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Rusia

Russia

Rusia (en ruso: Россия, romanización: Rossíya) o la Federación Rusa (formalmente: Federación de Rusia; en ruso: Российская Федерация, romanización: Rossíiskaya Federátsiya) es el país más extenso del mundo.

La Federación de Rusia cuenta con una superficie de 17 125 246 kilómetros cuadrados, equivalente a la novena parte de la tierra firme del planeta, y con gran variedad de relieves y entornos naturales.

Su capital es la ciudad federal de Moscú.

Esta república semipresidencialista, formada por 85 sujetos federales, es el noveno país por población al tener 146 020 000 habitantes.

Ocupa todo el Asia del Norte y alrededor del 40 % de Europa (principalmente Europa Oriental), siendo un país transcontinental.

En Rusia hay nueve zonas horarias, desde UTC+3 hasta UTC+12, sin incluir UTC+5.

Rusia tiene las mayores reservas de recursos energéticos y minerales del mundo todavía sin explotar y es considerada la mayor superpotencia energética.

Posee las mayores reservas de recursos forestales y la cuarta parte de agua dulce no congelada del mundo.

Rusia es el país que delimita con el mayor número de países, un total de 16, y el que tiene las fronteras más extensas.

Tiene fronteras terrestres con los siguientes países (empezando por el noroeste y siguiendo el sentido antihorario): Noruega, Finlandia, Estonia, Letonia, Bielorrusia, Lituania, Polonia, Ucrania, Georgia, Azerbaiyán, Kazajistán, China, Mongolia y Corea del Norte.

Además de varios de los anteriores, comparte fronteras marítimas también con Japón y Alaska, estado federado de Estados Unidos.

Asimismo comparte fronteras con los Estados con reconocimiento limitado, Abjasia y Osetia del Sur.

Sus costas están bañadas por el océano Ártico, el océano Pacífico del Norte, y por mares interiores como el mar Báltico, el mar Negro y el mar Caspio.

La historia de Rusia comenzó con los eslavos orientales.

Los eslavos emergieron como un grupo reconocible en Europa entre los siglos III y VIII d.

C.

Fundado y dirigido por una clase guerrera noble de vikingos y sus descendientes, el primer Estado de los eslavos orientales, la Rus de Kiev, surgió en el siglo IX y adoptó el cristianismo procedente del Imperio bizantino en 988, comenzando una síntesis de las culturas bizantina y eslava que definiría la cultura rusa durante el siguiente milenio.

Posteriormente la Rus de Kiev se desintegró en muchos pequeños Estados feudales, de los cuales el más poderoso fue el Principado de Moscú, que se convirtió en la fuerza principal en el proceso de la reunificación rusa y la lucha por la independencia contra la Horda de Oro.

Moscú reunificó gradualmente los principados rusos circundantes y comenzó a dominar en el legado cultural y político de la Rus de Kiev.

Para el siglo XVIII la nación se expandió mediante la conquista, anexión y exploración hasta convertirse en el Imperio ruso, el tercer imperio más grande de la historia al extenderse desde Polonia en el oeste, hasta el océano Pacífico y Alaska.

Rusia ha establecido un poder e influencia mundial desde los tiempos del Imperio ruso, después como el país dominante constituyente de la Unión Soviética (URSS), el primer y más grande Estado socialista constitucionalmente establecido y una superpotencia reconocida y actualmente como la Federación de Rusia.

El país puede presumir de una larga tradición de excelencia en todos los aspectos de las artes y las ciencias.

La Federación Rusa se fundó al disolverse la Unión Soviética en 1991, pero es reconocida como la heredera de la personalidad legal de la misma.

Su economía tiene uno de los mayores crecimientos del mundo.

Es el octavo país por PIB nominal o el sexto por PIB PPA, con el tercer presupuesto militar más grande del mundo.

Es uno de los cinco países con armas nucleares reconocidos y posee el mayor arsenal de armas de destrucción masiva del mundo.

Rusia es miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, miembro del G20, APEC y OCS, con gran influencia en el espacio postsoviético, particularmente en la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

Toponimia

El nombre de Rusia en ruso es « Rossíya » (Россия), que procede del griego « Ρωσία » (AFI:), que es como denominaban a la Rus' (Русь) en el Imperio bizantino.

Sobre el origen del término « Rus' » hay varias teorías, pero ninguna de ellas es aceptada por todos.

Las versiones se dividen en históricas, que se basan en autores contemporáneos, lingüísticas y toponímicas.

Así las principales hipótesis son la histórica bizantina, la indo-iraní, la lingüística finesa, la histórico-toponímica prusiana, además de varias toponímicas.

Historia

Antigua Rusia, eslavos orientales y la Rus de Kiev

Antes del siglo I, las vastas tierras de la Rusia meridional fueron pobladas por varias tribus, muy dispersas por el inmenso territorio, como los protoindoeuropeos y escitas.

Entre el siglo III y siglo VI, las estepas fueron asoladas por oleadas sucesivas de invasiones nómadas, dirigidas por tribus belicosas que a menudo continuarían su avance hasta Europa, como fue el caso de los hunos y ávaros.

Durante el período del siglo V al siglo VII, está representado por la cultura de Dyákovo, en plena Edad de Hierro, que ocupaba la zona del Volga Superior, el Valdái y el área de río de Oká.

La cultura de Dyákovo estaba formada por la gente ugrofinesa, los antepasados de las tribus Merya, Muromá, Meshchora y Veps (también llamados chud').

Toda la toponimia regional ugrofinesa y su carácter hidrónimo nos transporta a esta cultura; un ejemplo es el río Yauza, afluente del Moscova, y probablemente el mismo río Moscova también.

Los turcos y los kazajos dominaron las estepas más bajas de la cuenca del Volga entre los mares Caspio y Negro hacia el siglo VIII.

Destacaron por sus notorias leyes de tolerancia cosmopolita.

Los jázaros fueron la conexión comercial principal entre el Báltico y el imperio musulmán Abbasí radicados en Bagdad.

Se convirtieron en importantes aliados del Imperio bizantino y emprendieron una serie de guerras exitosas contra los Califatos árabes.

En esta época, el término "Rhos" o "Rus" se aplicó primero a los varegos y luego también a los eslavos que habitaban la región.

En el período del siglo X a XI, la Rus de Kiev o Rusia medieval llegó a ser el principado más grande en Europa y uno de los más prósperos, debido al comercio diversificado tanto con Europa como con Asia.

La apertura de nuevas rutas del comercio con Oriente en el tiempo de las cruzadas contribuyó a la decadencia y a la fragmentación del principado a fines del siglo XII.

En el período del siglo XI y XII, las incursiones constantes de las tribus turcas nómadas, como los pólovtsy y los pechenegos, llevaron a la migración masiva de las poblaciones eslavas del sur fértil a las regiones más arboladas del norte, conocidos como Zalésye.

Los Estados medievales de la República de Nóvgorod y el Principado de Vladímir-Súzdal surgieron como sucesores del Rus de Kiev.

Mientras, el curso mediano del río Volga vino a ser dominado por el Estado musulmán de Bulgaria del Volga.

Como muchas otras partes de Eurasia, estos territorios fueron invadidos por los mongoles, formando el Estado de la Horda de Oro que saquearía los principados rusos durante más de tres siglos.

Cerca de la mitad de la población rusa perecerá durante la invasión mongola; posteriormente conocidos como los tártaros, gobernarán las extensiones meridionales y centrales de Rusia, mientras que los territorios actuales de Ucrania y Bielorrusia serán incorporados al Gran Ducado de Lituania y Polonia, dividiendo así a los rusos entre bielorrusos al norte y ucranios al oeste.

Al igual que en los Balcanes, el movimiento nómada retardó el desarrollo económico y social del país.

Sin embargo, la República de Nóvgorod junto con la ciudad de Pskov retuvieron algún grado de autonomía durante el tiempo de la yunta mongola y pudieron en gran parte evitar las atrocidades que afectaron al resto del país.

En el año 1240, la República de Nóvgorod, dirigida por Aleksandr Nevski (1220 – 1263), repelió los intentos de los cruzados germánicos de colonizar la región.

Principado de Moscú

A diferencia de su líder espiritual, el Imperio bizantino, Rusia, bajo la batuta de Moscú, pudo revivir y organizar su propia guerra de la reconquista, subyugando finalmente a sus enemigos y anexando sus territorios perdidos.

Después de la caída de Constantinopla en 1453, la Rusia moscovita queda como el único Estado cristiano funcional en la frontera de la Europa Oriental, adquiriendo así el derecho de reclamar la sucesión al legado del Imperio romano de Oriente.

Todavía bajo el dominio de los mongolo-tártaros, el ducado de Moscú comenzó a afirmar su influencia en la Rusia Occidental al principio del siglo XIV.

El resurgimiento espiritual, apoyado por la Iglesia ortodoxa y San Sergio de Rádonezh, ayudó al ducado de Moscú a derrotar a los mongolo-tártaros en la Batalla de Kulikovo en 1380.

Iván IV "El Terrible" (1530 – 1584) puso fin al control de los invasores, consolidando regiones cercanas bajo el dominio de Moscú.

Es el primero en tomar el título de "Gran Duque de Todas las Rusias".

Al principio del siglo XVI, el Estado ruso fijó como metas principales recuperar todos los territorios perdidos a consecuencia de la invasión mongolo-tártara y proteger la zona fronteriza meridional contra los ataques de los tártaros de Crimea (las guerras ruso-crimeas) y de algunos pueblos turcos.

Los hidalgos, recibiendo un señorío del soberano, fueron obligados a servir en el ejército.

