El empleo de plantas para fines terapéuticos ha estado siempre presente en la vida del hombre, y mantiene aun una amplia validez a pesar del poderío y de la competencia de la química farmacéutica, basada fundamentalmente en principios actívos de síntesis.Sin embargo, la fitoterapia no es una actividad que pueda improvisarse.
Por este motivo, la cosecha de las plantas medicinales, su preparación y su ulterior almacenamiento son actividades que deben encararse con mucha seriedad.Las fechas de recolección y los procedimientos para su preparación y almacenamiento varían según de que planta se trate y de los conocimientos decantados a traves del tiempo por las varias culturas que los utilizan.
La cosecha de las plantas medicinales se hace necesaria, basicamente por dos motivos: primero, porque las condiciones meteorológicas y el ciclo vegetativo de las plantas asociado a este muy frecuentemente hace que la planta no esté disponible todo el año; y, segundo, porque el uso de muchas plantas se ha extendido a regiones donde estas no crecen naturalmente.
La cosecha se efectua generalmente por medios manuales, cuidando de no destruir las plantas, cuando esto es posible, es decir cuando la parte que se utiliza de la misma permite que esta se reponga, si es de ciclo plurianual.Adicionalmente existen una serie de prácticas que deben ser respetadas, como por ejemplo: Cuidar que las partes recogidas esten libres de plagas y enfermedades; que las raices, rizómas, bulbos y cormos se recojan antes de la floración, en cambio las hojas deben recogerse al inicio de ésta, y las flores cuando se encuentren abiertas.
Los conocedores de estos procesos recomiendan que la recolección se de en las horas de la mañana, antes de las 10:00 y por la tarde, cuando el sol ya ha bajado.La hora en que se recolecta la planta o parte de esta, y la edad de ésta tiene influencia en la presencia de los principios activos.
El lavado solo es necesario para eliminar suciedades o la tierra que pudiera estar aderida.Normalmente se lava con agua fría, y se le suele adicionar algunas gotas de limón, una cucharadita de sal o algunas gotas de yodo.
El secado se hace necesario, y debe hacerse inmediatamente después de la cosecha para evitar que los fermentos contenidos en las plantas las alteren.En el proceso de secado debe evitarse que se pierdan compuestos activos, principalmente si se trata de plantas aromáticas.Para este fin el secado se hace a la sombra y con buena ventilación.
El almacenamiento garantiza la conservación de las propiedades de las plantas medicinales, por lo tanto debe ser preparado con cuidado, evitando el humedad.