Aquilegia vulgaris, la aguileña común, es una especie del género Aquilegia perteneciente a la familia de las ranunculáceas, nativa de las zonas templadas de Europa y Asia.
Es una planta herbácea perenne que alcanza 1,2 m de altura, tallos delgados y vellosos y hojas de color verde oscuro, las basales grandes y pecioladas, disminuyendo su tamaño a lo largo del tallo, las superiores son trilobuladas.Tallo floral erecto de 3-6 cm con varias flores que surgen agrupadas de color azul violeta, a veces blancas que caen flácidamente.
De aquelegus, que toma agua, o de aquila, por el aspecto de las flores.Antíguamente las semillas se emplearon para hacer perfumes afrodisíacos y se dice que las cortesanas las masticaban para ejercer mejor su oficio, las vestales romanas (vírgenes consagradas) tenían prohibido el contacto con esta planta.Fue cultivada en los jardines medievales.La casa de Guisa, en la Francia renacentista, hizo de esta flor su escudo de armas.Los contrabandistas navarros la usaban como amuleto cuando iban a cruzar la frontera.
En la antigüedad se usaba:
Contiene glucósidos que liberan ácido cianhídrico.Otras fuentes: Aquilegina, glucósido cianogenético, emulsina, enzima.
Es antipirético, astringente, depurativo, diurético, diaforético, urocolítico.Externamente puede aplicarse en compresas, como antiflogístico, en los casos comunes de dermatosis.Se ha usado en homeopatía para trastornos nerviosos.
El envenenamiento produce la muerte por parálisis cardiaca o respiratoria.Produce síntomas como los del acónito, hormigueo en la boca y en la piel, agitación, pulso débil, descoordinación, vómito, diarrea, convulsiones y muerte.Intentar provocar el vómito, dar carbón activo, hospitalizar.
Las semillas, molidas y maceradas en aceite de oliva, se ponen en la cabeza para repeler los piojos.