El sistema del señorío llegó a ser la base para la caballería noble.

En 1547, Iván IV fue coronado oficialmente como el primer Zar de Rusia.

Durante su reinado, Iván IV anexionó regiones de Kazán y Astracán entre otras y transformó Rusia en un Estado multiétnico.

Iván IV promulgó un nuevo código de leyes (Sudebnik de 1550), estableciendo el primer cuerpo representativo feudal (Zemski Sobor) e introdujo la autogestión local en las regiones rurales.

A finales del siglo, cosacos rusos fundaron los primeros establecimientos en Siberia Occidental.

Su reinado también fue marcado por la larga y fracasada guerra contra la coalición de Polonia, Lituania y Suecia para acceder al comercio a través del mar Báltico.

Iván IV llevó a cabo una serie de purgas en la aristocracia feudal, probablemente provocadas por la traición por parte del príncipe Kurbski, por las cuales entró en la historia como "El Terrible".

Después de su muerte, los fracasos militares, las epidemias y las pobres cosechas debilitaron el Estado y los tártaros de Crimea queman la ciudad de Moscú.

La muerte de los hijos de Iván combinada con el hambre de 1601 - 1603 llevan a la guerra civil y a la intervención extranjera.

A mediados del siglo XVII había establecimientos rusos en la Siberia Oriental y en la península de Chukchi a través del río Amur.

En 1648 el navegante ruso Semión Dezhniov descubre el estrecho que separa Siberia de Alaska.

En 1728 será explorado por el navegante danés Vitus Bering, y llevará su nombre (estrecho de Bering).

Imperio ruso

El control moscovita de la nueva nación continuó después de la intervención polaca bajo la dinastía subsiguiente de Románov, empezando con el Zar Miguel I de Rusia en 1613.

Pedro I el Grande, quien gobernó el Zarato Ruso, derrotó al Imperio sueco durante la Gran Guerra del Norte, forzándolo a ceder la Karelia Occidental e Ingria (dos regiones perdidas por Rusia en el Tiempo de Dificultades), y de Livonia (actuales Estonia meridional y Letonia septentrional).

Esto aseguró el acceso del Imperio ruso al mar y el comercio marítimo en Ingria.

Fundó en 1703 una nueva capital, San Petersburgo, y fue en gran parte responsable de llevar la cultura de la Europa Occidental a Rusia por medio de sus reformas.

Luego de dichas reformas, Rusia obtuvo poder en Europa.

Catalina la Grande, que gobernó entre 1762 y 1796, continuó los esfuerzos de Pedro I ubicando a Rusia como uno de las grandes potencias europeas.

Como ejemplos de la participación europea en el siglo XVIII, se destacan la Guerra de Sucesión Polaca y la Guerra de los Siete Años.

Tras la división de Polonia, Rusia adquirió los significativos territorios del oeste, los cuales se encontraban poblados principalmente por personas de religión ortodoxa.

A consecuencia de las guerras contra el Imperio otomano, Rusia desplazó sus fronteras hasta el mar Negro, teniendo como objetivo la protección de la región cristiana de los Balcanes contra los turcos.

En 1783, Rusia y el Reino Georgiano (que fue devastado casi totalmente por las invasiones persas y por los turcos) firmaron el Tratado de Gueórguievsk (ciudad situada en el Krai de Stávropol) según el cual Georgia (Kartli-Kakheti) recibía la protección de Rusia.

En 1812, habiendo reunido casi medio millón de soldados franceses y provenientes de sus otros países conquistados en Europa, Napoleón invadió Rusia.

Sin embargo, luego de tomar Moscú, fue forzado a retirarse hacia Francia.

Casi el 90% de las fuerzas invasoras perecieron en las batallas con el ejército ruso, a causa de los guerrilleros y el crudo invierno.

Los ejércitos rusos terminaron la persecución del enemigo ocupando su capital, París.

Los oficiales de las guerras napoleónicas llevaron a Rusia las ideas del liberalismo e incluso procuraron reducir los poderes del zar durante la rebelión abortada de los dekabristas en 1825, la cual fue seguida por varias décadas de represión política.

Otro de los resultados de las guerras napoleónicas fue la constitución de Besarabia y de Finlandia en el Imperio ruso, así como la creación del Congreso Polonia.

La permanencia de la servidumbre y las políticas conservadoras de Nicolás I de Rusia estorbaron el desarrollo del Imperio ruso a mediados del siglo XIX.

Como resultado, el país fue derrotado en la Guerra de Crimea (1853 – 1856) por una alianza de las potencias europeas mayores Gran Bretaña, Francia, el Imperio Otomano y Piamonte-Cerdeña.

El sucesor de Nicolás I de Rusia, Alejandro II (1855 – 1881), fue forzado a emprender una serie de reformas completas y publicó un decreto aboliendo la servidumbre en 1861.

Las grandes reformas del reinado de Alejandro II incrementaron el desarrollo y las tentativas del capitalista Serguéi Witte hacia la industrialización.

Una atmósfera de eslavofilia estaba en aumento, encabezada por la victoria de Rusia en la Guerra Ruso-Turca, la cual forzó al Imperio Otomano a reconocer la independencia de Rumanía, Serbia y Montenegro y la autonomía de Bulgaria.

El fracaso de las reformas y la supresión de lo agrario a consecuencia del crecimiento de la intelectualidad liberal fomentaron la continuidad de los problemas.

En vísperas de Primera Guerra Mundial, la posición del Zar Nicolás II y su dinastía parecía precaria.

El gobierno ruso no quiso participar en la Primera Guerra Mundial, pero sentía que la única alternativa era la aceptación de la dominación alemana de Europa.

Rusos de clase alta y burgueses ayudaron en el esfuerzo de guerra del régimen.

Campesinos y trabajadores, en cambio, colaboraron con mucho menos entusiasmo ante la situación.

Alemania tenía un ejército que llevaba la delantera en Europa y un enorme poder industrial, contando además con Austria-Hungría y el Imperio Otomano entre sus aliados.

Consecuentemente, Rusia se vio forzada a luchar en otras tres guerras y en la guerra inglesa simultáneamente.

Bajo estas circunstancias, el esfuerzo ruso en la guerra fue impresionante.

Habiendo ganado varias grandes batallas en 1916, el ejército guardó distancia cuando estalló la Revolución rusa de 1917, en parte por razones económicas, pero principalmente porque la desconfianza pública ya existente hacia el régimen se profundizó por la corrupción y la traición.

Muchas historias fueron inventadas o enormemente exageradas, tal como la creencia de que un místico, Grigori Rasputin, tuvo gran influencia política dentro del gobierno.

Lo que importó, sin embargo, fue que se creyeron los rumores.

Después de que un poder bolchevique asumiera en julio de 1917, su jefe, Vladímir Ilich Lenin (nacido Vladímir Ilich Uliánov), huyó a Finlandia por razones de seguridad.

Allí escribió "El Estado y la Revolución", llamando a una nueva forma de gobierno, basado en consejos de los trabajadores o soviets, e instituyendo al poder soviético elegido, como revocable en todo momento por los trabajadores.

Él volvió a Petrogrado en octubre, inspirando la Revolución de octubre con el lema "¡Todo el poder para los soviets!".

Lenin dirigió el derrocamiento del Gobierno Provisional desde el Instituto Smolny, entre el 6 y el 8 de noviembre de 1917.

Al final de la Revolución rusa de 1917, una facción política marxista llamó a los bolcheviques a tomar el poder en Petrogrado y Moscú bajo el liderazgo de Lenin.

Los bolcheviques cambiaron su nombre a Partido Comunista.

El asalto y la capitulación del Palacio de Invierno en la noche del 7 al 8 de noviembre marcaron el principio del gobierno soviético.

El Zar Nicolás II y familia real fueron asesinados y con ello terminó la última dinastía rusa.

Durante un tiempo se creyó el rumor de que la hija menor de la familia, la princesa Anastasia, había sobrevivido, rumor que investigaciones recientes han desmentido.

Revolución de 1917 y el fin de la era zarista

A pesar de que Rusia se industrializaba rápidamente, apenas una pequeña parte de la población, principalmente nobles y algunos industriales, tenían buenas condiciones de vida.

Los campesinos eran pobres y, pese a la reforma agraria de Alejandro II, les era muy difícil acceder a la propiedad de la tierra.

Las sucesivas derrotas en batallas durante la I Guerra Mundial y el descontento generalizado de la población llevaron a que la economía interna comenzara a deteriorarse, lo que condujo al caos social y a varias revueltas e intentos revolucionarios.

Estas revoluciones tienen dos fechas: 1905 y 1917.

En la revolución de 1905 comienza el fin de la era zarista, cuando Rusia fue derrotada inesperadamente por Japón durante una guerra entre estos dos países.

Japón era un país pequeño y débil a nivel tecnológico, y esto aterrorizó al zar Nicolás II y afectó a su popularidad.

Asimismo, en 1905 un grupo de trabajadores elaboró una petición al zar, no al Palacio Imperial en San Petersburgo, exigiendo reformas económicas y sociales.

El movimiento fue violentamente reprimido por las tropas del zar, quienes dieron muerte a varios de los trabajadores.

Ese episodio fue conocido como «Domingo Sangriento», a partir del cual se formaron los primeros Soviets.

El poder de los soviéticos y la influencia de la revolución de 1905 se fue diluyendo en los años siguientes.

