Santos católicos

Patricio de Irlanda

Patricio de Irlanda

Santo Obispo Patricio, fiel pastor de la grey real de Cristo.

Llenaste a Irlanda con el resplandor del Evangelio: la fuerza poderosa de la Trinidad.

San Patricio (en latín : Patricius ) fue un misionero cristiano y es conocido como el santo patrón de Irlanda, junto a santa Brígida y san Columba.

Fue un predicador y religioso de Britania, tradicionalmente considerado el introductor de la religión cristiana en la isla.

Biografía

Tanto la fecha como el lugar de nacimiento de Patricio son difíciles de determinar.

Según sus propios escritos nació en una pequeña villula cercana al vicus de Bannavem Taberniae y, aunque era claramente un britano del norte, la localización exacta del lugar ha sido muy debatida.

Probablemente se trate de una de las pequeñas poblaciones cercanas al Muro de Adriano, y una de las interpretaciones más verosímiles es que se trataría de una propiedad situada unos veinticuatro kilómetros hacia el interior desde Carlisle (Luguvalium) cerca del fuerte romano de Birdoswald.

Patricio era hijo de Calpurnius, un diácono cristiano que también era decurión, lo que probablemente significaba en la época que ostentaba alguna clase de alto cargo civil, además de poseer tierras y disponer de servicio.

Su abuelo, Potitus, también era religioso y es presentado como presbítero.

Fuentes posteriores informan que su madre se llamaba Concessa y que Patricio podría tener también nombres de raíz britónica : Magonus o Succetus.

Cuando Patricio era todavía un adolescente, sobre los 16 años ( Conf.

, 1 ), fue hecho prisionero durante una incursión de piratas « escotos », que también significó la destrucción de la casa de la familia ( Epist.

, 10 ), trasladado a Irlanda y esclavizado.

En sus escritos solo menciona un nombre de lugar que permita intentar localizar la zona donde vivió en Irlanda: silva Flocuti, es decir el 'bosque de Flocut', situado cerca del «mar occidental» ( Conf.

, 23 ).

Se han propuesto varias alternativas en las proximidades de la costa noroeste de Irlanda, entre las que la que cuenta con un consenso más general es la zona antiguamente boscosa de Killala en el condado de Mayo.

En cualquier caso estuvo cautivo seis años ( Conf.

, 17 ), tiempo en el que dispuso de un maestro y muy probablemente aprendió a hablar irlandés, hasta que, según su relato, un sueño le anunció que su libertad estaba próxima y un barco le estaba esperando, por lo que decidió escapar y caminó unas doscientas millas (unos trescientos kilómetros).

Esto situaría su destino en la costa sur de Irlanda, algo más coherente con sus explicaciones que un viaje hacia el oeste, es decir en algún puerto situado entre Bantry y Wexford, donde efectivamente encontró un barco, cuyo capitán y tripulación eran paganos, en el que aceptaron admitirlo y que, tras tres días de navegación, llegó a su destino.

Dada la escasez de datos concretos que ofrece Patricio en su Confessio la siguiente es la etapa de su itinerario que ha dado lugar a más interpretaciones contrapuestas.

Su descripción supone que su regreso a Britania no fue inmediato, tres días parece un tiempo demasiado largo para la travesía del mar de Irlanda y además se sabe que los puertos del sur de Irlanda mantenían en la época un activo comercio con la Galia, por lo que su destino más probable parece el noroeste de la península de Bretaña.

Existe una arraigada tradición que sitúa a Patricio visitando muy diferentes lugares, ya sea en la Galia, como Auxerre, o incluso más alejados, como el Monasterio de Lérins en la isla Saint-Honorat o la misma ciudad de Roma, pero su narración solo consiste en describir un itinerario de veintiocho días a través de tierras completamente desiertas hasta llegar a un lugar habitado ( Conf.

, 22 ).

La estancia en la Galia se infiere, sin que se pueda descartar hasta que punto tradiciones posteriores estén basadas en sucesos reales, del hecho de que es el único otro lugar mencionado explícitamente en sus escritos ( Conf.

, 43 y Epist.

, 14 ), y también de que el latín que emplea parece presentar características que solo pueden haberse aprendido allí, aunque el argumento depende de la relación entre el latín hablado y el escrito por Patricio, que es el que conocemos, de lo prolongada que pudiera haber sido su estancia, así como de la persistencia del latín vulgar común en la Britania del siglo v.

También es complicada la cronología, y el contexto de un viaje por tierras desérticas en el continente se ha intentado relacionar tanto con las invasiones que sufrió la Galia en el año 407, como con la rebelión de los armoricanos de Tibatto en 437.

