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Malvinas, Islas

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El Territorio de Ultramar de las Islas Malvinas (en inglés, Falkland Islands) es un territorio dependiente del Reino Unido que abarca la totalidad del archipiélago de las Malvinas, situado en el océano Atlántico Sur en el extremo sur de Sudamérica.

La capital es denominada en inglés Stanley, pero en español se la refiere también como Puerto Argentino o Puerto Stanley.

En la actualidad, es uno de los dieciséis territorios en la lista de las Naciones Unidas de territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, con el fin de eliminar el colonialismo, por lo que la situación del archipiélago es examinada anualmente por el Comité de Descolonización desde 1965.

Jurídicamente, la Organización de las Naciones Unidas lo considera un territorio de soberanía aún pendiente de definición, entre el Reino Unido —que lo administra— y la Argentina, que reclama su devolución.

Disputa sobre la soberanía de las islas Malvinas

La República Argentina no reconoce la soberanía británica sobre las Malvinas, a las que considera una «parte integral e indivisible de su territorio que se halla ocupada ilegalmente por una potencia invasora».

En tal sentido, las reclama como parte de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, en donde son agrupadas junto con las islas Georgias del Sur, Sándwich del Sur y Orcadas del Sur, en el Departamento Islas del Atlántico Sur.

La disputa de soberanía comprende también los espacios marítimos adyacentes a las islas, que Argentina considera parte del mar Argentino, denominación que el Reino Unido rechaza.

Desde la reforma de 1994, la Constitución Nacional Argentina ratifica en la primera de sus «Disposiciones Transitorias» el reclamo de la soberanía y la recuperación de las Malvinas como un «objetivo permanente e irrenunciable del Pueblo Argentino».

El Reino Unido ha manifestado que en cualquier negociación que se lleve adelante por la soberanía de las Malvinas deben incluirse los deseos de los isleños, a quienes les reconoce el derecho a la autodeterminación.

No obstante, la Argentina rechaza esta determinación y utiliza como argumento las resoluciones de las Naciones Unidas relativas a la descolonización.

Por ello, no reconoce a los isleños como un pueblo colonizado, sino como un pueblo trasplantado artificialmente a las islas por los colonizadores británicos y, en tal sentido, ofrece tener en cuenta los «intereses» de los isleños pero no sus «deseos».

En el Tratado de Lisboa, firmado el 13 de diciembre de 2007 por los países de la Unión Europea, se listó en un anexo a las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur —y al Territorio Británico en la Antártida— como pertenecientes al Reino Unido, tal como ha expresado el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido Chris Bryant

El 12 de junio de 2012, el gobierno de las Islas Malvinas anunció que iba a celebrar un referéndum sobre el estatuto político de las islas en el primer semestre de 2013.

Toponimia

El nombre en español para el archipiélago, «islas Malvinas», proviene de su nombre en francés, Îles Malouines, propuesto por Louis Antoine de Bougainville en 1764, luego de que los primeros habitantes conocidos de las islas eran pescadores y marineros provenientes del puerto bretón de Saint-Malo en Francia.

El nombre en inglés para las islas Malvinas es Falkland Islands, que se tomó por Falkland Sound, el nombre en inglés que se le dio al canal que se ubica entre las dos islas principales, el estrecho de San Carlos.

Éste, a su vez, fue llamado así en 1690 por su descubridor, el capitán John Strong, en honor a Anthony Cary, quinto vizconde de Falkland.

Historia

Luego de que Argentina comenzara la lucha por la independencia de España, las posesiones del antiguo Virreinato del Río de la Plata pasaron a su soberanía.

En 1820, el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata toma posesión formal de las islas.

En 1829 Luis Vernet es designado como Comandante Político y Militar del archipiélago.

Tras un incidente provocado por los Estados Unidos, que destruyó las instalaciones del gobernador Vernet en Puerto Soledad mediante la corbeta de guerra Lexington, el 2 de enero de 1833 arribó la fragata de guerra británica HMS Clio, al mando del capitán John James Onslow, quien comunicó al jefe argentino que venía a reafirmar la soberanía británica y retomar posesión de las islas en nombre del rey británico Guillermo IV.

Ante este panorama, el capitán de la goleta Sarandí, José María Pinedo, no se consideró en condiciones de resistir y optó por embarcar a sus hombres y retornar a la Argentina.

Al día siguiente desembarcaron las fuerzas británicas, izaron su pabellón y arriaron el que había dejado Pinedo, tomando posesión de las Malvinas e ignorando que las islas habían pertenecido al Reino de España con anterioridad.

Desde 1843, el gobierno británico puso bajo administración del gobierno de las Malvinas las llamadas Dependencias de las Islas Malvinas, territorios que mantuvieron un estatus separado con autonomía financiera.