Sin embargo, con la entrada de Rusia en la I Guerra Mundial, las condiciones de vida de gran parte de la población empeoraron drásticamente, generando las condiciones para nuevas revueltas que darían origen a la Revolución de febrero de 1917, en donde social-revolucionarios, mencheviques, cadetes y bolcheviques intentaron encontrar -por separado- nuevas fórmulas de gobierno para Rusia, dando lugar a una breve República de inspiración occidental, cuyo máximo líder fue Aleksandr Kérenski.

Este nuevo orden no prosperó debido, principalmente, a la oposición de los líderes rusos de la nueva república a la salida de Rusia de la guerra, lo que favoreció a los bolcheviques, quienes, pese a ser una minoría política entre los partidos de la época, eran los únicos que defendían la salida de la guerra de manera intransigente.

así se gestó la revolución de octubre de 1917, de inspiración bolchevique, y la posterior toma del poder por parte de los soviets encabezados por Lenin y Trotski, quienes crean el Partido Comunista, donde se dieron los primeros pasos para la formación de la URSS.

Después de la victoria de los bolcheviques, Rusia sufre una Guerra Civil (1917 - 1922) entre los partidarios de la revolución bolchevique (Ejército Rojo) y sus opositores (Ejército Blanco), estando apoyados estos últimos, en algunos momentos de la guerra, por diversas potencias extranjeras.

Para ganar, Lenin adopta el "Comunismo de Guerra", confiscando la producción agrícola para abastecer a los soldados.

Con la victoria del Ejército Rojo, grandes compañías privadas fueron cerradas como, por ejemplo, la empresa Smirnoff.

Era soviética

La Unión Soviética es la sucesora del Imperio ruso.

El último zar, Nicolás II, gobernó hasta marzo de 1917 y fue ejecutado con su familia el año siguiente, en Yekaterimburgo.

La Unión Soviética se creó en diciembre de 1922 como la Unión de las Repúblicas Soviéticas de Rusia (familiarmente conocida como Rusia Bolchevique), Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia, gobernadas, las tres primeras, por partidos bolcheviques y la última por el menchevique.

Revolución y fundación del estado soviético

La actividad revolucionaria moderna en el Imperio ruso comenzó con la Rebelión Decembrista de 1825, y aunque la servidumbre fue abolida en 1861, lo fue en términos desfavorables para los campesinos y sirvió para animar a los revolucionarios.

Un parlamento, la Duma estatal, fue establecido en 1906 después de la Revolución de 1905, pero el malestar político y social siguió y fue agravado durante la Primera Guerra Mundial por el fracaso militar y la escasez de alimento en las ciudades principales.

El levantamiento popular espontáneo en Petrogrado, en respuesta al decaimiento de la economía y la moral en tiempo de guerra, culminó con el derrocamiento del gobierno imperial en marzo de 1917 (véase Revolución de Febrero).

La autocracia zarista fue reemplazada por el Gobierno Provisional Ruso, cuyos líderes pensaron en establecer una democracia liberal en Rusia y continuar participando en el lado de la Triple Entente en la Primera Guerra Mundial.

Al mismo tiempo, para asegurar los derechos de la clase obrera, las asambleas de trabajadores, conocidas como Soviets, nacen a lo largo de todo el país.

Los bolcheviques, dirigidos por Lenin, presionaron a favor de una revolución socialista tanto en dichas asambleas como en las calles, tomando el poder en el Gobierno Provisional en noviembre de 1917 (ver Revolución de octubre).

Solo tras la larga y sangrienta Guerra civil rusa de 1918 – 1921, durante la que se aprobó la primera Constitución soviética de 1918 y que incluyó la intervención extranjera en varias regiones de Rusia, se afianzó el nuevo poder soviético.

Después de la Guerra Polaco-Soviética de 1919 - 1921, la " Paz de Riga " a principios del año 1921 dividió los territorios disputados de Bielorrusia y Ucrania entre Polonia y la RSFS de Rusia.

Unificación de las repúblicas soviéticas

El 29 de diciembre de 1922, una conferencia de delegaciones plenipotenciarias de la RSFS de Rusia, RFSS de Transcaucasia, la RSS de Ucrania y la RSS de Bielorrusia aprobaron el Tratado de Creación de la Unión Soviética y la Declaración de la Creación de la Unión Soviética, formándose la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Estos dos documentos fueron confirmados por el primer Congreso soviético de la Unión Soviética y firmados por los cabezas de las delegaciones Mijaíl Kalinin, Mijaíl Tsjakaia, Mijaíl Frunze, Grigori Petrovski y Aleksandr Cherviakov, respectivamente, el 30 de diciembre de 1922.

El 1 de febrero de 1924 la Unión Soviética fue reconocida por la primera potencia mundial de la época, el Imperio británico.

La reestructuración intensiva de la economía, la industria y la política del país empezaron desde los primeros días del poder soviético en 1917.

Una gran parte se realizó según los Decretos Iniciales Bolcheviques, documentos del gobierno soviético firmados por Vladímir Lenin.

Uno de los adelantos más prominentes era el plan GOELRO, que propugnaba una reestructuración profunda de la economía soviética basada en la electrificación total del país.

El Plan se inició en 1920, desarrollándose durante un período de 10 a 15 años, e incluía la construcción de una red de 30 centrales eléctricas regionales y diez grandes centrales hidroeléctricas, así como la electrificación de numerosas empresas industriales.

El Plan llegó a ser el prototipo para el subsiguiente Plan Quinquenal, finalizándose prácticamente en 1931.

La era de Stalin

Después de la dura política económica llevada a cabo por los bolcheviques durante la Guerra Civil (véase Comunismo de guerra), el gobierno soviético permitió que algunas empresas privadas coexistieran con la industria nacionalizada durante los años 1920.

Del mismo modo, la requisa total de los excedentes alimentarios en el campo fue reemplazada por impuestos sobre los alimentos (véase Nueva Política Económica).

Aunque algunas de estas medidas fueron discutidas por líderes soviéticos, se consideraron necesarias para evitar que la explotación capitalista volviera a la Unión Soviética.

Los asuntos económicos constituyeron el telón de fondo en la lucha por el poder que se desencadenó entre los jefes soviéticos a la muerte de Lenin en 1924.

Consolidando gradualmente su influencia y aislando a sus rivales dentro del partido, Iósif Stalin se convirtió en el líder de la Unión Soviética a mediados de los años 1920.

En 1928, Stalin introdujo el Primer Plan Quinquenal destinado a construir una economía socialista.

Esto, a diferencia del internacionalismo expresado por Lenin y Trotski a través del curso de la Revolución, apuntaló el socialismo en el país.

En la industria, el Estado asumió el control de todas las empresas existentes y emprendió un programa intensivo de industrialización.

En la agricultura, se crearon granjas colectivas por todas partes en el país.

Encontró la resistencia esparcida de campesinos ricos que retuvieron grano, teniendo como resultado una lucha amarga contra las autoridades y el hambre, que causó millones de muertes.

El trastorno social continuó en los años treinta.

La Gran Purga de Stalin del partido eliminó a muchos "viejos bolcheviques" que habían tomado parte en la Revolución con Lenin.

Mientras tanto, innumerables ciudadanos soviéticos fueron encarcelados y enviados a GULAG (Administración Principal para Campamentos de Trabajo Correctivos), una red enorme de campamentos de trabajo forzados, o simplemente ejecutados.

A pesar de la confusión reinante a mediados de los años 1930, la Unión Soviética desarrolló una economía industrial poderosa años antes de la Segunda Guerra Mundial.

Los años treinta vieron la cooperación más cercana entre los países Occidentales y la Unión Soviética, en 1933 se establecieron relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.

Cuatro años más tarde, la Unión Soviética apoyó activamente la Segunda República Española en la Guerra civil española contra los fascistas italianos y alemanes.

No obstante, después de que Gran Bretaña y Francia concluyesen los Acuerdos de Múnich con la Alemania Nazi, la Unión Soviética realizó también tratos económicos y militares con este último, concluyendo el Pacto Ribbentrop-Mólotov (pacto de no agresión nazi-soviético), que implicó la ocupación de Lituania, Letonia, Estonia y la Invasión de Polonia en 1939.

A finales de noviembre en 1939, incapaz de forzar a Finlandia por medios diplomáticos en el acuerdo a desplazar su frontera a 25 kilómetros de Leningrado, Stalin ordenó la Guerra de Invierno.

Aunque se haya debatido si la Unión Soviética tuvo la intención de invadir la Alemania Nazi una vez fuese suficientemente fuerte, la misma Alemania rompió el tratado e invadió la Unión Soviética en 1941.

El Ejército Rojo detuvo la ofensiva nazi en la Batalla de Stalingrado, desde finales de 1942 hasta principios de 1943, siendo el punto decisivo mayor, y avanzó por la Europa del Este a Berlín hasta la rendición de Alemania en 1945 (véase Gran Guerra Patriótica).

También tomó parte en la derrota contra Japón, invadiendo la región de Manchuria tres meses después de que concluyese la guerra en el Oeste.

Aunque destrozada por la guerra, la Unión Soviética surgió del conflicto como la mayor superpotencia militar reconocida.

Las repúblicas soviéticas perdieron aproximadamente 27 millones de personas.

Durante la posguerra inmediata, la Unión Soviética reedificó primero y entonces ensanchó su economía, al mantener su control estrictamente centralizado.

La Unión Soviética ayudó a la reedificación de la posguerra en los países de Europa del Este al convertirse estos en Estados soviéticos satélites, fundó el Pacto de Varsovia en 1955, más tarde, el Consejo de Ayuda Mutua Económica, la ayuda suministrada a los comunistas finalmente victoriosos en China, y vio crecer su influencia en otras partes del mundo.

