaca a su vez el Barroco siciliano que creció durante la gran reconstrucción edilicia que siguió al terremoto de 1693.

El estilo decorativo del barroco siciliano duró apenas cincuenta años, y reflejó perfectamente el orden social de la isla en una época en que -dominada nominalmente por España - fue gobernada de hecho por una aristocracia hedonista y extravagante.

La arquitectura barroca ha dado a la isla un carácter arquitectónico que permanece en el siglo XXI.

Cinematografía

La historia del cine italiano comenzó apenas algunos meses después de que los hermanos Lumière hubieran descubierto el medio, cuando el papa León XIII fue filmado durante algunos segundos en los jardines Vaticanos, terminando con la bendición de la cámara.

La industria cinematográfica italiana nació entre 1903 y 1908 con la Società Italiana Cines, la Ambrosio Film y la Itala Film.

Más tarde el cine fue utilizado por Benito Mussolini como propaganda para la Segunda Guerra Mundial.

Algunos de los más famosos directores italianos han sido Vittorio De Sica, Federico Fellini, Sergio Leone, Pier Paolo Pasolini, Roberto Rossellini, Michelangelo Antonioni o Dario Argento.

Algunas de las películas más conocidas han sido La dolce vita, Il buono, il brutto, il cattivo, Ladri di biciclette, La vita é bella o Il Postino, estas últimas con los famosos actores Roberto Benigni y Massimo Troisi.

Ciencia y tecnología

A lo largo de los siglos en la península itálica han nacido grandes científicos.

Famosos polímatas italianos como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel o Leon Battista Alberti han hecho importantes contribuciones a diversos campos del saber como la biología, la arquitectura o la ingeniería.

El físico, astrónomo y matemático Galileo Galilei jugó un papel esencial en la denominada revolución científica gracias a logros como la decisiva mejora del telescopio, que permitió aumentar las observaciones astronómicas y confirmar de manera irrefutable el triunfo de las teorías copernicanas sobre el sistema Ptolemaico.

Los astrónomos Giovanni Domenico Cassini y Giovanni Schiaparelli realizaron importantes descubrimientos sobre el Sistema Solar.

Joseph-Louis de Lagrange (nacido como Giuseppe Lodovico Lagrangia), Fibonacci y Gerolamo Cardano consiguieron decisivos avances en las matemáticas.

El físico Enrico Fermi, galardonado con el Premio Nobel, lideró el equipo que construyó el primer reactor nuclear y codesarrolló la teoría cuántica.

Otros físicos italianos de renombre son Amedeo Avogadro (célebre por sus aportaciones a la teoría molecular, por la Ley y la Constante de Avogadro), Evangelista Torricelli (inventor del barómetro), Alessandro Volta (inventor de la batería eléctrica), Guillermo Marconi (inventor de la radio), Ettore Majorana (que descubrió el fermión de Majorana), Emilio G.

Segrè (que descubrió dos elementos químicos, el tecnecio y el astato, así como el antiprotón) o Carlo Rubbia (premio Nobel de física en 1984 por su trabajo liderando el descubrimiento de los bosones W y Z en el CERN).

En biología sobresalen Marcello Malpighi, que fundó en el siglo XVII la histología, Lazzaro Spallanzani, que desarrolló importantes investigaciones sobre las funciones corporales, la reproducción animal y la teoría celular, Camillo Golgi, que entre sus muchos logros tiene el descubrimiento del aparato de Golgi y allanó el camino para la aceptación de la doctrina de la neurona, o Rita Levi-Montalcini, cuyo descubrimiento del factor de crecimiento nervioso le valió el Nobel de fisiología de 1986.

En química, Giulio Natta fue premio Nobel de química en 1963 por su trabajo sobre los polímeros.

Giuseppe Occhialini recibió el Premio Wolf en Física por el descubrimiento del pion en 1947 y Ennio de Giorgi, que fue Premio Wolf en Matemática en 1990, resolvió el problema de Bernstein sobre superficies mínimas y el decimonoveno problema de Hilbert.

Literatura

Conforme el Imperio romano de Occidente desaparecía, el latín tradicional se mantuvo vivo gracias a escritores como Casiodoro, Boecio y Símaco.

Las artes liberales florecieron en Rávena bajo Teodorico el Grande y los reyes godos se rodearon con maestros de retórica y gramáticos.

El año 1230 marca el comienzo de la escuela siciliana y el inicio de una literatura que muestra ya rasgos más uniformes.

El italiano moderno es un dialecto que ha conseguido imponerse como lengua propia de una región mucho más vasta que su región dialectal, en este caso se trata del dialecto toscano de Florencia, Pisa y Siena y que ha evolucionado a partir del latín.

El toscano es en efecto la lengua en la que escribieron durante la Edad Media y el Renacimiento Dante Alighieri, Petrarca, Giacomo Leopardi, Alessandro Manzoni, Torquato Tasso, Ludovico Ariosto y Giovanni Boccaccio, considerados como los grandes escritores italianos que ejercieron una gran influencia sobre la literatura europea en general y española en particular; siendo adoptadas algunas formas estróficas como el soneto, la lira o la octava real, al popularizarse los versos endecasílabos y octosílabos.

