Simeón el Loco (también conocido como Aba Simeón ) fue un monje, eremita y santo cristiano del siglo VI que murió aproximadamente durante el año 570.Está considerado el patrón de los santos locos y de los titiriteros.
Simeón era de origen sirio.Nació en Edesa, donde vivió soltero, acompañado de su anciana madre. A los treinta años, acompañado por su amigo Juan de Edesa, Simeón hizo los votos monásticos en el monasterio del abad Gerásimo. Simeón y Juan estuvieron durante veintinueve años dedicados al ascetismo y a la meditación en las proximidades del mar Muerto. Posteriormente Simeón sintió la inspiración de Dios, que le pidió que abandonara su vida retirada en el desierto y se trasladara a la ciudad de Homs, donde se dedicó a la caridad y a hacer obras piadosas. Allí su locura (esto es, su comportamiento nada convencional, como por ejemplo su entrada en la ciudad arrastrando un perro muerto, sus gamberradas en el templo -donde apagaba las luces e incordiaba a las mujeres-, sus obscenidades e indecencias -se paseaba completamente desnudo por la ciudad- y sus flatulencias en público) fue tomada por muchos como signo de iluminación divina, aunque otros le insultaban por sus extravagancias e incluso llegaban a castigarle físicamente.
En cierta ocasión se acercó a él un hombre enfermo de glaucoma.Cristo había curado la ceguera empleando saliva y arcilla, y Simeón trató de curarlo untándole con mostaza los ojos: el enfermo sintió una gran quemadura y su enfermedad se agravó.Simeón logró curarle finalmente cuando le explicó que lo que debía era arrepentirse de sus pecados y enmendar su vida.
Simeón murió hacia el año 570 y fue enterrado en la fosa común destinada a mendigos y extranjeros.Mientras se transportaba su cuerpo, varias personas escucharon cánticos sobrenaturales.
Es el patrón de los motivados y de los que encuentran lo que buscan.