Mientras tanto, la tensión creciente de la Guerra Fría enemistó a los que fueran aliados del tiempo de guerra de la Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos.

La Unión Soviética postestalinista

Iósif Stalin murió el 5 de marzo de 1953.

En ausencia de un sucesor aceptable, los funcionarios más altos del Partido comunista optaron por gobernar colectivamente la Unión Soviética, aunque existiera una lucha por el poder tras la fachada del liderazgo colectivo.

Nikita Jrushchov, que había ganado la lucha por el poder a principios de la década de los años 1950, denunció el uso por parte de Stalin de la represión en 1956 y los controles represivos aliviados sobre el partido y la sociedad conocidos como desestalinización.

Al mismo tiempo, la fuerza militar soviética sirvió para sofocar los levantamientos nacionalistas en Hungría y Polonia en 1956.

Durante este período, la Unión Soviética continuó dándose cuenta del extenso potencial científico y tecnológico y lo explota, lanzando el primer satélite artificial Sputnik 1.

El primer ser vivo en viajar al espacio es Laika, y más tarde, el primer ser humano en estar en la órbita de la Tierra es Yuri Gagarin.

Valentina Tereshkova fue la primera mujer en volar al espacio a bordo de Vostok 6 el 16 de junio de 1963, y Alekséi Leónov llegó a ser la primera persona en andar en el espacio el 18 de marzo de 1965.

Las reformas de Jrushchov en la agricultura y la administración fueron generalmente improductivas y la política exterior hacia China y Estados Unidos sufrió deterioros, circunstancias que culminaron en la Ruptura Chino-Soviética.

Jrushchov fue jubilado del poder en 1964.

Después de la expulsión de Jrushchov, siguió otro período de mando colectivo, que duró hasta que Leonid Brézhnev se estableciera a principios de los años 1970 como la figura preeminente en la vida política soviética.

Brézhnev presidió por el período de Détente con el Oeste al mismo tiempo que incrementaba la fuerza militar soviética; la concentración de armas contribuyó a que desapareciera el Détente a finales de los años 1970..

Otro factor que contribuyó a ello fue la Guerra de Afganistán (1978-1992).

A lo largo de dicho período, la Unión Soviética mantuvo la igualdad con Estados Unidos en el ámbito de la tecnología militar, pero esta expansión finalmente hizo que se paralizara la economía.

Por contraste al espíritu revolucionario que acompañó el nacimiento de la Unión Soviética, la tendencia predominante del liderazgo soviético después de la muerte de Brézhnev en 1982 fue la aversión al cambio.

El período largo de la dirección de Brézhnev fue llamado de "estagnación" (застой), con un envejecimiento y el liderazgo político, primero y osificado.

Después de algunos experimentos con reformas económicas en la década de los sesenta, el liderazgo soviético volvió a medios establecidos de la administración económica.

La industria mostró las ganancias lentas pero estables durante los años setenta, mientras que el desarrollo agrícola continuó retrasándose.

Esencialmente la Unión Soviética no produjo suficiente grano para alimentar a su población creciente y se vio forzada a importarlo.

Debido a la mala calidad de sus productos, el país fue en gran parte solo capaz de exportar materias primas.

Esto lleva a una balanza de pagos negativa y consecuentemente la Unión Soviética incurrió en un déficit comercial y su economía se vio gravemente afectada.

Las reformas de Gorbachov y la disolución

Dos fenómenos caracterizaron la siguiente década: el desmoronamiento cada vez más evidente de las estructuras económicas y políticas de la Unión Soviética, y las tentativas de un conjunto fragmentario de reformas para invertir ese proceso.

Después de la sucesión rápida de Yuri Andrópov y Konstantín Chernenko, figuras de transición con raíces profundas en la tradición Brezhnevita, Mijaíl Gorbachov fue designado líder de la Unión Soviética.

Gorbachov comenzó a aplicar cambios significativos en la economía (véanse Perestroika y Glásnost) y el liderazgo del partido comunista.

La política de Glásnost liberó el acceso público a la información después de décadas de estricta censura del gobierno, como también abogó por la transparencia en la gestión de los líderes soviéticos.

A finales de los años 1980, las repúblicas que componían la Unión Soviética comenzaron legalmente un movimiento hacia una declaración de soberanía sobre sus territorios, citando el Artículo 72 de la Constitución de la URSS, que indicaba que cualquier república componente era libre de separarse.

El 7 de abril de 1990 fue aprobada una ley, por la cual una república podría separarse si más de dos terceras partes de los residentes de la república votaban a favor de ello en un referéndum.

Muchas liberalizaron primero las elecciones de la era soviética para sus propias legislaturas nacionales en 1990.

Éstas avanzaron en una legislación que contradecía las leyes de la Unión Soviética en lo que fue conocida como "La Guerra de Leyes".

En 1989, la RSFS de Rusia, que era entonces la república más grande (con cerca de la mitad de la población) convocó una nueva elección para un Congreso de Diputados del Pueblo.

Borís Yeltsin fue elegido presidente del Congreso.

El 12 de junio de 1990 el Congreso declaró la soberanía de Rusia sobre su territorio y se adelantó a hacer leyes que procuraban desbancar algunas de las normas de la URSS.

El período de la incertidumbre legal continuó a través de 1991 cuando las repúblicas componentes llegaron a ser lentamente independientes en la práctica.

Un referéndum para la conservación de la URSS fue celebrado el 17 de marzo de 1991, con la mayoría de la población que votó por la conservación de la Unión Soviética en nueve de las quince repúblicas.

El referéndum dio a Gorbachov un empujón secundario y, en el verano de 1991, el Nuevo Tratado de la Unión fue diseñado y fue acordado para ocho repúblicas que se habrían inclinado a convertir la Unión Soviética en una federación mucho más flexible.

La firma del tratado, sin embargo, fue interrumpida por el golpe de estado de agosto de 1991 dirigido contra Gorbachov por miembros marxistas extremistas del gobierno, que procuró invertir las reformas de Gorbachov y reafirmar el control central del gobierno sobre las repúblicas.

Después que el golpe fallara, Yeltsin salió como un héroe mientras el poder de Gorbachov disminuyó.

El equilibrio político se inclinó apreciablemente hacia las repúblicas.

En agosto de 1991, Letonia y Estonia declararon inmediatamente la restauración de la independencia plena (siguiendo el ejemplo de Lituania en 1990), mientras las otras 12 repúblicas continuaban discutiendo de nuevo los modelos de una Unión cada vez más débil.

El 8 de diciembre de 1991, los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaron el Tratado de Belovesh que declaró la Unión Soviética disuelta y se estableció la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en su lugar.

Como quedaban dudas sobre la autoridad del Tratado de Belovesh para disolver la Unión Soviética, el 21 de diciembre de 1991 los representantes de todas las repúblicas soviéticas excepto Georgia, inclusive las repúblicas que habían firmado el Tratado de Belovesh, firmaron el Protocolo de Alma-Ata, que confirmó el desmembramiento y la extinción consecuente de la URSS y volvió a plantear el establecimiento de la CEI.

La cumbre de Alma-Ata convino también en varias otras medidas prácticas como consecuencia de la extinción de la Unión Soviética.

El 25 de diciembre de 1991, Gorbachov se rindió a lo inevitable y renunció como presidente de la Unión Soviética, declarando a la Unión Soviética disuelta.

Transfirió los poderes, que pasaron desde entonces a Borís Yeltsin, el presidente de Rusia.

El día siguiente, el Soviet Supremo de la URSS, el cuerpo gubernamental más alto de la Unión Soviética, reconoció el desmoronamiento de la nación y se disolvió.

Esto es reconocido generalmente como la disolución final de la Unión Soviética como un estado.

Muchas organizaciones como el Ejército Rojo y la policía se conservaron hasta principios del año 1992, pero fueron eliminadas progresivamente y/o retiradas o absorbidas por los estados nuevamente independientes.

Federación de Rusia

A mediados de los años 1990, Rusia era una democracia multipartidista, pero era difícil asegurar un gobierno representativo a causa de dos problemas estructurales: el enfrentamiento entre el presidente y el parlamento, y el anárquico sistema de partidos.

Aunque Yeltsin ganó prestigio en el extranjero al mostrarse como un demócrata para debilitar a Gorbachov, su concepción de la presidencia era muy autocrática, actuando bien como su propio primer ministro (hasta junio de 1992) o bien nombrando para tal cargo a gente de su confianza, sin tener en cuenta al parlamento.

Mientras, la excesiva presencia de partidos minúsculos y su rechazo a formar alianzas coherentes dejaba la legislatura ingobernable.

Durante 1993, el contencioso entre Yeltsin y el parlamento culminaría con la crisis constitucional de octubre.

Ésta llegó a su punto crítico cuando, el 3 de octubre, Yeltsin mandó a los tanques a bombardear el parlamento ruso.

Con este trascendente (e inconstitucional) paso de disolver a cañonazos el parlamento, Rusia no había estado tan cerca del enfrentamiento civil desde la revolución de 1917.

A partir de entonces, Yeltsin dispuso de entera libertad para imponer una constitución con fuertes poderes presidenciales, que fue aprobada en referéndum en diciembre de 1993.

Sin embargo, el voto de diciembre también supuso un avance importante de comunistas y nacionalistas, reflejo del creciente desencanto de la población con las reformas económicas neoliberales.

Pese a llegar al poder en un ambiente general de optimismo, Yeltsin nunca recuperaría su popularidad tras apoyar la "terapia de choque" económica de Yegor Gaidar: fin del control de precios de la era soviética, recortes drásticos en el gasto público y la apertura al comercio exterior en 1992.

