Los mezquites (del náhuatl mizquitl ) son especies botánicas de leguminosas del género Prosopis.Se encuentran principalmente en las zonas áridas y semi-áridas de México, abarcando el centro-sur del país, donde su abundancia da nombre a algunas regiones, entre las que se encuentra el Valle del Mezquital, en el estado de Hidalgo; abundan especialmente en estados como Jalisco, Zacatecas y Aguascalientes, donde son considerados el árbol oficial.Su distribución se extiende por todo el norte del país y abarca hasta el sur de EE. UU., en Texas, el sudoeste de Kansas, y del sudeste de California al sudoeste de Utah y el límite sur del desierto de Sonora.
Los mezquites habitan también en el desierto de Chihuahua y otras regiones áridas de México.Además, hay un mezquite mediterráneo en las estepas de Siria y el norte de Irak.Asimismo, la especie Prosopis pallida fue introducida en Hawái en 1828, y ahora es muy común en las costas más secas de las islas: es el árbol llamado localmente kiawe, el cual es fuente primaria de la producción de miel monoflora (es decir, que se obtiene de un solo tipo de flor; o sea, de una sola especie de planta).
Estos árboles caducifolios generalmente llegan a medir entre 6 y 9 m de altura, aunque es común encontrarlos como arbustos.Tienen hojas angostas, bipinnadas, compuestas, de 5 a 7,5 cm de largo y con puntas suaves, y ramas con espinas.El fruto que dan estos árboles, en forma de vaina, también es llamado mezquite.
Los mezquites son plantas extremadamente duras, y tolerantes a la sequía debido a su extensísima red radicular y gruesa raíz principal.Su raíz se ha registrado hasta a 47 m de profundidad.Por supuesto, usarán el agua que energéticamente les resulta menos penoso, por lo que si existe agua superficial esta es la primera que absorberán.
La gente de campo considera a estos árboles una molestia, debido a su capacidad de competir y ganarles a los pastos de calidad por humedad.En Texas, particularmente en el oeste y el centro, la proliferación de mezquites es parcialmente responsable del descenso de la capa freática.Sin embargo, el tamarisco ha tenido mucho más que ver con el intenso gasto de agua subterránea (en algunos casos inclusive desplazando a los mezquites).
La erradicación de los mezquites es difícil debido a la regeneración por renovales, ya que entierran sus renuevos 15 cm debajo del nivel del suelo.Además, estos árboles pueden regenerarse de un pedazo de raíz dejado en el suelo.Algunos herbicidas no son efectivos o solo lo son parcialmente.La técnica de remoción fuerte del terreno muestra su efectividad contra el rebrote, pero es costosa: más de 280 dólares por hectárea (en Estados Unidos).
Para la extirpación del renuevo de mezquite la herramienta necesita penetrar unos 8 cm de profundidad.La herramienta será elegida en función de la granulometría ( textura ) y estructura del suelo.