El Perro de San Huberto (en inglés conocido como Bloodhound) es una raza canina originaria de Bélgica, más concretamente de la región de las Ardenas.Es una de las distintas razas de sabueso reconocidas por la FCI en su grupo 6.
Tradicionalmente se ha considerado a los monjes del monasterio de San Huberto como los creadores de la raza, y que basaron su selección en los perros de caza que utilizaba el monje Hubert, fundador de la orden y que más tarde al ser canonizado pasó a ser el patrón de los cazadores.El rey Guillermo el conquistador llevó ejemplares de esta raza a Inglaterra cuando accedió al trono.Los descendientes de estos ejemplares fueron conocidos en el país como Bloodhound, haciendo referencia a la pureza de su sangre.
Cuenta la leyenda que un Noble muy rico cazaba en un viernes santo acompañado de un grupo de ruidosos perros, y a lo lejos pudo observar un ciervo y cuando se disponía a disparar vio dibujado en su cornamenta la imagen de la cruz de Jesucristo y desde entonces se retiro de su vida disipada para dedicar su fortuna a buenas obras.Desde entonces se acostumbro regalar a los nobles, el mejor ejemplar de sus amados perros.Actualmente la tradición se continúa, pero ahora se realiza un servicio religioso y se da la bendición a los ejemplares, continuándose con la exposición de la raza en la Comunidad de San Huberto Bélgica.Después la raza fue introducida en los Estados Unidos donde una de sus misiones fue la de buscar y dar caza a los esclavos fugitivos.Durante muchos años el reconocimiento por parte de un Bloodhound era considerada prueba incriminatoria por los juzgados americanos.
Son perros de gran tamaño y fortaleza, aunque ágiles.Su cuerpo es más largo que alto.Las arrugas en la cabeza y papada son quizás uno de los rasgos más característicos, junto con la longitud de sus orejas colgantes.Los colores admitidos son el negro y fuego, marrón y fuego y el rojo en sus distintas tonalidades.
El sabueso de San Huberto es el perro con olfato más fino del planeta.Se ha documentado que son capaces de seguir un rastro de hasta quince días, a causa de la enorme sensibilidad de su olfato, causada por los pliegues internos de sus fosas nasales.Por esa razón se usa como perro policía en labores de rastreo.