Las reformas devastaron inmediatamente la calidad de vida de la gran mayoría de la población, especialmente en aquellos sectores beneficiados por los salarios y precios controlados, los subsidios y el estado del bienestar de la época socialista.

Rusia sufrió en los años noventa una recesión económica más grave que la Gran Depresión que azotó los Estados Unidos o Alemania a principios de los años 1930.

Las reformas económicas consolidaron una oligarquía semicriminal enraizada en el viejo sistema soviético.

Aconsejada por los gobiernos occidentales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Rusia se embarcaría en la mayor y más rápida privatización jamás llevada a cabo por un gobierno en toda la historia.

A mediados de la década de 1990, el comercio, los servicios y la pequeña industria ya estaban en manos privadas.

Casi todas las grandes empresas fueron adquiridas por sus antiguos directores, engendrando una clase de nuevos ricos cercanos a diversas mafias o a inversores occidentales.

En la base del sistema, a causa de la inflación o el desempleo, muchos obreros acabaron en la pobreza, la prostitución o la delincuencia.

A pesar de todo, un supuesto regreso a la economía dirigida parecía casi imposible, contando con el rechazo unánime de Occidente.

La economía rusa encontró el fin del calvario con la recuperación a partir de 1999 en parte gracias al alza de los precios del crudo, su principal exportación aún quedando lejos los niveles de producción soviéticos.

Tras la crisis financiera de 1998 Yeltsin se encontraba en el ocaso de su trayectoria.

Solo unas horas antes del primer día de 2000, dimitió por sorpresa dejando el gobierno en manos de su primer ministro, Vladímir Putin, un antiguo funcionario del KGB y jefe de su agencia sucesora tras la caída del comunismo.

En 2000, el nuevo presidente derrotó con facilidad a sus contrincantes en las elecciones presidenciales del 26 de marzo, ganando en primera vuelta.

En 2004 fue reelegido con el 71% de los votos y sus aliados ganaron las legislativas, pese a las reticencias de observadores nacionales y extranjeros sobre la limpieza de los comicios.

Se hizo aún más patente la preocupación internacional a finales de 2004 a causa los notables avances en el endurecimiento del control del presidente sobre el parlamento, la sociedad civil y los representantes regionales.

En las elecciones legislativas rusas de 2007 el partido Rusia Unida (Conservador y Nacionalista con una base de centrista), que apoya incondicionalmente a Putin y el curso de desarrollo tomado desde su llegada al poder, consiguió el 64,30 % de los votos, lo que se consideró como apoyo de los rusos al dicho curso político y económico.

En las elecciones presidenciales de Rusia de 2008, el candidato del partido Rusia Unida, Dmitri Medvédev, apoyado por el entonces presidente Vladímir Putin, ganó por amplio margen a sus opositores en las urnas.

Medvédev asumió el cargo en mayo de 2008.

El día 4 de marzo, se realizaron las Elecciones presidenciales de Rusia de 2012 para designar al sucesor de Dmitri Medvédev en el cargo, resultando como vencedor el candidato por el partido Rusia Unida, Vladímir Putin quien asumió el 7 de mayo de 2012 por un periodo de 6 años, mientras que su predecesor en el cargo, Dmitri Medvédev, quedó designado como el nuevo Presidente del Gobierno de Rusia, puesto también conocido como primer ministro.

El 18 de marzo de 2014 a la Federación de Rusia se adhirió la república parcialmente reconocida de Crimea, conteniendo las antiguas subdivisiones de Ucrania: la República Autónoma de Crimea y la ciudad con estatus especial de Sebastopol.

A consecuencia de esto se formaron dos nuevos sujetos federales: República de Crimea y la ciudad federal de Sebastopol.

Gobierno y política

Según la Constitución, que fue adoptada en referéndum nacional el 12 de diciembre de 1993 después de la crisis constitucional rusa de 1993, Rusia es una federación y una república semipresidencialista, donde el Presidente es el Jefe de Estado y el Presidente del Gobierno (primer ministro) es el Jefe de Gobierno.

La Federación Rusa está constituida como una democracia representativa.

El poder ejecutivo se ejerce por el gobierno.

El poder legislativo es responsabilidad de las dos cámaras de la Asamblea Federal.

El gobierno se regula por un sistema de controles y balances definidos por la Constitución de la Federación Rusa, la ley fundamental del país y el contrato social para el pueblo de la Federación Rusa.

El gobierno federal está compuesto por tres ramas:

Según la Constitución, la justicia constitucional en la corte se basa en la igualdad de todos los ciudadanos, los jueces son independientes y solo se someten a la ley, los juicios son abiertos y al acusado se le garantiza la defensa.

Desde 1996, Rusia ha establecido una moratoria sobre la aplicación de la pena capital, aunque ésta no ha sido abolida por ley.

El Presidente se elige por votación popular para un mandato de seis años (desde las modificaciones constitucionales de 2008; actual mandato es de cuatro años) con la opción de ser elegido para un segundo mandato consecutivo (no hay restricción sobre el número total de veces que la misma persona puede ser elegida).

Los ministerios del gobierno están compuestos por el Presidente del Gobierno (primer ministro) y sus viceprimerministros, ministros y otros individuos; todos son designados por el Presidente por recomendación del primer ministro con requerimiento del consentimiento de la Duma Estatal.

El legislativo es la Asamblea Federal consistente de dos cámaras; la Duma Estatal con 450 diputados y el Consejo de la Federación con 178 representantes.

Los principales partidos, los únicos representados en la Duma Estatal, son Rusia Unida, el Partido Comunista de la Federación Rusa, el Partido Liberal Democrático de Rusia y Rusia Justa.

Derechos humanos

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia en los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Rusia ha firmado o ratificado:

Relaciones exteriores

La Federación de Rusia es reconocida en el Derecho internacional como continuidad de la personalidad jurídica de la antigua Unión Soviética.

Rusia continúa implementando los compromisos de la Unión Soviética, había asumido el asiento permanente de la Unión Soviética en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, así como la afiliación en otras organizaciones internacionales, además de los derechos y obligaciones bajo los tratados internacionales, las propiedades y deudas.

La política exterior de Rusia es polifacética.

Rusia mantiene relaciones diplomáticas con 178 países y tiene 140 embajadas.

La política exterior de Rusia la dirige el Presidente y la implementa el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Como uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Rusia juega un importante papel en el mantenimiento de la paz y seguridad internacional, y juega un rol importante resolviendo conflictos internacionales participando en el Cuarteto de Madrid, en las conversaciones a seis bandas con Corea del Norte, promoviendo una solución al conflicto de Kosovo y resolviendo asuntos sobre la proliferación nuclear.

Rusia es miembro del G8, Consejo de Europa, OSCE y APEC, además de jugar un rol de liderazgo en organizaciones regionales como la CEI, EurAsEC, OTSC, y la OCS.

Rusia, junto con Bielorrusia, forman el llamado Estado de la Unión.

El Presidente Vladímir Putin abogó por una alianza estratégica con mayor integración en varias dimensiones incluyendo el establecimiento de los cuatro espacios comunes entre Rusia y la Unión Europea.

Fuerzas armadas

La defensa de Rusia la garantizan las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia, una organización militar estatal que según la ley Federal № 61-ФЗ de 31 de mayo de 1996 «Sobre la defensa» sirve para rechazar las agresiones dirigidas contra la Federación de Rusia, para la defensa armada de la integridad e inviolabilidad del territorio de la Federación Rusa, así como para la realización de tareas de acuerdo con las leyes constitucionales federales, leyes federales y acuerdos internacionales de la Federación Rusa.

El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas es el Presidente de la Federación de Rusia (actualmente Vladímir Putin), y el Ministerio de Defensa sirve como cuerpo administrativo de estas.

Hoy en día las tropas activas son aproximadamente 1 037 000 y todos los hombres disponibles en total suman 3 037 000.

Las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa tienen tres ramas principales: las Fuerzas Terrestres, la Armada, y la Fuerza Aérea.

Además, hay tres cuerpos independientes de las tres ramas anteriores: las Fuerzas Coheteriles Estratégicas, las Fuerzas Espaciales y las Tropas Aerotransportadas.

Organización territorial

La Federación Rusa consiste en un gran número de subdivisiones políticas diferentes, haciendo un total de 85 componentes constituyentes (sujetos federales).

Hay 21/22 repúblicas dentro de la federación (la cantidad depende de como se reconoce Crimea; la mayoría de países del mundo le considera como una república autónoma dentro Ucrania) que disfrutan de un alto grado de autonomía sobre la mayor parte de cuestiones internas y estas corresponden a algunas minorías étnicas de Rusia (aunque no siempre sean mayoritarias en ese territorio).

Cada república tiene su propia constitución.

El territorio restante consiste en 9 krais (territorios), 46 provincias conocidas como óblasts, 4 distritos autónomos y un óblast autónomo (óblast autónomo Hebreo).

Aparte de esto, hay dos/tres ciudades federales, Moscú, San Petersburgo y Sebastopol (el último es una soberanía disputada; la mayoría de países del mundo le considera como la ciudad con estatus especial en Ucrania).

En el año 2000 fueron añadidos los distritos federales, actualmente son ocho, como una nueva capa entre las susodichas subdivisiones y el nivel nacional.

Los gobernadores de los sujetos federales son elegidos mediante sufragio directo o, si así lo decide el sujeto federal, por el parlamento de la región.

Geografía

La Federación Rusa se extiende a través de la mayor parte del norte del supercontinente Eurasia por lo que existen una gran variedad de paisajes y climas.

