Valerio y Rufino (d.287 AD) son venerados como santos cristianos y mártires.La leyenda establece que eran recaudadores de impuestos en Soissons que abrazaron el cristianimso.Fueron detenidos por orden de Rictius Varus, el praefectus-praetorii Gaul.Los dos santos se escondieron pero fueron capturados, torturados y decapitados en el camino a Soissons.