Santos católicos

Vitores de Cerezo

San Vitores ( Cerezo de Río Tirón, Burgos, ca.

800 — Quintanilla de las Dueñas, ca.

850) fue un mártir español del cristianismo.

Santo y Mártir español del siglo IX.

Se celebra su onomástica el 26 de agosto.

Biografía

Mártir español nacido en Cerezo de Río Tirón (Burgos) a principios del siglo IX (c.a 800) y decapitado en Quintanilla de las Dueñas (Burgos) a mediados del siglo IX (c.a 850).

Fue sacerdote en la iglesia de Santa María de Villalba en su pueblo, durante la invasión musulmana de la zona en el siglo IX.

Vivió 7 años como ermitaño en una cueva cerca de la localidad de Oña, coincidiendo con un periodo de dura represión musulmana de la zona.

Tras este periodo, Vitores dejó la vida de ermitaño y se dirigió a su pueblo natal Cerezo de Río Tirón, sitiado en aquellos años y comenzó a predicar durante un largo tiempo, animando a sus vecinos a no abandonar la fe cristiana, y convirtiendo con sus palabras al cristianismo a muchos musulmanes, entre ellos Coloma, hija del rey Gaza.

Fueron tantos los convertidos al cristianismo en la zona, y tal el aguante de los pueblos cristianos sitiados, animados por las palabras de este sacerdote, que Vitores resultó ser para los altos cargos musulmanes de la zona el principal enemigo, por lo que fue mandado capturar y asesinar.

Fue capturado un día cuando se dirigía a predicar a la localidad de Quintanilla de las Dueñas.

Lo ataron fuertemente y fue colgado en lo alto de un madero en forma de cruz enfrente de esta localidad con la intención de dejarlo morir ahí, para que sus vecinos viesen el final que les esperaba si no se rendían al islam.

Desde esta cruz, Vitores siguió predicando, y animando al pueblo de Quintanilla a no perder la fe cristiana.

Al tercer día de permanecer colgado, aún vivo y sin cesar en el empeño de predicar y alentar al pueblo cristiano, mandaron bajarlo del madero y darle muerte.

Fue decapitado una mañana a finales del mes de Agosto.

Hacia mediados del siglo IX, al poco tiempo de la muerte de Vitores, al no rendirse al islam los pueblos de la zona y al convertirse al cristianismo numerosos musulmanes tras las predicaciones del sacerdote, (y tras los hechos milagrosos que la tradición cuenta del santo y mártir), los pueblos de la zona quedaron libres del asedio al que estaban sometidos por los musulmanes.

Los restos del Mártir, estuvieron enterrados en un sepulcro en la piedra, en una pequeña cueva cercana a Cubillas, término de Cerezo de Río Tirón, y posteriormente, en el siglo XV, fueron trasladados a un convento que mandaron construir los Condestables de Castilla en su honor, en la localidad de Fresno del Río Tirón, en donde se colocaron en una arca en un lugar preferente de dicho convento.

Se cree que el nombre de “San Vitores” con el que es conocido hoy en día, se le dio progresivamente durante los dos siglos posteriores a su martirio, nombre que se cree que proviene del latín de la palabra “victoria” y/o “vítores” (alusivo a celebración o fiesta), tras representar el martirio del santo el final del asedio por parte de los musulmanes y la victoria final del Cristianismo en la zona de los pueblos limítrofes de la provincia de Burgos y La Rioja.

Tradición

Cuenta la tradición que durante la vida de este mártir, ocurrieron varios hechos milagrosos, el primero de ellos durante su etapa de ermitaño, estando en la cueva rezando, tuvo la aparición de un ángel que le animó a predicar la palabra de Cristo especialmente en los pueblos duramente castigados por los musulmanes, hecho por el cual abandono la vida de ermitaño y se dedicó a predicar entre los pueblos asediados.

El más conocido, surgió en el momento de su martirio, en el cual tras ser decapitado, Vitores, se levantó del suelo, recogió su cabeza del suelo, bendijo a los verdugos y siguiendo el empeño de predicar la palabra de Cristo, se dirigió hacia el pueblo de Cerezo.

Los verdugos que le decapitaron tras presenciar el milagro se convirtieron desde ese mismo instante al cristianismo.

Durante tres días cuenta la leyenda que Vitores siguió predicando y obrando milagros, hasta que se dirigió a una pequeña cueva cercana a Cubillas (termino de Cerezo de río Tirón) a morir.

También cuenta la tradición oral de la zona que en el lugar que fue decapitado, de la sangre del mártir que cayó al suelo nacieron unos morales que todavía persisten.

Iconografía y Representación

San Vitores es representado tradicionalmente como un sacerdote que lleva la cabeza entre sus manos, haciendo clara alusión a su martirio.

Existe también otra representación muy extendida en la que el mártir es vestido generalmente con una túnica de color oscuro o negra, y una cachaba, (en vez de los hábitos típicos de sacerdote), pero siempre llevando consigo la cabeza bien en una o en las dos manos.

Existen varias interpretaciones de esta representación, una de las cuales es sugiere que el mártir esta vestido de” ermitaño” haciendo alusión a los 7 años que paso viviendo como tal en una cueva cerca de la localidad de Oña, Y otra más extendida y aceptada que sugiere que es una representación de los últimos años de su vida que los paso predicando entre los pueblos asediados por los árabes, (de ahí que llevase una cachaba, dando lugar a entender que se movía caminando entre los pueblos de la zona para predicar, y que no llevase los hábitos de sacerdote).

Existen también imágenes en las que el santo aparece con barba generalmente en las representaciones como sacerdote, añadiéndose este elemento con la finalidad de ensalzar la figura del mártir, ya que la barba es signo de sabiduría.

Devoción

En el siglo XV los Condestables de Castilla construyeron un convento en condiciones, actualmente en término de Fresno de Río Tirón, y fueron trasladados sus restos a una bonita arca y colocados en lugar preferente.

El convento quedó abandonado con la desamortización y está en mal estado, aunque hace unos pocos años se ha restaurado en parte.

Durante siglos, muchos pueblos comarcanos, tanto de La Rioja como de Burgos han acudido en mayo de romería a honrar a San Vitores al hoy ex convento.

Algunos de estos pueblos han perdido la costumbre y sólo se mantiene en unos pocos.

Leiva, que acude el primer sábado de mayo; le siguen Tormantos, Fresno de Río Tirón, Redecilla del Campo, Quintanilla San García, Castildelgado y Cerezo de Río Tirón, dependiendo de las fechas libres.

Además de en la comarca, su devoción está extendida por otros muchos lugares de la provincia de Burgos, La Rioja, Álava, Cantabria, Segovia, Palencia, Orense, La Coruña.

De esta manera, San Vitores es el Santo Patrón, además de su pueblo natal, de Barcena de Pienza, Belorado, Huerta de Arriba, Villoviado en Burgos; Casalarreina y Zorraquín en La Rioja, Berzosilla en Palencia, Grajera en Segovia y de otras localidades, sobre todo de Galicia.

Se celebra su onomástica el día 26 de Agosto.

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