La mayor parte del paisaje consiste en llanuras enormes, tanto en la parte europea como en la parte asiática que son ampliamente conocidas como Siberia.

Estas llanuras son predominantemente estepa al sur y arbolado denso al norte, con la tundra a lo largo de la costa del norte.

Se encuentran cadenas montañosas a lo largo de las fronteras del sur, como el Cáucaso (conteniendo el monte Elbrus, el punto más alto de Rusia con 5.633 m) y el Altái, y en la parte este, como la Cordillera Verjoyansk o los volcanes sobre Kamchatka.

Notables son los montes Urales en la parte central que son la división principal entre Europa y Asia.

Rusia tiene una extensa línea de costa de más de 37.000 kilómetros a lo largo de los océanos Ártico y Pacífico, así como mares interiores como los mares Báltico, Negro y Caspio.

Los mares más pequeños son parte de los océanos; el mar de Barents, mar Blanco, mar de Kara, mar de Láptev y mar de Siberia Oriental son parte del Ártico, mientras que el mar de Bering, el mar de Ojotsk y el mar de Japón pertenecen al Pacífico.

Las principales islas de Rusia se encuentran en los archipiélago de Nueva Zembla, Tierra de Francisco José, islas de Nueva Siberia e islas Kuriles, además de la isla de Wrangel y la isla de Sajalín.

Muchos grandes ríos fluyen a través de las llanuras desembocando en las costas rusas.

En Europa estos son el Volga, Don, Kama, Oká y el Dviná del Norte, mientras otros ríos nacen en Rusia, pero desembocan en otros países, como el Dniéper y el Dviná Occidental.

En Asia se encuentran los ríos Ob, Irtysh, Yeniséi, Angará, Lena y Amur.

Los lagos principales incluyen el lago Baikal, lago Ládoga y lago Onega.

El 2 de agosto de 2007 dos batiscafos rusos "Mir" realizaron una inmersión en el océano Glacial Ártico, en el Polo Norte, e instalaron en el fondo una bandera rusa, así como una cápsula con mensaje para generaciones venideras.

Esta expedición sin precedentes perseguía entre otros objetivos, comprobar si las cordilleras subacuáticas Lomonósov y Mendeléiev son la extensión natural de la plataforma continental de Rusia, hipótesis que, de ser confirmada, permitiría a Moscú reivindicar en el futuro derechos exclusivos sobre la explotación de recursos minerales en esta zona.

Clima

Aunque en Rusia hay una gran variedad de climas, sin embargo, en líneas generales, se considera que predomina el clima continental, caracterizado por una gran variabilidad térmica, con biomas de tundra, taiga y estepa, predominantemente.

La zona que corresponde al Cáucaso posee un clima templado.

En Siberia, los veranos son calurosos, con temperaturas de hasta 30 °C, y los inviernos extremadamente fríos, con récords mundiales en Oimiakón de −71,2 °C.

Las precipitaciones, comúnmente, son bajas.

Economía

La crisis económica que afectó a todos los países post-soviéticos en los años 1990 fue peor que la Gran Depresión en los países de Europa Occidental y los Estados Unidos en los años 1930.

Incluso antes de la crisis financiera del año 1998 el PIB de Rusia disminuyó hasta la mitad de los niveles de principios de la década de los 1990.

Con el comienzo del nuevo siglo, los crecientes precios del petróleo, mayores inversiones del exterior, mayor consumo interno y mejor estabilidad política reforzaron el crecimiento económico de Rusia.

A finales de 2007 el país disfrutaba del noveno año de crecimiento continuo, con una media del 7 % desde la crisis financiera del 1998.

En el 2007 el PIB de Rusia fue de US$ 2 billones 76 mil millones (est.

PPA), el sexto más grande del mundo, con el crecimiento de 8,1 % desde el año anterior.

El crecimiento se debe principalmente a bienes y servicios no transables para el mercado interno, en comparación con la extracción de petróleo y otros minerales y las exportaciones.

El salario medio en Rusia fue de unos 640$ al mes a principios de 2008, comparado con 80$ en 2000.

Aproximadamente el 14 % de los habitantes vivían por debajo de la línea de pobreza en 2007, muchos menos comparado con el 40 % del año 1998.

El desempleo en 2007 era del 6 %, mientras que en 1999 era del 12,4 %.

Rusia posee las mayores reservas de gas natural del mundo, las segundas mayores reservas de carbón y las octavas mayores reservas de petróleo.

Es el primer exportador de gas natural y el segundo de petróleo, gas natural, metales y madera constituyen el 80 % de las exportaciones de Rusia.

Sin embargo, desde el 2003, las exportaciones de recursos naturales empezaron a descender en importancia para la economía, al reforzarse considerablemente el mercado.

A pesar de los elevados precios, el petróleo y gas solo contribuyen con el 5,7 % al PIB de Rusia, y el gobierno pronostica un 3,7 % para el año 2011.

Se considera que Rusia está muy por delante de la mayoría de los países ricos en recursos en su desarrollo económico, con una larga tradición en educación, ciencia e industria.

El país tiene el mayor número de graduados en educación superior que cualquier otro país europeo.

El desarrollo económico del país es irregular geográficamente, con la región de Moscú contribuyendo con cantidades desproporcionadas al PIB.

Gran parte de Rusia, especialmente las comunidades rurales en Siberia se encuentran muy atrás.

No obstante, la clase media creció de solo 8 millones de personas en el 2000 hasta 55 millones en el 2006.

En Rusia se encuentra el segundo mayor número de multimillonarios del mundo, después de Estados Unidos, con 50 multimillonarios en 2007 de un total de 110.

La inflación creció hasta el 12 % al final de 2007, comparado con el 9 % en 2006.

Esta tendencia continuó en el primer trimestre del 2008, debido principalmente al aumento de los precios de los alimentos.

La infraestructura, obsoleta e inadecuada después de años de descuido, se considera un obstáculo para el crecimiento económico.

El gobierno prevé invertir 1 billón de dólares en infraestructura hasta el 2020.

Demografía

Según las estimaciones preliminares al censo de 2010, la población residente de la Federación de Rusia el 1 de enero de 2010 era de 142 millones de personas.

En 2007 la población disminuyó en 237.800 personas, o en 0,17 % (en 2006 – en 532.600 personas, o en 0,37 %).

La inmigración creció un 50,2 % en 2007 hasta alcanzar 274.000.

La mayoría de los inmigrantes llegaron desde la CEI y eran rusos o rusoparlantes.

Además se estima que hay unos 10 millones de inmigrantes ilegales de las antiguas repúblicas soviéticas en Rusia.

La Federación de Rusia es una sociedad diversa y multi-étnica, hogar para 160 grupos étnicos y pueblos indígenas distintos.

Aunque la población de Rusia es relativamente grande, la densidad de población es baja por la enorme extensión del país.

La densidad es mayor en la parte europea de Rusia, cerca de los montes Urales y en el sudoeste de Siberia.

El 73 % de la población vive en áreas urbanas.

Según el censo de 2002, las dos ciudades más grandes de Rusia son Moscú (10.126.424 habitantes) y San Petersburgo (4.661.219).

Otras once ciudades tienen entre uno y dos millones de habitantes: Cheliábinsk, Kazán, Novosibirsk, Nizhni Nóvgorod, Omsk, Perm, Rostov del Don, Samara, Ufá, Volgogrado, y Ekaterimburgo.

La población de Rusia fue de 148.689.000, su máximo, en 1991.

El número de muertes durante 2007 superaba en 477.700 el número de nacimientos.

En 2006 superaba en 687.100.

Según los datos publicados por el Servicio Estatal Federal de Estadística, la mortalidad en Rusia cayó un 4 % en el 2007, comparado con el 2006, alcanzando unos 2 millones de muertes, mientras que la tasa de nacimientos creció un 8,3 % año a año hasta 1,6 millones de nacimientos.

Las principales causas del decrecimiento de la población de Rusia son una alta tasa de mortalidad y una baja tasa de natalidad.

Mientras que la tasa de natalidad de Rusia es comparable a otros países europeos (11,3 nacimientos por 1000 personas en 2007 comparado con una media de 10,0 por 1000 de la Unión Europea) su población decrece a una tasa más alta por la considerablemente más alta tasa de mortalidad (en 2007, en Rusia 14,7 por 1000; en la Unión Europea una media de 10,0 por 1000).

Sin embargo, según las estimaciones del ministerio ruso de salud, la tasa de mortalidad será la misma que la tasa de natalidad para el año 2011, al aumentar la natalidad y descender la mortalidad.

Idioma

Los 160 grupos étnicos de Rusia hablan en unos 100 idiomas.

Según el censo de 2002, 142,6 millones de personas hablan en ruso, seguido por el tártaro con 5,3 millones y alemán con 2,9 millones.

El ruso es el único idioma oficial a nivel estatal, pero la Constitución concede a las repúblicas de Rusia el derecho a declarar su idioma nativo como cooficial junto al ruso.

A pesar de la difusión, el idioma ruso es homogéneo en Rusia.

El ruso es uno de los idiomas más difundidos de Eurasia y el idioma eslavo más hablado.

El ruso pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas y es una de las lenguas vivas del subgrupo de lenguas eslavas orientales, junto con el ucraniano, bielorruso y rusino.

Ejemplos escritos del antiguo ruso datan del siglo X en adelante.

Más de un cuarto de la literatura científica del mundo se publica en ruso.

El ruso se utiliza para codificar y almacenar el conocimiento universal: entre 60 % y 70 % de toda la información mundial se publica en inglés y ruso.

