San Magín fue un ermitaño español del siglo III y comienzos del siglo IV nacido en Tarragona quien muertos sus padres hizo vida eremítica en una cueva del monte Brufagaña durante treinta años.
A la llegada de Daciano a Tarragona persiguiendo a los cristianos conforme al edicto del emperador Maximiano, Magín salió a convencerles de la fe, siendo prendido y hecho prisionero en Tarragona.Libertado milagrosamente, salió de la ciudad por la puerta del Carro, llamada posteriormente de San Magín, donde tiene dedicada una capilla y volviendo al monte Brufagaña.
Preso en la cueva de nuevo, es llevado a Tarragona, y en el torrente del Gayá hizo brotar unas fuentes para apagar la sed de sus verdugos, siendo finalmente degollado el 25 de agosto de 306.
Es copatrón de Tarragona y en su honor se celebra la fiesta mayor de verano.
Conmemoración el 19 de agosto.