Patricio se acabó convirtiendo en predicador del Evangelio en Irlanda, isla que en esos tiempos se encontraba dividida en numerosos clanes sometidos a la poderosa autoridad de los druidas.

Se adaptó muy bien a las condiciones sociales del lugar, formando un clero local y varias comunidades cristianas, respetando las tradiciones y costumbres propias de sus habitantes.

Se le conoce como el Apóstol de Irlanda, donde murió hacia el año 461 a causa de su vejez.

Una tradición irlandesa le atribuye la hazaña de haber librado la isla de serpientes.

Actualmente, Irlanda es la única región de las islas británicas que no posee ofidios silvestres, debido a su separación de Gran Bretaña poco después de finalizar la última glaciación.

Escritos

Se conservan dos escritos procedentes de Patricio: la Confessio y la Epistola ad milites Corotici.

El título de la primera ( Confesión ) procede del propio autor, mientras que el de la segunda se deduce de su contenido, ya que es una Carta dirigida a los soldados de Coroticus.

Este Coroticus es generalmente identificado con Ceretic Guletic, el primero de los reyes conocidos del Reino de Strathclyde.

La Confessio es un relato de la vida y viajes de Patricio, narración acompañada de sus meditaciones y en un estilo reflexivo que podría remontarse al modelo de las epístolas de san Pablo.

Se conserva en varios manuscritos medievales, el más antiguo de los cuales es el Libro de Armagh, datado algo después del año 800.

Festividades y legado

Su fiesta, el Día de San Patricio, se celebra el día 17 de marzo y es muy celebrada en Irlanda, de donde es patrón.

San Patricio tuvo que explicar una vez lo que era la Santísima Trinidad.

Para que todos lo entendieran, utilizó un trébol como muestra, explicando que la Santísima Trinidad, al igual que el trébol, era una misma unidad, pero con tres personas diferentes.

La primera hoja de trébol era el Padre, la segunda era el Hijo, y la última el Espíritu Santo.

Luego de ello, el trébol de tres hojas que representa a las tres personas de la Trinidad, pasó a ser un símbolo de la iglesia de Irlanda.

San Patricio escribió una carta de agradecimiento que decía lo siguiente:

Sin cesar doy gracias a Dios que me mantuvo fiel el día de la prueba.

Gracias a Él puedo hoy ofrecer con toda confianza a Cristo, quien me liberó de todas mis tribulaciones, el sacrificio de mi propia alma como víctima viva, y puedo decir: ¿Quién soy yo, y cuál es la excelencia de mi vocación, Señor, que me has revestido de tanta gracia divina? Tú me has concedido exultar de gozo entre los gentiles y proclamar por todas partes tu nombre, lo mismo en la prosperidad que en la adversidad.

Tú me has hecho comprender que cuanto me sucede, lo mismo bueno que malo, he de recibirlo con idéntica disposición, dando gracias a Dios que me otorgó esta fe inconmovible y que constantemente me escucha.

Tú has concedido a este ignorante el poder realizar en estos tiempos esta obra tan piadosa y maravillosa, imitando a aquellos de los que el Señor predijo que anunciarían su Evangelio para que llegue a oídos de todos los pueblos.

¿De dónde me vino después este don tan grande y tan saludable: conocer y amar a Dios, perder a mi patria y a mis padres y llegar a esta gente de Irlanda, para predicarles el Evangelio, sufrir ultrajes de parte de los incrédulos, ser despreciado como extranjero, sufrir innumerables persecuciones hasta ser encarcelado y verme privado de mi condición de hombre libre, ¿por el bien de los demás?

Dios me juzga digno de ello, estoy dispuesto a dar mi vida gustoso y sin vacilar por su nombre, gastándola hasta la muerte.

Mucho es lo que debo a Dios, que me concedió gracia tan grande de que muchos pueblos renacieron a Dios por mí.

Y después les dio crecimiento y perfección.

Y también porque pude ordenar en todos aquellos lugares a los ministros para el servicio del pueblo recién convertido; pueblo que Dios había llamado desde los confines de la tierra, como lo había prometido por los profetas: A ti vendrán los paganos, de los extremos del orbe, diciendo: «Qué engañoso es el legado de nuestros padres, qué vaciedad sin provecho».

Y también: Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.

Devoción en otros países

En España es patrón de la ciudad de Murcia y su antiguo reino, debido a que la reconquista de estos territorios se produjo el día de la festividad del santo del año 1452, tras la victoria obtenida por las tropas cristianas de Juan II de Castilla en la batalla de Los Alporchones.

También es patrón de la localidad granadina de Albuñol debido a que, según la tradición, apareció una imagen del santo en la playa proveniente de los restos de un naufragio de un barco irlandés.

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