Plantas medicinales c

Cnidoscolus chayamansa

Cnidoscolus chayamansa

La chaya ( Cnidoscolus chayamansa y Cnidoscolus aconitifolius ), también conocida como el árbol espinaca, es un arbusto robusto de hojas perennes, perteneciente a la familia de las Euphorbiaceae, nativo del estado de Tabasco y de la Península de Yucatán en México.

Se asemeja en su porte a una planta de hibiscus o de casava.

Es muy popular en México y en Centroamérica pues sus hojas se utilizan como una berza, que son cocinadas y preparadas como las espinacas.

Las hojas crudas son tóxicas.

Descripción

Arbusto que se desarrolla en suelos bien drenados, con humedad y luminosidad y que alcanza una altura de hasta unos 6 metros, aunque normalmente no supera los 2 metros en cultivo, lo cual facilita la cosecha de sus hojas.

Sus hojas son largas, pecioladas, con 5 picos y látex fecundo.

Algunas de sus variedades presentan en las hojas pelos urticantes.

Las flores son blancas, pequeñas y en disposición de inflorescencia.

Acciones y usos

La chaya proporciona enormes ventajas al organismo humano, pues contiene una notable cantidad de vitaminas, sales minerales, oligoelementos y enzimas para beneficio del cuerpo humano; se trata de importantes sustancias que forman un fitocomplejo y que actúan favorablemente sobre múltiples dolencias del organismo humano, sin producir efectos negativos conocidos.

Entre sus beneficios están la regulación de la presión arterial, el mejoramiento de la circulación sanguínea y la desinflamación de las venas y hemorroides.

También reduce el nivel del colesterol y del ácido úrico, ayuda a reducir el peso y aumenta la retención de calcio en el organismo, con lo que se fomenta el crecimiento de la masa ósea.

Muchas personas la consumen por lo tanto como planta medicinal.

La dosis recomendada es de 2 a 6 hojas por día, licuadas en sopas o ensaladas después de haber sido cocida.

Esta planta como infusión actúa favorablemente sobre las dolencias del organismo humano, sin producir efectos negativos.

Facilita la digestión, y combate el estreñimiento, ayuda a la expulsión de orina y de la leche materna.

Normaliza además numerosas funciones del organismo, previene la anemia, mejora la memoria y las funciones del cerebro y combate la artritis y la diabetes.

Igualmente previene la tos, descongestiona y desinfecta los pulmones.

Las hojas son usadas en la preparación de un conocido platillo regional denominado Dzotobichay o Ts'o Tobil Chay, un tamal relleno de huevo, con salsa de pepita de calabaza, huevo y tomate.

En los estados del sureste de México, las hojas de chaya se utlizan para elaborar diversos platillos típicos, como el Be'ew'r e'kt'o xix bek'ch'um, que es un tamal de chaya con semillas de calabaza, la carne salada con chaya o la sopa de chaya, los cuales forman parte de la gastronomía tabasqueña.

Historia

La chaya está asociada con la cultura maya, donde se conoce con el nombre de chay.

Era consumida desde tiempos inmemoriales mezclada con maíz y semillas de calabaza, formando una especie de tamal.

Durante varios siglos, constituyó un alimento primordial en la alimentación maya.

Cultivo

La chaya es fácil de cultivar en climas suaves a cálidos.

El robusto arbusto sufre pocos daños por los insectos.

Es además resistente a lluvias fuertes y a la sequía.

La planta se propaga por estacas leñosas de unos diez centímetros, pues las semillas se producen muy raramente.

El crecimiento inicial requiere de hasta 2 años, tiempo que igualmente necesitan las raíces de las estacas nuevamente plantadas para su desarollo.

Después del segundo año, las hojas pueden cosecharse continuamente, siempre y cuando la planta conserve más del 50% de sus hojas, lo cual garantiza un crecimiento vegetal sano.

Un estudio del USDA en Puerto Rico informó que se podría obtener una mejor producción de hortaliza con la chaya que con cualquier otro vegetal que habían estudiado.

En otro estudio sobre la chaya, se asevera que sus hojas contienen cantidades substancialmente mayores de nutrientes que los que contienen las hojas de las espinacas.

Algunas variedades poseen en sus hojas unos pelos urticantes que pueden requerir el uso de guantes para su recolección.

La cocción los destruye.

Consumo

La chaya es una buena fuente de proteínas, vitaminas, calcio, y de hierro.

Sin embargo, las hojas crudas de la chaya son tóxicas, pues contienen un glucósido que puede liberar al tóxico cianuro.

Por esta razón, se debe cocinar antes de consumirla, con lo que se desactivan sus componentes tóxicos.

En este sentido la chaya es similar a la mandioca, que también contiene los glucósidos cianhídricos tóxicos.

Tradicionalmente las hojas de chaya se sumergen en agua hirviente por 20 minutos y se sirven aliñadas con aceite o mantequilla.

El líquido que sueltan las hojas al ser cocinadas puede también ser consumido con total seguridad, debido a que el cianuro que contenían se escapa al aire volatilizado como cianuro de hidrógeno (HCN) durante el periodo de cocción.

Es preferente no hervir las hojas de chaya en utensilios de aluminio, pues en éstos se puede producir una reacción que puede resultar tóxica, causando diarrea .

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