Algunos filósofos importantes han sido Tomás de Aquino, Bernardino Telesio, Giordano Bruno, Marsilio Ficino, Giovanni Pico della Mirandola, Nicolás Maquiavelo y Giambattista Vico.

Otras figuras importantes del país han sido los poetas Giosuè Carducci, Gabriele D'Annunzio, Salvatore Quasimodo, Eugenio Montale, Giuseppe Ungaretti, la escritora Grazia Deledda, y los autores teatrales Luigi Pirandello y Dario Fo, todos ellos ganadores del Premio Nobel de Literatura.

Fiestas

Deporte

Uno de los deportes más populares del país es el fútbol, denominado en italiano calcio.

Desde el siglo XVI se practica el llamado calcio florentino, que consiste en dos equipos de 27 jugadores con 22 jugadores y 5 porteros, donde el objetivo es sumar más puntos que el equipo rival.

El calcio se ha intensificado a nivel local, llegando a fundarse en 1898 la Federación Italiana de Fútbol, que se encarga de los campeonatos de fútbol de clubes y de la selección nacional, que ha ganado entre otros trofeos, cuatro Copas del Mundo FIFA en 1934, 1938, 1982 y 2006, y una Eurocopa, en 1968.

Además, ha logrado alcanzar el número 1 de la clasificación de la FIFA en 1993 y 2007.

Los principales clubes del país son la Juventus Football Club, el AC Milan y el FC Inter de Milán.

La Juventus FC es el club que más títulos ha logrado en el fútbol italiano, es el octavo club con el mayor número de trofeos internacionales conquistados en el mundo -cuarto en Europa - y además, el único club que ha conquistado todas las competiciones organizadas por alguna de las seis confederaciones continentales de fútbol y el título mundial interclubes.

El AC Milan es el segundo club que más títulos internacionales ostenta (18), y el FC Inter de Milán además de poseer varios títulos nacionales e internacionales es el único que ha participado en todas las ediciones de la Serie A, desde su institución en 1929, además es el único equipo italiano que ha ganado cinco títulos en una misma temporada.

Otros clubes que han ganado torneos internacionales son: la Roma, la ACF Fiorentina, el Napoli, el UC Sampdoria, el Parma FC y la SS Lazio.

En voleibol tanto a nivel de selección como de equipos de clubes Italia forma parte, sobre todo en masculino, de la élite mundial del deporte.

La selección masculina es una de las más exitosas de la historia tras ganar, entre otros, tres Mundiales, seis Eurocopas, ocho World Leagues y cinco medallas olímpicas (platas y tres bronces).

También la selección femenina ha conseguido levantar un Mundial y dos Eurocopas.

Los equipos de clubes a nivel masculino son los más laureados de Europa, con 70 títulos conseguidos en todas la competicciones, y del Mundo gracias a sus ocho Campeonatos Mundial de Clubes en nueve ediciones.

Ganaron trofeos sobre todo conjuntos como el Pallavolo Modena, el Pallavolo Parma, el Pallavolo Torino y el Porto Ravenna Volley en los años 80 y en los primeros años 90 y el Sisley Treviso, el PV Cuneo, el Lube Macerata y el Trentino Volley en la segunda mitad de los 90 y en el siglo XXI.

Los equipos femenino han logrado 39 títulos europeos y 1 mundial de clubes.

En automovilismo, es sede de la famosa escudería Ferrari, la más reconocida en disciplinas como la Fórmula 1.

Además aquí se celebra el Gran Premio de Italia, una de las competiciones más importantes a escala internacional.

En motociclismo cabe destacar la celebración del Gran Premio de Italia y a los pilotos Giacomo Agostini (15 títulos mundiales), Carlo Ubbiali (9) y Valentino Rossi (9).

En ciclismo posee una de las tres grandes Vueltas a nivel mundial, el Giro de Italia.

Además han destacado ciclistas como Alfredo Binda ganador en tres ocasiones del Campeonato Mundial y en cinco del Giro de Italia o Fausto Coppi también ganador en cinco ocasiones del Giro y en dos del Tour de Francia.

En rugby, los equipos disputan la Super 10 que da acceso a disputar la competición europea Heineken Cup.

La selección de rugby participa en el Torneo de las Seis Naciones y habitualmente en la Copa del Mundo, siendo su único título el obtenido en 1997 en la European Nations Cup.

Otro deportista destacado ha sido Reinhold Messner, primera persona del mundo en escalar las 14 cumbres de más de 8.000 metros, además de ser la primera persona en ascender el monte Everest en solitario y sin ayuda de oxígeno en 1980.

En los Juegos Olímpicos es el tercer país con más medallas de oro acumuladas, tras los Estados Unidos, la Unión Soviética y Alemania, siendo el cuarto con más participaciones (45) tras Francia, Reino Unido y Suiza con 46 ediciones.

Los deportistas que más medallas han obtenido han sido Edoardo Mangiarotti (6 medallas de oro, 5 de plata y 2 de bronce), Nedo Nadi (6 medallas de oro) y Valentina Vezzali (5 medallas de oro, 1 de plata y 1 de bronce) todos en esgrima.

Además el país ha organizado cuatro ediciones de los Juegos Olímpicos, una de verano en Roma 1960 y tres de invierno, en Cortina d'Ampezzo en 1944 y 1956 y en Turín en 2006.

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