El idioma ruso tiene una gran importancia regional, particularmente en las Ex Repúblicas Soviéticas.

Es uno de los seis idiomas oficiales de la ONU, y uno de los cuatro idiomas de trabajo en la OSCE.

El año 2007 fue designado Año Internacional de la Lengua Rusa.

Religión

Rusia es un Estado laico.

La libertad de culto está garantizada por la Constitución.

Según el Centro de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú, el 50.6 % de los adultos se considera adherente de la Iglesia ortodoxa rusa, mientras el 43.3 % se considera sencillamente cristiano.

Aunque los ortodoxos rusos son predominantes, otras comunidades cristianas como los ortodoxos armenios, católicos, protestantes, mormones y testigos de Jehová también existen en cantidades menores.

Según una ley de 1997 sobre religión, las cuatro religiones tradicionales de Rusia son la Iglesia ortodoxa rusa, el Islam, el Budismo y el Judaísmo.

Todas las demás religiones deben cumplir una serie de requisitos para su inscripción y derecho a predicar.

Se calcula que existen alrededor de 15 millones de musulmanes rusos, siendo así el Islam la segunda religión con más adherentes en Rusia.

El budismo, especialmente de tipo tibetano o lamaísmo es mayoritario en algunas regiones del sur de Rusia, especialmente Buriatia, Kalmukia, Tuvá y Yakutia.

En zonas rurales de Siberia y Chukotka se practican cultos paganos y chamanistas de manera sincrética con religiones como el budismo y el cristianismo.

Rusia es el sexto país con mayor cantidad de judíos después de Israel, EE.

UU., Canadá, Reino Unido y Francia.

También existen comunidades pequeñas de hare krishnas y neopaganos.

Se encuentra además un porcentaje muy superior al promedio internacional de ateísmo, en parte consecuencia de la pasada política soviética que, con base en los textos comunistas de Karl Marx, desalentaba la religión.

Principales ciudades

En el censo de 2002, 329 ciudades de la Federación de Rusia superaban los 50.000 habitantes; 166 tenían más de 100.000 habitantes; 75 más de un cuarto de millón; 34 más de medio millón; y 13 ciudades ya superaban el millón de habitantes.

Las principales ciudades son:

Moscú San Petersburgo

Novosibirsk Ekaterimburgo

Cultura

Música clásica y ballet

Los numerosos grupos étnicos de Rusia tienen sus tradiciones características en música folclórica.

La música en Rusia del siglo XIX estaba definida por la tensión entre el compositor clásico Mijaíl Glinka y sus seguidores, quienes defendían la identidad nacional rusa y añadieron elementos religiosos y folclóricos a sus composiciones, y la Sociedad Musical Rusa liderada por los compositores Antón y Nikolái Rubinstein, que defendían el punto de vista conservador.

La tradición romántica tardía de Chaikovski, uno de los más destacados compositores de la era romántica cuya música sería conocida y querida por su carácter distintivo ruso así como sus ricas armonías y conmovedoras melodías, fue introducida en el siglo XX por Serguéi Rajmáninov, uno de los últimos grandes abanderados del estilo romántico de la música clásica europea.

Los mundialmente renombrados compositores del siglo XX incluyen a Skriabin, Stravinski, Rajmáninov, Prokófiev, y Shostakóvich.

Durante la mayor parte de la era soviética, la música era escrupulosamente examinada y mantenida dentro del conservativo, accesible modismo en conformidad con la política estalinista del realismo socialista.

Los conservatorios rusos impulsaron a generaciones de mundialmente renombrados solistas.

Entre los más conocidos están los violinistas David Óistraj y Gidon Kremer, violonchelista Mstislav Rostropóvich, pianistas Vladimir Horowitz, Sviatoslav Richter y Emil Guilels, y la vocalista Galina Vishnévskaya.

El compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski compuso las más famosas obras de ballet del mundo: El lago de los cisnes, El cascanueces y La bella durmiente del bosque.

Durante los principios del siglo XX, los bailarines rusos Anna Pávlova y Vátslav Nizhinski se hicieron famosos, y el empresario Serguéi Diáguilev y sus ballets Rusos viajaron por el extranjero influyendo en el desarrollo de la danza mundialmente.

El ballet soviético mantuvo y perfeccionó las tradiciones del siglo XIX, y las escuelas de coreografía de la Unión Soviética produjeron estrellas de fama internacional una detrás de otra, incluyendo a Maia Plisiétskaia, Rudolf Nuréyev, y Mijaíl Baríshnikov.

El Teatro Bolshói de Moscú y el Ballet Mariinski de San Petersburgo permanecen famosos en todo el mundo.

Literatura

La literatura rusa se considera una de las más influyentes y desarrolladas del mundo, contribuyendo con muchas de las más conocidas obras literarias.

La historia literaria rusa data del siglo X, y de principios del siglo XIX emergió una tradición nativa, desarrollando a los más grandes escritores de todos los tiempos.

Este periodo y la Edad de oro de la poesía rusa comenzó con Aleksandr Pushkin, considerado el fundador de la literatura rusa moderna y frecuentemente descrito como el Shakespeare ruso.

Entre los más renombrados poetas y escritores rusos del siglo XIX están Yevgueni Baratynski, Mijaíl Lérmontov, León Tolstói, Nikolái Gógol, Iván Turguénev y Fiódor Dostoyevski.

Iván Goncharov, Mijaíl Saltykov-Shchedrín, Antón Chéjov, Alekséi Písemski y Nikolái Leskov hicieron aportaciones duraderas a la prosa rusa.

Tolstói y Dostoyevski en particular fueron unas figuras titánicas hasta el punto de que muchos críticos literarios caracterizaron a uno o al otro como el mejor novelista que jamás haya existido.

En los años 80 del siglo XIX la literatura rusa empezó a cambiar.

La era de los grandes novelistas había acabado y los relatos cortos y poesía empezaron a ser los géneros dominantes para las siguientes décadas conocidas como la Edad de plata de la poesía rusa.

Dominada anteriormente por el realismo, la literatura rusa entre 1893 y 1914 estaba dominada por el simbolismo.

Los escritores destacados de este período incluyen a Valeri Briúsov, Andréi Bely, Viacheslav Ivánov, Aleksandr Blok, Nikolái Gumiliov, Dmitri Merezhkovski, Fiódor Sologub, Anna Ajmátova, Ósip Mandelshtam, Marina Tsvetáyeva, Leonid Andréyev, Iván Bunin y Máximo Gorki.

Después de la revolución rusa de 1917 y la guerra civil, la vida cultural estaba en caos.

Algunos arraigados escritores salieron de Rusia, mientras que estaba emergiendo una nueva generación de escritores con talento quienes simpatizaban con la revolución.

Los más entusiastas se unieron en organizaciones con el objetivo de crear una nueva y distintiva cultura proletaria para un nuevo estado.

En los años 1920 los escritores disfrutaron de una amplia tolerancia, En los años 1930 la censura se endureció en línea con la política de Stalin del realismo socialista.

Después de su muerte hubo un deshielo en las restricciones, que fueron disminuidas.

En los 1970 y 80, los escritores ignoraban cada vez más la guía del realismo socialista.

Los principales escritores de la era soviética son Yevgueni Zamiatin, Isaak Bábel, Ilf y Petrov, Yuri Olesha, Vladímir Nabókov, Mijaíl Bulgákov, Borís Pasternak, Aleksandr Solzhenitsyn, Vladímir Mayakovski, Serguéi Yesenin, Mijaíl Shólojov, Yevgueni Yevtushenko y Andréi Voznesenski.

Cine

Mientras que en los países industrializados del Occidente, las imágenes en movimiento se consideraron al principio como una forma barata de recreación y ocio para la clase trabajadora, la producción del cine ruso destacó a partir de la revolución de 1917 al explorar la edición como la forma primaria de expresión cinematográfica.

El cine ruso y posteriormente soviético era el núcleo de la invención en el período inmediatamente posterior a la revolución de 1917, resultando en películas mundialmente renombradas como El acorazado Potemkin.

Los directores de cine de la era soviética, particularmente Serguéi Eisenstein y Andréi Tarkovski, se convertirían en los cinematográficos más innovadores e influyentes del mundo.

Lev Kuleshov, profesor de Eisenstein, cinematográfico y teórico, formuló el innovador proceso llamado montaje en la primera escuela del cine del mundo, la Universidad Panrusa Gerásimov de Cinematografía en Moscú.

Dziga Vértov, cuya teoría Cine-Ojo sobre que la cámara, como el ojo humano, es mejor para explorar la vida real, tuvo un gran impacto en el desarrollo de la realización de documentales y el realismo del cine.

En 1932, Stalin hizo del realismo socialista la política estatal, lo que reprimió la creatividad, a pesar de lo cual muchos filmes soviéticos eran artísticamente exitosos, por ejemplo Chapáyev (sobre Vasili Chapáiev), Cuando pasan las cigüeñas de Mijaíl Kalatózov y Balada sobre un soldado de Grigori Chujrái.

Las comedias de Leonid Gaidái de los años 1960 y 1970 fueron inmensamente populares, cuyos latiguillos siguen en uso en la actualidad.

1969 fue el año del lanzamiento de la película Sol blanco del desierto de Vladímir Motyl, con la que comenzó el género de los osterns.

Una de las tradiciones de los cosmonautas es ver este filme antes de cada viaje al espacio.

Los 1980 y 1990 fueron años de crisis para el cine ruso.

A pesar de la recientemente adquirida libertad de expresión, los subsidios estatales se redujeron drásticamente, disminuyendo el número de filmes producidos.