Desde ese año las dependencias sólo correspondían a las islas Georgias del Sur, pero fueron ampliadas en 1908 para abarcar a las Sándwich del Sur, las Orcadas del Sur, las Shetland del Sur y la Tierra de Graham.

La Marina Real Británica construyó una base naval en Puerto Stanley y las islas se convirtieron en un punto estratégico para la navegación por el cabo de Hornos.

Durante la Primera Guerra Mundial, las islas fueron escenario de la una importante batalla naval, con una victoria británica sobre la flota imperial alemana.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad sirvió como una estación para los buques que participaron en la Batalla del Río de la Plata.

Al crearse el Territorio Antártico Británico en 1962, las dependencias quedaron reducidas a las Georgias del Sur y Sándwich del Sur, hasta que en 1985 fueron transformadas en el Territorio británico de ultramar de las islas Georgias y Sándwich del Sur.

Guerra de las Malvinas

El 2 de abril de 1982 fuerzas militares argentinas invadieron las Malvinas.

El gobierno británico respondió con el envío de una fuerza naval que desembarcó 6 semanas más tarde y, después de duros combates, forzaron la rendición argentina el 14 de junio de 1982, restableciendo la administración británica sobre las Malvinas.

La causa de esta guerra fue el intento por parte de la dictadura militar argentina de forzar, mediante una acción militar, la búsqueda de solución, favorable a sus intereses, en el diferendo sobre la soberanía de estos archipiélagos equinocciales, los cuales las Naciones Unidas consideran territorios en litigio entre la Argentina y el Reino Unido (este los administra y explota).

El saldo final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.

Políticamente, la derrota en el conflicto precipitó en Argentina la caída de la llamada Junta Militar que gobernaba el país.

Fue reemplazada en 1983 por un gobierno elegido por el pueblo, el que facilitó la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile de 1984, con el que se puso fin al conflicto del Beagle y, con ello, el cese de hostilidades que podrían redundar en un nuevo intento de solución bélica por parte de las fuerzas argentinas, también para ese problema limítrofe.

En el Reino Unido, por su parte, la victoria en el enfrentamiento ayudó a que la fórmula de gobierno conservador neoliberal de Margaret Thatcher saliera reelecta en las elecciones del año 1983 por un amplio margen de votos.

Luego de la guerra, los isleños obtuvieron la plena ciudadanía británica, su estilo de vida fue mejorando por las inversiones que hizo Gran Bretaña y la liberalización de las medidas económicas que habían estado paralizadas para evitar conflictos con la Argentina.

En 1985, fue promulgada una nueva Constitución, que dio mayor nivel de autonomía a los isleños.

Tras el fin de las hostilidades, el gobierno británico prohibió el ingreso de cualquier civil con pasaporte argentino a las Malvinas, pero actualmente los argentinos pueden viajar con pasaporte de turistas.

Gobierno y política

Gobernador

El Gobernador tiene la autoridad ejecutiva en las Islas, pero sólo puede actuar en la instrucción del Consejo Ejecutivo (o el Secretario de Estado británico en algunos casos excepcionales).

Consejo Ejecutivo

Cada año, la Asamblea Legislativa elige a tres de sus miembros para el Consejo Ejecutivo.

El Consejo también cuenta con dos miembros ex officio (el Jefe del Ejecutivo y el Secretario de Economía).

Tanto el Comandante en Jefe de las Fuerzas Británicas en las Islas Malvinas como el Fiscal General pueden asistir a las reuniones y comentar sobre cualquier tema, pero no se les permite votar.

Las reuniones se celebran una vez al mes, aunque pueden ocurrir en cualquier momento.

El Jefe del Ejecutivo será elegido por el Consejo Ejecutivo y actúa como jefe de la Administración Pública y jefe de gobierno de las Islas Malvinas.

Asamblea Legislativa

El poder legislativo consiste en la Asamblea Legislativa unicameral.

Las elecciones generales deben tener lugar al menos una vez cada cuatro años, en las que los isleños elegirán a ocho miembros de la Asamblea Legislativa (cinco de Stanley y tres del Camp).

La Asamblea Legislativa es elegida por sufragio universal, para los que tengan dieciocho años de edad o más en la fecha de la elección, sean ciudadanos británicos y residentes en las Islas Malvinas en la fecha de la elección.

También hay dos miembros ex officio de la Asamblea (el Jefe del Ejecutivo y el Director de Finanzas).

El Gobernador puede anular una ley hecha por la Asamblea, pero sólo con la autorización del Secretario de Estado británico de Asuntos Exteriores (William Hague).

Hasta 2009, cuando la nueva Constitución entró en vigor y se ha creado la Asamblea Legislativa, el legislador de las Islas fue el Consejo Legislativo, que había existido desde el siglo XIX.

