San Onesíforo de Galípolis, mártir.
Según cuenta la tradición cristiana San Onesíforo, en el estrecho de Galípolis, fue discípulo de los Apóstoles, y hace mención de él San Pablo escribiendo a Timoteo, en su segunda carta, capítulo I:
"Que el Señor conceda misericordia a la familia de Onesíforo, pues me alivió muchas veces y no se avergonzó de mis cadenas, sino que, en cuanto llegó a Roma, me buscó solícitamente y me encontró.Concédale el Señor encontrar misericordia ante el Señor aquel Día.Además, cuántos buenos servicios me prestó en Éfeso, tú lo sabes mejor."
Según dicha tradición acompañó a San Pablo en España, pero a su vuelta padeció martirio juntamente con San Porfirio, siendo cruelmente azotado por mandato del procónsul Adriano, y después arrastrado por caballos, en cuyo tormento entregó su alma a Dios.
En el santoral cristiano se celebra el 6 de septiembre