Potino ( Photinus, en latín ) ( ca.87 – 177 ) fue obispo de Lyon y mártir.Fue martirizado junto con otros miembros de su comunidad cristiana durante las persecuciones de Marco Aurelio.Testimonio de su martirio es una carta enviada por las comunidades de Lyon y Vienne a la provincia romana de Asia, que se atribuye a San Ireneo, y que está recogida en la Historia eclesiástica de Eusebio de Cesarea (HE V, 1,1–4,2).Esta carta lo describe como un obispo nonagenario y narra su martirio junto con el de otros cristianos importantes de su comunidad: Santos, Maturo, Atalo y Blandina, entre otros.
Tras comparecer Potino ante el tribunal, a pesar de su avanzada edad, y dar allí testimonio de su fe, le arrastraron y golpearon hasta encerrarlo en una mazmorra donde murió a los dos días por sus heridas.San Ireneo le sucedió en el episcopado de Lyon y Vienne.