En los primeros años del siglo XXI aumentó la audiencia con la subsecuente prosperidad de la industria gracias al rápido desarrollo económico.

Los niveles de producción alcanzaron los del Reino Unido y Alemania.

Si en 1996 los ingresos de las taquillas eran de unos 6 millones de dólares, en 2007 fueron de 565 millones (un 37 % más que en 2006).

El cine ruso sigue obteniendo reconocimiento internacional.

El arca rusa (2002) de Aleksandr Sokúrov fue el primer largometraje consistente en una sola toma sin editar.

Artes visuales

La pintura rusa temprana se centra en iconografía y frescos heredados por los rusos del Bizancio.

A medida de que el poder de Moscú aumentaba, Feofán Grek y Andréi Rubliov son los nombres clave asociados con el comienzo de un arte distintivamente ruso.

La Academia Imperial de las Artes fue creada en 1757, con el objetivo de dar un papel y estatus internacional a los artistas rusos.

Notables pintores de retratos de la Academia incluye a Iván Argunov, Fiódor Rókotov, Dmitri Levitski y Vladímir Borovikovski.

Realismo floreció en el siglo XIX y los realistas tomaron la identidad rusa.

Paisajes rusos de anchos ríos, bosques, y claros entre abedules, así como un género de escenas enérgicas y retratos robustos de sus contemporáneos afirmaron un sentido de identidad.

Otros artistas se centraron en la crítica social, mostrando las condiciones de los pobres y caricaturizando la autoridad mientras floreció el realismo crítico bajo el reinado de Alejandro II.

Después de la abolición de la servidumbre en 1861 algunos artistas se centraron en el círculo del sufrimiento humano.

A veces los artistas crearon amplias campañas para describir momentos dramáticos de la historia rusa.

Un grupo de artistas llamados Peredvizhniki (itinerantes) rompieron con la Academia e iniciaron una escuela de arte libre de sus restricciones.

Sus pinturas tenían un profundo significado social y político.

Entre realistas destacados se encuentran Iván Shishkin, Arjip Kuindzhi, Iván Kramskoi, Vasili Polénov, Isaak Levitán, Vasili Súrikov, Víktor Vasnetsov e Iliá Repin.

En los años 1830 la Academia enviaba a los pintores al extranjero para completar sus estudios.

Entre estos Aleksandr Ivánov y Karl Briulov tenían más talento, destacando en las históricas campañas románticas.

Los estilos de la pintura rusa del final del siglo XIX estaban íntimamente ligados a la vida diaria de la sociedad rusa.

El término vanguardismo ruso engloba una amplia e influyente tendencia del arte moderno que floreció en Rusia desde aproximadamente 1890 hasta 1930.

El término cubre muchos distintos, pero inseparablemente ligados, movimientos artísticos de aquel tiempo, como el neoprimitivismo, suprematismo, constructivismo, rayonismo y futurismo ruso.

Artistas notables de esta era incluyen a El Lissitzky, Kazimir Malévich, Vasili Kandinski, Vladímir Tatlin, Aleksandr Ródchenko y Marc Chagall entre otros.

El vanguardismo ruso alcanzó su auge máximo de creatividad y popularidad en el período entre la revolución del 1917 y el 1932, cuando las ideas vanguardistas chocaron con la recientemente emergida directriz conservativa estalinista del realismo socialista.

A finales de los años 1920 la estricta política del realismo socialista envolvió los artes visuales del mismo modo que la literatura y el cinematógrafo, con lo que pronto el vanguardismo se desvaneció.

Algunos artistas como Ernst Neizvestni, Ilyá Kabakov, Mijaíl Shemiakin, Erik Bulátov y Vera Mújina combinaron la innovación con el realismo socialista.

Ellos empleaban técnicas tan variadas como el primitivismo, la hiperrealidad, el grotesco y la abstracción, pero compartían un desagrado común por los cánones del realismo socialista.

Algunos artistas soviéticos realizaron trabajos muy patrióticos y antifascistas en los años 1940.

Los eventos y batallas de la Gran Guerra Patria fueron descritos con un conmovedor patriotismo y después de la guerra los escultores hicieron muchos monumentos dedicados a los muertos de la guerra, de los cuales los más destacados tenían una gran solemnidad contenida.

En el siglo XX muchos artistas rusos trabajaban en la Europa occidental, debido en parte a los traumas de la revolución.

Artistas rusos como Vasili Kandinski, Marc Chagall y Naum Gabo difundieron su trabajo e ideas internacionalmente.

Estos artistas rusos estudiaron en diferentes países, en París y Múnich y su exilio involuntario difundió el impacto del arte ruso globalmente.

Deporte

Los deportes de invierno tienen la mayor popularidad en Rusia.

El patinaje sobre hielo y el hockey sobre hielo son muy populares como deportes de ocio y como deportes para espectadores.

La selección rusa de hockey sobre hielo ganó el campeonato mundial en el año 2008.

En el patinaje artístico Rusia cuenta con deportistas tan destacados como Yevgueni Pliúshchenko.

El esquí a campo traviesa tenía gran popularidad como deporte de ocio durante la época soviética, aunque su popularidad se ha disminuido en los últimos años.

Entre otros deportes, el atletismo tiene mucha popularidad, en casi todas sus facetas, aunque de forma especial es el tenis y la gimnasia donde destacan varios deportistas, como María Sharápova, Marat Safin, Yevgueni Káfelnikov (en tenis), que han logrado el top one.

En Gimnasia sobresalen Alekséi Nemov, Aliyá Mustáfina y Svetlana Jórkina, que han logrado medallas de oro, plata y bronce en diferentes competencias de gimnasia, incluyendo en las olimpiadas.

Después de la desaparición de la Unión Soviética, el fútbol ha llegado a los primeros planos, pasando a ser una de las disciplinas dominantes.

Existen clubes conocidos a nivel internacional, como lo son el Spartak Moscú (campeón de la liga rusa en nueve ocasiones); el CSKA Moscú (campeón de la Copa de la UEFA en 2005), el Zenit San Petersburgo (ganador del mismo torneo en 2008) y campeón de la supercopa europea de ese mismo año y Rubin Kazan (campeón de la liga premier de Rusia en 2008).

La selección rusa ha participado en tres mundiales de este deporte (USA 94, Corea-Japón 2002 y Brasil 2014), en las tres ediciones ha caído en la primera ronda.

Ha asistido a la Eurocopa de naciones en 4 ocasiones, en la edición del 2008 logra su mejor actuación del certamen superando la primera ronda y derrotando a la selección holandesa en cuartos de final por 3-1, alcanzando las semifinales de dicho torneo, que pierde 3 a 0 frente a la selección española que terminó siendo campeona de la competición.

Rusia ha dado dos grandes futbolistas que forman parte de la historia del balompié mundial, como lo son Lev Yashin, que es considerado el mejor portero de todos los tiempos; y Oleg Salenko, quien posee el histórico récord de 5 goles en un mismo partido, logrado el 28 de junio de 1994 ante Camerún en el Mundial de Estados Unidos.

La selección de baloncesto ganó el Campeonato Europeo en 2007.También,como unión soviética a ganado 14 Eurobasket y tres campeonatos mundiales de baloncesto, en 1967, 1974, y 1982.

El rugby también es uno de los deportes que poco a poco se ha estado ganando la popularidad de los jóvenes.

Durante este año logró ser invitada al Circuito Mundial de Rugby 7 en Hong Kong, y su selección de XV conocida como los osos disputó la Copa Mundial de Rugby 2011, pero terminó siendo derrotada en sus 4 partidos del grupo C frente a selecciones experimentadas como Irlanda, Australia, Estados Unidos e Italia.

El voleibol ruso es uno de los más importantes a nivel mundial tanto en su rama masculina como en la femenina.

El ajedrez es otro deporte que se practica, podría ser considerado el deporte nacional.

Rusia tiene el honor de tener el mayor número de campeones mundiales (muchos de los cuales figuran con bandera de la Unión Soviética, pero nacieron en territorio ruso actual): Mijaíl Botvínnik, Vasili Smyslov, Borís Spaski.

En esta disciplina, Garry Kaspárov y Anatoli Kárpov son los ajedrecistas más conocidos a nivel mundial en la época contemporánea, ya que ambos han ganado el Campeonato del mundo de ajedrez.

Tras el Cisma del ajedrez ha habido más campeones rusos como Vladímir Krámnik.

En ciclismo Rusia tiene a cinco de los mejores ciclistas de los últimos años en las figuras de Vladímir Karpets, Vladímir Yefimkin, Pável Tonkov, Yevgueni Berzin y Denís Menshov.

En fútbol playa Rusia es el actual campeón de la Eurocopa de fútbol playa y bicampeón mundial, pues obtuvo la Copa mundial de fútbol playa en 2011 y 2013.

Rusia acogió los Juegos Olímpicos de invierno del año 2014 en la ciudad de Sochi.

En verano del año 1980, la ciudad de Moscú (por entonces capital de la Unión Soviética) fue la sede de los XXII Juegos Olímpicos.

El 2 de diciembre de 2010, la FIFA dio a conocer que Rusia ganó la candidatura y organizará la Copa Mundial de Fútbol de 2018, en la cual ya prepara las 12 sedes que le darán vida a la mayor cita de Fútbol del planeta.

Las ciudades sedes serán: Moscú (dos estadios), Kaliningrado, Samara, San Petersburgo, Ekaterimburgo, Rostov del Don, Sochi, Krasnodar, Nizhni Novgorod, Kazán, Saransk y Volgogrado.

En balonmano tuvo su época dorada en los 90 con varios títulos europeos y mundiales.

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