Mar adyacente y plataforma submarina

Límites marinos de la administración británica

El 23 de julio de 1982, el Reino Unido estableció la «Zona de Protección de las Malvinas» centrada en el mismo punto del estrecho de San Carlos que la anterior «Zona de Exclusión Militar de 200 millas de radio», pero con un radio de 150 millas náuticas, junto con un mar territorial de 12 nmi.

El 29 de octubre de 1986 creó la «Zona Interina de Conservación y Administración de las Islas Malvinas», reclamando por primera vez una zona de pesca exclusiva en torno a las Islas.

El 22 de agosto de 1994 el Reino Unido amplió sus reclamos marítimos al crear la «Zona de Conservación Externa de las Islas Malvinas», llevando la zona bajo su control a 200 millas de la línea de base al este de las Malvinas.

Estas acciones han generado fricciones adicionales con la Argentina, al sobreponerse con la zona económica exclusiva continental argentina al oeste, norte y sur de las Islas.

El 17 de febrero de 2012, una petrolera británica violó la zona exclusiva marítima de argentina, buscando petróleo dentro del territorio argentino.

La plataforma avanzó entre 8 y 10 millas náuticas más allá de lo permitido acercándose a unas 190 millas del continente argentino.

Tras haberse corrido de su margen, las autoridades nacionales temen que la compañía planifique realizar un tercer pozo, ubicado en jurisdicción de aguas territoriales argentinas.

Economía

Históricamente, la economía isleña se sustentó en la ganadería, principalmente la ovina, pero hoy la pesca constituye el núcleo de la actividad económica.

En 1987 el gobierno británico de las islas empezó a vender licencias de pesca a compañías extranjeras dentro del área de pesca exclusivo de las Malvinas delimitado por el Reino Unido.

Estas licencias totalizaron más de US$ 40 millones al año, monto que sirve para administrar los sistemas de salud, educación y asistencia social de las islas.

El langostino corresponde al 75% de la pesca recogida.

La industria del tambo sirve para el consumo interno; las cosechas nutren al forraje de invierno.

Las exportaciones están formadas por envíos de lana de alta calidad al Reino Unido, sellos y monedas.

Para alentar al turismo, la Corporación para el Desarrollo de las Islas Malvinas ha construido tres cabañas para visitantes atraídos por la vida salvaje y la pesca.

Actualmente, las Islas se auto financian, salvo en lo que se refiere a menesteres de defensa.

El British Geological Survey anunció la existencia de una zona de exploración de petróleo de 200 millas alrededor de las Islas en 1993 y los primeros sondeos sísmicos sugieren la posibilidad de reservas substanciales capaces de producir 500 mil barriles de petróleo por día.

Cuencas petroleras se han descubierto recientemente al sur y al norte del archipiélago.

En el marco de la aplicación de las políticas neoliberales durante la década de 1990, el entonces presidente Carlos Menem y su par británico, el primer ministro conservador John Major, firmaron un acuerdo para atraer el interés extranjero y facilitar la exploración y explotación de las reservas de petróleo alrededor de las islas.

Indicadores económicos

Demografía

La población de las islas era de 2967 habitantes en (julio de 2003) y estaba compuesta en su mayoría por descendiente de británicos (aproximadamente el 70 %).

Los ciudadanos de Reino Unido que han obtenido el estatus de residentes en las islas son conocidos como belongers.

No obstante, existen también individuos con ascendencia escandinava habitando las islas.

Otra parte de la población está formada por los descendientes de los balleneros que arribaron en los siglos pasados.

Finalmente, el restante de la población está compuesto por un minoría de americanos (principalmente chilenos) y algunos individuos provenientes de Santa Elena y Tristán de Acuña, que han llegado a las islas en búsqueda de trabajo.

A los habitantes de las Malvinas se les conoce como kelpers.

Este gentilicio deriva de las algas que se encuentran alrededor de las islas, llamadas kelp en inglés.

No obstante, ellos prefieren llamarse islanders (isleños).

La religión principal es el cristianismo.

Las denominaciones principales son la Iglesia de Inglaterra, la Iglesia católica, la Iglesia no Conformista Unida, la Iglesia evangélica, la de los Testigos de Jehová, la Iglesia luterana y la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

La parroquia extra-provincial anglicana de las Islas Malvinas está bajo la jurisdicción directa del Arzobispo de Canterbury.

Las Malvinas forman una Prefectura Apostólica de la Iglesia católica que no está incluida en las estructuras eclesiales católicas del Reino Unido ni de Argentina.

Corrientemente, el prefecto apostólico católico de las Malvinas es a la vez rector de la misión sui iuris de Santa Elena y sus dependencias.

Clima

El clima en las islas es frío, lluvioso y ventoso.

La temperatura media oscila entre 3 °C en invierno y 8 °C en verano.

