El ambay ( Cecropia adenopus ) es un árbol perteneciente a la familia botánica de las Cecropiáceas que crece en las selvas marginales de los ríos de Brasil, región amazónica de Bolivia, Paraguay y el noreste de Argentina.Puede medir hasta 15 m de altura y su tronco tiene un diámetro de entre 2 y 3 dm ; con copa alta y aparasolada.Florece y fructifica todo el año.
Es una especie característica de los bosques secundarios de la Región Oriental Paraguaya; y también se halla en los bosques húmedos de buen drenaje del Chaco húmedo.Se establece rápidamente en claros por tormentas, caídas de árboles grandes o por el humano.Está en matorrales y orillas de selvas, arroyos y ríos.Sus ramitas huecas están habitadas por hormigas bravas (Azteca); y sus frutos los buscan pájaros, murciélagos y otros animales que dispersan las semillas.
Tiene flores dioicas de color azul violáceo, reunidas en inflorescencias espiciformes axilares solitarias; las masculinas más pequeñas, sésiles, con dos estambres y anteras grandes; las femeninas de perianto ligeramente membranoso, ovario incluso.
Se utiliza la madera para pulpa y papel, o como sustituto de la madera de balsa ( Ochroma pyramidale ).También en mezcla para fabricar bloques de cemento.
Sus hojas y corteza tienen virtudes medicinales (expectorantes y antiasmáticas); la parte más activa farmacológicamente son los brotes o "cogollos".Sus hojas también pueden servir de lija casera.
Las Cecropias que fueron utilizadas con fines curativos por los aborígenes desde Mexico hasta la región nordeste Argentina, continuan siendo un remedio de uso habitual en la medicina popular, tanto de la región guaranítica como de la rioplatense, especialmente en las afecciones catarrales de las vías respiratorias.
En sus hojas se encuentran ambaína, ambainina, cecropina y cecropinina.Es expectorante, antiespasmódico, antiasmático, diurético, cardiotónico y como lija casera; junto con la corteza se usan como béquico.