La humedad es alta, ya que el promedio de días con precipitaciones es de 250 al año, acumulando un total anual de 566 mm y siendo más lluvioso el este que el oeste.

El mes más seco es noviembre.

Son frecuentes el granizo, la nieve y los fuertes vientos que provienen principalmente del Oeste, siendo más frecuente durante los meses de primavera y verano que durante el otoño y el invierno.

Las islas son relativamente soleadas, con un promedio de 7,5 horas de sol en diciembre y enero y 2 horas en junio y julio.

La temperatura máxima registrada fue de 29,2 °C y la mínima de -9,5 °C.

El clima puede cambiar con mucha rapidez y las 4 estaciones pueden manifestarse en un mismo día.

Comunicaciones y servicios públicos

Telefonía

Radio, TV e Internet

Salud

Solamente hay un hospital en Puerto Argentino/Stanley, llamado King Edward VII Memorial Hospital.

Transporte

No hubo enlaces aéreos a las islas hasta 1971, cuando la Fuerza Aérea Argentina, que operaba la aerolínea estatal LADE, inició vuelos anfibios entre Comodoro Rivadavia y Puerto Stanley.

Luego, la Argentina y el Reino Unido llegaron a un acuerdo para la construcción de un aeropuerto en las islas.

El «Acuerdo de Reanudación de las Comunicaciones con las Malvinas» fue firmado entre los gobiernos de la Argentina y el Reino Unido el 14 de julio de 1999, luego de que Chile suspendiera los vuelos a las islas en represalia por el arresto de Augusto Pinochet en el Reino Unido, y que los gobiernos de Uruguay y del Brasil declinaran hacerlos desde sus territorios.

El gobierno argentino aceptó que la empresa LAN Airlines realizara cada sábado un vuelo desde Punta Arenas en el sur de Chile, haciendo escala el segundo sábado de cada mes en Río Gallegos para su viaje hacia Mount Pleasant y el tercer sábado en su viaje de retorno, a condición de que se permitiera viajar a ciudadanos argentinos a las islas.

Desde noviembre del 2003, los vuelos chárter desde el territorio continental argentino fueron suspendidos por el entonces presidente Néstor Kirchner, al considerarse que dichos vuelos deberían realizarse desde la Argentina por una aerolínea nacional y no desde Chile mediante empresas extranjeras.

A respecto de este asunto, el gerente de comunicaciones de Aeropuertos Argentina 2000, Sergio Resumil, aseguró meses más tarde que «desde Río Gallegos se podrá operar con vuelos internacionales directos hacia las islas Malvinas».

Presencia militar

La defensa de las islas es responsabilid de las Fuerzas Armadas Británicas.

Sus efectivos y armamento están afectados al territorio de la siguiente forma:

Real Marina Británica

Ejército Británico

Real Fuerza Aérea Británica (RAF) - (ubicada en la Base Aérea de Mount Pleasant)

Existe también una compañía de infantería ligera integrada por voluntarios de las islas, la Fuerza de Defensa de las islas Malvinas (Falkland Islands Defence Force), financiada por el gobierno isleño.

En los primeros meses del año 2012, la Argentina denunció públicamente y ante la Organización de las Naciones Unidas al Reino Unido por una progresiva militarización del Atlántico Sur.

En este sentido, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner acusó al gobierno británico de poner en riesgo la seguridad global y le pidió al primer ministro conservador David Cameron que le diera «una oportunidad a la paz», desmilitarizando la zona.

Fernández de Kirchner instruyó al canciller Héctor Timerman para que formulara un reclamo ante el Consejo de Seguridad y la Asamblea de las Naciones Unidas no sólo por la creciente militarización del Atlántico Sur, sino también lo que calificaba de un anacronismo: restan apenas dieciséis casos de colonialismo en todo el mundo y diez de esos casos son responsabilidad del Reino Unido.

Para Juan Recce, director del Centro Argentino de Estudios Internacionales, «Malvinas y la Antártida son, para el Reino Unido, parte de un único sistema estratégico de poder, cuyos márgenes se amplían con sus territorios de ultramar ubicados en el centro del Atlántico Sur.

Las islas de Ascensión, Tristán de Acuña, Georgias del Sur y Sándwich del Sur le confieren el control logístico del camino de occidente a la Antártida.

Hay una carrera por el patentamiento de la diversidad biológica para fines de farmacéuticos, es por el control de los recursos mineros sumergidos en la plataforma continental y por el control de los recursos hidrocarburiferos de los subsuelos» y que por estas razones el Reino Unido estaría militarizando progresivamente la zona de Malvinas y alrededores.

Algunos meses más tarde, el gobierno argentino reiteró sus denuncias, ratificando la poca disposición del gobierno británico por desmilitarizar el archipiélago.

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